LA EDUCACIÓN, LA MADRE DE TODAS LAS CIENCIAS
Si por la cabeza de nuestros políticos nacionales, por un
momento, se les pasara la absurda idea
de llegar a un acuerdo en materia de educación.
Te imaginas que abordaran nuestros representantes el pacto de
estado por la educación con un ánimo inteligente, abierto, dialogante;
exigiendo pero cediendo, imponiendo pero aspirando.
Piensas por un instante el avance que supondría el pactar un
documento conjunto que acabe con treinta años de tirarse los trastos a la
cabeza en planes de estudios, en proyectos formativos viciados por la falta de
consenso, eliminados por el nuevo equipo de gobierno resultante de las urnas.
Te imaginas el gran progreso para este país, el inmenso
porvenir para nuestros hijos, probablemente también para los suyos, pero no lo
saben, inmersos en su particular batalla pseudoideológica y cabezona.
Te imaginas ese pacto de estado, y otro por el agua, y otro
sobre la reforma de la Constitución, y otro por la mejora de la justicia. Y
otro por la economía ...
¿Te imaginas en qué país vivirías si se dieran esas
circunstancias? Desde luego, ese país no sería de este planeta. Tal vez de otro
paralelo.
Manuel Ozáez
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