Poema acróstico a PEDRO SORIANO HEREDIA

PEDRO SORIANO HEREDIA

Pedro nos acostumbró a la sonrisa

Eterna de un ser humano bondadoso,

Dado en ser amigo de sus amigos,

Rival aunque compañero de los enemigos

Ora francés, ora español, ora valeroso.

Sucedió en un lugar cualquiera de este suelo,

Once mil veces imaginado, cientos recorrido,

Reveses que no esperamos, crueles por lo

Imprevisto. Lacerantes. Despiadados.

A nadie dejó inmune, acaso desconcertados.

No pudieron las batallas y tantas guerras

Otras heridas que aquellas imaginarias.

Hoy lloramos tu pérdida, que no el olvido,

Enjugamos nuestro llanto en el dolor infligido.

Rocío del alba que descubrió en sus entrañas

El deseado hijo fruto del amor prometido.

Dios quiso citarlo anticipadamente, quizás

Intuyó jugar a guerras que son de mentirijillas,

A batallas en un cielo azul, claro y resentido.

                   Por Manolo Ozáez, tu amigo

El compañero de armas de la artillería, PEDRO SORIANO HEREDIA falleció en accidente de trabajo, de circulación, el 9 de agosto de 2.016. La sociedad bailenense, y todos los amigos de asociaciones de Recreación Histórica de toda España, sufrimos su pérdida como la de un compañero con quien compartimos extraordinarias vivencias, anécdotas, experiencias, viajes y la pasión por nuestra historia. Pueblos como Camuñas, La Coruña, Móstoles, La Albuera, San Fernando, Las Cabezas de San Juan, Málaga o Astorga, lloran su pérdida, la pérdida de una buena persona. Comenzó su andadura en el recreacionismo en nuestra Asociación Histórico Cultural General Reding, para terminar recalando en la Asociación Bailén por la Independencia, en la que recreaba el rol de capitán de un regimiento de artillería, como jefe de pieza, y desde hace varios años, cada mes de octubre, representaba al general Dupont en nuestra famosa batalla de Bailén. Aunque son muchos más los lazos que nos unen, pues también su mujer, Rocío, formó parte en nuestros regimientos. Y su hermano, el Fati, nuestro sargento primero, sigue vinculado a nuestra Asociación. Por ello, nos sentíamos obligados a reconocerle los méritos contraídos, aunque fuera a título póstumo, a este luchador que se fue, pero que aún permanece en nuestros corazones. 

(homenajeado en el acto del 22 de abril)