Excelentísimo Embajador de Dinamarca (por motivos personales
tuvo que marcharse a Madrid a la tarde, disculpándose por no poder asistir a la
Gala de los Premios Caecilia), Excma. Delegada de Cultura, Vicepresidenta de la
Diputación Provincial de Jaén, Señor Alcalde y demás concejales de Bailén,
Excmo. Coronel de la Subdelegación de Defensa de Jaén, Alcalde de Guarromán,
Teniente Alcalde de Huéscar, Voluntarios de Madrid, representantes de entidades
y particulares premiados en esta edición, resto de compañeros de la Asociación
Caecilia y de la Asociación Reding, y demás amigos que nos acompañáis realzando
esta nueva edición de los Premios Caecilia, gracias, gracias y más gracias por
hacerlo posible. Hace 16 años, algunos ilusos soñábamos con algún día poder
reconocer a las personas y a las entidades que nos hacen la vida más segura y
agradable; soñábamos con mirar a los ojos a la gente que luchaba por la cultura
y por el desarrollo de nuestra ciudad y agradecerles de corazón el esfuerzo,
escasamente correspondido, que se merecían. Después de 16 ediciones -¡madre mía
que estás entre el público, cómo pasa el tiempo¡- y más de 150 reconocimientos
cara a cara, como se deben hacer las cosas, podemos decir que hemos devuelto
una parte ínfima pero notable, de la deuda contraída y nunca abonada al
completo.
Como anunciábamos en la editorial de la revista Bailén
Informativo que tenéis entre vuestras manos, los meses de agosto, septiembre y
octubre han sido meses extraordinarios en cuanto a actividad de la Asociación
Caecilia. No deja de ser curioso que cuanto más baja la economía y las
dificultades monetarias de nuestras familias, más se hurga en la cultura y en
el desarrollo intelectual. Tal vez porque se disfruta de más tiempo, o acaso
porque las huidas hayas que plantearlas hacia adelante y no por los precipicios
de lo absurdo y sin sentido. Lo cierto y verdad es que durante más de seis
meses, desde que nuestro buen amigo Jesús Ruiz de Burgos, nos planteara la idea
de conmemorar la fugaz visita de Hans Christian Andersen a Bailén en 1862, nos
hemos movido en la imaginaria línea del funambulismo kafkiano, pues para diez
puertas que se nos abrieron, otras cien se nos cerraron. E incluso en ocasiones
nos convertimos en pedigüeños con sandalias, aunque encorbatados, declamando
una ayuda, ¡por favor una ayudita!, para alimento de un hambriento espíritu
que, en períodos de crisis y carencias, se siente más que olvidado.
Daba vueltas en mi cabeza las curiosas relaciones que
existían entre nuestros premiados. Y, emulando al más sagaz de los detectives,
hurgué en las entrañas de sus currículos y averigüé aspectos un tanto
enigmáticos. Déjenme que se lo explique: Podríamos comenzar este círculo de
afinidades con La Guardia Civil, premiada este año como Entidad de Carácter
Social, a la que es fácil relacionarla con otro de nuestros homenajeados,
Antonio Osuna Luna, hombre de las Letras y de la opinión periodística; aspecto
que simboliza mejor que nada y que nadie otro de nuestros Premiados, en este
caso a Las Letras, el Diario Jaén, paradigma de compromiso con nuestra provincia.
No podemos disociar el texto de un diario con la fotografía, y un
extraordinario ejemplo de calidad artística es José María García Verdejo,
reportero, y hombre ligado a la imagen desde que dio sus primeros pasos.
La
relación con la imagen tiene nombre en esta gala, Blas Galey Hermoso, que nos
regala nuestra historia en imágenes sepia, en blanco y negro, ajadas pero
llenas de vida. Se nos confiesa maestro, educador, al igual que lo es nuestra
Bailenense del Año, María Luisa Zagalaz Sánchez, nieta de Ramón Zagalaz,
creador del Himno de Bailén que hoy nos interpretará al finalizar el acto, la
Asociación Musical Nuestro Padre Jesús, banda de la cofradía matriz de Nuestro
Padre Jesús, que a su vez sirve de nexo con otro de nuestros homenajeados, Juan
Linares Soriano, devoto de la Semana Santa y de la mística religiosa que
envuelve nuestra Pasión, pero también empresario bailenense, ligado a la
tierra, como la empresa Cerámica Santa Adela, que de su lecho de arcilla extrae
sus productos cerámicos, bañados en los ricos esmaltes de ESMALSUR, líquidos y
valiosos como el aceite de estas tierras, según nos explica su gerente, Diego
Ortega, persona que comparte la afición deportiva, en este caso a la canasta,
con nuestro premiado en el deporte, Pedro Maldonado Chico.
Y, para que se
cierre el círculo entre nuestros premiados, ustedes se preguntarán, ¿y qué
relación tiene Pedro con la Guardia Civil? Yo, que fui y soy amigo de Perico,
les digo que ahora no, pero de más joven, de niño, cuántas veces tuvo que
correr de la Guardia Civil para evitar que le echaran el guante, porque golfo,
o al menos inquieto siempre lo fue. Lo siento Pedro, pero tenía que buscar el
nexo de unión, y no se me ocurrió otra idea.
Tal vez alguien en la calle, de soslayo, rozándoles apenas,
les susurre al oído: ¡gracias! Nosotros con eso ya nos conformaríamos, pues
tampoco se trataba de descubrir las Américas, como hiciera Juan Espejo con el
Jaén de Bracamoros peruano, aunque eso es… otra historia. Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario