viernes, 29 de abril de 2011

"Una manita de pintura". Artículo de Manolo Ozáez para COPE JAÉN del 29 de abril de 2011




Buenos días. A veces uno se pregunta si en la vida que le ha tocado vivir en suerte, está dando lo mejor de sí. Dudamos con frecuencia acerca de nuestra capacidad para opinar, para juzgar, para enseñar. Recelamos al preguntarnos si el compromiso de ser padres lo estamos afrontando con garantías, o si por el contrario nuestro trabajo es una chapuza. En esos momentos, si realmente nos paramos a pensarlo, si nos comemos el coco de veras, sin mentirijillas, analizando en profundidad todos los instantes, todas las decisiones importantes, que hemos tomado u omitido en nuestra azarosa vida, corremos el riesgo de desilusionarnos, de descubrir que esperábamos de nosotros mismos mucho más, todos lo esperaban, y nos persigue la extraña sensación de que nos hemos quedado a mitad del camino. Y nos vuelven las mismas dudas, la misma pregunta sin respuesta de siempre: ¿estamos dando lo mejor de nosotros mismos? ¿Esto es lo mejor que podemos dar, de veras? Creo que no echamos toda la carne en el asador. No arriesgamos. No nos rebelamos. Pasamos apenas de puntillas por las calles, por los espacios cerrados de nuestros hogares, por los problemas cotidianos. Y, en la mayoría de los casos nos preguntamos si las decisiones que hemos tomado no son las que hubiera tomado la parte cobarde que todos llevamos dentro. No es mi intención devanaros el seso, o su destello, el entendimiento. Tal vez sea que nos hacemos mayores TODOS y procede un chequeo a fondo, una revisión de los interiores, por si el uso o desuso nos hubiera dañado la estructura, algo que no tapara una simple mano de pintura.



por Manolo Ozáez

lunes, 25 de abril de 2011

ALGO MÁS QUE UN PARTIDO DE FÚTBOL, por Manolo Ozáez para COPE JAÉN



Buenos días oyentes. El miércoles pasado se jugó la final de la Copa del Rey de Fútbol entre el Barcelona y el Real Madrid, que acabó con la victoria del Madrid. Antes del partido, a eso de las 7 de la tarde, nos cruzamos por la calle y te prometí un artículo, que como es obvio no podía escribir hasta después de la contienda, pues el resultado de esta determinaría el contenido del texto, mi estado de ánimo, la euforia personal y colectiva, el calendario de mis minivacaciones de Semana Santa y, si me apuras, el tema de conversación con mis amigos y familiares, pues unos son del Barça y otros son merengues. Reconozco que no fue un simple partido de fútbol, en la mente de todos estaba que se jugaba más que una final deportiva. Unos, se jugaban el cetro imperial, labrado en los campos de césped de medio mundo en los dos últimos años, con Pep Guardiola como general en jefe, refrendando una peculiar y efectiva estrategia y puesta en escena. El otro, el Real Madrid, dirigido por el mariscal Mourinho, se enfrentaba al peso histórico del club, el más laureado del orbe, apelando a la heroica en una noche que se presumía épica, pero en la que todos dábamos por favorito al Barcelona. Pero había algo más, o eso es al menos lo que se respiraba en el aire, se difundía por los medios informativos y encallaba en nuestras mentes. Hay quien porfía que se ponía sobre el tablero de ajedrez el concepto de España, los fantasmas psicológicos, pasados y presentes de un club al que el Barça le tiene tomada la medida. Otros hablan de que la victoria del Barcelona supondría un golpe de efecto a favor del catalanismo. Luego están las palabras de Piqué, en conflicto con su situación como internacional de la Roja en una temporada inolvidable para el país. En fin, una historia de buenos y de malos, según la ventana indiscreta desde la que se mire. Como mi hijo y yo, más de uno se comía las uñas convencidos de que no era un simple partido, sino que dos concepciones sociológicas se enfrentaban sobre el terreno, para dirimir la supremacía. Solo decir que para mí, que soy madridista confeso, triunfó el bien, la luz, sobre el lado oscuro, aunque sé que otros amigos culés, waka waka, no pensarán lo mismo. Dejadme al menos que lo disfrute una semana.



Manolo Ozáez para COPE JAÉN

viernes, 15 de abril de 2011

MOCOSOS. Artículo de Manolo Ozáez para COPE JAÉN del día 15 de abril de 2011

Buenos días. Creía el iluso de mi hijo que nos habíamos caído maduros de una encina, que siempre fuimos adultos, que nacimos con canas e incluso con claros síntomas de calvicie, que siempre fuimos así. Y peor aún, toda su generación, aquellos que ahora son adolescentes, creen, están convencidos de ellos, que siempre fuimos serios, que anduvimos desde tiempos inmemoriales preocupados y acontecidos con las notas escolares, con la estabilidad laboral, liados con hipotecas y mil letras consumistas, ¡los muy ilusos!. No imaginan que no hace mucho andábamos, como ellos, detrás de la vecina del primero, fumando en las esquinas, bebiendo en grupo, compartiendo lo prohibido; que nuestras preocupaciones se limitaban a administrar la paga para todo el fin de semana y organizar la feria más próxima, la mayor gamberrada. Amigos como Jacho se preocupaban de mantener la llama encendida, caliente la manada. Se creen estos mocosos del tres al cuarto que nacimos ayer, sin apenas vida, sin experiencias a las espaldas, como si fuéramos cuatro paletos que nunca rompimos un plato o quemáramos la baraja. No saben que vivimos muchos mayos en las barricadas, que recorrimos miles de kilómetros a lomos de vehículos y motocicletas que hoy reposan en desguaces, silenciados, pero que en su día llenaron de humo las carreteras por las que huíamos hacia lo desconocido. ¿Pero quienes se creen estos mocosos que fuimos?




por Manolo Ozáez

martes, 12 de abril de 2011

viernes, 8 de abril de 2011

"Debajo de este puente". Artículo de Manolo Ozáez del 08 de abril para COPE JAÉN

Buenos días. Un silencio. ¿Y ahora qué? Crees que tengo ánimos de empezar con buenos días cuando en marzo ha incrementado el país la cifra de parados en 34.400 personas, que por cierto no solo son estadísticas, sino seres humanos, que en ocasiones se les olvida a los políticos, y también al resto de mortales. ¿Buenos días? ¿De qué? ¿Te ha subido la empresa el sueldo? ¿Te ha tocado la lotería? ¿Te han bajado los impuestos? ¿Cobraste el importe de aquella subvención aprobada y no percibida? ¿Pudiste cobrarle a aquel moroso que a tus espaldas se reía de ti? ¿Te ha perdonado el banco el préstamo? ¿Te ha condonado la hipoteca? ¿Acaso te han bajado la gasolina, el gas, la electricidad, el agua, la contribución y perdonado las multas por aparcamiento? Buenos días, ¿de qué, moreno? ¿O es que estás de cachondeo? Eso me decía un amigo cuando me veía por la calle después de oír mis comentarios por las ondas; frases como: demasiado optimista, macho. Y es que no es para tanto. ¿En qué país vives tú? ¿Sabes lo que ocurre a tu alrededor? Ciertamente me hizo reflexionar, y por fin, me atreví a confesaros: ¿Cómo deciros buenos días viviendo en la nostalgia desde debajo de este puente?





de Manolo Ozáez para COPE JAÉN

viernes, 1 de abril de 2011

¡INDIGNAOS!. Artículo de Manolo Ozáez para COPE JAÉN del 1 de abril de 2011



Buenos días amigos. Este artículo, de llevar colgado el sambenito de un título, lo llamaría, sin lugar a dudas, “MOMENTO INDIGNAOS”. Es probable que alguno de los oyentes de la mañana de COPE JAEN hayan oído hablar de Stéphane Hessel, y de su librito de apenas 60 páginas, titulado “¡INDIGNAOS!”, enunciado entre admiraciones. Y digo momento indignaos, porque desde hace algunos días el dichoso librito me persigue. El martes pasado, invitado a la inauguración del lagarto de Belin y de José Fernández Ríos, me encontré a mi amigo Jesús “El Choto”, con el tomo entre las manos, aconsejándome que lo leyera. Pero, como tantas cosas me aconsejan, que no suelo seguir, pues no le presté excesiva atención a sus palabras y sí a la fresca cerveza que mojaba mi seca garganta. A los pocos días escuché en otra emisora de radio, una entrevista al joven autor, de 93 años, de origen alemán pero afincado desde pequeño en Francia, donde participó activamente junto a la resistencia, por la liberación de este país, después ha estado involucrado en mil causas humanitarias, incluso bajo su traje de embajador francés ante la O.N.U. El lunes pasado me topé de bruces con el condenado ejemplar, en unos grandes almacenes de Jaén, en la estantería más próxima a mis ojos, y ayer estaba en boca de un contertulio del programa 59 segundos: ¡INDIGNAOS! es apenas un proyecto de libro, una reflexión en voz alta que nos pide a gritos una insurrección pacífica a todos los ciudadanos del mundo, a levantarnos contra un sistema caduco que no resuelve los problemas acuciantes de sus ciudadanos. Ya ha dejado de perseguirme el susodicho libro, pues lo he leído y decidido, todo a una, que yo también me subo al carro de la indignación. ¿Te subes?



Manolo Ozáez para COPE JAÉN