“EL INGENIOSO GRADUADO DON QUIJOTE
DE LA MANCHA ”
Sin
duda alguna, en el aspecto intelectual, el 2005 será recordado como el año del 4º
Centenario de la publicación del Quijote, por sus celebraciones, sus
exposiciones por el mundo, por el estudio de la obra cervantina en todas sus
vertientes. Personajes de cualquier ámbito profesional, intelectual, político
incluso, se han sumado a opinar sobre lo que representó el Quijote para su
época y las generaciones posteriores. En un artículo periodístico de 17 de
septiembre último se destacaba el hecho de que “…más de una docena de expertos en diversas
materias científicas analizan el estado de la navegación, la astronomía, la
medicina o la minería en la
España de Cervantes…”, por ello, en referencia al
artículo publicado en el número 17 de la revista Collegium, firmado por
Tomás de la Torre
Lendínez , me parece a mí en mi modesta opinión que el
presidente del gobierno español, sea del partido o de la ideología que sea,
está más que legitimado para opinar sobre el Quijote, aunque solo sea de forma
institucional por el cargo que ocupa. Es más, está obligado a opinar sobre El
Quijote precisamente en los fastos del 4º Centenario de su publicación, caso
contrario ya nos ocuparíamos de criticar aviesamente tan fatal olvido. En los
demás comentarios, hay opiniones para todos los gustos, como es evidente - gracias a Dios- en nuestra sociedad
democrática, pero nunca descontextualizar los hechos de la famosa batalla de
Lepanto y las penurias de don Miguel de Cervantes comparándolos con una posible
“alianza de civilizaciones” actual
entre el occidente desarrollado y el oriente abandonado; poniendo un punto y
seguido en este asunto por cuanto el objetivo de la lectura del Quijote, en mi
caso, es diametralmente distinto al hecho político - que también es y será objeto de análisis- sin
duda alguna.
Releyendo
“El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha ”, de Miguel de
Cervantes Saavedra, edición de Alba Libros, SL de mayo del 99, con
I.S.B.N. 84-89592-15-2, después de más de
veinte años desde su última lectura -
obviamente se trataba de otra edición del Quijote -, se me ocurrió que algo
podría aportar este célebre cuento -
porque así fue urdido inicialmente - que a la postre se convirtió en una gran
novela, a nuestra profesión de Graduados Sociales. ¿Qué podríamos exprimirle
nosotros, nuestro colectivo, que no se hubiera ya ingeniado en los 400 años
anteriores? Buceando en Internet comprobé, hasta donde alcanzó mi google, que nada se había escrito -aleluya- sobre las profesiones que aparecen
en el libro de Cervantes. Lo siguiente fue comentárselo a nuestro amigo y
director/coordinador de la revista Collegium, Juan José Ruiz Ciriza, enamorado de las
relaciones laborales en el contexto histórico, y que nos ha dado innumerables
muestras de cómo la interrelación
ciencias del trabajo e historia se convierten, con una pluma ágil e irónica, en
divertidas e ilustrativas y no sólo para el colectivo profesional, sino incluso
para el público que accede a nuestra revista ávido de información. Pero lo más
sorprendente es la cita que encuentro en la página 417-418 sobre Don Quijote
que retrata la forma de ser de nuestro colectivo con todo lujo de detalles: “… os prometo mi favor y ayuda, como me
obliga mi profesión, que no es otra si no es favorecer a los desvalidos y
menesterosos… deshacedor de agravios, enderezador de tuertos, el amparo de las
doncellas, el asombro de los gigantes y el vencedor de las batallas…”. Y en
las págs. 420-421 continúa: “…acometedor
de peligros, sufridor de afrentas, enamorado sin causa, imitador de los buenos,
azote de los malos, enemigo de los ruines; en fin: caballero andante “. En
fin: graduado social.
Releí
y fui subrayando profesión a profesión hasta concluir en la página 892 que
cierra esta edición del Quijote con la cita: “Y con esto cumplirás con tu cristiana
profesión, aconsejando bien a quien mal te quiere, y yo quedaré satisfecho y
ufano de haber sido el primero que gozó el fruto de sus escritos enteramente,
como deseaba, pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los
hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías, que
por las de mi verdadero Don Quijote van ya tropezando, y han de caer del todo,
sin duda alguna. VALE”. Y en este
instante me viene al pensamiento que en miles de ocasiones hemos escuchado el
famoso inicio “En un lugar de la
Mancha , de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho
tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín
flaco y galgo corredor” pero cuan pocas veces hemos oído el final, ¿no será
que la mayoría de los mortales lo empezaron a leer y que muy pocos lo coronaron? - perdonad si en algún momento me expreso con
cierto rintintín de castellano
antiguo, pero la influencia me puede por momentos -.
Existe
otro elemento que me mueve a investigar precisamente este año (en el 2005) en “El Quijote”, y viene relacionado con
una de las profesiones que tuvo Miguel de Cervantes, y que guarda estrecha
relación con nuestra actividad diaria, que fue la de recaudador de impuestos,
no la única, ya que también fue militar como es sabido de todos, perdiendo
incluso un brazo en la batalla de Lepanto;
que estuvo preso en Argel, y como
nos dice el profesor Manuel Fernández Álvarez en Babelia, El País, sábado 1 de
Octubre de 2005, a
la pregunta de ¿Hasta qué punto fue Cervantes un hombre de su época, de aquella
España imperial de Felipe II y Felipe III?, el profesor contesta: “Lo fue sin duda alguna. Es más, el escritor
quiso ser un personaje más activo, participar más en los acontecimientos de su
tiempo porque creyó que tenía un papel a cumplir en la milicia o en la Administración ”
Y en otro pasaje nos dice que “…Cervantes es un hombre muy inquieto, muy
curioso, que viaja muchísimo y que al principio no sabe bien cómo utilizar su
don natural para la escritura”. Y permítanme la licencia pero en el
personaje Cervantes, autor del Quijote, y por supuesto en la propia novela, de
los que ciertos capítulos podemos
considerar que son extraídos de su propia experiencia personal, de sus viajes,
de su cautiverio en Argel, de su profesión militar y si me apuran de su
conocimiento de las gentes y las distintas clases sociales por su condición de
recaudador de impuestos, vuelvo a encontrarme infinidad de similitudes con
nuestra profesión de expertos en las relaciones laborales, que en definitiva no
son otra cosa que las relaciones humanas y sociales en las que aquellas se
basan. De ello nos encontramos numerosas muestras en El Quijote, como también
nos encontramos pasajes en los que nos cita pueblos y comarcas de nuestro Jaén
que más adelante reproduzco.
La
novela es todo ello e infinidad de cuentos e historias en sí misma, un manantial de refranes bajo la batuta de
Sancho, de los que os adelanto algunos diamantes que aparecen en la página 184: “Ni yo lo digo ni lo pienso; allá se lo
hayan; con su pan se lo coman; si fueron amancebados o no, a Dios habrán dado
la cuenta; y de mis viñas vengo; no sé nada; no soy amigo de saber vidas
ajenas; que el que compra y miente, en su bolso lo siente. Cuanto más, que
desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano; mas que lo fuesen, ¿qué me
va a mí? Y muchos piensan que hay tocinos y no hay estacas. Mas ¿quién puede
poner puertas al campo? Cuanto más, que de Dios dijeron”, o en la página
560: “…que tanto vales cuanto tienes, y
tanto tienes cuanto vales. Dos linajes solos hay en el mundo, como decía una agüela
mía, que son el tener y el no tener…”, O el que nos encontramos en la
644-645 que es pura filosofía de la vida misma: “…por tan estrecha senda va el príncipe como el jornalero, y no ocupa
más pies de tierra el cuerpo del Papa que el del sacristán, aunque sea más alto
el uno que el otro, que al entrar en el hoyo todos nos ajustamos y encogemos, o
nos hacen ajustar y encoger, mal que nos pese y a buenas noches”. Aunque
también don Alonso Quijano se nos va de refranero por peteneras en más de una
ocasión, compruébenlo: “Yo, Sancho, nací
para vivir muriendo, y tú para morir comiendo” (801).
Es un goya de su época pintado desde la perspectiva de una objetividad
camuflada de buenos modos e historias divertidas que no levantara suspicacias
ante el estamento de la
Inquisición , muy en boga en la época, no se nos olvide que se
vivían guerras santas contra el Islam. Lo cierto es que el trabajo que empecé
como una simple búsqueda de profesiones, por otra parte reconozco que no
demasiado complicado para quienes amamos los libros y buscamos una excusa para
acercarnos nuevamente al Quijote, se convirtió en nuevos proyectos al ir
encontrándome pasajes, párrafos y textos con los que estudiar un período de
nuestra historia desde la perspectiva de las relaciones laborales, jurídicas,
profesionales e incluso fiscales. Ello me llevó a recuperar en notas y
resúmenes un total de 47 páginas en mi ordenador, incluidas las dedicadas a las
profesiones, por lo que a buen seguro os castigaré en próximos números con
retazos del Quijote. Como ignorar vocablos tan sugestivos, algunos caídos en
desuso, como majagranzas – hombre
necio, pesado y molesto -, endriago
o vestiglo –dragones, monstruos
fabulosos y fantásticos -, estricote –al
retortero o a mal traer -. Y ¿qué me dicen de los títulos con los que se
denominan los académicos de la
Argamasilla ? Monicongo,
Paniaguado, Caprichoso, Burlador, Cachidiablo, Tiquitoc.
El
total de profesiones que localizo y enumero en El Quijote son 347, algunas tan
curiosas y extravagantes como cómitre,
capochino, desuellacaras, cuatralbos de
las galeras, filósofos mahométicos, ganapanes, jenízaros, asesor, sotaermitaño, tañedores de tamboril y flauta
o zahorí de las historias. Estas
solo son un aperitivo.
Junto
a cada una de las profesiones que enumeraré, inserto el número de la página de
dicha edición en la que aparece por primera vez
- como es obvio asoman a las páginas más veces las distintas
profesiones, si bien no tenía interés el hecho de averiguar cuántas veces
aparecía cada una de las profesiones aquí recogidas -. Indicar como dato
fundamental que algunas de las profesiones presentan serias dudas sobre si son
o no son oficios o trabajos de la época, y os entiendo puesto que yo albergo
las mismas dudas. Se puede entender que son actividades no lucrativas o en
algunos casos incluso condiciones sociales, caso de los títulos nobiliarios,
pero alguien me podría explicar ¿qué otro oficio tenía un marqués, un duque, un
visorrey que no fuera el ser marqués, duque o visorrey?, y las prebendas que ello
reportaba. Aquí se recogen como profesión o actividad, en su época más que
lucrativa. Y por supuesto las relacionadas con el clero que son abundantes no
sólo en el libro sino incluso en su tiempo, que constituía uno de los pilares
fundamentales en cualquier organización territorial, geográfica o social de la
época.
Las
profesiones las divido en NUEVE grupos,
para su mejor entendimiento y estudio, que son: Religiosos: aquí se
incluyen no solo las cristianas, también las de otras confesiones- Militares
en su acepción más amplia, ya que los Corsarios, por ejemplo, se
incluyen en este grupo por ser el más afín de los nueve. Profesiones Agrícolas, ganaderas y pecuarias. Nobles. Intelectuales,
diferenciándolos de los Artistas, que es otra de las divisiones que
establezco. Cargos Públicos de las Administraciones de la época
cervantina o de Felipe II. Trabajadores de oficios manuales u oficios más
corrientes y por último el típico cajón de sastre, nunca mejor dicho, el
apartado Varios. Algunos
nombres aparecerán diferenciados en sus géneros masculinos, femeninos o en sus
formas: singular o plural. Ello es así porque revisten determinadas diferencias
que convienen destacar, caso de
oficiales militares u oficial de
imprenta como trabajador manual, o abad
en singular y abades, en plural, como un colectivo propio. Es importante
aclarar que he respetado escrupulosamente la gramática del libro, incluidas las
tildes según lo concibió Cervantes y lo narró el traductor, y que los puristas
de la lengua pueden entender como faltas ortográficas, que según la gramática
del siglo XVII no lo eran. Entiéndase no obstante como recursos del autor de
este trabajo.
Profesiones
que aparecen en “El Quijote”:
1. RELIGIOSOS: Abad (184); Abades
(81); Arzobispo Turpín (53) Bracmanes de la India (390) ; Brujo (189) - podría ser discutible su inclusión en este
apartado, no obstante me baso en el papel de los brujos y hechiceros en ciertas
culturas indígenas de África o de América- ; Canónigos (389) ; Capellán (438) ; Capochino (80) –se refiere a la orden religiosa de los descalzos de San
Francisco- .Aparece en la última estrofa del verso cantado por el joven
enamorado llamado Antonio: “Donde no,
desde aquí juro / por el santo más bendito / de no salir destas sierras / sino
para capochino” ; señores Clérigos (136) ; Confesor (699) ; Cura
(22) ; Dignidad (202) -“arzobispo,
o otra dignidad equivalente”- ; Disciplinantes (418) - lo que nosotros denominados comúnmente
cofrades- ; Doctores de la Iglesia (pág.
8 del prólogo)
; Ermitaño (198) –que suele tener dos acepciones: como religioso o como persona en comunión con la naturaleza
mediante el retiro- ; Frailes (482) ; Frailes de la Orden de San Benito (60) ; Frailes descalzos (616) - todos ellos aparecen en distintos momentos
de la novela y por ello los diferenciamos en su ordenamiento- ; Monacillo (749) –equivalente a monaguillo, que ayuda a misa- ; Monja (297) -“… no
quiso salir del monasterio, ni, menos, hacer profesión de monja”- ; Muñidor de una cofradía (154) –es el criado
de la cofradía- ; Obispos (8) –Obispo de Mondoñedo
como variante (10)- ; Padre predicador (462) ; Papa (391) –profesión unipersonal- ; Peregrino (317) –como
concepto religioso -; Predicador (129) ; Preste … Juan
de las Indias (9) –sacerdote- ;
Prioste (154) –mayordomo de una hermandad o cofradía- ; Profeta Perogrullo (828) –¡por fin averiguo de dónde procedía el vocablo
Perogrullo!- ; Religiosos (89) ; Sacerdote (134) ; Sacristán (190) ; Santos Tomases (pág.
8 del prólogo)
; Sotaermitaño (585) –subalterno o substituto del ermitaño- ; Teólogos (191) –que también
podría enclavarse en el grupo de intelectuales, pero en su época pertenecían al
grupo de los religiosos con total seguridad- ; Tólogo - por teólogo- (608). Sancho, con su simplicidad nos suelta una perla de su
lexicografía, que reproduzco literalmente:
“El diablo me lleve si este mi amo no es tólogo; y si no lo es, que lo parece
como un güevo a otro”; Vicario (673).
2. MILITARES: Alférez (321)
; Arráez
(340) –caudillo o
jefe árabe- ; Capitanes (10) ; Centinelas (815) –por así considerarlos en el contexto del libro- ; Cómitre
(834) –capitán de
mar en las galeras bajo las órdenes del almirante y que vigilaba y dirigía la
boga y maniobras de su navío- ; Corchete (738) –he optado
por incluirlos en este grupo, si bien podrían estar en el de Cargos Públicos al
tratarse de un policía de la época un tanto militarizado- ; Corsario (316) –en numerosos
casos al servicio de Sus Majestades …- ; Cuadrilleros
(374) –al igual que los corchetes es
otro tipo de policías judiciales- ; Cuadrillero de la Santa Hermandad
vieja de Toledo (114) –referido a
un lugar concreto- ; Cuatralbo de las
galeras (832) –jefe o cabo de cuatro galeras- ; Escopeteros turcos (835) ; General (159) ; Guardas (160) ; Jenízaros (322) - soldados de
infantería de la antigua guardia del emperador turco- ; Lanceros (798) ; Leventes (322) –soldados de
marina turcos- ; Maestre de campo (353) ; Mílite guerrero
(314) –militar- ; Oficiales (…) ; Soldado (89).
3. AGRÍCOLAS,
GANADEROS, PECUARIOS –profesiones del medio rural-: Arrieros (26) ; Berenjeneros (608) ; Boyero (389) –pastor de
bueyes- ; Caballerizos (698) –al cuidado de los caballos del señor -; Cabrerizo (691) ; Cabreros (73) ; Capataces (222) –del medio rural- ;
Carretero (497) –al cuidado
de las carretas y sus animales- ;
Carretero de bueyes (383) ; Castrador de puercos (29) ; Cazadora (621) ; Cazadores (608) ; Destripaterrones (461);Estripaterrones (744) –idéntico significado que destripaterrones - ; Faquín (245) –mozo de
cuerda, ganapán- ; Ganaderos (127) ; Gañán (245) –mozo de
labranza. Hombre fuerte y rudo -;
Jornaleros (222); Labrador (37) ; Moza Labradora (24) ; Labrandera (733) –de la raíz labranza- ;
Mayorales (222) –capataces
agrícolas- ; Monteros y cazadores (649); Mozos de mulas a
pie (40) ; Pastor
David (10) ; Pastor cabrerizo (140) ; Pastora (81) ; Pescador (141) ; Porquero (27) ; Postillón (652) –mozo que va a caballo delante de los que corren la posta o
montado en la caballería delantera como guías- ; Romero (686) ; Rústico (410) –vulgar,
hombre poco instruido, del campo- ; Arrieros sangüeses (103) – naturales de Sangüesa, municipio de la provincia de
Navarra en el que se producen cereales, hortalizas, legumbres, aceite, frutas y
vino- ; Segadores (258) ; Vaqueros y
cabreros (216) ; Arrieros Yangüeses (103) –el diccionario nos indica natural de Yanguas, y por la red averiguamos que son los naturales
de Yanguas de Eresma, Segovia, o de Yanguas, Soria. Se nos presentan como el
prototipo de la rusticidad y se usa como sinónimo de arrieros. El texto del
capítulo XV dice: “…que andaba por aquel
valle paciendo una manada de hacas galicianas de unos arrieros sangüeses,
de los cuales es costumbre sestear con su recua en lugares y sitios de yerba y
agua, y aquel donde acertó a hallarse Don Quijote era muy apropósito de los yangüeses”-
; Zahorí de las historias (626) –persona a la que el pueblo atribuye la facultad de ver lo
que está oculto. Actualmente, persona que practica la radiestesia para descubrir
manantiales subterráneos o venas metalíferas valiéndose de una varilla o de un
péndulo -.
4.
NOBLES: Adelantado (245) –“…hágame
marqués o adelantado”-; Amo (19) - En el soneto “Diálogo
entre Babieca y Rocinante”-; Archiduque
(616); Caballero
(11 del prólogo); Caballeros andantes (31); Cacique (659) –dueño, propietario o señor de una zona -; Castellano (277) –señor de un castillo- ; Conde de Benalcázar y
Bañares (8 del prólogo y dedicatoria del libro) ; Condesa (463) ; Cortesano (18) - En el soneto “El
Caballero del febo a Don Quijote de la Mancha ”- ; Damas (8) –señoras de
alta alcurnia- ; Duque de Béjar (dedicatoria y pág. 8
del prólogo)
; Duquesa (649) ; Embajador de
aquel rey delante de su Santidad el Papa
(136) –podríamos
considerarlo tanto noble como cargo público, si bien determinados empleos eran
adjudicados por el rey a nobles y cortesanos- ; Emperador de Trapisonda (9) ; Emperatriz heredera (392) ; Gentiles (81) ; Gerifalte (651) –condición de jefe o persona importante- ; Hidalgo Don Quijote de la Mancha (dedicatoria)
-“hidalgo de los de lanza en
astillero”- (21) ; Hijodalgo rico (82)
–hidalgo
rico- ; Hijo mayorazgo de un
caballero (837) –institución antigua que perpetuaba en una familia la
propiedad de ciertos bienes a través del hijo mayor, por ejemplo en Cataluña- ; Infanta (404) ; Marqués de Gibraleón (dedicatoria y pág. 8
del prólogo)
; Mayorazgo (776) –“… ese señor mayorazgo…”- ; Micer Jorge (405) –título
honorífico del antiguo reino de Aragón, que se aplicaba también a los letrados
del archipiélago balear- ; Ministro (281) –ídem que
embajador- ; Monarca (201) ; Noble caballero (8
del prólogo)
; Palaciega (744) ; Par (17) - En un verso del Soneto “Orlando Furioso a Don Quijote de la Mancha ”- ; Princesa y gran señora (24) –referido a
Dulcinea del Toboso- ; Príncipe (dedicatoria) ;
Regente de la Vicaría
de Nápoles (816) ; Reina (497) ; Rey de sus
alcabalas (prólogo) ; Rey nigromante (309) –que ejerce el arte de adivinar a través de los muertos el
futuro- ; Señor de las villas de
Capilla (dedicatoria) ; Señor de lugares (358) ; Virreyes (331) ; Visorrey (391) – antiguo
virrey -; Visorrey de Barcelona (819) –ya disfrutaba Barcelona de su propio Virrey- ;
Vizconde de la Puebla
de Alcocer (dedicatoria).
5.
5. INTELECTUALES: Académicos (423) ; Adivinos (442) ; Agorero (687) –predice sin fundamento males y desdichas- ; Algebrista (524) –“un algebrista con
quien se curó el Sansón desgraciado”- ;
Asesor (641) ; Astrólogo (393) ; Ayo (107) –“aquel buen viejo Sileno, ayo y pedagogo del alegre dios de
la risa”- ; Bachilleres (9) –aparece en infinidad de ocasiones- ; Boticario (667) –se le
consideraba un científico conocedor de las fórmulas magistrales para la
aplicación de la medicina- ; Catedrático
(793) ; Consejero (11) ; Cosmógrafo (10) ; Cronista (26) ; Doctor Laguna (129) –los doctores son intelectuales a la vez que trabajadores
de la medicina, en algunos ámbitos considerada una ciencia menor- ; Eruditos y elocuentes (pág. 8 prólogo) ;
Escribano (159) –ante el alto
grado de analfabetismo subyacente se le consideraba un intelectual de la lengua
escrita- ; Examinador (159) ; Figureros (594) –aunque el
diccionario nos da dos significados: persona que hace o vende figuras y
astrólogo que miraba los aspectos de los planetas, es esta última a la que se refiere
Don Quijote en este texto -; Filósofos (pág. 8 del prólogo) ;
Filósofo mahomético (765) –referido al
narrador Cide Hamete- ; Físicos (873) ; Graduado en
cánones por Osuna (437) ; Graduado por la Universidad de París (130) –por entonces ya era importante la Universidad de París
en el territorio de la vieja Europa -;
Ginosofistas (390) –“…y de cuantos magos crió Persia, bracmanes
la India ,
ginosofistas la Etiopía ”-
Variante de sofistas que en la
Grecia antigua eran los que se dedicaban a la enseñanza de la
filosofía valiéndose de sofismas ;
Gramáticos (9) –“que el
serlo no es de poca honra y provecho el día de hoy”- ; Herbolario (543) –estudiaban
la ciencia de la flora y las plantas- ;
Historiador Turpín (49) ó Historiador
Arábigo, también referido al cronista Cide Hamete Benengeli (66) ; Humanista (571) ; Ingeniero (323) –“grande ingeniero y
valentísimo soldado: Gabrio Cervellón, caballero milanés”- ; Intérprete (595) ; Inventor (317) ; Jurisperito (543) ; Antiguo Legislador que llaman vulgo (prólogo) –también podría tratarse de un cargo público, pero por su
condición de experto en leyes lo incluimos en el grupo de intelectuales- ; Letrados (313) ; Señor Licenciado (45) ; Maese Nicolás (22) –traducido por maestro Nicolás- ; Maestro Elisabat (184) ; Maestro de escuela de muchachos (190) ; Maestros que
le hubiesen curado (22) –al médico le
llaman maestro en su oficio- ; Magos (390) –intelectuales por su conocimiento de las artes denominadas
oscuras o negras- ; Medianeros y Apreciadores (602) –peritos
tasadores a la vez que árbitros en disputas civiles- ; Médico (184) ; Metafísico (19) –en el soneto
“Diálogo entre Babieca y Rocinante”- ;
Pedagogo (107) ; Peritos (390) –“son versados y peritos”; más a la
cualidad de entendidos que a una profesión o actividad- ; Peritos jurisconsultos (531) –“las
garnachas a los peritos jurisconsultos”- ;
Rector de tal colegio (429) ; Retóricos (11) ; Sabio encantador (32) ; Sabio nigromante (251) –que ejerce la nigromancia o arte supersticioso de adivinar
el futuro evocando a los muertos- ;
Traductor (459) –“el traductor de esta historia”- ; Veedor (159) –examinador o
inspector -.
6.
ARTISTAS: Actores (396) ; Autor (394) ; Bailadoras (558) ; Bailarín (672) ; Bailarines (826); Músico y Cantor (158) ; Comediantes (501) ; Copleros (855) ; Danzadores (826) ; Danzarines (558) ;Guitarristas (855) ;Juglar (626) ; Músico (158) ; Músico de un rabel
(77) ; Pintor (pág.
8 del prólogo)
–“maldiciente el uno y pintor el otro”- ;
Poetas celebérrimos (8) ; Recitantes de la compañía de Angulo el
Malo (497) ; Representantes (364) –“compañía de
representantes”, refiérase a actores- ;
Tañedores de tamboril y flauta (558) ; Titerero (589) ; Trovadores (672) ; Vates (442) –“vates, que quiere
decir adivinos”: poetas- ;
Zapateadores (550) .
7.
CARGOS PÚBLICOS: Alcaide “de la fortaleza, que tal le pareció a él el ventero y la
venta”
(27); Alcaide de Antequera, Rodrigo de Narváez (44); Alcalde (607) ; Alcaldes de corte (445) ; Árbitros (379) –“ellos, como
miembros de Justicia, mediaron la causa y fueron árbitros de ella”- ; Censuradores (454) ; Comendador Griego
(652) ; Comisario (161); Espías (380) –“ocultas espías”- ; Fiscal (552) ; Gobernador (296) ; Gobernador de la
ínsula (56) ; Señores Inquisidores (829) ; Juez (39) ; Jueces (403) - como
estamento colectivo- ; Jurado de
Córdoba (52) ; Señor Oidor (351) - ministro
togado en las antiguas audiencias del reino. Que oye -; Procurador (159) ; Regidor (589) ; Verdugo de la República (723) -¿qué república?- ;
Verdugos (322) .
8.
TRABAJADORES
DE OFICIOS manuales u otros más corrientes:
Tres
Agujeros del potro de Córdoba
(120) –alfileteros.
Que hace o vende agujas- ; Albañil (468) ; Peones de albañil (146) ; Ama (47) –encargada de las tareas del hogar y el cuidado de los
niños/as- ; Ballenatos (608) –“…ni los cazoleros, berenjeneros,
ballenatos, jaboneros, ni los de otros nombres y apellidos…”. En el
diccionario de la
Gran Enciclopedia del Mundo, donde comprobamos cada palabra,
el significado de ballenato es únicamente hijuelo
de la ballena, por lo que entendemos que utiliza ballenato por ballenero o
pescador de ballenas; Barbero del mismo pueblo (22) ; Bodegonero de
Málaga (59) ; Bonetero (432) –persona que hace o vende bonetes, que son especies de
gorras de cuatro picos- ; Cazoleros (608) ; Cirujano (184) –aunque perfectamente lo podríamos haber incluido en el
grupo de trabajos intelectuales, el hecho de trabajar con las manos lo mantenía
en la escala social en una posición más baja que los propios médicos y
doctores- ; Cochero (62) ; Cocinero (72) ; Corredor de oreja (159) ¿ ; Corredores de
lonja (159) –especie de
intermediarios en los mercados de la época -; Correo (652) –“hermano
correo”- ;Correo de a pie (851) ; Criados (40) ; Despensero (644) ; Desuellacaras (285) –barbero que
afeita mal- ; Doncella barbera (636) ; Doncella de labor (732) ; Dueña (668) –especie de trabajadora del hogar con responsabilidades especiales- ; Dueña de honor (730) –mayores
atribuciones y responsabilidades en la organización del trabajo doméstico- ; Escanciadora de vino (405) –“la mejor escanciadora de vino que tuvo la Gran Bretaña ”- ; Estampero (829) – impresor -;
Fregona (396) ; Ganapanes (313) –hombres que se ganan la vida llevando cargas de un punto a
otro- ; Hostelero (119) ; Impresor (456) ; Jaboneros (608) ; Lacayos o
palafreneros (625) ;
Leonero (534) –cuidador o
domador de leones- ; Librero (831) ; Maestresala (628) -…- ; Maestro de las
ceremonias (783) –encargado de
la organización de fiestas y eventos sociales- ; Marinero (357) ; Matadores (724) ; Mayordoma y
señora (222) ; Mayordomo (19) –en el Soneto
“Diálogo entre Babieca y Rocinante”- ;
Mensajero (489) –que traslada
mensajes, no exactamente como la profesión reglada que hoy conocemos, pero está
en su génesis- ; Mercader (501) ; Mercaderes toledanos
que iban a comprar seda a Murcia (40) ; Ministro y adherente de la caballería
andante (76) –sinónimo de
escudero, según Sancho Panza- ;
Ministros de la limpieza (642) ; Molinero de Antequera (35) ; Molineros de las
aceñas (618) ; Oficial (830) –empleado de
imprenta- ; Paje consejero (396) ; Palafreneros (625) –criado que lleva del freno al caballo, que monta el
palafrén- ; Pelarruecas (461) –hiladora pobre- ;
Perailes de Segovia (120) –pelaires: cardadores de paños- ; Placeras (756) –vendedoras ambulantes en las plazas de los pueblos- ; Proveedor (644) ; Publicador de
sandeces (382) ; Puta (381) ; Mujeres Rameras (10) ; Randera (871) –mujer que
por oficio hace randas, que es una especie de encaje labrado o tejido con
aguja- ; Rapador (436) –barbero- ; Señor Rapista (439) ; Remendón natural de Toledo (35) –obviamente se trata de un zapatero- ; Remeros (341) ; Repostero (803) –en realidad dice repostería, dando a entender la profesión
de repostero- ; Reverenda dueña (626) –ama de llaves, criada, etc…- ; Sacapotras (180) –mal cirujano- ;
Sastre (396) ; Secretaria de nuestros actos (284) ; Mi Secretario (723) ; Sedero (66) ; Tejedor (738) ; Tendero (772) ; Mercader y Tratante en Tetuán (332) ; Ventero (27) ; Volteador del
mundo (572) –que voltea,
que da vueltas a una cosa, que la vuelve de una parte a otra poniéndola al
revés; trastoca o muda. Constructor de arcos o bóvedas- ; Zapatero (106); Zelador (282)
–
celador -.
9. PROFESIONES VARIAS (el cajón del sastre):
Alcabalero (763) –“arrendador o alcabalero, que son oficios
que, aunque lleva el diablo a quien mal los usa
siempre tienen y manejan dineros”- ; Alcahuete (159) - persona que
solicita o sonsaca a una mujer para usos lascivos -. Para quien tenga duda si
era un oficio, dice Don Quijote en dicha página: “Porque no es así como quiera
el oficio del alcahuete; que es oficio de discretos, y necesarísimo en la
república bien ordenada, y que no le debía ejercer sino gente muy bien nacida;
y aún había de haber veedor y examinador de los tales, como le hay de los demás
oficios, con número deputado y conocido, como corredores de lonja”; Arrendador (740) ; Aventurero (25) ; Bandoleros (811) –“más de cuarenta
bandoleros”- ; Belitre -“…gañán,
faquín, belitre…”. Mozo de cuerda pícaro, ruin- (245); Burladores (756) –bromistas cuasi profesionales- ; Corredor de oreja (159) –“… corredor de
oreja, y aun de todo el cuerpo. En efecto: quiero decir que este caballero va
–preso- por alcahuete…- ; Cuatrero (158) –ladrón de
bestias- ; Cristiano viejo (144) –clase social respetada en su tiempo debido a la pureza de
su sangre- ; Crueles (10) –adjetivo que habla de las mujeres en tono despectivo, de
determinadas mujeres. Lo destaco por el hecho de que en “El Quijote”, tal vez
producto de la época, predominan conceptos machistas por doquier- ; Doncella (152) –de tanto aparecer dá la sensación de ser un oficio anexo a
la condición de las mujeres de distintas capas sociales- ; Encantadoras (10) –igualmente
habla de las mujeres en tono despectivo como en los anteriores vocablos- ; Esclava (224) ; Escudero (11 del prólogo) ;
Farsantes (498) –timadores- ; Galeotes (157) –presos que cumplen condenas en la armada- ; Guía (573) ; Hechiceras (10) ; Hechicero (159) –mago que profesa las artes oscuras. En otro apartado
incluimos brujo en el grupo de religiosos en donde podría enclavarse cierto tipo de hechiceros, no todos- ; Jueces del campo (761) –árbitros en los duelos- ; Ladrones (10) ; Lapidarios (269) –el que por oficio labra piedras o comercia con ellas- ; Negociante (380) ; Nigromante (393) ; Ninfas de los
ríos (199)
–inclasificable. No es oficio, profesión ni condición social- ; Ociosos (398)
–antiprofesión- ; Padrinos de alguna
pendencia (515) ; Pechero (105) –plebeyo, por
contraposición a noble. Obligado a pagar o a contribuir con pecho o tributo- ; Peleantes de la Andalucía (515) ; Pícaros de cocina (641) –ayudantes o aprendices de cocina que puesto no cobraban
salario, sisaban lo que buenamente podían- ; Prevaricador de las ordenanzas escuderiles (614) ; Representantes (398) –lo que hoy entendemos por manager - ; Salteador y ladrón (90) ; Turco (440) –aparece
continuamente sustituyendo a árabe, moro o mahometano de los que por cierto
abundaban en la España
coetánea a la novela- ; Vagabundo (310) –o buscavidas- ;
Vasalla (224) ; Vasallos (393) ; Villana (224) –de clase
social baja. “Tu vasalla soy, pero no tu
esclava; y en tanto me estimo yo, villana y labradora, como tú, señor y
caballero”- .
Apariciones
de pueblos y lugares de Jaén en “El Quijote”:
- Tras derribar
Don Quijote en el capítulo XIX a un religioso de su mula, éste le contesta a
nuestro hidalgo: “… y así, sabrá vuestra
merced que, aunque denantes dije que yo era licenciado, no soy sino bachiller,
y llámome Alonso López; soy natural de Alcobendas; vengo de la ciudad de Baeza, con otros once sacerdotes, que
son los que huyeron con las hacas; vamos a la ciudad de Segovia, acompañando un
cuerpo muerto, que va en aquella litera que es de un caballero que murió en Baeza, donde fue depositado …”. (134).
- En el capítulo XXIX, se las ingenian para
sacar a Don Quijote de su penitencia con una burla e inventan a una princesa
imaginaria: “Llámase - respondió el cura- la princesa Micomicona,
porque llamándose su reino Micomicón, claro está que ella se ha de llamar así.
–No hay duda en eso –respondió Sancho -; que yo he visto a muchos tomar el
apellido y alcurnia del lugar donde nacieron, llamándose Pedro de Alcalá, Juan
de Ubeda y Diego de Valladolid, y esto mismo se debe de usar allá
en Guinea: tomar las reinas los nombres de sus reinos”. (234).
-
Capítulo III de la 2ª parte del Quijote, vuelve a aparecer Úbeda: “… salga lo que saliere, como hacía
Orbaneja, el pintor de Ubeda, al
cual, preguntándole qué pintaba, respondió: Lo que saliere. Tal vez pintaba un
gallo, de tal suerte y tan mal parecido que era menester que con letras góticas
escribiese junto a él: Este es gallo”. (453). Lo curioso y extraordinario es que si
seguimos leyendo el Quijote, en el capítulo LXXI, 2ª parte, página 876, repite casi por completo la misma
frase anterior cuando, y extraigo literalmente, dice Don Quijote: “- Tienes razón, Sancho, porque este pintor
es como Orbaneja, un pintor que estaba en Ubeda;
que cuando le preguntaban qué pintaba, respondía: Lo que saliere; y si por
ventura pintaba un gallo, escribía debajo: Este es gallo, porque no pensasen
que era zorra”. Faltan apenas 20
páginas para acabar la novela y aparece un lapsus mental en el genio de
Cervantes, ¿o tal vez nos tienda una trampa para que la adivinemos?
- En el capítulo XXXIII de la 2ª parte aparece
otra vez la ciudad de Úbeda que Cervantes conoció en sus andanzas como
recaudador de impuestos reales: “… no
siendo más verdad que por los cerros de Ubeda” (644), al igual que en el
capítulo XLIII: “…como por los cerros de Ubeda” (698) y en el LVII: “los
tres tocadores sí llevo; pero las ligas, como por los cerros de Ubeda” (789).
- Esta vez nos nombra la ciudad de Martos en el
capítulo XXXVIII (2ª p.): “…descubriera
cada grano del grandor de un garbanzo de los buenos de Martos” (669).
Y para concluir este artículo os pido
la licencia de terminar con una frase aparecida en la página 291 de dicha
edición de El Quijote: “¡Tente,
ladrón, malandrín, follón; que aquí te tengo, y no te ha de valer tu
cimitarra!”.
Nicolás
Manuel Ozáez Gutiérrez
-
Octubre de
2005-
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