viernes, 31 de agosto de 2012

Fotografías aparecidas en la edición electrónica de IDEAL.ES, acerca de la Recreación de La Peza 2012

 Miembros de la Asociación H. C. General Reding, recreando los hechos de La Peza, relatados por el escritor accitano Pedro Antonio de Alarcón en su obra "El Carbonero Alcalde".


Abajo, Vallejo, en su papel de parlamentario francés, intimidando al alcalde carbonero.

  Espectaculares imágenes de una de las piezas de artillería de la Asociación General Reding, abriendo fuego contra los insurgentes lapeceños.


   Abajo el subteniente Padilla, en el acto de prender la mecha con el botafuego.



  El cura Mariano, asistido de Ildefonso "Curro Jiménez", otorgándole la extremaunción a los heridos y moribundos de la refriega contra el ejército imperial francés de Godinot.

La Asociación Histórico Cultural General Reding, hizo entrega de un regalo a la alcaldesa de La Peza el 25 de agosto

La maqueta, obra del compañero Quico, se trata de un campamento español, en miniatura, de la época napoleónica. Incluye diversas tiendas de campaña, piezas de artillería, balas de paja, utensilios para cocinar, mastil con bandera, etc...

   La entrega se realizó en el mismo edificio del Ayuntamiento de La Peza, al término de la Recreación de los Hechos del Alcalde Carbonero, el 25 de agosto de 2.012, y que por segunda vez nuestra Asociación ha organizado en la bella localidad granadina, en colaboración con el Regimiento La Reina, de Bailén.

jueves, 30 de agosto de 2012

El Real Madrid, C.F. gana la Supercopa de España, a pesar de lo que auguraban las encuestas



   Te lo dije, Miguel Ángel, que este año no iba a ser igual que en ocasiones anteriores, aunque me reconocerás que ese poder pleno y absoluto del Barça ya hace un par de años que no lo es tanto. Hace dos años nos trajimos la Copa del Rey que tanto ansiábamos, y que habíamos perdido en las dos finales anteriores. Por cierto, en una de ellas, el día del Centenario del Real Madrid, estaba yo en el Santiago Bernabéu celebrando el triunfo antes de que ocurriera, y tras la fiesta y demás fuegos artificiales, se la adjudicó el Deportivo de La Coruña.

   El año pasado el trofeo no fue menor, la Liga, que parecía tener en propiedad el Barça  -ya sé que las competiciones domésticas es cosa de dos, sin invitados-. Eso sin contar, como en el caso de tu Barcelona, que caímos en la semifinial de la Champions League, que no es cosa menor.

   Este año hemos comenzado con mal y buen pie a un tiempo. Hemos perdido cinco puntos en los dos primeros partidos de liga, que sin lugar a duda supondrá un lastre para toda la competición, por ello, si fuéramos capaces de conseguir la Liga, con las dificultades añadidas, sabría mejor.

   Te tengo que reconocer el señorío ante la derrota de los jugadores del Barcelona, que se mantuvieron en el césped del Santiago Bernabéu hasta que el rival recogió la Copa, lo que no ocurrió a la inversa en el Camp Nou, aunque aquel partido fue más producto de la épica que deporte, pues se dieron toda clase de circunstancias ajenas al juego.

    Déjame que saque pecho con este primer título, pues no sabemos cómo se dará el resto de la temporada, y si ocurriera que no cantáramos ningún alirón. Ayer eché de menos la fiesta añadida en El Paseo del General Castaños, donde perdiste tú tus últimas gafas por los excesos que se produjeron en la victoria y posteriori de La Roja. Por cierto, tú y yo y algunos más los continuamos en Madrid en Cibeles, donde también perdimos  -mejor dicho, nos robaron- un teléfono móvil, además de unos cuantos kilogramos por las calores que tuvimos que soportar.

    En fin, al alimón, hoy nos ha tocado a los hinchas del Real Madrid disfrutar de la victoria, por lo que tiempo al tiempo, para asistir al próximo episodio de esta batalla de gigantes en que se ha convertido los partidos entre el Madrid y el Barça, que de otra forma, más liviana, no serían lo mismo, sin esa épica de los grandes momentos, que ayer te perdiste en la piscina del desguace, tal vez porque intuías lo que iba a ocurrir. ¿Me equivoco?


   Manolo Ozáez.
    Como habréis comprobado, tifosi del Real Madrid.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Personajes que no aparecen en la novela: Ernest Hemingway

 El domingo por la noche me sorprendió la película proyectada en CANAL +, sobre la vida de Martha Hellhorm y su marido, el escritor Ernest Hemingway.

  Aunque no aparece ninguno de estos personajes en mi novela, siento que tengo una deuda literaria con el autor americano por no haberlo incluido en mi galería de libros de la calle Mártires de la Guerra, pues su experiencia vital, su compromiso social y su filosofía personal, nos ha servido a muchos de los jóvenes que vivimos la transición española para presupuestar nuestras propias vidas.

   Es por ello que me he pegado el lujo de descargar algunas fotografías de internet en las que aparecen ambos juntos, o con otros personajes esenciales en su tiempo, como tributo al olvido en mi novela, esperando que sea así satisfecha dicha deuda.

Arriba, una fotografía de la visita que ambos realizaron a la china precomunista, entrevistándose con los líderes de ambas facciones en conflicto.

Junto a esta, una enigmática Martha Hellhorn, que, como manifestaba ella misma, tenía una vida al margen del autor de "El Viejo y el mar".



  Ambos, en la dorada época de su matrimonio, ella periodista, corresponsal de guerra, él escritor de éxito, y cuyas obras eran llevadas al cine nada más editarse.


   Ambos eran devotos de la aventura, del riesgo, de la pasión, del alcohol, de las fiestas, de los viajes..., como se refleja en la excelente película de referencia.

 Marta, en su condición de reportera de guerra, a la que dedicó toda su vida, hubo de entrevistarse con innumerables mandos militares y personajes de la vida pública internacional.




Por supuesto, acaparaban cientos y cientos de portadas de revistas de sociedad, pues ambos eran personajes populares, y de relieve en Estados Unidos y en la escena internacional. De hecho, Hemingway ya había sido publicado en todo el mundo.



 Aquí aparecen los actores que dan vida a la película  "HEMINGWAY & GELLHORN, Nicole Kidman y Clive Owen, realmente creibles en sus respectivos papeles de Gellhorn y Hemingway.

       Portada publicitaria de la película


  En las primeras escenas, ya se intuye la conocida personalidad del autor de "Por quien doblan las campanas", entre otros títulos.







    En el transcurso del filmn, son numerosas las referencias a la Guerra Civil Española del 1936-1939, que ambos cubrieron de distinta forma: ella como periodista, él como escritor y divulgador de la situación que vivía el país, próximo a las famosas Brigadas Internacionales, con las que compartió ideario político, junto a otros escritores de la época, que también aparecen en la película, como John Dos Passos o el propio fotógrafo Robert Cappa.

 No descubrimos nada nuevo si decimos que ambos, en su tiempo, eran los reyes de la noche, de las fiestas, del glamour,... y del alcohol.




De continuo, se rodeaban de amigos famosos: escritores, políticos, actores, directores de cine, combatientes o editores.

 Separada de Hemingway, la relación entre ambos alcanzó cotas trágicas, pues el escritor, según cuenta el film, nunca dejó de amarla, y ella tampoco pudo desprenderse, a pesar de su autonomía e independencia, de la vitola de ex-mujer de Hemingway, premio Nobel de Literatura.



Personajes: el autor junto al Embalse del Peñón de los Gitanos



Manuel Ozáez junto al Embalse del Peñón de los Gitanos, que forma el río Fardes en las proximidades de la localidad granadina de La Peza, situado en las estribaciones de Sierra Nevada.

martes, 28 de agosto de 2012

La Peza 2.012. Recreación del "Alcalde Carbonero", obra de Pedro Antonio de Alarcón

 Dos imágenes captadas por Miguel Ángel Perea, de los prolegómenos de la Recreación de la Peza, que las Asociaciones Histórico Culturales General Reding y Voluntarios de la Batalla de Bailén, hemos organizado y recreado en la bella localidad granadina, con motivo del 202 aniversario de los hechos.

   El autor posa junto a una de las piezas de artillería, en su rol de capitán francés.

viernes, 24 de agosto de 2012

TAJO BORRUECOS en las proximidades de La Peza (Granada)

Según la leyenda, el Alcalde Carbonero, Manuel Atienza, se suicidió despeñándose por el Tajo Borruecos, para evitar ser apresado por los franceses que volvieron a La Peza tras los incidentes con los lapeceños en la famosa odisea del cañón de encina.



Cartel presentación Recreación 2012 del Alcalde Carbonero en La Peza (Granada) el 25/08/2012

En colaboración con la ASOCIACIÓN CAECILIA, la Asociación H. C. GENERAL REDING y la Asociación Voluntarios de la BATALLA DE BAILÉN, se va a celebrar en La Peza el 202 Aniversario de los Hechos relatados por el accitano Pedro Antonio de Alarcón en su novela "EL CARBONERO ALCALDE".


Estáis todos invitados, convencidos como estamos, de que pasaréis una tarde/noche inolvidable, pues la hospitalidad de los lapeceños, está fuera de toda duda.

A la finalización nos encontraremos, franceses (¡) y españoles en la plaza del Ayuntamiento para compartir una copa de vino  -no más, pues habrá que conducir a la vuelta-.

Texto completo conferencia de Manolo Ozáez en La Peza (Granada) con motivo de la presentación en facsímil de la obra de Pedro Antonio de Alarcón, "El Carbonero-Alcalde".



Enclavadas dentro de las actividades del Bicentenario de los Hechos del Carbonero Alcalde, de Abril de 2.010, y que la Asociación CAECILIA recreó, en colaboración con la Asociación Histórico Cultural General Reding y Voluntarios de la Batalla de Bailén, en la localidad granadina de La Peza, en agosto de 2.010, se acordó continuar en sucesivos ejercicios  (cada dos años), con la Recreación Histórica del enfrentamiento contra los franceses  -en este caso los Recreantes uniformados procedentes de Bailén-. Previamente, se ha presentado la edición en facsímil, editado por la Diputación Provincial de Granada, del original de la famosa obra "El Carbonero Alcalde", del escritor accitano Pedro Antonio de Alarcón. La mesa de intervenciones contó con el moderador, Antonio Solís, profesor y director del Instituto de Benalúa, la alcaldesa de la localidad, Celia Santiago Buendía, el subdelegado del Gobierno en Granada, señor Santiago Pérez López, ex-parlamentario andaluz, alcalde de la ciudad de Guadix hasta enero del 2012 y catedrático de historia, además de con el actual alcalde de la ciudad accitana y Diputado de Cultura de la provincia de Granada, José Antonio González Alcalá y nuestro colaborador de la revista BAILÉN INFORMATIVO y secretario de las Asociaciones Culturales CAECILIA y GENERAL REDING, Manuel Nicolás Ozáez Gutiérrez, acompañado por el redactor Eufrasio Pérez Navío. En su disertación, Manolo Ozáez, inició su intervención recordando que el 19 de Julio de 1.808, los franceses, bajo el mando del General Dupont, sufrieron un duro revés en Baylen, lo que originó una corriente de optimismo en España y en Europa entre los opositores a Napoleón y sus políticas de intervención en otras regiones.



A la finalización de las intervenciones, que fueron ampliamente aplaudidas por el numeroso público asistente al acto, la Banda Municipal de Música de Lanjarón interpretó cuatro piezas. La primera, Bailén, de Ramón Zagalaz, en honor a aquella ciudad en la que ocurriera la famosa Batalla, y en honor a los amigos que vienen colaborando desde 2.010 en la representación de los hechos históricos, luego continuaron con una excelente interpretación de Los Sitios de Zaragoza, y por último la presentación oficial de la pieza en tres actos creada para tal ocasión, por el director de dicha Asociación Musical, titulada "El Alcalde Carbonero", para acabar con un pasodoble compuesto en los años 40 por un visitante famoso de la ciudad "del agua".



Al final, tras la entrega de una copia del facsímil de Pedro Antonio de Alarcón, a cada asistente, compartimos una copa de vino y un tentenpié, departiendo entre todos los asistentes y colaboradores, y haciéndole Eufrasio Pérez Navío, en nombre de la Asociación H. C. General Reding, al subdelegado del Gobierno y al Diputado de Cultura, de un ejemplar de la novela de Manolo Ozáez, "Nunca Supieron de qué guerra se trataba".




La redacción de BAILÉN INFORMATIVO

(fotos de Eufrasio Pérez Navío)

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El 19 de Julio de 1808 el invicto ejército francés de Napoleón, sufrió su primera derrota en la ciudad jiennense de Bailén, mi ciudad. De ese episodio histórico derivaron múltiples consecuencias en las que no pretendemos profundizar, por no ser la materia que hoy nos ocupa. Sí resaltaremos que una de ellas fue que Europa comprobó que era posible vencer en campo abierto a la todopoderosa maquinaria de guerra gala. La segunda, el inevitable espíritu de independencia que recorrió cada pueblo, cada vivienda y cada corazón de aquella España paupérrima de principios del siglo XIX.

A pesar del endémico atraso social y económico que se vivía en el país, consecuencia, entre otras, del mal gobierno de unos reyes dedicados al ocio permanente y a la vida cortesana, los españoles supimos unirnos en la lucha contra el invasor, fuimos capaces de crear un Parlamento heterogéneo de naturales y criollos venidos de ultramar, en la Isla de León, actual San Fernando de Cádiz, a cubierto de los avatares de la guerra, y, tal vez un hito importante que en ocasiones olvidamos: idear una Constitución, “La Pepa” de 1.812, que hoy por todo el territorio conmemoramos.

Como aguas bravas, cual ríos peninsulares, corrió la noticia de la victoria de Baylen, celebrándose como hoy pudiéramos celebrar el triunfo de La Roja en fútbol. Fueron decenas, cientos, los episodios que se contabilizaron, donde el pueblo llano, hasta entonces dormido, se amotinó contra la tiranía y usurpación del opresor, y entre estas narraciones, a los que nos gusta la historia, pero también la literatura, nos encontramos con Las Historietas Nacionales de Pedro Antonio de Alarcón, y con la epopeya de Lapeza.

Es cierto que los revolucionarios franceses estaban convencidos de que sus ideas de “libertad, igualdad y fraternidad” significaban progreso para las regiones y naciones de Europa, en una idea de europeísmo a la carta, impuesto desde el Parlamento parisino, curiosamente con ciertos paralelismos con esta Europa actual de imposiciones y condiciones establecidas desde Bruxelas;  frente a la otra corriente imperante en occidente, representada por Gran Bretaña, de monarquía caduca e imperialismo opresor.  Con estas premisas ocuparon la península ibérica, aislando el reducido espacio que ocupaba Portugal, histórica y fiel aliada de Inglaterra. Y en esa ocupación que entendían pacífica y sumisa numerosos pueblos se alzaron contra el invasor, caso del madrileño en el glorioso 2 de Mayo que inmortalizara Goya, y siguiendo la línea en dirección a la Bahía de Cádiz, las tierras de Castilla La Mancha, Despeñaperros, Córdoba, y en su retroceso Baylen, donde el General Reding, bajo las órdenes del General Castaños, humilló al águila napoleónica que enarbolaba el ejército de Dupont.

Pero no todos los pueblos fuero hostiles, como Otívar, de donde era alcalde  el famoso guerrillero “El tío Caridad”, pues también se dieron casos como el de  la Junta Central de Granada, de corte claramente afrancesada, que en Pinos Puente, decidieron pactar con el general Horacio Sebastiani, justificándolo con el argumento literal de “el bien de la ciudad, para librarla de los horrores de la guerra y ponerla a cubierto de toda invasión”, o el mismo Guadix ocupado, por enumerar algunos episodios cercanos a La Peza, aunque podríamos hablar de cientos, e incluso de miles en los que los dirigentes de una aldea o ciudad, en aras de proteger vidas y haciendas, aceptaron la sumisión al invasor. En otros casos era por convicción, por adhesión a las ideas que importaba el ejército imperial napoleónico, y al que se sumaron incontables intelectuales y artistas denominados afrancesados, como el citado Francisco Goya, o escritores como Meléndes Valdés o Leandro Fernández de Moratín, e infinidad de políticos, como el caso de Cabarrús, y que otros redenominaron como colaboracionistas. Estos supusieron, según las fuentes consultadas, entre 5.000 a 12.000 españoles, si bien también se dieron casos de afrancesados que pasaron a las filas de los patriotas, como el mismo Jovellanos o Quintana.

Ríos y ríos de tinta han corrido sobre las razones para apoyar u oponerse al pujante poderío bélico de los ejércitos napoleónicos, bien pertrechados, bien entrenados, e invencibles, aunque aquellos que han profundizado en la historia de aquella época en España, e incluso en toda Europa, lo reducen a la expresión de que “había dos formas de negociar con los franceses: por las buenas o por las malas. Que era por las buenas, se acordaba entre ambas partes la entrada de determinados grupos de soldados imperiales en la ciudad, donde se abastecían de ganado, trigo, carnes, vino, telas y algunos más enseres necesarios para el sostenimiento del aparato militar de ocupación, por el período que se pactaba, liberando de violaciones a las mujeres y de asesinatos al resto de los habitantes de las aldeas entregadas, así como respetando las haciendas y las iglesias de la destrucción y el expolio. El mismo ejército, en su estructura, contaba con policías y pelotones de ejecución que no dudaban en aplicar la justicia en tiempo de guerra, según lo pactado, con el rigor exigible. Que era por las malas, pues a saco, es decir: no se respetaban a las mujeres, niños ni ancianos, por lo que imagínense a los varones adultos, concediéndose carta de libertad a las tropas para que sembraran el terror y el miedo entre los habitantes de las poblaciones que se oponían. Se quemaban haciendas, se expoliaban las iglesias y conventos, sobre todo el oro y las obras de arte, en una especie de brutal escarmiento que en ocasiones surtía el efecto deseado, pero que en otros casos enaltecía a los pueblos contra los desmadres de los invasores. El único límite era el honor militar de algunos oficiales, pues no existían Convenciones o Tratados internacionales al estilo de la de Ginebra”.

En esta última categoría se encuadran los hechos ocurridos en La Peza en la primavera de 1.810, que no son ni más ni menos que un claro ejemplo de lo que aconteció en miles de pueblos de toda la geografía española, que en ocasiones fueron recogidos por los cronistas y escritores próximos, como en el caso de Pedro Antonio de Alarcón, y en otros pasaron desapercibidos para los literatos y periodistas de la época. Por suerte, el acontecimiento que nos ocupa hoy, fue recuperado del olvido literario y mostrado como ejemplarizante a las generaciones futuras, que tiempo tendrán de analizarlo con la objetividad necesaria.

  (Manolo Ozáez junto al monumento a los toros en la Plaza del Ayuntamiento de La Peza)



Ahora entenderéis que no fuera casualidad que cierta tarde, calurosa, de mayo de 2.010 recibiera una llamada en mi móvil procedente de un número para mi desconocido, y que al hablar el interlocutor, se identificó como Celia Santiago Buendía, alcaldesa de la ciudad granadina de La Peza. 


Tras la presentación de rigor, me trasladó su interés por recrear el hecho histórico que ocurriera en su pueblo en 1.810, y que magistralmente refirió el escritor costumbrista accitano, Pedro Antonio de Alarcón, bajo el título “el Carbonero Alcalde”.  No me extrañé de su llamada, para nada, pues de alguna manera, la esperaba desde hacía un tiempo, aunque ni ella ni yo en ese instante lo supiéramos; en concreto desde que tuve conocimiento del sorprendente y fantástico episodio que describe el autor “del cañón de madera de encina, ahuecado al fuego, ceñido de recias cuerdas y redoblados alambres, y cargado hasta la boca con no sé cuántas libras de pólvora y con una infinidad de balas, piedras, pedazos de hierro viejo y otros proyectiles por el estilo”, en una conversación en Las Gabias, por boca de Eduardo  Jiménez Meana, comandante en la reserva del ejército, y presidente de la Federación Andaluza de Tiro Olímpico, en el transcurso de una gala deportiva en la que colaboró la Asociación General Reding a la que humildemente representaba.


Ahondando en la historia, descubrimos que La Peza forma con Bailén un cuadrilátero con tres vértices insertos en la provincia de Jaén: uno apenas a 2,5 leguas de Bailén, en la ciudad romana de Cástulo, hoy Linares, pues desde La Peza partía hacia Cástulo un desvío de la Vía Augusta. Otra referencia es Andújar, a escasas 16 millas de la misma población  jiennense, de donde partió el beato Marcos Criado, monje trinitario que en el período de la Guerra de las Alpujarras, fue hecho prisionero y muerto en la Fuente de Belchite, y al que aún hoy se venera por media Europa. Y el último vértice es Bailén y su principal hecho histórico, la Batalla de Bailén de 1808, que por cierto no es el único, pues también en nuestro suelo regado de sangre sufrimos la contienda de la Batalla de Baecula, entre romanos y cartaginenses.

Con el tiempo profundizarán los eruditos en estas sincronías, que no pueden ser simples casualidades y que dejamos suspendidas en el aire a expensas de que algún historiador recupere sus misteriosas intenciones.


Hoy en La Peza se reedita en facsímil, la obra “El Carbonero Alcalde”, escrita por Pedro Antonio Joaquín Melitón de Alarcón y Ariza en 1.859, con apenas 26 años, recogiendo de labios de muchos de aquellos protagonistas que sobrevivían, de Guadix y de La Peza, los trágicos hechos acontecidos en 1.810 entre los lapeceños y parte del cuerpo imperial francés acantonado en las inmediaciones de la ciudad de Guadix.

Muchos han sido los autores españoles que han glosado las gestas de los patriotas en aquella terrible y brutal Guerra por nuestra Independencia, y por la restauración del felón rey Fernando VII, que creíamos el salvador de la patria  y a la postre resultó un traidor a aquellas ideas de regeneración, progreso y libertad, en la que tampoco incidiremos, pues darían para mil y una conferencia. De entre los coetáneos a aquella época, recordaremos a Antonio Alcalá, cantor del 2 de Mayo madrileño, e hijo del marino fallecido en el desastre de Trafalgar, Dionisio Alcalá Galiano, o los poetas Juan Bautista Arriza, Juan Nicasio Gallego, Andrés Vello, el Duque de Rivas, Juan Meléndez Valdés, Cristóbal de Beña, o Manuel José Quintana, director del Semanario Patriótico, por señalar algunos destacados ejemplos, aunque tengo que confesaros que entre los citados los hay que ensalzaban a un bando y los que profesaban sumisión al otro, pero eso habréis de descubrirlo vosotros mismos.

No nos olvidamos de otros poetas nacidos en el mismo siglo XIX pero posteriores a los que vivieron la tragedia de la Guerra de la Independencia, que cantaron las gestas de sus antepasados, como el jiennense Bernardo López García, al que se le conoce como “el cantor del 2 de Mayo”, debido a su famosa oda, publicada en 1.866 en “El Eco del País”; José de Espronceda, que utiliza su canto a los héroes como una crítica a su propio tiempo, la mitad del siglo XIX; Andrés Vello, poeta y político venezolano, maestro de Simón Bolívar, y por ende favorable a la ocupación francesa de la península, pues como muchos revolucionarios de las colonias, creían que la derrota de las tropas españolas traería aires de libertad e independencia a sus regiones de ultramar. De Andrés Vello extraemos un fragmento de su soneto 


A la victoria de Bailén


   Rompe el león soberbio la cadena
con que atarle pensó la felonía,
y sacude con noble bizarría
sobre el robusto cuello la melena.

   La espuma del furor sus labios llena,
y a los rugidos que indignado envía,
el tigre tiembla en la caverna umbría,
y todo el bosque atónito resuena.

   El león despertó; ¡temblad, traidores!,
lo que vejez creíste, fue descanso;
las juveniles fuerzas guarda enteras.

   Perseguid, alevosos cazadores,
a la tímida liebre, al ciervo manso;
¡no insultéis al monarca de las fieras!


En paralela lista de escritores e historiadores nos encontramos a la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda, Ros de Olano, ministro de Instrucción Pública en 1.847; el vallisoletano José Zorrilla, o el propio Manuel Machado, hermano de Antonio y que también cantara a Los Fusilamientos de la Moncloa de Goya, aunque investigando en la lírica española del XIX o del XX, he de reconocer que la lista es enormemente extensa.

En cuanto al teatro, relacionado con nuestra Guerra de la Independencia, destacaron figuras como fray Juan José Aparicio, Ramón de Valladares y Saavedra, Roque Barcia, Juan José de Nieva, Antonio Saviñón, Francisco Garnier González, José Mor de Fuentes o Francisco de Paula Martí, que además de autor teatral fuera inventor del taquígrafo.

La Guerra de la Independencia en España ha seguido siendo caldo de cultivo para la literatura actual en castellano, destacando algunos autores como Arturo Pérez Reverte, nuestro amigo Paco Vela, Miguel Artola, Manuel Moreno Alonso, Rosario Martínez López o el colaborador de la revista BAILÉN INFORMATIVO, y redactor del IDEAL de Granada, Andrés Cárdenas Muñoz, que en su novela “El cántaro roto”, cita al Alcalde de La Peza, todos ellos de un innumerable listado de novelistas implicados en cantar las gestas de aquella etapa histórica decisiva para el futuro del país.


Sin embargo, son dos, para muchos, los grandes novelistas y autores profusos en materia relacionada con la Guerra de la Independencia española de 1808 a 1814. Por una parte, Benito Pérez Galdós, de quien mayormente conocemos sus Episodios Nacionales, entre ellos “TRAFALGAR” ó “BAILÉN”, y el escritor que nos ocupa, que dio a la literatura universal sus celebradas “Historietas Nacionales”, entre las que se incluye la epopeya “EL CARBONERO ALCALDE” o “El Alcalde Carbonero”, como popularmente se le conoce, y que transcurre en la localidad granadina de Lapeza, donde ahora nos encontramos recreando dicho episodio 202 años después de ser escrita con sangre, y 153 de ser narrada con tinta por el accitano Pedro Antonio de Alarcón.


 Preparado el coso para la tienta literaria e histórica, a continuación cedo el capote al profesor de historia Santiago Pérez López, actual Subdelegado del Gobierno en Granada, que fuera alcalde de la ciudad de  Guadix, la cuna de Alarcón, desde mayo de 2.007 hasta enero de 2.012, y Parlamentario Andaluz, que nos ilustrará sobre las destacadas figuras tanto de Manuel Atienza, protagonista de “El Alcalde Carbonero”, como de su autor, Pedro Antonio de Alarcón.  Muchas gracias.


                      Nicolás Manuel Ozáez Gutiérrez
                              23 de agosto de 2.012

lunes, 20 de agosto de 2012

Nuestro colaborador y redactor de BAILÉN INFORMATIVO, Eufrasio Pérez Navío en Rosario (Argentina)

Visita Internacional
 
Nos visita en el IUNIR el Profesor Eufrasio Perez Navío, Docente de Pedagogía de la Universidad de Jaen y de la UNED, integrante del grupo de investigación internacional en el cual participa el Instituto Universitario Italiano de Rosario con referencia a Competencias del docente universitario. 

El Profesor Perez Navío trabaja durante estas semanas con investigadores de nuestro Instituto Universitario en la redacción de un artículo y en el retrabajo de una encuesta presencial que tuvo lugar el día martes 14 de agosto a las 18 hs, en la cual están involucrados los docentes que formaron parte de dicha propuesta. 




Nuestro colaborador, Eufrasio Pérez Navío, en el Instituto Universitario Italiano de Rosario (Argentina), con un ejemplar de BAILÉN INFORMATIVO.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Comentario sobre "LUNA DE OCTUBRE. El naufragio de La Herradura", de Andrés Cárdenas Muñoz




La nueva novela de Andrés Cárdenas Muñoz, “Luna de Octubre. El naufragio de La Herradura”, editada por  Port Royal, sea, probablemente, la mejor novela surgida de la pluma e imaginación de nuestro buen amigo bailenensegranaino. Al menos, así nos parece a los que nos gusta la historia aderezada con buena literatura, o la creatividad literaria confundida, entre un marasmo de personajes históricos, a los que el novelista da vida, utilizando los lugares,  como decorados de un guiñol, y moviendo los hilos de los protagonistas como peneques investidos de alma, sentimientos y dramatismo. Los lugares no son casuales: La Herradura, junto a Almuñécar, la aldea de Trujala, donde reside ahora –no en aquella época- nuestro común amigo el escultor José Fernández Ríos, Granada, donde mora Andrés, y donde se han escrito algunas de las mayores épicas de nuestra nación.



Algunos lectores medimos la calidad literaria de una novela, su planificación y distribución en el contexto, la resolución de los conflictos que aparecen en la trama, su expresión gráfica y literaria, por el barómetro subjetivo de la intensidad con que subimos las escaleras en busca del libreto y, encerrados en el cuarto de baño, en el salón, en el despacho, o en la hamaca de la playa, devoramos sus letras, que forman palabras, y estas párrafos hasta culminar las 395 páginas que durante unos días nos trasladaron como uno más de los personajes que habitaban los espacios etéreos de la novela “Luna de Octubre”, pues así nos sentimos los lectores enamorados de la buena literatura.



   Manolo Ozáez para BAILÉN INFORMATIVO

martes, 14 de agosto de 2012

CIENTOUN POEMAS DE AMOR Y OTRAS REFERENCIAS. Del autor


POEMA 2.

Tu rostro en la distancia.


Vi tu silueta doblar la esquina, perderse,
acelerar el paso, emprender la huida.
Un universo se desplomó, como se desploman los edificios:
de golpe, en seco, con atronadoras voces de lamento.

Perderse tu figura en la distancia,
ocultar tu rostro  a una longitud de mil pasos.
Un mundo sustituyó a otro mundo,
y la realidad se tornó enmascarada.

Desviaron su rumbo las estrellas,
y los cometas apenas nos enseñaron su estela.
A cada paso que avanzabas, la tristeza se imponía.

El sol dejó de emitir su luz,
Quizás por cortesía iluminó un instante
la dirección que nos tenía reservado el destino.



           Manolo Ozáez, 2012

Personajes: Ildefonso Padilla, amigo del autor y corresponsable de muchas de sus actividades culturales y sociales



Ildefonso Padilla, presidente de ASECOB, y Manuel Ozáez, entonces vicepresidente, firmando un convenio de colaboración con la entidad de Prevención de Riesgos Laborales M.G.O.

lunes, 13 de agosto de 2012

Personajes: MIGUEL ÁNGEL PEREA, "El Monje"



Miguel Ángel Perea junto al famoso cañón de La Peza, réplica del que se utilizó por el Alcalde Carbonero en 1.810 contra los invasores franceses, y que narró el escritor costumbrista granadino, Pedro Antonio de Alarcón.

domingo, 12 de agosto de 2012

Lugares: SPETSES (aunque no aparece en la novela, no deja de ser un referente en esta)


 En septiembre de 2.001, un heterogéneo grupo de bailenenses, posan en Spetses con representantes políticos de Chequia. Entre aquellos, el alcalde de Bailén, don Antonio Gómez Huertas, el autor, por entonces teniente de alcalde, técnicas de turismo, representantes empresariales y de la cultura, Agustín Gallardo, concejal de Festejos, profesores, artistas y al fondo representantes del ejército griego participantes en los actos de Recreación de la Batalla marítima de Spetses contra Los Turcos, que inició la contienda que les llevó a la independencia del Imperio Otomano, que durara varios siglos.

Al igual que los bailenense tenemos a nuestra heroína, María Bellido, ellos tienen a la suya, Laskhalina Boubulina, armadora que prestó sus barcos para enfrentarse al poderío turco en el mar Mediterráneo.

(Sabemos que es tiempo de recortes económicos, pero reivindicamos, por una cuestión de europeismo real, los intercambios comerciales, sociales y culturales con otros pueblos de la Unión Europeo, pues además de facilitar el comercio de las empresas, abren los ojos a otras culturas a los más jóvenes y a los no tan jóvenes).

sábado, 11 de agosto de 2012

Ciudades de la novela: LISBOA




El autor de la novela y su hijo, en el invierno del 2.003 en la Plaza del Comercio de Lisboa, en visita cultural.

viernes, 10 de agosto de 2012

Referencias al arma de la artillería (fotos archivo del autor)



Manuel Ozáez y algunos miembros de su familia en el monumento a Daoiz y Velarde en la entrada del Alcázar de Segovia, que alberga un Museo sobre la Artillería española
(año 2.007)

Manolo Ozáez y Manolo Ozáez en la placa dedicada al recuerdo de los Héroes del 2 de Mayo de 1808 madrileño  (año 2.007)

jueves, 9 de agosto de 2012

Historia de BAILÉN INFORMATIVO



Imagen de archivo propiedad del autor, del 1º Campeonato de Ajedrez BAILÉN INFORMATIVO, del año 1984  (?), del que resultó vencedor un joven Gámez, y que los miembros de B.I. recrearon a través de un ajedrez viviente. Antonia Zagalaz y Lola eran respectivamente, la reina negra y la reina blanca. El rey negro le correspondió en suerte a Manuel Ozáez y el blanco a Juan Bauti. El resto de miembros de la redacción de Bailén Informativo también lucieron disfraz en aquel día soleado.

Como dato curioso, obsérvese que los movimientos se recrearon sobre las baldosas del Paseo  (plaza General Castaños de Bailén), que en aquellas fechas se trataban de baldosas negras y blancas formando, precisamente, un gran tablero de ajedrez, que facilitaba la recreación en vivo de la partida final del campeonato.

Fotografías captadas por el autor en París, con motivo del artículo aparecido en la revista BAILÉN INFORMATIVO (año 2.005)

 Ante la leyenda urbana de que en el Arco del Triunfo de París, aparecía el nombre de BAILÉN como batalla ganada por los franceses, el autor del artículo, en la revista BAILÉN INFORMATIVO, del año 2.005, pretendía documentar si era cierto o no esa afirmación, que por cierto todo el mundo daba por sentado, hubieran o no hubieran visitado París, hubieran o no hubieran auscultado y analizado cada uno de los nombres de Batallas y generales franceses, de las llamadas guerras napoleónicas, que se inscribían en dicho monumento, sito en una de las confluencias de los Campos Eliseos, al que el propio autor, junto con su hijo, arribó en metro e investigó centímetro a centímetro, sin encontrar ninguna referencia a Bailén, y sí a otras batallas en suelo español, por ejemplo Arapiles, o Zaragoza.


  Réplica de la Estatua de la Libertad en el Río Sena de París. Una de las tres originales existentes. Otra se encuentra, como es sabido, en Nueva York, y otra también en París, de menor tamaño, en los Jardines de Luxemburgo.





   Parte frontal del Arco del Triunfo, en la gran avenida de los Campos Elíseos, mandado construir por el emperador Napoleón.




Vista del Arco del Triunfo desde la Plaza de la Concordia  (aproximadamente).




La Torre Eiffel iluminada. Probablemente el monumento o construcción más visitado de París.










Fachada principal de La Cathedral de Notré Dame, en París