domingo, 30 de diciembre de 2012

Texto de Manolo Ozáez aparecido en COPE Jaén el día 13 de noviembre





Buenos días amigos, aunque eso de buenos días siempre depende, ¿de qué depende? Pues, para empezar, no amanecerá con igual gris para aquel que dirige sus pasos hacia su trabajo habitual, que para quien abúlico y desencantado mire el cielo a través de la ventana de su habitación, a la espera de que alguien inexistente le llame para ofrecerle una oportunidad laboral o tan siquiera una leve ocupación. Si además tienes al maldito comercial del banco llamándote con esa voz anodina recordándote que tienes dos, o casi tres, recibos de la hipoteca pendientes de pago, es que el día no abre gris, sino oscuro y con nubarrones. Luego están las otras cuestiones colaterales, como la marcha de los estudios para los niños, el tropiezo de tu equipo en la Copa del Rey, la lesión de Messi, Ronaldo o Villa, el amor imposible que imaginaste en la mirada perdida de aquella chica, o los problemas cotidianos del ajeno mundo, como la pobreza extrema, la oleada ingente de emigrantes hacia una civilización estancada en el lamento continuo, el calentamiento global del planeta, la muerte del último lince, el terrorismo o las numerosas guerras fratricidas que nunca apoyaste y que nunca entendiste, que en mayor o menor medida te afectan, entonces lo de buenos días podría antojarse un lacerante eufemismo. Sin embargo no es NADA comparado con el dolor de un padre y de una madre asistiendo al prolongado crepúsculo en la vida de su hijo. En esos momentos me acuerdo de mi hermano Paco y por ello te digo, si este no es tu caso, BUENOS DÍAS AMIGO.



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