El viernes me aventuré en sesión familiar, al completo, a las
salas de Cine Europa, en Andújar, a la muy publicitada por Hollywood, "Los
hombres que miraban fijamente a las cabras". Resultado de los comentarios
a la salida: empate técnico. Es decir, a dos no les gustó absolutamente nada. A
una regulín regular. Ni bien ni mal. Está bien, pero... Y a otros dos nos
gustó. A mi en particular me encantó. Cierto es que me había documentado
previamente e iba preparado para lo que me esperaba. Sabía que me iba a mover
entre las cocinas y cacharros de lo absurdo. ¿Leísteis a Samuel Becker, el del
teatro del absurdo en la primera parte del siglo XX? Pues algo parecido,
salvando las distancias geográficas, temáticas, artísticas y temporales. Es
decir, para aclararos. La película se desarrolla en el Irak ocupado de hoy, y
no en la Europa de los años 20 o 30. En el caso de Becker es más intimista la
temática, mientras que en "...las cabras" es más genérico. En ambos
casos es un arte de denuncia a través de lo absurdo. ¡Que yo nunca he dicho que
no sea absurdo!, incluso habrá quien salga diciendo, "¡vaya
gilipollez". Es probable. U os gusta mucho, por lo que tiene de absurdo,
rara, situaciones complejas, complicadas, previsibles en exceso o todo lo
contrario. O no os gusta nada. A nadie suele dejar indiferete. Subrayo que a mí
me ha encantado.
Y el elenco de actores, pues una pasada, comenzando por
George Clooney, cada día mejor actor, el inglés -¿o era escocés?- Ewab
McGregor, que al margen de La Guerra de las Galaxias y otros trabajos bastante
cualificados, me sorprendió en un reportaje que ví en la Sexta, de un viaje que
hizo en una moto BMW, junto a otros dos compañeros desde Europa hasta China
-creo-, cruzando Rusia, y sobre todo la inhóspita Mongolia, que fue el capítulo
que más me impresionó. No me imaginaba al McGregor sobre lomos de una
motocicleta de gran cilindrada, de todo terreno, cruzando llanuras y montañas
desérticas "buscándose la vida" y pasando penurias: todo un actor
consagrado de Hollywood, de ahí mi admiración. O el espectacular Jeff Bridges,
que lo borda, como todos los papeles que encarna; el Kevin Spacey, del que no
vamos a descubrir nada. Solamente apuntaré de él que dirige un teatro clásico
en Inglaterra desde hace varios años, lo que dice mucho de su calidad artística
al margen de los flashes y fotos de la Meca del Cine. O Stephen Lang, el
general Dean en esta película y a su vez el Coronel Miles de Avatar. Otro
"colgao" más del grupo.
Os aconsejo verla para opinar sobre ella. Os aseguro que no
os dejará indiferentes. Me lo agradeceréis o me lo reprocharéis durante un
tiempo, pero opinaréis a buen seguro.
por Manolo Ozáez
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