sábado, 20 de octubre de 2012

Texto base para la intervención, al alimón, de Miguel Ángel Perea y Manolo Ozáez en la 18ª Gala de los Premios Caecilia, en Bailén

 Miguel Ángel Perea, presidente de la Asociación Caecilia, y Manuel N. Ozáez, secretario, intervienen, al alimón, en el inicio de la Gala de los Premios Caecilia 2012, en el Hotel Bailén, sobre la base de este texto, improvisando.


En el año 1995, Miguel Ángel  -Perea-, ni los más optimistas podían imaginarse que la Gala de los PREMIOS CAECILIA, cumpliera 18 ediciones. Aquella noche, en el Hotel Zodiaco, con la asistencia de recordados componentes de BAILÉN INFORMATIVO, como Jesús de Haro, Salvador Jordán, Manuel Cubillas o Antonio Gómez Huertas, experimentábamos una suerte de reconocimientos necesarios para la sociedad bailenense, de la que carecíamos, y que intuíamos se convertirían en estandarte. En la primera edición se entregaron galardones solamente en Poesía y en Ecología, ampliándolos en sucesivos años con el Premio a Las Letras, que sustituyó al de Poesía, el de Ciencias Naturales, que devino en Naturales y Sociales, el de Empresa, en sus dos modalidades, también a los Deporte, Artes, Música, Entidades de Carácter Social, luego homenajes y uno que nos ha dado, a lo largo de los años, algunos quebraderos de cabeza, pues nunca fue totalmente entendido, o tal vez susceptiblemente mal interpretado -¡dejémoslo ahí!-, el BAILENENSE DEL AÑO.

Tras 18 ediciones, podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que nos han ocurrido infinidad de anécdotas, imposible de recordarlas una a una, pero que sí podemos apenas esbozar: la entrega del BAILENENSE DEL AÑO a Gregorio Manzano, mientras el Real Madrid jugaba contra su equipo, el Real Valladolid, que solucionamos proyectando un vídeo grabado previamente en el Motel El Salvador. O las conexiones con Eufrasio, nuestro presentado titular, desde México lindo, o las apariciones de Luis del Olmo para Radio Europa. Rara ha sido la ocasión en que no se ha criticado al Premio o al premiado, que nosotros siempre hemos combatido, desde el Jurado, con la ya famosa sentencia de que “bendito sea el que hablen de los Premios, para bien o para mal, pero que hablen”, pues es la señal inequívoca de que seguimos vivos.

Momentos cruciales han sido todos y cada uno de los premios otorgados en todas las disciplinas, pues el protagonismo ha sido de ellos, con sus cinco minutos de gloria tras una vida de entrega, lucha e ilusiones, ¿qué son cinco minutos en compensación?, aunque en la memoria colectiva de los Premios estarán siempre los excelsos discursos de los Hermanos Medina Rivilla, a quien la Asociación puso en valor para la sociedad bailenense; o la clase magistral del arqueólogo …. Malpesa, sobre el seseo y el ceceo; o la imagen de nuestro amigo Miguel Hernández cuando desplegó los más de diez folios de su intervención, amena y vital, pero excesiva cuando el tiempo se convierte en nuestro dueño y señor.

En este mismo atril se han vertido ríos y ríos de lágrimas, no menos que las evacuadas desde los asientos que ustedes ocupan, y que antes otros familiares y amigos ocuparon, pues, como antes he dicho, ¿qué son cinco minutos de gloria para aquellos que entregaron su vida, su tiempo, por los demás?

Se nos ha ido la luz, nos hemos quedado sin sonido, el del montaje de los vídeos que no aparecía, el tiempo que nos excedía, y el amigo Soriano hablándonos y mostrándonos una operación de cáncer a tumba abierta, de no sé cuantos minutos, hasta que le cortamos el sonido -fallo del directo- y pudimos continuar la gala.

Tal vez uno de los momentos más mediáticos, que atrajo a las cámaras de Canal Sur, y a infinidad de medios de comunicación, fue la entrega del BAILENENSE DEL AÑO al párroco Antonio Baeza, denominado por los medios “fray Escoba”, que curiosamente es el que más se recuerda, pero que no ocurrió, pues, según alegó por escrito, aceptaba el galardón, pero sus múltiples ocupaciones religiosas le impedían asistir a la gala para la recogida de este.

Nos han acompañado, como invitados, alcaldes de más de veinte municipios, un saludo a la Alcaldesa de La Peza de Granada, Celia Santiago, y al de Guarromán, Antonio Almazán, cronistas oficiales de al menos ocho municipios, diputados provinciales, delegados de la Junta de Andalucía. Desde hace al menos seis años, los subdelegados provinciales del Ministerio de Defensa, nuestro amigo y padrino, don Ángel Sanz Arroyo, homenajeado en el año 2008 en esta Gala, y en la actualidad don Cándido ….., que también nos acompaña. Concejales de pueblos vecinos y otros más alejados pero hermanos, como Huéscar, de Granada, y la práctica totalidad de los ediles de Bailén desde el año 1994, además de los tres alcaldes de Bailén de dicho período, con sus luces y con sus sombras.

Mises, gente guapa, deportistas de élite, sabios, doctores, fiscales del Tribunal Supremo, jueces, científicos, empresarios de éxito, entidades sociales que trabajan por los demás, algo que en estos días se hace necesario e ineludible. Le hemos hecho guiños a la historia en más de una ocasión, recordando a personas ilustres del ayer, de Bailén, pero también a esa otra historia de batallas, pues nos hemos calado hasta los huesos participando prácticamente en todas las Recreaciones y eventos relacionados con la Batalla de Bailén de 1808, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Como no solo de galas vive la Asociación, se han organizado alternativamente exposiciones y montajes de obras de arte, presentación de novelas, documentales, mesas redondas, Valoraciones globales culturales, conciertos de música, campeonatos deportivos, de fútbol, fútbol sala, póker, senderismo, y otras actividades de ocio y cultura, hasta donde nos ha permitido el tiempo y nuestras maltrechas economías.

Aunque realmente, lo importante, lo que le ha dado sentido a la Gala de los PREMIOS CAECILIA, son los 182 premiados que contabilizamos hasta este momento, en las distintas disciplinas. Unos, conocidos por la mayoría de los bailenenses, otros, por razón de su dispersión geográfica, menos conocidos, pero de los cuales la Asociación ha presentado sus credenciales curriculares. En cualquier caso, y aceptando los miembros del Jurado las críticas y controversias, lógicas por otra parte en este tipo de acontecimientos, que no ocultaremos, pero que cuando han llegado han sido de sectores minoritarios que ostentan idénticos derechos de elevar sus voces, hemos reflexionado todos y al tiempo continuado con más fuerza y si cabe con más ahínco, para mejorar en lo mejorable y apuntalar los aspectos que consideramos vitales, pues nos esperan otras tantas ediciones, al menos otras 18 más.

Es hora de dejar a nuestros protagonistas, los galardonados, con sus cinco minutos de gloria, ¿no te parece, Miguel Ángel?

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