Allí acudimos Antonio, Lola, Mary Carmen y yo para disfrutar de un concierto intimista -otros llaman acústico- para apenas 150 amantes del pop rock y el new wave de los 80 y de todas las épocas. Sobre el escenario, Rafa Sánchez nos hizo volver a aquellos años de locura de nuestro país, conectando con el público, con su público, a cada canción que salía de su personal voz y de las notas del teclado y guitarra bajo de cinco cuerdas de Luis Bolín,también a la guitarra acústica, que les acompañaban.
"Ella es un volcán" se metió al 100/100 de las mujeres asistentes al concierto en el bolsillo, al ritmo de sus caderas y a la contorsión de su cuerpo, aún fibroso. Siempre dijimos que Rafa es un seductor, y en las distancias cortas gana enteros, de ahí que asistiéramos al concierto en la primera fila.
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