Curiosamente España quedó Campeona del Mundo por 1ª vez en su historia, a pesar de iniciarlo con una derrota ante Suiza.
Derrota de España en el Mundial de Suráfrica contra Suiza
CRÓNICA SUI GENERIS.
Estábamos avisados que
cuando se parte como favorita y ninguna voz se eleva para decir que la derrota
podría darse, al final acabamos sucumbiendo. Eso le ha pasado a España, que la
prensa, las aficiones, "los entendidos en esto", y toooooo el mundo
daban por hecho que la Selección Española de Fútbol golearía a Suiza, o al
menos que vencería, pues sabemos que siempre el partido del debut es el más
complicado, por aquello de que aún no se ha cogido el verdadero tono, los
nervios, el atenazamiento, la puesta en punto de los jugadores y miles de
cuestiones más.
Aunque yo también era de los que pensaba que tenía fácil la
victoria, algo me decía en el interior que nos precipitábamos en concederle el
triunfo sin tan siquiera haber pitado el árbitro inglés el saque inicial. Por
cierto que el inglés estuvo fatal, a pesar de que honradamente no creo que haya
influido en el resultado, pero siempre nos perjudicó en las decisiones
conflictivas.
Ahora solo nos queda la épica. No se puede fallar más. Solo
vale la victoria, ni tan siquiera el empate. No obstante pienso que tanta
euforia en torno a la selección de fútbol de España no beneficia el buen juego,
como se ha demostrado en este partido en el cual los jugadores españoles estuvieron
demasiado precipitados y exhibieron poco compañerismo y altas dosis de
individualismo entre sus delanteros, "demasiados chupones arriba".
¿Qué es lo peor que nos puede pasar, que perdamos y nos
tengamos que venir para casa sin superar la primera fase? No hay que
dramatizar, pues no deja de ser un juego, un deporte, una competición en la que
no nos va la vida, si bien un país en crisis y hasta cierto punto triste en
estos momentos, necesita de alegrías y de hechos colectivos que incrementen
nuestro amor propio y aumenten nuestra autoestima. Aunque solo sea por unos
días, por unos instantes. Eso, a lo que nunca le hemos dado demasiado
importancia, hoy, los sociólogos y psicólogos de masas, reconocen que sienta
bien a la salud colectiva. Por ello, no ya por ellos, que cobrarán sus
suculentas primas si consiguen sus objetivos, sino por nosotros mismos, sería
bueno que pasáramos la primera fase con dos victorias, que superáramos los
octavos de final aunque de forma dramática, que luego en cuartos, a buen seguro
refrendaremos con nuestro buen juego ese espíritu de "la roja", y
después las semifinales y la final serán coser y cantar, pues los escalones
difíciles se habrían superado, y será cuando proclamaré que llegados a dicho
punto, 100 % x 100 % de probabilidades de que seamos campeones del mundo. ¡Qué
tampoco eso será la panacea ni la respuesta a todas nuestras preguntas! ni lo
que facilite la resurrección económica de nuestras gentes.
Seguro que no.
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