La semana pasada Manuel Rivas presentó en Jaén su última
novela "Todo es silencio" pero tal vez la presentación de su
novela sólo fue una excusa para acercarse a uno de los mejores periodistas
españoles. Lo más significativo del encuentro fue escuchar no sólo su
pensamiento poético o político, quizás lo más digno de resaltar fue escuchar su
manera de contar sus historias, sus anécdotas, sus vivencias. Un perfecto
orador en forma y en fondo. Un encantador de serpientes que nos tuvo embobados
todo el tiempo que quiso con todo aquello que contaba.
Aquellos recuerdos de su niñez en esa Galicia nebulosa de
vacas y torres de Hércules. Esos paisajes que se comunicaban por eternas
escaleras de caracol, esa madre que no paraba de hablar...Si algo vamos a
recordar los que allí nos dimos cita serán los ¡bah! de su abuelo, de su
elegante e hipnotizante forma de pronunciar el castellano con su deje galaico,
pura literatura viva que nos cautivaba como a niños a los que se les emboba con
un cuento de ovejas, lobos y partidas de dominó.
Para aquellos que no conozcan al autor de la novela "El
lápiz del carpintero" o "Los libros arden mal" sólo
mencionar que sus artículos en el Diario El País son antológicos, puro
periodismo vivo y comprometido. Espejo de periodismo de calidad.
Pero aún así yo me quedo con la versión "en carne y
hueso" de Manuel Rivas, su oratoria, la inteligencia de sus planteamientos
y su viveza a la hora de vivir y explicar la literatura o la poesía. Decía
Pérez-Reverte en uno de sus artículos que no aconsejaba a ningún lector que
conociera en persona a los escritores a los que se admira, pues la persona
muchas veces difiere de la imagen idealizada que los lectores tienen de sus
"ídolos literarios".
En el caso de Manuel Rivas yo diría que ocurre todo lo
contrario. Es un tipo que gana en las distancias cortas. Elegante, atento,
inteligente y sobre todo cercano, este personaje es el atípico escritor que no
sólo es buena persona sino que además lo parece. Un tipo que al que gusta
escuchar lo que dice y cómo lo dice. Una persona que sin conocerla te da la
extraña sensación de que ya lo conoces y que deja en el aire ese deseo de
querer conocer en profundidad y poder aprender de él.
Además de fotografiarse con nosotros y dedicarnos su obra,
nos hizo un dibujo a pluma a todos y cada uno de los que nos acercamos a
felicitarle por su charla y por la publicación de su última novela.
Miguel Ángel Perea
No hay comentarios:
Publicar un comentario