jueves, 7 de febrero de 2013

A base de guerras, depresiones y desequilibrios. Artículo de Manolo Ozáez para COPE JAÉN




Buenas tardes amigos. Es a base de desequilibrios y depresiones de lo que está hecha la historia del ser humano. No es nuevo que la serenidad, el sosiego, la placidez, el conservadurismo personal, ralentiza el avance del  mundo. De  situaciones de crisis sociales y económicas, como la actual, surgirán nuevas propuestas, una visión distinta de los equilibrios financieros lógicos que deben presidir las relaciones entre el Estado y los ciudadanos. De los problemas personales, de las rupturas matrimoniales, de los lances y dificultades que ineludiblemente nos encontraremos en el devenir de nuestra experiencia vital, resurgiremos fortalecidos, aunque doloridos, con las cicatrices alineadas sobre nuestra piel. Así es la vida. De las homicidas y absurdas guerras, que siempre consideramos inevitables, renacen estados, estructuras supranacionales, sociedades de naciones, o la necesidad de forjar Declaraciones de Derechos Universales. De las revoluciones restablecer el equilibrio social, de las guerras la paz, de las tempestades las calmas. Del desamor el amor o más bien la cordura. El mundo, nos guste o no nos guste, se mueve a impulsos de crisis, contratiempos, rupturas, guerras y vicisitudes, pues está en la propia naturaleza del ser humano, en su carácter, en su razón. Por desgracia, necesitamos los conflictos para nuestras  irremediables  mutaciones.


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