Artículo de Andrés Cárdenas Muñoz, publicado en el Ideal de Granada
Qué cosas. Resulta que ahora la Bailén-Motril de toda la vida ya no se llama así, sino que ahora se llama Sierra Nevada-Costa Tropical. El de la fotillo de arriba ha tenido toda su vida cosida a esta carretera. Como muchos lectores sabrán, nací en Bailén y estoy afincado en Granada desde hace más de treinta años. Esa carretera es pues la que siempre utilizo cada vez que voy a mi pueblo o bajo a la Costa. Pero es que además, estuve durante un tiempo trabajando en Motril, localidad a la que me envió Melchor Sáiz-Pardo a hacer reportajes sobre el litoral granadino en los años ochenta, en la época en que comenzaba a llamarse Costa Tropical. En fin, que lo que quiero decir es que es la carretera que mejor conozco de todas por las que conduzco. La Bailén-Motril ha sido para mí esa costura que me ha tenido cosido siempre a los sentimientos. Ha sido la vía que he recorrido cuando he tenido que amar, casarme o estar con los amigos de la infancia. Ha sido, en definitiva, el camino que mi alma siempre ha recorrido para alcanzar mis sueños. En esa carretera he tenido el percance más grave de mi vida de conductor, en un accidente en el que el coche quedó para el desguace y yo con la clavícula rota. Me alegré mucho cuando por fin la hicieron autovía y me cabreaba bastante cuando los políticos posponían su apertura. Por eso, qué quieren que les diga, me duele que el Ministerio de Fomento le haya cambiado el nombre. Y me duele sobre todo por el anonimato al que se somete a mi pueblo, otrora en letras de molde en buena parte de los carteles indicadores y ahora borrado de casi todos ellos. Bailén siempre ha sido un punto estratégico en nuestro mapa de carreteras, el pueblo por el que todo el mundo pasaba cuando entraba en Andalucía. El cruce de caminos en que los automovilistas tenían como referencia para repostar, hacer noche o comer en los muchos bares de carretera que lo festonaban. Bailén, como todos ustedes saben, pasa por la crisis más grave de su historia. Toda su economía se ha basado en la industria el ladrillo y con la crisis en el sector inmobiliario se han tenido que cerrar más del sesenta por ciento de fábricas. Y ahora viene Fomento y borra su nombre del mapa. ¿No tienen otra cosa mejor que hacer ese ministerio que dar por saco con los cambios de nombre? ¿Es que no estaba bien que siguiera llamándose A-44 Bailén-Motril? Mejor sería que en ese negociado se preocuparan más por hacer mejores obras y no esa chapuza que han realizado sobre el puente de Rules que nos está obligando de nuevo a los conductores a tomar la antigua carretera. En el nuevo recentrado de la estructura del citado puente van a gastar otros 23 millones de euros. Y sin visos de que sean los últimos porque dicha estructura parece que siempre estará dando problemas.No sé si beneficiará a alguien el cambio del nombre de la autovía ni con qué propósito lo han hecho, pero a mi pueblo lo han jodido más de lo que estaba, aunque ahora solo sea moralmente.
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