NUNCA SUPIERON DE QUE GUERRA SE TRATABA: El grupo Rebel Yell, en directo en la Sala Cambalache de Bailén

Ayer viernes 13 de mayo, en la Sala Cambalache de Bailén, actuó el grupo jiennense Rebel Yell. Es cierto que la hora no era la mejor, a las 10 de la noche. Según nos dice Antonio Díaz, gerente de la sala, debido a que el Ayuntamiento no les permite que haya música pasada las 12 de la noche, lo que sinceramente nos parece una estupidez, pues un viernes por la noche no creemos que se altere el descanso de nadie si un concierto acaba, por ejemplo, a las 01 horas, o a las 01,30 horas, permitiendo con ello que la mayoría de los melómanos, podamos, además, disfrutar de nuestros bares y de nuestras estupendas cañas. Sin ir más lejos, ayer comenzaba la Ruta de la Tapa, al parecer incompatible con asistir a un concierto de blues o de rock.

Algunos empresarios de Bailén, como Antonio Díaz, se dejan literalmente "los cuernos" para remover la conciencia cultural de los bailenenses, y les pagamos con la asistencia de no más de una docena de asistentes. Triste pero cierto. Es en ese momento cuando me acuerdo de la legión de indocumentados que vociferan que "en Bailén no hay nada", que "en Bailén no hay cultura ni actividades". Ja, ja, ja.

Viene siendo habitual la asistencia de grupos de blues, de rock, de country, de folk, de jazz, o monologuistas,en la Sala Pub Cambalache, que por cierto ostenta el título de PREMIO CAECILIA A LA INICIATIVA EMPRESARIAL, conseguido allá por el año 2.000. Pues aún no han cejado en su empeño, y, a pesar de la actitud de sus paisanos baileneros, a pesar de la desidia de las autoridades municipales, además de la permanente vigilancia de nuestras fuerzas de seguridad, a un local que lo único que nos aporta es buena música y cultura, servido en jarras de cristal. Como decían ayer algunos: "eso es lo que hay, eso es lo que tenemos y eso es lo que nos merecemos". Nunca más cierto aquel tópico de la ciudad de que "somos el pueblo de los apañaos".

Buena música, a raudales la que ayer nos ofreció Rebel Yell -título del segundo álbum de Billy Idol-, con la voz de Gabi Caballero y de Herminia. Nos deleitaron. Al final, el broche de oro fue su cierre con un tema de Bob Dylan, tras haberles escuchado el Wish You Were Here (1975), de Pink Floyd, en versión blues. Una auténtica maravilla en la voz de Gabi.

Éramos los mismos de siempre, y alguno más. No obstante echábamos de menos a algunos de los habituales, que no mencionaremos porque tampoco se trataba de ponerle faltas a nadie que, por las razones que sean, no han podido asistir. Sí sabemos que, en otros casos, la prioridad era echar las cañas, deporte muy loable en Bailén y, al parecer, incompatible con la música, el ocio y la cultura.

No obstante, buen ambiente, buen rollo, buena música, buena gente, buena cerveza, buen directo, buenos amigos a nuestro alrededor, como Luti, o David Fergar, o Elisa, o Antonio García de la Llave, o Lola Cintas, entre otros.

Con Herminia, una voz privilegiada sobre el escenario, y madre de dos niñas mellizas, y natural de Canena, compartimos los mensajes de amigos comunes, a los que recordamos, emplazándonos a, muy pronto, coincidir en la Fiesta del Traje de José Fernández Ríos, donde volverán a actuar en directo.

Gabi Caballero, voz, armónica y violín eléctrico

La guitarra solista

Herminia, coros, voz solista e instrumentos de percusión

La noche dio mucho más de sí. Hubo complicidades, un recuerdo para nuestra historia, que muchos de los músicos han vivido en años anteriores -me refiero a nuestra recreación histórica-. Hubo alabanzas al teatro de Bailén y de la provincia, hubo confesiones, intercambios de email, de mensajes, y demás en las redes sociales.

Herminia, en un tema de influencia americana

Por ello, desde las páginas de BAILÉN INFORMATIVO, queremos llamar la atención de aquellos bailenenses que alzan su voz de forma permanente, clamando que "en Bailén no hay nada. Esto es un aburrimiento", porque no solo mienten, sino que además lo hacen interesadamente.

Al final, lo que prevalece es que los que no fueron se lo perdieron, y los que allí estuvimos, lo disfrutamos una vez más. Con estas, pues, como decía uno de nuestros amigos, "pues así nos va".

Es verdad, no podemos negarlo, que no somos objetivos en este tema, pues a quien escribe esto, le une una sincera amistad con Gabriel Caballero, desde hace varias décadas, así como con su mujer, Elisa, también asistente, por lo que la motivación es más fuerte, pero la verdad nos obliga a denunciar estas situaciones.

También es cierto que veníamos, tres días antes, de un macroconcierto en Sevilla, con AC & DC, en el Estadio La Cartuja, con la asistencia de más de 60.000 personas, y aquello no es Bailén, ni Bailén es Sevilla, pero, salvando las honrosas distancias, la buena música, no solo no traza fronteras, sino que tiende puentes, abre las mentes y en otras, es fuente de ingresos, un tren que desde hace bastantes años, estamos dejando escapar.

Desde estas páginas, nuestro agradecimiento a Antonio Díaz, gerente de la Sala Cambalache, por acercarnos, semana tras semana, a lo mejor de la música que se hace en la provincia y por otros lugares no tan cercanos.