Artículo aparecido en el número 116 de la revista BAILÉN INFORMATIVO, de diciembre de 2013.
Carlos
Brea Eiroa ejerce de Embajador de CAECILIA en Galicia. Escritor y artillero de
vocación, ha participado en decenas de recreaciones históricas, tanto en Bailén
como por toda la geografía española. Colaborador de la revista BAILÉN
INFORMATIVO desde hace años, fue entre otros, autor del artículo “In Memoriam
de otro gran amigo, José Eiras Pérez”, y que se nos olvidó titular en el
anterior número de Bailén Informativo, lo que corregimos a través de esta
introducción.
EL
NARCOTRÁFICO GALLEGO, LA LITERATURA Y EL CINE
(y las latas de conserva)
El
primer premio internacional concedido a un actor de cine español, que recuerde,
fue para reconocer el gran papel de actor secundario de Fernando Rey en el
filme The French Conection. Se
trataba de una película sobre las redes del narcotráfico internacional. El citado
actor se llamaba realmente Fernando Casado Arambillet. Era coruñés.
Galicia
es conocida en el mundo entero por muchas bondades: porque posee una de las
mejores gastronomías del mundo, el sabor de sus carnes, pescados, mariscos,
panes, leches, quesos y en general la cocina gallega –por su extraordinaria
materia prima- no tiene rival; por un paisaje en el que cada 10 km de costa o
interior es un nuevo bello balcón verde y lujurioso, diferente al anterior y
diferente al que le sigue, que se van abriendo a nuestra vista y nuestro paso;
por las mejores conservas de pescado y marisco del mundo; porque en el ránking
de las mejores playas del mundo está en Galicia la nº 1: en el Parque Natural
de las Islas Atlánticas, exactamente es la playa de Rodas en las Islas Cíes,
reconocida en una encuesta realizada entre yuppies, magnates y viajeros
mundiales por el diario The Guardian; por la emigración pujante gallega, que
detenta los negocios y las fortunas más grandes en Iberoamérica; por sus
ilustres escritores, premio Nobel incluido –Camilo José Cela- y el más grande
de todos, que aunque no se le otorgue nuestra nacionalidad, sin atribuírsele
ninguna otra con claridad, no sé por qué aún todavía no, ya que con su mismo
nombre y apellidos, que son dos topónimos gallegos puros son con los que ya
demuestra su origen: Miguel de Cervantes y Saavedra, por ello se entiende que
es de origen gallego puro; como también debería de ser gallego Cristóbal Colón
de Fontanerosa, asimismo, creemos, natural de esta tierra de excelentes marinos
y navegantes.
Pero
Galicia es conocida en el mundo, también, por una maldad inextirpable: el
narcotráfico, por la industria de la droga, que aquí ha enraizado debido a la
ubicación privilegiada para ruta y paso de estupefacientes entre América y Europa,
entre África y Europa. Es la Galicia
Conection del siglo XXI.
Un
amigo intelectual, escritor, de Bailén, ha leído un libro sobre las drogas que
le ha enganchado, nunca mejor dicho, desde la primera página a la última. Se
trata de “Todo es Silencio”, de
Manuel Rivas. Sin tener el fuste, brillo y esplendor de los anteriormente
citados escritores –empañando su brillo literario magistral natural en los
últimos tiempos por esa re-visitación pertinaz y ofuscada de la Guerra Civil en
la que se empecina en defenestrar el bando ganador, el bando nacional, pertinaz a sabiendas de que los que ganaron,
ganaron, y los que perdieron, perdieron inexorablemente, y eso es ya historia
incuestionable-, este excelente escritor coruñés, Rivas, trata en este
extraordinario libro del narcotráfico, desarrollando su acción en un pueblo
gallego, en un pueblo en el que todos viven de las altas rentas de la droga,
pero de cuyo negocio nadie habla, un pueblo en donde todo es silencio sobre
este tema. Este gran amigo bailenense, enterado de que tuve la suerte y honor
de participar entre el reparto de actores que rodaron, bajo las órdenes del
director albaceteño José Luis Cuerda, quiere que comparta con Bailén
Informativo esta gran experiencia del rodaje, al lado de actores tan importantes
como Juan Diego, Miguel Ángel Silvestre el famoso “duque”, María..
Pues
bien, los dos adjetivos calificativos con los que definí, defino y definiré
esta experiencia personal rodando la película Todo es Silencio son: rodaje agotador (rodamos fiestas de los
narcotraficantes en sus lujosos pazos gallegos, de noche, el rodaje nocturno es
lo más agotador que existe en cine) y rodaje enriquecedor (estar al lado de
figuras como Cuerda, Juan Diego, Silvestre, enaltece la gana de seguir por esta
actividad gratificante de actor y enseña los modos y formas más puristas del
séptimo arte). Fue rodada íntegramente en los mágicos exteriores de la costa de
Galicia y en un par de bellos palacios señoriales del noroeste de España, que
aquí se les llama pazos. Visionando el film disfrutaréis del ambiente
inigualable de Galicia. Una película con dotación material y económica que nos
permitió disfrutar muchísimo trabajando, soñando, comiendo, viviendo todos
juntos. Me quedo con que lo más importante de rodar una película, para el
modesto entender de mi ego, es que por ello se pasa a la condición de inmortal. Me explico: Desde el actor
principal hasta el último que sólo interviene haciendo bulto, como es mi
modesto caso, el hecho de ser grabado y enlatado en la película representa que
para siempre seguiré vivo para la posteridad. Peter Sellers, Marlon Brando,
John Wayne, Ava Gadner ya son inmortales por estar enlatados. Ahora es el
celuloide, más adelante es el recording analógico, ahora es el digital…
cualquiera que sea el soporte magnético que lleve impresa mi imagen en el
futuro, ahí estaré con todos los demás actores y actrices, como aquél verano
del rodaje, per secula seculorum.
Nuestros tataranietos, que yo no conoceré, irán al cine (si existe ese término
y ese lugar donde se proyecten películas, dentro de 100 años) a ver Todo es silencio y le dirá a su novia o
a sus amiguetes: Ese, ese es mi
tatarabuelo. El cine nos hace inmortales
Anécdotas
de la grabación de Todo es Silencio:
-¡Miguel Ángel, en esta escena tienes que
besar con más pasión a …!- (era de noche, hacía un frío de la leche, la
actriz estaba congelada, tiritando con un vestido de tiritas en hombros, Miguel
Ángel con una camisita de seda, una escena que requería calor y pasión, pero
rodada a la intemperie, en un pazo gallego, en la ribera con la brisa de la
ría, de noche), le ordena Cuerda a
Silvestre.
-De acuerdo, director-, responde Miguel
Ángel Silvestre, frotándose las manos, pateando el suelo para calentar los
pies, la agarra a ella por la cintura, la aprieta y empiezan a morrearla sin parar ni hacer caso al
¡corten!. Se tiene que levantar Cuerda, se acerca a ellos y le espeta:
-Miguel Ángel, no le pongas tanta pasión
porque os vais a correr los dos, más normalito, más normalito, y sin lengua,
por favor.
Otra:
Los de atrezzo diseñaban y ponían todos los detalles, objetos, minuciosamente,
para rodar. Como se trataba de narcotraficantes que daban fiestas y orgías con
preciosas meretrices despampanantes (putas) del Este, entre champagne y fuentes
de marisco, canapés de vieiras, empanadas gallegas de pulpo, quesos de tetilla
y mil exquisiteces, bellamente expuestos en los jardines del pazo, era un
espectáculo gastronómico. Allí estaban, sin ser tocadas las viandas para que
lucieran bien en la filmación de las fiestas. Pero como estábamos rodando
durante doce horas seguidas, cada vez que pasábamos al lado de una bandeja de
gambas desaparecía una o dos… hasta que el director dijo por altavoz: “Por
favor, señores y señoritas actores, tengan la bondad de pasar por el buffet
general cuando quieran y sírvanse lo que quieran, pero ¡por favor, coño, dejen
de ir llevándose poco a poco el marisco de las bandejas, que va a salir en
imagen una fiesta muy cutre!
Otra:
Me dirijo, después del descanso para la comida, durante el rodaje, a la lujosa
autocaravana, que le puso producción al primer actor, en donde descansa Juan
Diego.
-¿Podemos hacernos una foto, para mi book de
actor?- le pregunto a Juan Diego.
-¡Cómo no, rapaz, vamos allá! ¿Qué papel es el
tuyo, Carlos?- me inquiere este grandísimo actor español.
-Hago de abogado del narcotraficante Manuel
de Lira-. Le digo, un poco acomplejado porque me lleva del hombro,
caminando a la vista de todos los que trabajan en la película, director
incluido. Me responde, engolando su voz grave, tremenda, como actuando,
pausadamente.
-Pues
en vestuario te han dado un traje de narcotraficante, pareces Sito Miñanco, no
es traje de decente abogado, si es que existe algún abogado decente en este
mundo, porque lo primero que hace un narco cuando consigue sus primeros
millones es ir a un sastre para que le hagan el mejor traje con la americana
cru-za-da, eso sí, cru-za-da, como las de Al Capone. Aunque, de todos modos vas
bien vestido, chaval, vas de los años 70.
Invito
a todos los lectores de Bailén Informativo que lean el libro Todo es Silencio y
que después visionen la película de Cuerda. Se harán una idea bastante exacta
de lo que les quiero decir cuando me refiero a Galicia Conection. Ya me
contarán.
Y
yo les diré, próximamente, particularidades de otra película, también
largometraje de 160 minutos, en HD y Dolby Digital, del gran director Jesús
Font, que hemos grabado recientemente en Galicia, finales de 2012, a medias con
Continental Filmes y Dream Team Concept unas productoras de
Cataluña. Se titula Salazón. Ahí hago
un papel –de bulto, claro- de un personaje perteneciente a la nobleza gallega,
peluca de tirabuzones incluida. ¿Pregunto: No es verdad que una simple lata de
conserva ha cambiado la vida nutricional del ser humano a partir del año 1800?
Pues de eso trata la película. En ese año, un joven catalán de Blanes es
enviado a Galicia para gestionar una pequeña salazón propiedad de su familia,
que han instalado aquí en una ría gallega, buscando las sardinas que han desaparecido
en el Mediterráneo. Un desengaño amoroso, así como las circunstancias
políticas, harán que se quede toda la vida y que acabe montando su propia
salazón. Su hijo mayor tendrá que luchar tanto como el padre, pero esta vez el
objetivo será transformar el negocio artesanal de la salazón en la que será el
motor industrial de la Galicia del siglo XX y XXI: la conserva de pescado.
Contaré las anécdotas del rodaje, la impresión de la gente al vernos por las
calles con las botas altas montando a caballo y los chaqués y pelucas propias
de los dueños de las salazones de la época de Napoleón, en Galicia, en España,
los atractivos escotes de las madames
pompadour gallegas, el grandísimo cambio social que produjo el comer la
carne y pescado en salazón a comerla al natural conservada artificialmente...,
de cómo había que representar el gran negocio del siglo, la conserva y su
importancia… pero eso será en el próximo Bailén Informativo, lo prometo.
Carlos
Brea Eiroa
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