Buenos días amigos. Ayer me felicitó el amigo Antonio Rivera,
desde su despacho de la Junta de Andalucía. Es un buen hombre al que conozco
desde hace un tiempo y con quien en cierta ocasión, tomándonos unos vinos, nos
sinceramos, hablando de lo humano y de lo divino. Antonio Rivera cumplirá en
este año 2011 los 65 años, y ciertamente, lleva un par de años componiendo y
planificando su jubilación, o lo que es lo mismo, su día después. Sabe que no
volverá a jugar al fútbol, y que determinados lujos tendrá que abandonarlos por
aquello de que uno ya no llega a determinadas alturas, pero sin embargo,
conociéndole, a buen seguro que rebrotarán sus otras aficiones, como la
literatura, el escribir, el viajar, el charlar con los amigos de siempre, que
tan bien se le da. No obstante, anda un tanto preocupado de unos meses a esta
parte con el anuncio de Zapatero de que se va a elevar la jubilación a los 67
años. Yo le tranquilizo diciéndole que a él no le afectan las próximas medidas
de ampliación de la edad de jubilación, o de cálculo de su pensión. Que además,
llevando como lleva más de 45 años trabajando, y además cotizando, que no todo
el mundo puede presumir de ello, obtendrá el máximo de pensión posible en
función de su categoría y alta cualificación. Como quiera que a los hijos ya
los tiene casi ubicados laboralmente, podrá disfrutar con su esposa de un
esperado y merecido descanso. ¿Cómo le vendes a alguien como Antonio, el
anuncio de que tiene que seguir trabajando dos años más? No me creo que nuestro
gobierno se atreva a aumentar en el corto o medio plazo la edad de jubilación,
por lo que me atrevo a deciros a los que estáis próximos que tranquilos, pues
todos sabemos que ahora más que nunca, huele a revolución e inconformismo, otra
cosa es que esté preparada la sociedad para asumirla.
Manolo Ozáez
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