martes, 21 de junio de 2011

Desde Valladolid (artículo de Manolo Ozáez para COPE JAÉN del 21 de junio de 2011)



Buenos días amigos. Por razones de trabajo y formación, me encuentro desplazado a Valladolid hasta el 25 de junio. Comparto espacio y tiempo con 21 compañeros venidos de toda España. Desde Gijón hasta Málaga, pasando por Madrid, Zaragoza, Granada y Jerez de la Frontera, el amigo Juan Carlos Pozo, responsable, como dice él, de una fotocopiadora, en un cuartel militar. Otros han llegado desde Barcelona, caso de Nemesio Quiles y José Miguel Varas, de Sevilla, de Palencia, Córdoba, Bilbao, Ponferrada, y el mismo Valladolid. Incluso tengo un compañero de Linares, y concejal en Canena, que responde al nombre de Santiago Molina García. Desde la distancia, es inevitable acordarse de la tierra de olivos y secano que uno dejó atrás hace apenas una semana, y a la que recuerda por todas aquellas raíces que dejamos sembradas en su geografía: mujer, hijos, hermanos, amigos. Aunque también nos surgen las preguntas, los dilemas filosóficos y morales de la convivencia con compañeros y compañeras llegados de todas las regiones de España, incluida Melilla; las rivalidades regionales que nos llevan, sin solución de continuidad, a conocernos, a comprendernos, a respetarnos, cobijados bajo una única bandera que ha resistido los avatares del tiempo, los vaivenes políticos y los intentos de rediseñarla para cuestionarla. Hoy, desde Valladolid, me siento un poco más español que lo era ayer, aunque probablemente menos que mañana.



Manolo Ozáez

viernes, 10 de junio de 2011

Malditos Pepinos. Artículo de Manolo Ozáez para COPE JAÉN


Buenos días. Desde luego, con el asunto del pepino, las autoridades alemanas se lo han puesto a huevo a los humoristas españoles, hastiados como estaban de los mismos temas recurrentes de siempre: la Belén Esteban, el Paquirrín, los miembros del gobierno y algún que otro de la oposición; o la voz gangosa de nuestro Rey para aquellos más radicales que se suelen mofar de los defectos físicos de los ajenos, nunca de los propios. Mi amigo del Ideal de Granada, Andrés Cárdenas, ya nos regaló una columna sobre las propiedades curativas, diuréticas y eróticas del pepino; y cien humorista, ¿dónde irán? narran las aventuras y desventuras de la hortaliza española en su periplo desde la costa mediterránea hasta el país teutón, cruzando media Europa, como hicieran tantos miles de españoles en los años del hambre. Unos con sorna e ironía, otros en serio, todo el mundo, como solemos, hablando de las bondades del pepino, de su textura, de su sabor, de su tamaño. Ora en broma, ora en serio, maldita la hora que una responsable sanitaria de nuestros colegas alemanes nos pusieron en el dispararero de la cuarentena, pues probablemente la alimentación era el único sector que hasta ahora se había salvado de esta terrible crisis económica, y van y lo meten en el saco de las desdichas. Seguramente un lepero nos enmendará la plana advirtiéndonos que no todos pierden en esta crisis del pepino y del E.COLI, pues los humoristas y contertulios de periódicos, televisiones y radios se frotan las manos: He aquí un ejemplo.

viernes, 3 de junio de 2011

Artículo para COPE JAÉN de Manolo Ozáez para el 03 de Junio de 2011



Buenos días amigos. Estaba con mi amigo Troyano hablando de aquesto de la maldita crisis cuando alguien nos soltó aquel refrán que dice: "Ganar no ganamos, pero hay que ver lo que trapicheamos". Fue inevitable que me acordara de mi padre, experto en el refranero popular, aunque sui generis, y, atento al quite, se me ocurrió contestarle, no sé si con buen acierto, aquello de: "El camarón que se duerme, se lo lleva la corriente", recibiendo al tiempo un rosario de frases y refranillos anticrisis, del tipo: "Más vale pájaro en mano que ciento volando", "La soga quiebra por lo más delgado", o el más rebuscado de "Guarda pan para mayo y leña para abril, que no sabes el tiempo que ha de venir". Cabizbajo reconocí que mi erudición sobre aforismos no era demasiado extensa, pues no rebasaba aquellos de: "Pobreza no es vileza", o "Barriga llena, corazón contento", o aquel de "Pájaro que vuela, a la cazuela", muy del gusto popular. Al llegar a la casa, obstinado, me lancé al abismo del portátil, y descubrí que nuestro refranero popular, que, en algunos casos tendrá varias siglos de existencia, nos da las claves para combatir esta y cien crisis más que han pasado y que pasarán en el tiempo, pongamos por ejemplo: "Polvo de ladrillo malo para el bolsillo" ¿Ingenioso?. O: "Paga lo que debes y sabrás lo que tienes". También "Guárdame de mis amigos, que de mis enemigos ya me guardo yo". A mi padre siempre le gustó aquel de: "Más sabe el diablo por viejo que por diablo". A mi me place la sentencia "Bien me quieres, bien te quiero; no me toques el dinero".




Manolo Ozáez para COPE JAÉN