3ª secuela del CODIGO DA VINCI
A los amantes de la literatura de Dan Brown, que somos
legión, y que devoramos la saga del Código Da Vinci, ó Ángeles y Demonios, les
aconsejo adquirir El Símbolo Perdido, tercera parte de las aventuras del
erudito Robert Langdon. Si bien la primera transcurría fundamentalmente por las
calles de París y la trepidante segunda parte por las vías de Roma, en este
caso nos presenta la ciudad mística de Washington, centrándose en la simbología
del Capitolio, monumento de estilo neoclásico de la capital norteamericana.
La comencé a leer anteayer y en pocos días me he ido a la
página 218, capítulo 43. Y es que es imposible sustraerse a su lectura, pues,
como es habitual en las novelas de Brown, los capítulos son cortos concisos,
fáciles de leer, vitales, imprescindibles. En definitiva, enganchan al lector,
y aunque las criticas literarias y lingüisticas no le sean del todo favorables,
hay que reconocerle no solo el éxito de lectores, sino el hecho de acercar a la
lectura a millones de neófitos de estas lides. O la cualidad de entretener, por
encima de otras consideaciones filosóficas, religiosas o pseudointelectuales.
Un libro que os aconsejo para pasar estas próximas Navidades
junto al fuego de la chimenea y siempre en compañía de buenos amigos y
familiares queridos.
Manuel
nicolás Ozáez Gutierrez en Bailén Informativo en diciembre del 2009
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