La música, fue sin duda uno de los platos fuertes del acto en
honor a Hans Christian Andersen. La orquesta que amenizó la velada del
desvelado de la placa fue la Joven Orquesta de Bailén.
Creada en el seno del conservatorio de música de la
localidad, estos jóvenes músicos hicieron las delicias de todos los presentes
con su interpretación del himno de Europa, o himno de la alegría, el himno de
Dinamarca y la del himno de España, en una increíble adaptación de su directora
que dejó boquiabierto a más de uno, sobre todo en sus iniciales compases.
Cuando los niños de los diferentes colegios se distraían y
empezaban a vociferar, no había nada más que pedirles a estos jóvenes
intérpretes que comenzaran con un nuevo himno. Solo con acariciar sus violines
empezaba la magia. En ese momento, la música, al igual que apacigua a las
fieras, servía como relajante natural para todos aquellos niños más inquietos
que de repente enmudecían y extasiados se quedaban embobados con la dulce
melodía que esta joven orquesta interpretaba.
El Excmo. Lars Thuesen, embajador de Dinamarca, acostumbrado
a escuchar el himno danés en multitud de ocasiones nos desveló que lo habían
hecho de maravilla y que se podían sentir muy orgullosos de su trabajo.
Desde la Asociación Caecilia, sólo podemos agradecer la labor
de todos los docentes del Conservatorio de Música de Bailén y por supuesto a
Mari Luz, la directora y a Paloma Muriel, nuestra amiga y colaboradora que supo
resolver perfectamente todos los pormenores del himno danés.
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