Hubo
quien sugirió la lectura de su extenso curriculum
profesional y personal, que incluye, entre otras consideraciones, el haber sido
Alcalde de Bailén durante más de doce años, y otros tantos de Concejal Electo,
siempre por el Partido Socialista; o su condición de diputado provincial por la
comarca norte de Jaén. Alguien nos recordó que fue presidente de la Asociación
para el Desarrollo Norte de la provincia de Jaén, PRODECAM, o presidente de la
Asociación Europea de las Ciudades para la Reconstrucción de los Hechos
Históricos. De ahí su pasión por la pequeña isla griega de Spetses que culminó
en un hermanamiento sincero y emotivo que duró lo que duró, sin más.
No faltó
quien nos recordara su debilidad por sus hijos Elena y Antoñito, su
conocimiento acerca de las virtudes y defectos de sus paisanos bailenenses, su
pasión por el urbanismo, que lo hacía soñar con una ciudad a medida de sus
habitantes, con anchas avenidas, con coquetas plazas, amplios polígonos donde
ubicar el diferenciado tejido industrial de Bailén. Le volvía loco el
urbanismo, y es posible que la arquitectura fuera su auténtica y frustrada
profesión, lo que no le costaba reconocer en determinados corrillos al olor de
una estimulante paella, pues la cocina se había convertido en otra de sus aficiones.
Otros,
movidos por el angosto camino de la literatura lo definían como un hombre de la
progresía de los setenta y de los ochenta, amante de las melodías de Joan
Manuel Serrat, de Ovidi Montllor, de María del Mar Bonet o Pi de la Serra,
entre otros de la Nova Cançó. O de los ritmos contestatarios de la Nueva Trova
Cubana encarnados en las letras de Pablo Milanés, Noel Nicola, René Urquijo o
el mismo Silvio Rodríguez.
Algunos
dibujaron a ANTONIO GÓMEZ HUERTAS como un soñador empedernido, que, junto a
Lola, diseñó su propio mundo al margen de desesperanzas y frente a las
realidades materiales de este otro mundo que se les antojaba mezquino, como lo
fue la terrible enfermedad que durante más de diez años no le pudo, y contra la
que luchó denodadamente, sin rendiciones, sin tiempos muertos, sin
subterfugios, de cara, de frente, con la cabeza alta y la mirada aún latente.
Siempre amagó su sonrisa, a pesar de que la suerte le fuera en ocasiones
esquiva.
Nos
negamos a que fuera un panegírico, una oda, una alabanza, pues no queríamos que
asemejara algo carente o simplemente pedante, de ahí que entre luces y entre
sombras resurgiera su figura y su presencia, siempre poderosa por donde
transcurriera. Algunos lo recordamos comentando con Fatsulas, el afamado ex jugador
de baloncesto y ahora diputado griego, o con Zidane y Valdano de la mano de su
pareja en Lisboa, una ciudad de la que quedó prendado y a la que huía de
soslayo cuando el cielo se le venía encima. O la misma ciudad de Bruselas,
donde su corazón sin fronteras se abría en miles de proyectos para una Europa
de los ciudadanos, de las personas, y no de las utopías y las distancias.
Pero es
que aún hoy, escribiendo estas líneas, me niego, o mejor nos negamos, a
limitarnos a leer un frío curriculum
vitae, de alguien a quien conocimos en Bailén Informativo, con quien nos
reunimos en maratonianas sesiones, con quien discutimos y porfiamos, incluso en
la pelea dialéctica, pero a quien hoy homenajeamos por todo lo que hizo por
nosotros, seres sencillos pero en el fondo agradecidos con Antonio, EL ALCALDE.
Nosotros
solo tuvimos ojos para el hombre que se escondía detrás del personaje público,
ojos para quien suspiraba leyéndole a Lola los Veinte Poemas de Amor, y la
Desesperada Canción Desesperada susurrándole TE QUIERO al oído. Fijábamos la
mirada en la fotografía del Antonio luchador y optimista, del amigo entregado,
del Antonio enamorado e ilusionado al que el azar caprichoso, un atardecer de
mayo, le gastó una mala jugada. Aún la brisa nos trae su encendido aroma y una
frase que acuñó al abrigo de la lluvia, al abrazo de la noche de Zocueca, o
descalzo sobre las arenas de cualquier playa:
¡Qué no daría yo por empezar
de nuevo!
Llegará
el día en que desde las páginas de BAILÉN INFORMATIVO pidamos una calle, YA, nunca
más merecida que ahora, con el nombre de ALCALDE ANTONIO GÓMEZ HUERTAS.
ideado por Manolo Ozáez
No hay comentarios:
Publicar un comentario