viernes, 18 de enero de 2013

Homenaje a José Susi Liébanas en el Motel El Salvador de Bailén


A nuestro buen amigo, JOSÉ SUSI LIÉBANA, suboficial mayor, y uno de los profesionales  -no solo de la Guardia Civil- más cualificados en asuntos relacionados con el Patrimonio provincial, al que la sociedad y los investigadores debemos un reconocimiento sincero por su entrega y sacrificio, se le brinda  hoy en el MOTEL EL SALVADOR de Bailén, con asistencia de amigos, familiares y autoridades de Linares, Bailén y la provincia, una cena como consecuencia de su pase a la Reserva.

  Sabemos que no nos dejará "del todo", que lo tendremos ahí para consultarle todas aquellas cuitas que se nos presentarán a diario, como sabemos que él, gustosamente, nos las atenderá. Porque eso del pase a la Reserva, o la Jubilación, o situaciones similares, no cuenta para las personas comprometidas con la sociedad y con su tiempo.

  A él, y a otros tantos como él, le debemos nuestra simpatía por el Cuerpo de la Guardia Civil, el reconocimiento de una Unidad que nos protege y nos cuida más allá de lo estrictamente requerido y necesario. Por eso, la Asociación CAECILIA, y la ASOCIACIÓN HISTÓRICO CULTURAL GENERAL REDING, queremos rendirle nuestro más sincero afecto y homenaje, con este sencillo recuerdo para alguien con quien sabemos seguiremos contando.


    Las Juntas Directivas de ambas Asociaciones Culturales.



















JOSÉ  SUSI  LIÉBANAS

Al   cabo    Susi lo conocí  en el umbral de los años 80, recién llegado a Bailén.  Su aspecto, sus maneras, indicaban que se trataba de una  persona diferente. De aspecto algo desgarbado y tal vez ausente,  lucía su característica barba que con el tiempo adquirió ese toque níveo y patriarcal, de largos inviernos vividos.

 Serio. Disciplinado.  Más de uno pensamos que de cuna catalana, pues no abría su corazón de par en par y de buenas a primeras, como dicen que hacemos los de aquí, los del sur geográfico. Pero en Bailén supimos desnudar su alma, sus compañeros y sus amigos, y encontrarnos cara a cara con un ser excepcional, en lo profesional y en lo humano.

Es gracias a personas como el suboficial mayor José Susi Liébanas, por lo que la Guardia Civil como institución, alcanza los elevados niveles de asentimiento y tolerancia que le otorga la sociedad en su conjunto. Es gracias a sujetos sujetos al imperio de la ley y del conocimiento, como nuestro amigo Susi, que la razón se impone a la confusión y al desgobierno, que la cultura prevalece sobre el guirigay de la ignorancia.

A través de él, que me regaló el libro “LINARES 1875”, sobre un clérigo inglés en el distrito minero, amplié mis horizontes sobre la ciudad vecina, descubriendo su arqueología industrial, a la vez que la historia de sus gentes. Precisamente de patrimonio arqueológico podríamos estar durante días y días, sin apenas descanso, hablando con Susi, como si se tratara de un libro abierto que nos desvela misterios que de otra forma quedarían olvidados en el cajón de las cosas inservibles e invisibles.

Vivimos un tiempo duro, extraño, complicado. Necesitamos a personas de la valía moral del suboficial mayor José Susi Liébanas, para enderezar entuertos, como moderador en los debates sobre el incierto futuro. Yo, y otros como yo, nos guardamos nuestra opinión sobre su pase a la reserva, porque no terminamos de creernos que su conocimiento devenga en silencio, o que su opinión permanezca en la reserva, es decir, callada.

Manolo Ozáez

La Asociación CAECILIA y  la Asociación Histórico Cultural GENERAL REDING.


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