miércoles, 5 de septiembre de 2018

¿ME LO DICES O ME LO CUENTAS? Por Manolo Ozáez


(Contenido íntegro del libro publicado por Manolo Ozáez en 2012)


Si tuviéramos la oportunidad, utópica evidentemente, de elegir una época de la Historia para vivir una temporada en ella, sin lugar a dudas mi elección sería el Renacimiento y en la Toscana, allá por los comienzos del siglo XVI. Ni que decir tiene que al primero que me contraría allí, en ese tiempo y lugar, bullendo de aquí para allá con un sin fin de proyectos en las alforjas, sería a mi buen amigo Manolo Ozáez  -don Nicolás Manuel Ozáez Gutiérrez- porque lo que prima en él es, ante todo, su espíritu de humanista polifacético. Manolo es, cómo lo diría, poliédrico en sus facetas y sin embargo no tiene más que una cara; precisamente la cara de “dar la cara” cuando es preciso.

Releo sus artículos, sus pensamientos, sus reflexiones, aquí recogidas, y todas ellas nos dan testimonio que existe su Toscana interior y particular, renacentista y humanista, como él mismo. Plena de caminos que se cruzan, se descruzan, se retuercen, se alinean, se hacen curvos, divergentes, convergentes, pero nunca tediosos. A la memoria me viene el cuento de Borges  El jardín de senderos que se bifurcan, y me lo imagino afirmando como el sabio sinólogo Stephen Albert que el tiempo se bifurca perpetuamente hacia innumerables futuros. Pues bien, en todos ellos habría un proyecto que ser realizado por Manolo Ozáez. Hecho que constato porque cada vez que hemos hablado siempre lo hemos hecho del futuro y nunca del pasado. Agua pasado no mueve molino, pero siempre se espera la lluvia que traiga las aguas que habrán de moverlo mañana, pasado mañana, y tal vez el próximo jueves a primeras horas de la tarde, que es cuando el sol siempre trata de quemarnos las alas.

Manuel Ozáez es un hombre del Renacimiento por su espíritu inquieto. Por ser el personaje de múltiples paisajes, pero también es descaradamente mediterráneo. Tal vez un don Quijote llegando a la playa de Barcelona en pleno siglo XXI, que como Federico Fellini piensa que no hay un final; que no existe un principio; que solamente contamos para sobrevivir con la infinita pasión que hay que ponerle a la vida, que en modo alguno nos permite ser indiferentes ante todo lo que nos rodea y somos capaces de rodear con nuestro entusiasmo.

Manolo Ozáez, me consta, no ha venido a arreglar el mundo, pero sí a contarlo, y fruto de ello es todo lo que hace y lo que escribe, por lo que lucha y pervive. De ahí su necesidad de estar ahí, viviendo apasionadamente todos los futuros posibles que el tiempo nos regala en cada uno de sus instantes, listos para ser plasmados a través de cualquiera de sus facetas expresivas y creativas.

Manolo tiene en Bailén  --su Bailén—la cruz y la espada de su Macondo más íntimo, luchando como un coronel Aureliano Buendía para que nunca su ciudad padezca los cien años de soledad de Bailén sin Bailén, en la ciénaga estéril de la indiferencia cultural.

No puedo decir como él generosamente ha dicho de mi en uno de sus artículos que de mayor quiere ser como yo  --craso error, Manolo--, porque yo ya soy mayor, pero sí deseo estar en todos los futuros que el jardín de senderos que se bifurcan nos tiene planteados en múltiples proyectos que como un estallido pirotécnico se desgranan y se hacen luz. Luz para este oficio de tinieblas que es escribir.

Si en uno de esos futuros posibles han de fusilarnos juntos, al menos que el coronel Aureliano Buendía que cada uno llevamos dentro recuerde en ese preciso instante el día que conocimos el hielo  --no el de helarnos el corazón, el otro; el de bebérnoslo en vaso largo y con limón--, y dejen, permitan, que el circo pase en esos momentos por las calles del Macondo en el que creemos en este presente y por el que lucharemos en cada uno de los futuros. Y llegado el caso, que los payasos suelten las fieras, y el jefe de pista inste a la orquesta que toque hasta el final, hasta enterrarnos en el mar, ligeros de equipaje como los músicos del Titanic.


                              José María Suárez Gallego
          Consejero de número del Instituto de Estudios Giennenses


Con la frescura de una conversación, con café o copa de por medio, hasta la profundidad de un monólogo televisivo. Así nos presenta Manuel Ozáez la actualidad y preocupaciones diarias. Cuestiones que se nos plantean día a día. Pasando de una enseñanza cuasi-budista a una opinión muy especial de su visión de la vida.
Un boceto previo, a lo que podría  desencadenar un ensayo arduo y sesudo, tal cual el mismísimo Eduard Punset. Poniendo los puntos y las comas, tal cual nosotros haríamos, pero Manuel Ozáez, con su característica forma de usar la palabra, nos lo brinda y nosotros lo hacemos propio.
Nos permite disfrutar de una tacada, de sus comentarios, de estas cuñas filosóficas, que a través de las ondas, nos deleita y comparte con todo aquel que guste del buen hacer periodístico. Un arte, que sí se crece en valor con los años y la experiencia. Demostrado su larga andadura por estos derroteros.
Leamos por donde leamos, nos transportará a nuestro vivir diario. A una reflexión de los acontecimientos desde otro ángulo, desde otra postura. Distinta a la que nos imponen los medios y quienes así los disponen.
Comprometido y dando valor a su hábitat y a su medio. Impulsando y siendo motor y cadena de transmisión a su alrededor. Desde la melancolía, a veces, hasta la irritación y el desespero, de otras. Una batalla más. Esta vez desde las ondas y la opinión. Casi un diario a grandes saltos.
De fácil lectura y compresión. Valiéndose del sentido, hoy en día no muy común, y no del diccionario. Llegando desde la visión cotidiana y preocupada de un padre de familia, un trabajador, un empresario, un ciudadano…
Disfrutemos pues.

Antonio García de la Llave
Coordinador del Grupo de Lectura Tinta de Limón


Me es solicitada una opinión, sobre el libro de un autor literario al que tengo ya elevado a las nubes del proceloso limbo inabarcable que concierne al papel, a la tinta y a la escritura contemporánea, que atiendo con sumo gusto y agradecimiento. No será mi relato un  panegyrĭcus sobre el autor, a estilo latino, ni tampoco un griego πανηγυρικς. Será, más bien, un homenaje al trigésimo aniversario de Bailén Informativo, del cual es alma mater el autor de este nuevo libro. En este cultural informativo bailenense se me ha permitido tener el honor de ser pluma invitada en bastantes ocasiones, más de las que se merece este humilde escritor, autor de este comentario, que espero sea del agrado de todos. Entrando ya en faena, sin más dilación, diré que se trata de un excelente escritor, en ejercicio, de pura cepa jienense,  -me gustan mucho más el gentilitius latino jaenés, y el de internacional al haber hollado campos de batalla europeos con inmensa Historia e historias- que está a punto de publicar su más reciente obra. El jienensismo y españolismo a ultranza suyo y su valor intrínseco como escritor, merecen mi comentario. Mi buen amigo Manuel Ozáez publicará su libro subtitulado “La vida resumida en un folio, a una sola cara y a doble espacio”,  que, modestamente, le sugiero que esto (escrito así, con “ ´ ” tilde diacrítica, pese a la Real Academia de la Lengua, que desaconseja acentuar)  lo consigne como subtítulo del libro que lleve el de MISCELÁNEA como título príncipe, al ser obra o escrito en que se tratan muchas materias diversas y mezcladas, recopilación de sus más enjundiosos artículos que vieron la luz en diversidad de medios impresos,  periódicos locales, revistas mensuales –Bailén Informativo-, y que tanto han agradecido los oyentes de la COPE. Llevará, sin duda, valiosos prólogos de los que son sus amigos y admiradores, no sólo por su obra, sus hechos, sus detalles, en fin…, sino por su persona entrañable. En cuanto al contenido de la publicación, decir que es un auténtico ejercicio de fina ironía, poniendo siempre el dedo en la llaga y acertando de plano en las críticas –aceradas siempre, sangrantes nunca – sobre temas de rabiosa actualidad.
 La portada del volumen debiera printarse con  su portentoso retrato, de cuando se metió en el cuerpo y la sangre del General Reding, caracterizado como tal héroe; ésa, y no otra, debería de ser la foto de la portada,  y el libro contendrá, asimismo, si el autor lo tiene a bien, este humilde laudo, de este artillero del Regimiento de Artillería de Campaña número 28 de guarnición antigua en La Coruña, en el Finisterræ, y Cónsul Honorario de Cæcilia por la Gracia de Dios y el pueblo de Bailén, el firmante Carlos Ramón Brea Eiroa, servidor desinteresado de mi amigo Manolo y de sus lectores. Porque el artillero es servidor de su batería y de sus compañeros siempre, hasta el morir, y de Santa Bárbara, nuestra Patrona, que  nos protege y salva a todos.
Simpáticamente le recuerdo al escritor, que habrá que hacer una corrección ¡o no! –tú decides- sobre cómo titulas un artículo acerca de Ángela Merkel… (Ánjela Merkel –con jota de cojones-  que diría nuestro Juan Ramón Jiménez, y no “ánguela merkel”, como se la llama impunemente por el vulgo televisivo) “…Cada día son más las voces que nos advierten del gran error de seguir las pautas que nos marca la señora Merkel, además de primer ministro, directora general de un conglomerado de empresas e intereses nacionales que nos llevan a la ruina…,  cuando debido, sin duda, a su incuestionable pose de macho serrano andaluz y gallardo capitán artillero le sale furibundo del escroto el titular tal artículo de la canciller alemana como “GASTO PÚBICO”, sin duda pensando en aquello –rasurado o selvático- que todos los europeos estamos de ella hasta la entrepierna, dicho con todo el respeto a tal autoridad, pero con el máximo enfado o cabreo coruñés y jaenés.
Manuel Ozáez es un cronista incansable del hoy del mundo que le rodea. Su prosa, absolutamente periodística y genialmente acertada, llena un libro que viene a compensar un vacío existente en la bibliografía andaluza, y se afirma como hombre ya bragado en el mundo de las letras, Deseo que esta especie de prólogo sea en un todo acertado. A un texto absolutamente biográfico y preñado de anécdotas, datos, efemérides, sucedidos y narraciones, se une un valioso conglomerado de opiniones propias del excelente escritor Ozáez, del que se deduce su valor patriótico y su escepticismo europeo, como nos sucede a la mayoría de nosotros. El libro de don Manuel es una aportación, totalmente necesaria, al devenir de España en momentos absolutamente difíciles y que el autor plasma con visión que me atrevería a tildar de “casi fotográfica” hiperrealista. El capitán Ozáez -el alter ego del General Reding- es un escritor en sazón que, a mayor abundamiento, ha actuado, con prestancia e hidalguía en series para la televisión, en las que su apostura y respetable hidalguía y porte han jugado carta de naturaleza.
El libro no tendrá desperdicio y mi buen amigo Manolo Ozáez, gran empresario y multipolifacético señorito andaluz se reafirma, una vez más –con su prosa fina y aristocrática-, como un escritor ya de peso y reconocido prestigio, tanto en su epicentro Bailén como en la radiación de su obra y bien hacer en horizontes más amplios y lejanos. Todos le deseamos el mayor éxito y ya le va, anticipada, por medio de este incondicional laudo, mi más cordial enhorabuena. Y continúe usted, querido amigo mío, en esta línea, para beneficio de todos.
Carlos Ramón BREA EIROA
Diciembre 2013

     Manuel Ozáez nos ofrece en este libro una compilación ambiciosa, buena y breve de impresiones personales, un gran lienzo en el que con trazos rápidos y certeros aborda asuntos de la más diversa índole mediante palabras directas, sinceras, sin artificio. Al azar de estas páginas, hallará el lector asuntos de política local, nacional o internacional, reflexiones sobre aspectos de la vida cotidiana, sobre nuestra identidad, sobre nuestra historia, además de guiños al deporte o sabias compilaciones de refranes. En su cocina personalísima, se conjugan con perfecta armonía la erudición, el humor y la solemnidad, todo ello despachado con la soltura y lucidez que caracterizan a su autor.

                        Juan Diego López García
      Traductor de francés e inglés. Amigo de Guadalcázar


TÍTULO:  ¿ME LO DICES, O ME LO CUENTAS?



LA VIDA RESUMIDA EN UN FOLIO A UNA SOLA CARA Y A DOBLE ESPACIO

Buenos Días. Es posible que alguno de vosotros se sienta identificado, acaso dibujado, en las palabras que os voy a susurrar al oído. Si es así, espero que hoy cuando salgas a la calle, cuando llegues a la oficina o al tajo, o al volver a la calidez de tu hogar, grites lo más alto que puedas, pues poco a poco te van dejando sin voz, sin aliento, sin presencia. Hace unos pocos días, un extraño, trazaba en público mi currículum profesional y literario, con el esbozo inacabado de una breve relación de hechos vitales, que, en conjunto, no ocupaba más de un folio por una sola cara y a doble espacio. Justo al acabar el fulano su intervención, una terrible náusea recorrió de sur a norte mi cuerpo, pues comprendí que el resumen de una vida no puede ocupar tan exiguo espacio. ¿Cómo ignorar mis viajes espirituales y periplos vacacionales por Turquía, por América, por el desierto argelino de Tinduf? ¿Mi descubrimiento vital de Lisboa, París, Atenas o Spetses? No podía creerme que en apenas un minuto y medio hubieran desentrañado los amasijos complejos de una vida, en este caso la mía, pero podía ser la de cualquiera. Obviar que se pertenece a una familia que tiene sus orígenes más cercanos en Jaén y antes en Cambil; ignorar que en El Almendral, de pequeño nos apedrearon, o que junto al Arco de San Lorenzo, con seis años, otro grupo de chavales nos calentaron; la de veces que robamos tirajitos a los barrios vecinos para lograr la mejor hoguera de San Antón; las largas noches de insomnio por un amor adolescente que no cuajó; o los trasnoches de feria en feria regados de alcohol. Ni tan siquiera haber encajado en un renglón  hablar de la mujer con la que he compartido 22 años de existencia, con sus penas y glorias. Peor aún desdeñar la infinita presencia de mis hijos Nicolás, Gema y María, justificándolo en la imperiosidad del reducido tiempo de que disponemos. De ahí mi angustia, mi arcada, de intentar explicar, en el minúsculo espacio de un folio, por una sola cara, y a doble espacio, la intensa vida que por suerte nos tocó vivir, reducir a lo infinitesimal los innumerables episodios en que se desgrana una vida a tope, como es tu vida y la mía.

Publicado el 21.10.2011

YO TAMBIÉN SOY ESPAÑOL

¡Sí, soy español! Y es que en ocasiones parece que nos cuesta reconocerlo, pronunciarlo en público, como si se tratara de un vocablo maldito que ha de ser declamado en silencio, apenas susurrado. ¡Soy español, español, español!, como cantaba la selección de baloncesto tras ganar el Campeonato Europeo. ¡Español, español, español!, como coreaban al alimón los miembros de la Selección Española de la Copa Davis, incluido Nadal y Verdasco, tras su pase a la final del Torneo. O las emocionadas lágrimas de Alejandro Valverde en el Podium de Madrid, mientras su mirada perdida se cruzaba con la bandera ondeada al viento de su país. En esos mágicos instantes me sentía henchido de orgullo por pertenecer a esta tierra y por colaborar con mi insignificante grano de arena a crear una gran nación, a formar parte de su historia. De cara, sin regates, sin remiendos.
Soy ESPAÑOL, escrito con mayúsculas. Pero no un español de esos que se apropian del concepto para representar un pasado arcaico y olvidado del que nadie, salvo ellos, quieren oír hablar. No, soy español de los que creen firmemente en la democracia como valor, de los que aún se les riza la piel cuando escuchan la expresión LIBERTAD, de los que caen en éxtasis ante la lectura de una declaración de derechos universal, y español que abraza a diario LA CONSTITUCIÓN, como si de una amante se tratara. Y no me duelo decirlo en alto y en púlpito, pues silenciado en exceso el ademán, hora es de reclamarlo, momento es de exigirlo, pues corremos el riesgo de que césares endiablados de los absolutismos se apropien del vocablo y mancillen su trágica y esforzada historia, relegándonos al resto a la segunda división. Sí, soy español, y andaluz, y bailenense, y de un mundo sin fronteras nacionales o mentales. De ese país soy yo. ¿Y tú, de cual eres?

Publicado el 25.9.2009.


AMNISTÍA INTERNACIONAL

AMNISTÍA INTERNACIONAL reconoce a 71 presos de conciencia encarcelados en Cuba. Ayer clamaba en favor del juez Garzón y hoy clamo porque se haga justicia en la paradisíaca isla del Caribe, tan próxima geográficamente a la libertad y a la vez, su gente, tan lejos de ese sueño que les lleva a cruzar un mar infestado de peligros, por la ilusión, legítima, de una mejor vida al otro lado del océano. También hablo de Venezuela.
No tenemos que irnos tan lejos, también aquí en Euzkadi existen reductos donde no ha llegado la libertad, donde aún se vive con miedo, donde tienes que tragarte sin digerir las opiniones para proteger a tu familia. O cruzando el Mediterráneo, en pleno desierto de la Hamada, en Argelia, un pueblo, el saharaui, al que España dejó tirada en una encrucijada, lleva viviendo 34 años en el exilio, en condiciones infrahumanas, sin agua potable, sin alimentos básicos, sin su mar, sin el verde de sus campos, ocupados por Marruecos. Yo he estado allí y lo he vivido, junto con la alegría en el rostro de sus niños, y visto sufrir a un pueblo del que nos hemos olvidado por completo.
O más hacia el este, cruzando todo el continente africano, Israel sigue pisoteando al pueblo palestino bajo la distraída mirada complaciente de Estados Unidos y del resto de países con los que aquellos mantienen acuerdos comerciales. Alimentando el odio de millones de árabes que luego otras sociedades inocentes pagamos con sangre. Por eso, denuncio a los regímenes criminales de Cuba, de Israel, de Marruecos, y a los terroristas y dictadores del mundo, que aunque sin futuro, necesitan de la sangre de inocentes para su subsistencia.

Publicado el 18.3.10

“LOS LIBREROS SON COJONUDOS, COMO LOS LIBREROS NO HAY NINGUNOS”

Buenos días nostálgicos. Ojeaba, casi por casualidad, un ejemplar de Bailén Informativo de Julio del año 2000, en la sección “El Sillón del Moro”, titulado “La estirpe del librero”, y, a pesar de los 10 años transcurridos desde aquel momento, y del tema que se trataba en él, que no era otro que mi oposición quijotesca al Decreto redactado aquel año, por el que se permitía la liberalización de la venta de libros en las grandes superficies, leído hoy no pierde vigencia, o así me parece a mí, que fui el autor de aquel artículo, lo cual reconozco que no es demasiado objetivo… como nada en esta vida lo es.
Han pasado diez años y mantengo, me imagino que tú oyente también, que con la venta de libros en las grandes superficies se ha perdido la esencia del librero, en el sentido de profesional que te aconseja, que te asesora sobre literatura y autores, que te ilustra, que te contaba anécdotas sobre el autor, que tú a veces no pedías, pero que él se empeñaba en relatarte para mejor comprender el producto que tenías entre tus manos. Reconocerás que no es lo mismo cuando vas a Mercainglés o Conticampo, y el empleado, con contrato temporal de tres meses, te indica que tal o cual texto “está muy bien”, porque la portada tiene unos dibujos muy chulos y además la letra del interior es bastante grande, por lo que facilita la lectura. No te cuento ya si entre la basta literatura asoman algunos leves dibujos ilustrativos, entones es que es la leche, porque, te cuenta, te imaginas la cara y rostro de los personajes, caso contrario cómo sabes si son guapos, feos, musculosos o anodinos.
Yo, que en muchos aspectos soy de la vieja escuela, y en otros excesivamente adelantado, en este me mojo y canto aquello de que “… los libreros son cojonudos, como los libreros no hay ningunos”.

Publicado en el mes de mayo de 2010.

HANS CHRISTIAN ANDERSEN, PROYECTO CAMINO REAL

“HANS CHRISTIAN ANDERSEN visitó Bailén en 1862”.

Desde que en algunos medios de comunicación escritos y hablados se hizo público el proyecto Camino Real, son muchas las personas, unas conocidas y otras no tanto, que nos han llamado para interesarse por la esencia y contenido de sus actividades. Para los que no han oído hablar de él adelantaré que en 1862 el famoso autor danés Hans Christian Andersen, recorrió la península española, país del que estaba profundamente enamorado desde su infancia, para descubrir los misterios que nuestra tierra encerraba. Pasó por Jaén camino de Málaga, por Guarromán, Bailén y La Carolina en dirección a Madrid, y en este itinerario, que para la época era una verdadera aventura para los sentidos, tomó posada en mi ciudad, Bailén. Dinamarca y el mundo entero, desde hace tiempo, entronizó a los altares de la literatura al autor danés, uno de los más leídos de todos los tiempos, fundamentalmente por la prosa ágil de sus cuentos infantiles.
Y eso es lo que vamos a evocar en Bailén desde este mes de mayo hasta finales del año 2010, su paso por nuestras tierras y su amor por España. Nos ha confirmado el Embajador del reino de Dinamarca que asistirá a los actos centrales el 8 de octubre, descubriendo una placa en Bailén, que recuerde su fugaz pero emotivo paso, recogido en su libro “Viaje por España”. Ahora es la hora de que las Administraciones Públicas sean valientes y apoyen el sinfín de actividades programadas, porque la cultura es nuestro sello de identidad, crea mejores personas, es fuente de riqueza y empleo y ensancha nuestros espíritus más allá de toda frontera. Nos vamos a unir a Dinamarca en un proyecto ilusionante, por lo que pedimos a la Junta de Andalucía, a la Diputación, al Ayuntamiento de Bailén, a la Cámara de Comercio, y a las instituciones a las que le hemos recabado su apoyo, que no sean cicateras y que abandonen el consabido estribillo de  “no hay un duro… la crisis… vuelva usted mañana”, porque para según qué cosa, caso de la cultura, no existe el mañana, sino el hoy.

Publicado el mes de mayo de 2010.


CUESTIÓN DE CABEZONERÍA

Buenos días. O tal vez no sean tan buenos. Se asoman nubarrones por el horizonte que auguran tormenta… política, acompañados de infinidad de rayos que van directos al corazón. Está todo tan mediatizado políticamente, o más bien tendría que decir que idiotizado mediáticamente, por ambos partidos  -PSOE y P.P.- que sin querer o queriendo nos han involucrado en una guerra que no es ancestral, no confundan, sino que arrancó una década después de las primeras elecciones democráticas de esta era, y que día a día se vuelve más virulenta y sin sentido. El continuo A TODO QUE NO porque tú lo has propuesto antes, la permanente lucha de oradores, que podríamos entender sin esfuerzo si osáramos apagar el volumen de nuestros receptores, pues es conocido de antemano su discurso, la verdad es que de un tiempo a esta parte me resulta angustioso, vomitivo ¿A ti no?
Ahora está el asunto del juez Garzón, que a mi juicio no merece, y lo digo, lo dije y lo seguiré diciendo, tal linchamiento, si reconociéramos sus méritos. Pero es que ayer era la crisis, antes de ayer era el trasvase del agua, otrora la justicia, ahora la economía, antes de antes de ayer fue la corrupción, la educación, la constitucionalidad de tal o cual texto que aquí sí pero allí no. Etcétera, etcétera, etcétera. No culpo a un partido, sino a los dos, por su irresponsabilidad. No eximo a ninguno, pues los dos están inmersos en una suerte de cabezonería que no les permite otear más allá de sus propias narices.
Miren ustedes, señores del P.P. y señores del PSOE, yo no soy nadie para dar consejos, salvo la ética de mis canas y mi experiencia, pero les pido, les insto, les suplico si les place, que se sienten en cómodas butacas, al socaire de nuevos tiempos y renovados vientos, se pidan un té, cubata o café, y preocúpense de los problemas diarios de aquellos a quien dicen representar, como es el desempleo, la delincuencia, el cambio climático, las libertades, la inmigración, los derechos sociales. Y dennos un ejemplo de lucidez como nunca supieron o pudieron. Despéguense de la retórica caduca y abracen la fe en las personas, incluso por encima, muy por encima de sus ideologías.
Por favor, les seguimos esperando ¿o es que no les enseñaron en los cursos de formación a pactar, o faltaron a esa clase?

Publicado el 17.4.10


RONDA

¿Has visitado en alguna ocasión la ciudad de Ronda? En esta, que parece una sencilla pregunta, se encierra un gran misterio. Hágase la pregunta de nuevo: ¿Ha visitado usted en algún momento de su vida la ciudad malagueña de Ronda? Pues sí. Todo el mundo, por uno u otro motivo ha hollado las piedras centenarias de Ronda, asomado al impresionante Puente Nuevo sobre el tajo vertical, junto a la Plaza España –por cierto, qué nombre más bonito para una plaza-, y al Parador Nacional, colgado sobre las rocas. La Iglesia de Santa María, el Puente Viejo, la Casa del Moro, el Palacio de Salvatierra, los Baños Árabes, sus infinitos museos, la Plaza de Toros de la Maestranza y su museo taurino y de armas de avancarga. El halo de misterio que se respira en la Serranía de Ronda, el aire puro, las rectas calles empedradas por la zona noble, las sinuosas callejuelas con nombres sugerentes como el callejón de “Los Tramposos”, o “de los Bandoleros”. La multitud de Museos públicos y privados. La Semana Santa de la que me he empapado hasta los cuatro costados. La altanería en el desfile y en el esfuerzo de la Compañía de Legionarios. Te digo esto, amigo, porque al parecer yo era el único en el mundo mundial que no había visitado nunca Ronda, reconozco que un pecado imperdonable que ya he solventado. Pero es que mi panadera, la profesora de mi hija, mis empleados, mi madre, hermanos, amigos, conocidos, extraños. Todo el mundo, en alguna etapa de su escasa o dilatada vida, y por distintos motivos, había disfrutado de las mismas o parecidas emociones que yo sentí en aquel lugar perdido de la sierra andaluza. Porque es que hay que ir expresamente. No está enclavada en ninguna ruta habitual hacia alguna parte. ¡Es que hay que ir! Vamos, ¡que vayas!, no te la pierdas, pues, al igual que aquí tenemos ciudades monumentales como Úbeda, Jaén o Baeza, en Málaga tienen a la Ronda espiritual, aquella a la que acuden diariamente más de 7.000 almas a redimirse del estrés, incluidos nipones a mansalva y guiris de rubio pelo y claros ojos. De verdad, no te la pierdas.

Publicado el 10.4.10



CON EL AJETREO DE LAS FIESTAS

Hoy, con el ajetreo de las fiestas de Navidad, se me fue el santo al cielo. Y por más que intenté perseguirlo, no pude alcanzarlo, sólo imaginar su estela. Andamos metidos en mil cosas: los preparativos de la cena de Nochebuena, el cotillón de fin de año, el cierre contable de la empresa, las cenas múltiples entre compañeros, los propósitos de enmiendas –como todos los años por estas fechas-, las notas del instituto de la nena, las notas del colegio de la otra nena, las pagas extras, que he oído por ahí, de los mentideros habituales, que las iban a quitar, como en Portugal. Andamos metidos en mil faenas, de ahí que cuando me ha llamado Antonio, el de la COPE, me ha pillado quitándome el pijama, en calzoncillos, y he tenido que improvisar un artículo de opinión, que no sé si es más una reflexión, una confesión, una afirmación o un decálogo de buenas intenciones para el próximo año, pues de este que se va, el 2011, mejor no hablemos.

Te dije, Antonio, que al menos me des un minuto de margen matutino, pues resulta que estamos emitiendo este artículo con media cara afeitada y la otra media embadurnada de crema; las legañas aún se niegan a devolverme la calidez del día y la razón, y, por si fuera poco, por el otro oído libre escucho la voz barítono de mi mujer pidiéndome, solicitándome, exigiéndome, que lleve a los niño al cole YA o YA, pues llegan tarde. Así que adiós Antonio, adiós amigo, hasta el próximo día 30, que será el último viernes del año, y en el que tendremos que meditar seriamente desde este lado del cable y desde el otro lado, acerca de la incierta aventura que será el 2012, pues el 2011, sin pena ni gloria, como el que dice, “nos lo hemos cargado”.

Publicado el 27.12.11


A UN TIEMPO TRISTE, A UN TIEMPO ESPERANZADO

A un tiempo triste y a un tiempo contento. Triste porque no se viven momentos de festejar con alegría hechos ni acontecimientos. Alegre porque la vida sigue cultivando anécdotas, regalándonos nuevos días, y porque nuestros amigos de BAILÉN AL DÍA cumplen 50 números, o lo que es lo mismo, 50 alumbramientos de nuevas esperanzas.
            A un tiempo alegre, porque las nubes comienzan a disiparse, porque las lluvias, al parecer, tienen intención de dejarnos, porque se acerca la Semana Santa, que muchos vivimos con devoción y apasionada emoción. A un tiempo alegre porque nuestros hijos cierran el trimestre   con notas dispares, porque ilusión no nos falta, contra viento y marea. Pero a un tiempo compungidos, pues no salen las cuentas, porque no se hacen las cosas como se debiera, porque en este pueblo, siempre a la vanguardia en cuanto a emprendedores, ahora nos limitamos a llorar lo que fuimos y que dejamos de ser. Que es posible que no volvamos a niveles del 2007. Que es posible que tengamos que replantearnos cuestiones que teníamos olvidadas, y que aceptemos que nuestra industria para ser competitiva, habrá de diversificarse, modificarse, tecnificarse y expandirse, pues sí.
            A un tiempo triste porque en mi pueblo no existe ni un mísero cine en el que refugiarnos de la modorra, ni un petit centro de ocio al que acudir para entretener a nuestros hijos mientras los mayores durante unos minutos nos convertimos en menores. Pero a un tiempo exhibiendo ancha sonrisa por los compañeros y paisanos que triunfan en sus profesiones, en sus carreras, en sus aficiones, en el deporte, aunque casi siempre sea fuera de nuestras fronteras, pues Bailén poco les ofrece de un tiempo a esta parte.
            Triste al hacer recuento de aquellos amigos que partieron el último año a otra vida y que nos dejaron  huérfanos de su compañía, y hablo, entre otros, de Paco Hernández, de Rafael Aguilera, de Antonio Osuna, o del alcalde Antonio Gómez Huertas. Sin embargo, de numerosos amigos otros nacieron, y por ello también nos mostramos alegres. Como decía el cómico filósofo: “los que entran por los que salen”. Así es la vida, y poco o nada podemos hacer por variar su curso.
            Esperanzados en que esta situación de agobio económico que nos oprime acabe cuanto antes, aunque sabemos, como dice el anuncio que “se necesita la ayuda de todos”. Todos somos necesarios. Nadie sobra en esta lucha. Luego habrá que acometer otras empresas del corazón o del espíritu, por el orden que prefieras, pero ahora lo urgente es  -y no es mía la frase, que se la tomo prestado a un amigo del que me reservaré por dignidad su nombre- es comer cada día, afrontar el pago de la terrible hipoteca, comprar ropa, aunque de rebajas a los hijos, evitar el fatídico corte de la luz por impago, y otras cuestiones terrenales que hoy se han convertido en principales. Triste pero a un tiempo contento, puesto que por una lógica matemática temporal, nos queda menos tiempo para salir de la crisis que cuando empezamos, y que cada día nos deberá quedar uno menos. Otros vendrán que contarán como un día más, yo aún me apego a numerar hacia atrás, sin mirar el tiempo pasado, pues pasado está.
            Precisamente, y os lo digo con conocimiento de causa, los medios informativos, como BAILÉN AL DÍA,  están para informarnos de lo que ocurre a nuestro alrededor, con el máximo de rigor y rapidez posible, pero también están para insuflarnos confianza, en dosis colectivas de ilusión. Vendernos la realidad pero también el mundo deseable y utópico que podemos crear si empujamos todos en la misma dirección, algo que hace demasiado tiempo que no observamos, aunque se nos llena la boca de buenas intenciones que nos prometen pero que al apagar el micrófono olvidan.
            A un tiempo triste, sí, pero las más de las veces esperanzado.

(Aparecido en la revista BAILÉN AL DÍA)



EL ROSTRO DE LA NECESIDAD

                He de reconocer que ayer me impactó ver el rostro de la necesidad, contemplar el abismo que existe entre la opulencia y la miseria, observar cómo el amigo que ayer creía tener resuelto su futuro  y el de los suyos, hoy mira con ojos desconfiados al mañana. Hace apenas unos años recorríamos en moto sendas que ahora le están prohibidas, pernoctábamos en hostales y hoteles que hoy le tienen cerradas sus puertas por insolvente. Y es solo un rostro, visible, ¡cuántos no permanecerán escondidos a nuestros ojos, invisibles para el resto! Vino a venderme una trabajada pieza de artesanía que modeló durante al menos una semana, me rogó que se la comprara en un agónico grito de ayuda, por unos pocos euros que, me confesó, le servirían para ir tirando algunos días. Que él y su familia subsistían con los 400 euros de ayuda que el Estado le proporcionaba, a él que nunca le faltó trabajo en sus más de cincuenta años de vida, de maestro mecánico, de conductor  con carnet de primera. La necesidad le ha obligado a ingeniárselas elaborando trabajos en madera, pequeñas piezas de artesanía que luego ofrece a los que somos sus amigos, y así superar este amargo trance que es el desempleo. Conserva íntegra su dignidad, pero sus ojos me miran con menos brillo, con una luz mortecina que apenas irradia y que disminuye al mismo ritmo que flaquean sus esperanzas. Él me ha enseñado el rostro de la amargura y la desesperación, y yo, de alguna forma, me sentí obligado a lanzarlo a los cuatro vientos, pues, como él, cientos, miles de vecinos, amigos, familiares, están en silencio llamando a las puertas de nuestros corazones, y no podemos hacer oídos sordos, no podemos mirar hacia otra parte, no ya porque mañana nos puede tocar a nosotros, sino porque ayer reíamos con ellos, nos divertíamos juntos, vivimos aventuras, y claman al recuerdo. No nos convirtamos en seres de piedra, en meros espectadores, ajenos a ellos.






GALA DE LOS CAECILIA

Hoy me siento especialmente dichoso, locuaz, pletórico. Resulta que esta noche celebramos en Bailén la Quince edición de la Gala de los PREMIOS CAECILIA, y compartiremos con bastantes amigos, algunos venidos de La Coruña, otros de Málaga, de Madrid, o de esta nuestra provincia, la pasión por la cultura, el deporte o la vida misma. ¡Tanto tiempo separados del paisaje lunar y de aquellos que un día fueron sus amigos!  Hoy volveremos a encontrarnos y brindar con buen vino de la tierra, a ser posible coger un leve principio de embriaguez que nos permita ser atrevidos pero a un tiempo comedidos.
Días atrás Perea y yo coincidíamos en alabar el ingente trabajo que las Asociaciones Culturales, y por ende las deportivas, las religiosas, las sociales, desarrollan por la justicia, la libertad de opinión y el progreso de los ciudadanos. Nunca antes el asociacionismo se había mostrado más ágil y emergente. Coincidíamos en que hay vida fuera de las instituciones públicas, cada día más volcadas exclusivamente en aportar fondos –salvo algún que otro Ayuntamiento cicatero- y menos en organizar eventos, que dejan en manos de las organizaciones de referencia, verdaderas dinamizadoras de la cultura y el ocio.
Y nos preguntábamos en voz alta si las Administraciones ¿algún día valorarán en su justa medida la labor sorda y callada del asociacionismo?, en lugar de perseguirlo, cercarlo, manipularlo o intentar hundirlo. En el momento en que se les reconozca su importancia, comenzaremos a descubrir las miles de respuestas que nos estaban siendo vetadas.
En otro orden de cosas, me quiero dirigir a la alcaldesa de Jaén para preguntarle si ha sopesado mi oferta de devolverle a Bailén la estatua de la Plaza de las Batallas que hace cien años les prestamos en precario. Ruego rápida respuesta para continuar con los trámites oportunos.


Publicado el 9 de Octubre de 2009


VIENTOS Y MAREAS PERIODÍSTICAS

Es de justicia que en primer lugar pida perdón, en público y en voz alta, a mi amigo Rafael Moga, por no haberle podido corresponder hasta ahora a sus continuas peticiones de colaborar en el periódico  BAILÉN AL DÍA.  Aunque no es mi intención excusarme, sí le he explicado que los únicos motivos son de índole temporal  -como la vida misma-, y que otras obligaciones, llámese Bailén Informativo, Asociación Caecilia o Asociación General Reding, me han impedido afrontar esta ilusionante propuesta con las suficientes garantías y disponibilidad. Por ello, me atrevo a solicitar de las autoridades pertinentes estudien con detenimiento y mimo la posibilidad de establecer los días de treinta y seis horas, en lugar de las veinticuatro actuales, al objeto de poder realizar en una misma jornada un mayor número de actividades de las que hoy, por razones temporales, somos capaces de ejecutar.
            Hoy hemos coincidido en el Hotel Bailén, en el marco del Foro Caecilia que tan inteligentemente dirige y organiza  cada año desde hace al menos un lustro, nuestro mutuo compañero y colaborador de BAILÉN AL DÍA y de BAILÉN INFORMATIVO, José María García Verdejo, un grupo, yo diría de Iluminatis que desde hace un tiempo  -siempre surge el  mismo vocablo, que nos avisa de nuestra condición limitada- , contra vientos de incomprensión y mareas presupuestarias, editamos, organizamos y colaboramos en medios de comunicación locales y provinciales. Coincidíamos en  reconocer la buena salud de los medios locales y del periodismo bailenense, en donde de un tiempo a esta parte han venido proliferando medios de comunicación variados  que nos permiten acceder a toda la información que acontece en nuestra localidad, así como en la provincia. Incluso, en una suerte de chauvinismo rayano en lo humilde, surgía como bendición el hecho incuestionable de la exportación a otros medios, escritos y hablados, de plumas y voces periodísticas de alto nivel que han hecho de la información su medio fundamental de vida. De su análisis deducíamos la buena salud del periodismo local y por ende el amplio abanico ideológico, que traducíamos en una suerte de libertad de expresión y de opinión.  Otra cuestión distinta es la actual situación económica, que evidentemente afecta a nuestros medios, toda vez que sería imposible sobrevivir sin el necesario apoyo presupuestario que aportan las empresas de Bailén, y que hace que en estos momentos la travesía por el desierto de la noticia sea un camino serpenteante y espinoso.
             En el fragor de la tertulia surge el incuestionable hecho de que a la vez que proliferan los medios de comunicación tradicionales como la prensa escrita, las radios y las televisiones, florecen otros alternativos, fruto de las nuevas tecnologías, no menos interesantes, y que ocupan por derecho su propio espacio en las redes sociales, y a los que también desde algunos medios informativos nos hemos sumado en un intento de recuperar el futuro y pervivir en esta jungla tipográfica.
           Hablamos de valores, de ética, de humanismo, de educación, de Cultura con mayúsculas, de las experiencias vividas, de las anécdotas sobrevenidas, de los nuevos compañeros que se incorporan a este hipnotizante mundo de las palabras susurradas y que están aportando una savia y vitalidad ilusionante para todos. Y por fin, el compromiso de continuar cada uno con la labor emprendida, sin desfallecimientos, sin medias tintas, a pecho descubierto, contra ese viento de incomprensión y mareas de censura, con las velas extendidas hacia un horizonte en el que es probable que no estén nuestros nombres escritos con letras de fuego, pero en el que,  a ciencia cierta, otros continuarán sosteniendo la imparable nave de la comunicación hasta arribar en buen puerto. 
            Hemos sabido intercambiarnos opiniones, proponer nuevos encuentros y agruparnos en torno a una idea de progreso. Hemos volado por encima de nosotros mismos y de nuestros particulares espacios periodísticos, y aunque a veces los rostros se repiten y somos los mismos  enfrentados al misterioso mundo,  también hemos abierto las puertas de par en par para que entre la brisa de nuevas generaciones, en un intento de extender los pergaminos y permitir que se llenen de literatura y de cuentos. ¿Te atreves a decir lo que piensas? Te seguimos esperando.

(Aparecido en el periódico BAILÉN AL DÍA)



MAR DE PARADOS

Buenos Días tengan ustedes. Probablemente algunos nos escuchen desde la abarrotada playa, otros desde la paz de la montaña; unos disfrutando de las esperadas fiestas del pueblo, otros aún tras la mesa de oficina, o junto a la ardiente y monótona máquina de hacer ladrillos cara vista o rústicos, agradecidos de ser de los pocos especímenes que conservan su puesto en este mar de parados que es la provincia de Jaén y resto de España, más si cabe en el mancillado sector de la fabricación de materiales para la construcción, tan empobrecido de un tiempo a esta parte.  Últimamente mantengo encendidas conversaciones con un buen amigo, del que únicamente diré que se llama Rafa y que tiene 50 años. Trabaja en un tejar, es decir, en una fábrica de ladrillos, actividad que ejerce desde los 20 años. Y a pesar de que se quejaba cada cierto tiempo de su perra suerte al contemplar a los amigos encorbatados y luciendo palmitos, en trabajos de oficina, comerciales o de representación, ahora se tornaron las suertes y él mantiene aquel mísero trabajo mientras que los amigos que se afanaban por parecer lo que no eran, engrosan las listas del desempleo, ya sin corbata, ya sin prestaciones de desempleos, ya sin posibles, y con cuatro hipotecas: la casa, los dos hijos y la suegra. De un tiempo a esta parte es a mi amigo a quien se escucha por lo bajini exclamar: “bendita perra suerte que me ha tocado en buena lid”.

Publicado el 8.7.2011

VENDO BESOS

Hoy vendo besos, cinematográficos, de bolsillo, sosegados o apasionados. Al gusto. El básico a tres euros la pieza. Si lo prefieres con abrazo y arrumaco serán cinco euros. La duración mínima se fija en treinta segundos. No se aceptan ofertas por menor importe, pues la vida está muy mala; o inferior tiempo, por entender la empresa que sería temerario, pudiendo llegar a producirse el efecto contrario al deseado. Le aseguramos que nunca su dinero habrá estado mejor invertido. A los parados de larga duración se les cobrará un suplemento llamado de felicidad, por importe de dos euros extras, en la certeza de que llevarán demasiado tiempo esperando un abrazo que no les llega, no digamos ya un beso. Es posible que alguno me tache de loco, pero para períodos de crisis decía mi profesor de economía que imaginación, y eso es lo que me he propuesto. Largas colas me esperan a la puerta de mi consulta. Se garantiza un apretón moderado, sin marcas ni uñas, y un beso apasionado. Consulta para citas previas en el teléfono 65…. ¡Ejem, ejem! ..95950: amores no correspondidos, dificultades económicas a finales de mes, un cuerpo que no le satisface lo más mínimo, envidia de la mujer del vecino, un trabajo agobiante… ¡no lo dude!, consúltenos su caso y le besaremos a medida. Confíe solamente en reconocidos expertos. No deje su suerte en manos de aprendices.


Publicado el 18.12.2009


24.000 SERES HUMANOS

Dudé esta mañana sobre el contenido de mi comentario. Gris o color. Triste o animado. En lugar de lanzar una moneda al aire, método algo manido, decidí asomarme a la ventana y observar el cielo, seguro de que este me daría la respuesta. Lo observé algo gris, temperatura fría, por lo que, lo siento, toca contenido serio. Además me levanté, lo confieso, con el pie de tropezar, cambiado, girado. Pensé, hace un par de semanas nos flagelaban los medios de comunicación con las frías encuestas del desempleo, que arrojaban un triste balance de más de 4.500.000 en el primer trimestre del 2010. Os juro que a más de uno se nos puso cara de bobos enlatados. Hace varios días nos animaban la mañana con el dato de abril con 24.000 parados menos. No lo penséis, no lo pensemos, solamente como una cifra. Estamos hablando de 24.000 seres humanos, me atrevería a diagnosticar que 24.000 familias soportarán mejor las inclemencias brutales de esta crisis, y eso no es moco de pavo. Inevitablemente me pregunto ¿qué se está haciendo mal?, o tal vez, ¿de quién es la culpa de la actual situación? Yo lo tengo muy claro, y me voy a atrever a decíroslo a la cara en un orden que no necesariamente es proporcional a la culpa o a la responsabilidad, salvo quizás el primero de ellos: la banca, por engañarnos antes y ahora, por embaucarnos en su red de mentiras arriesgadas. El gobierno por no tomar las precisas y adecuadas medidas, o por tomarlas demasiado tarde, amén de su cobardía para afrontar determinados procesos necesarios, no vaya a ser que los sindicatos le monten un pollo del carajo. La oposición popular, también, por supuesto, por no estar a la altura de las circunstancias, y limitarse a un discurso rancio y repetititititivo sin aportar soluciones prácticas. A los empresarios que no supieron diversificar sus riesgos en tiempos de bonanza. A los trabajadores que tampoco optaron por el ahorro y la previsión, lanzados a la vorágine del consumismo, e incluso al león de la Metro Goldin Mayer por mostrarnos un mundo de ensueño y escondernos la realidad de las penurias.



“MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA”     

Buenos días, aunque como decía Germán Copini,  vocalista de los Golpes Bajos, “Malos tiempos para la lírica”, o lo que es lo mismo: malos tiempos para la cultura. Me comentaba un amigo de Móstoles que últimamente se les había ocurrido a los políticos de nuestro país cuadrar los déficit presupuestarios municipales eliminando brutalmente las partidas destinadas a cultura, educación, deportes, festejos, y todas aquellas consideradas por ellos superfluas. En un alarde de  calenturienta imaginación pegaban un tijeretazo a lo que ellos consideraban intranscendente, secundario, nimio, vacío, trivial, baladí, inútil. Soportando algunos tantos años la necedad y apostura de la cultura, la arrogancia de los deportistas y los aforismos de los docentes e intelectuales, el momento les venía que ni piripintado. La situación de crisis económica que sufre nuestro país y su entorno les resulta propicia para cargarse los eventos culturales  -eso sí, con el compromiso de que solamente será una condena temporal-, los clubes y asociaciones deportivas  -manteniendo solamente los grupos afines- y los festejos que supongan rascarse los bolsillos. Pero siempre con la mejor de las intenciones, o sino que se lo digan a los políticos de mi pueblo. ¿Qué importan los cientos, los miles de empleos directos e indirectos del sector del ocio y el tiempo libre? ¿Qué les importa a ellos el retraso cultural y social en que tales decisiones los sumirán?: lo importante, dicen, es controlar el presupuesto, no superar el umbral de los ingresos. Pregunto yo, y nos preguntamos cientos, ¿pero quién controla a esos cazurros que dicen NO a todo lo que tenga que ver con la cultura, el ocio, el tiempo libre, el deporte y la educación?




¡CHORIZOS!

Buenos días a todos y a todas. Voy a omitir, adrede, dar o sugerir nombre alguno. Seréis vosotros los que pongáis rostro a los personajes de este cuento que por cierto no lo es ni pretende serlo.  ¿Estamos todos de acuerdo en que los chorizos deben estar sometidos, entre rejas? ¿Piensas, como yo, que el que la hace debe de pagarla?, ¿que la justicia debe recaer con todo su poderoso peso tanto sobre un navajero de tres al cuarto, que sobre un político corrupto, venga de la facción que venga? De un tiempo a esta parte asistimos abochornados al triste espectáculo de contemplar el paseíllo que alcaldes, concejales, presidentes, consejeros, asesores, diputados y macarrillas ejecutan por el frío mármol de los juzgados, ruborizados al comprobar que existen indicios más que probados de sus tropelías. No quiero, Dios me libre, ponerle rostro, y menos un concreto semblante, pues están las dependencias judiciales y carcelarias llenas de descuideros que al menor despiste te la juegan, o mejor decir, “nos la juegan a todos”. ¡Como el dinero no es tuyo, como el dinero no es de nadie! Pues se equivocan, es tuyo, es mío, es nuestro, es vuestro, es de todos, y con él, y otro tanto que no se descubrió su paradero, podrían haberse construido escuelas y hospitales, carreteras o embalses, o, simplemente depositarlo en la cuenta anónima de una ONG, nunca en las arcas de los indeseables. ¡No! No quiero ponerle rostro, que cada cual le ponga el rostro de su bandido preferido, pero al final convengamos que en algo estamos los de aquí y los de allí de acuerdo, en que estos individuos, con corbatas y bien acicalados, con su culpa demostrada, donde mejor están es entre rejas, en la Celda 211, o peor aún, condenados al olvido.



COMO UN BICHO RARO

¡Con qué ahínco nos enfrentaban los partidos políticos a los ciudadanos! ¡Qué hipocresía en las consignas de la derecha!, ¡cuánto servilismo y obsesión entre las filas de la izquierda!  Procuraban nuestro apasionado debate, a modo de adoctrinamiento ideológico, al cual resultaba imposible sustraerse sin caer en las garras del linchamiento y el escarnio. Algunos insumisos de la izquierda, de la derecha y del centro dogmático nos manifestábamos seguidores de la corriente de lo humano, y nadie, absolutamente nadie, con ese rictus de sorpresa en sus rostros, acertaba a comprender nuestras propuestas de integración en un solo mundo sin dos frentes opuestos de antemano. Solamente pedíamos que miraran a los ojos de la gente, que individualizaran sus preocupaciones y sus emociones, que supieran de sus sueños, de sus raíces, pero a nadie importaba esto, pues solamente preguntaban que si eras de izquierdas o de derechas, de este o de aquel. Yo les respondía con cierto cariño y una mezcla de preocupación, que solo era un ser humano con una pizca de sentimientos en su corazón, pero seguían mirándome como si fuera un bicho raro.


Publicado el 6.11.2009



EN ESTE TIEMPO QUE VIVIMOS, DECIR LA VERDAD NO RESULTA RENTABLE


Siempre oímos de nuestros padres frases como que "hay que ir por la verdad por delante", o que "hay que defender nuestras creencias contra viento y marea", "más vale una verdad que mil mentiras", etc... etc.


Prueba a aplicarlo en la realidad de tu contexto, entre tus amigos, a tus clientes, a tus compañeros en el equipo de fútbol, en tu asociación, y comprobarás que nada más lejos de la realidad. Lo blanco lo pintan negro. Dos más dos ya no son cuatro. La caperucita roja resulta que estaba compinchada con el lobo para sacarle la pasta a la abuela. Aquellas personas a las que entregaste tu amistad y tus cuitas vendían su alma por menos de treinta monedas que no eran de oro, sino de cobre -saltaba a la vista-. Y cuando aquellos a los que considerabas amigos en la cultura, en el compromiso social, les confiabas tus pensamientos más profundos, les razonabas, convencido, las que creías tus verdades, en un juego de contarnos la verdad verdadera justa necesaria y cierta, cogían tal berrinche que imaginabas que hubiera sido mejor, mucho mejor, negarles la evidencia, ocultarles la realidad.

Recordabas aquellas otras frases en las que se porfiaba que "en determinados momentos era mejor soltar una mentira piadosa", que no es otra cosa que lo que hoy se da en llamar "ser políticamente correctos": todo es bello y bonito. El cielo es azul, a pesar de que está lloviendo. ¡Qué bonito está el pueblo!, mirando para otro lado ante la evidencia de lo grotesco y horrendo que se nos presenta en su conjunto.


Ocultar las verdades que siempre nos callábamos por no herir sensibilidades nos llevaba a sufrir la idolatría de los acólitos, pues resultábamos estimulantes para los sordos oídos. Y si disfrazábamos nuestros rostros con una sonrisa, nos convertíamos en los perfectos acompañantes.


Si por el contrario clamábamos a los cuatro vientos lo que pensábamos, lo que sentíamos, lo que opinábamos, sin cortapisas y con las ventanas abiertas de par en par, bajábamos a los infiernos, estigmatizábamos la imagen que se tenía de nosotros, que no era otra que la que cada cual tenía de sí mismo, y que a fuerza de modelaje habíamos contribuido a crear. ¿Qué ganábamos -nos confesaban algunos adeptos- en decir tales o cuales verdades verdaderas? Era cierto. En ocasiones era inevitable hacernos esa y otras preguntas. ¿Qué ganábamos con ello? cuando de nosotros se esperaba la sonrisa fácil, el golpe en la espalda, el estímulo con la palabra, tal vez la adulación infinita. ¿Para qué una verdad a destiempo? ¿A qué, hijo, te conduce ello?, nos aconsejaba la experiencia de los mayores: deja correr las cosas, nunca digas lo que de verdad piensas, diles lo que quieren oír, y como aquel profesor de yoga que amplificaba tus propios sentimientos, subrógate en la armonía de los contrarios, camúflate con la piel de los elegidos, pues el tiempo transcurre demasiado deprisa e inexorable, y sin que apenas te hayas percatado de ello, cumpliste cincuenta años, y ahora eres tú la experiencia que otros buscan, el oráculo al que acuden los descarriados, o quizás los despistados. Abona el solar de las amistades ciegas, sordas, irreflexivas. ¿Qué ganas con llevarle la contraria al convencido de antemano, al que a buen seguro no oirá tus peroratas? Cimenta la cordialidad y las buenas maneras, y sé el perfecto encubridor de los defectos del otro, pues ganarás un palco en el cielo y en la tierra un abono para la próxima edición de los goyas al más noble gilipollas. No todo el mundo puede optar al reconocimiento.


Por eso te digo, noble ateniense, hijo del cantero Sofronisco y de la matrona Fainarate, que disculpes mis diálogos en contraposición a tu filosofía, pues yo, como tú dijiste antaño, "sólo sé que nada sé", y perdonando mi ignorancia toleres mi lengua descarada, y a otra cosa, mariposa.


Publicado el 8.4.2009


MIL GRACIAS

Voy a tomar prestado el título de un artículo de mi amigo Eufrasio Pérez Navío: MIL GRACIAS. Mil gracias por esta vida repleta de anécdotas y aventuras. Mil gracias por una compañera que aunque arisca y algo hosca, es afanosa y comprensiva hacia quien es tan enrevesado. Mil y una gracias por tres hijos en edades complicadas pero que colman mi orgullo.
Mil gracias a aquellos que me son pacientes y condescendientes, y a los que un día me hirieron, pues a ellos debo el descubrimiento de la verdad y lo intrínseco. No dejo de acordarme de aquellos otros con los que discutí, luché, enfadé hasta lo absurdo de negarnos el saludo, pues transcurrido el suficiente tiempo, y el pelo canoso, nos reímos ambos de nuestra necedad. ¿Qué conseguimos con el enojo, acaso un reconocimiento que nunca hubo?        
Por ello, MIL GRACIAS por los amigos y por los enemigos, por los buenos momentos y por los otros, de los que apenas me acuerdo. Mil gracias por los empujones, por los necesarios suspensos, por la negativa de unos ojos que creía conquistados y fueros esquivos. Mil gracias por la crisis –de conciencia, de amores, de ansiedad, no tanto por las económicas -  y mil gracias por dejarme entrar en tu casa y en vuestras vidas. MIL  GRACIAS.


Publicado el  16.10.2009



LA FERIA-LA CRISIS

Y perdonadme por el olvido de la semana pasada, aunque en realidad se trató de una semana de reflexión para vosotros y para mí mismo. Hoy, con la cabeza alta y la mente serena  vuelvo a estar con vosotros y os pregunto cómo os fue durante la feria. Me imagino que bien, pues nunca vi más gente en la Feria de Octubre de Jaén. Y las colas en los cacharritos, las casetas llenas de familias y amigos compartiendo mesa, mantel y conversación. Los jóvenes disfrutando del  hip hop  y de los miles de decibelios a toda pastilla. Las calles llenas, los rostros alegres, las oleadas en dirección a La Vestida. Y alguien de quien quiero obviar su nombre me confesaba que los efectos de la crisis no los entendía. Que cómo se podía entender que, con las dificultades que todos jurábamos padecer, pudieran estar los lugares de ocio  y diversión tan abarrotados. Si realmente a los ciudadanos les costaba llegar hasta final de mes, como es que se derrochaba en actividades no prioritarias. Yo le decía que tal vez fueran estas las prioritarias, pues qué mejor medida contra las crisis que ignorarla. Qué mejor medida que combatirla en la línea de flotación de su pesimismo, en lo profundo del abatimiento moral que produce y del que se alimenta de forma geométrica.  Aún  así, mi amigo me miró de frente y no me pudo evitar un gesto de negativa afirmación, como diciéndome… VALE.


Publicado el 31 de octubre 2009


DEPENDE

Buenos días amigos, aunque eso de buenos días siempre depende, ¿de qué depende? Pues, para empezar,  no amanecerá con igual gris para aquel que dirige sus pasos hacia su trabajo habitual, que para quien abúlico y desencantado mire el cielo a través de la ventana de su habitación, a la espera de que alguien inexistente le llame para ofrecerle una oportunidad laboral o tan siquiera una  leve ocupación. Si además tienes al maldito comercial del banco llamándote con esa voz anodina recordándote que tienes dos, o casi tres, recibos de la hipoteca pendientes de pago, es que el día no abre gris, sino oscuro y con nubarrones.  Luego están las otras cuestiones colaterales, como la marcha de los estudios para los niños,  el tropiezo de tu equipo en la Copa del Rey, la lesión de Messi,  Ronaldo  o   Villa, el amor imposible que imaginaste en la mirada perdida de aquella chica, o los problemas cotidianos del ajeno mundo, como la pobreza extrema,  la  oleada ingente de emigrantes hacia una civilización estancada en el lamento continuo, el calentamiento global del planeta, la muerte del último lince, el terrorismo  o  las numerosas guerras fratricidas  que nunca apoyaste y que nunca entendiste, que en mayor o menor medida te afectan, entonces lo de buenos días podría antojarse un lacerante eufemismo.  Sin embargo no es NADA  comparado con el dolor de un padre y de una madre asistiendo al prolongado crepúsculo en la vida de su hijo.  En esos momentos me acuerdo de mi hermano Paco y por ello te digo, si este no es tu caso, BUENOS DÍAS AMIGO.



Publicado el 13.11.2009


EL DISCO DURO DE UNA VIDA

Buenos días oyentes. Buenos días Mary Carmen. Ayer cumplimos veintiún años de convivencia, pero no pude decirte con palabras, en apenas dos párrafos, en solo quince segundos, lo que la vida nos ha deparado juntos. Me pareció escaso el tiempo, fugaz el instante para sintetizar las experiencias, las anécdotas, los momentos que hemos compartido, los proyectos alcanzados y los que aún duermen en un cajón olvidados. O lo que es más importante, los tres hijos, Nico Gema y María, que concebimos  -¡Sí!, que concebimos los dos, pues el acto y su futuro pertenecen a ambos por igual-.
Un techo, un trabajo, el necesario alimento, la hipoteca que cada mes nos recuerda que no todo el camino será de rosas, las notas de los niños, las reiteradas discusiones de alcoba y los escasos debates sobre lo divino, o el mismo hecho de soportarme durante 21 largos años, con lo difícil y complicado que debe ser. Lo sé. Pero… recuerdo, Mary Carmen, y seguro que tú también, hermosos amaneceres en la quietud de la sierra, las conversaciones con amigos al calor de una chimenea, los Héroes en Sevilla, las duermevelas por aquellos mares del Sur… Y otros 7.665  recuerdos almacenados en el disco duro de toda una vida. A veces me parece que fue ayer cuando robaba tus besos y tus abrazos a escondidas.

Publicado el  20.11.2009


PAPEL EN BLANCO


Hay días que uno se enfrenta al papel en blanco, y le es difícil elegir un argumento que le pueda servir de guión para un artículo de apenas quince líneas y que no supere el minuto y veinte escasos segundos. Uno piensa, ¿de qué me enrollo hoy? ¿De política? ¡No! Me niego a seguir las modas mediáticas y a continuar con los interminables debates para sordos, aunque nunca mudos. ¿De cultura? ¡Tampoco!, que siempre habrá alguien que piense que alardeamos de intelectualidad, tachándonos de hipócritas. ¿Tal vez sobre economía? Tanto se ha hablado ya, que poco o nada podría aportar desde mi humilde púlpito. Siempre nos quedarán aquellos temas recurrentes de los que todo el mundo opina, a los que todo bicho viviente se suma, que no pasan de moda y que quedan muy bien para la fotografía, como son el ¡NO A LAS GUERRAS! y el sí a la paz, el  no a la pobreza y el sí a la ayuda humanitaria, el no a la violencia general de género y el acabose de la impunidad machista, o el grito contra el absurdo terrorismo de ETA.
Todos ellos, por junto o separado, quedan debuten en el discurso y en el currículum, pero… la verdad es que sigo teniendo el folio en blanco y sin saber de qué hablaros en esta fría mañana de otoño.


Publicado el 27.11.2009

A PIES JUNTILLAS

Buenos días, o al menos a mí me lo parece, ¿para ti qué tal son? Con demasiada frecuencia me encuentro  gente enfadada, furibunda, quejándose del mal humor del vecino; molesto porque Hacienda le ha dado una puñalada trapera; irritado por hacer cola en los pasillos del ambulatorio; resentidos unos con los políticos de un bando con el que no comulga, molestos los otros con las decisiones, todas, que toman aquellos a los que no votó ni votaría nunca. Con excesiva reiteración se suceden en nuestro entorno frases despectivas hacia personas a las que no hemos tratado en las distancias cortas, de las que nos han dicho esto o aquello, y sin dudarlo, como si se tratara de verdades absolutas, nos las hemos creído, viniendo de quien venía, sin cuestionarlas, a pies juntillas. Cada día nos parecemos más, en pensamiento, al esperpento que nos esforzábamos en esquivar. Quejicas, plañideros, llorones, ante cualquier situación por nimia que esta sea, obcecados en criticar sin argumentos, en protestar sin razonamientos y en reclamar para demostrarnos a nosotros mismos que nuestras tesis siempre son ciertas, que nuestro juicio es tajante, único, palabras que en esencia son sinónimas de dogmático, autoritario, categórico, dictatorial, tiránico o dominante. Cada amanecer me levanto con la esperanza de encontrarme a un hombre justo que me repita la rotunda fórmula de los “buenos días”, y que crea en ella, que difiera y convenga a un mismo tiempo, que diserte con la aplastante lógica de la capacidad de convencer siendo justo y moderado a un tiempo, pues me entristece que, llegado al crepúsculo, los lugares por los que habito, no han sido regados por las gotas de la sabiduría, la erudición o el discernimiento, lamentablemente.


Publicado el 30.9.2011


LA BATALLA DE BAILÉN VERSUS INDEPENDENCIA

Un año más, en Bailén, hemos reconstruido parte de la gloriosa historia que escribieron nuestros antepasados, los mismos que vertieron su sangre por entre los olivos. No todos eran de Bailén, pues los había de Mengíbar, de Porcuna, de Jaén, de Andújar, de Utrera, de Carmona, piqueros de Jerez, de Granada y de Málaga a cargo del General Reding, de Écija, de Villanueva de la Reina o de Córdoba. Les movía un ideal: la independencia de España del opresor francés. No se pararon a pensar si las ideas ilustradas y liberales que querían introducir en este país eran buenas, propicias o justas. Lo único que importaba era que habían violado nuestra tierra, asesinado a nuestras gentes, mancillado nuestro honor, a pesar de que este se tambaleaba en horas bajas, por culpa de unos papanatas de reyes, padre e hijo, Carlos IV y Fernando VII, enfrentados por la corona y olvidados por completo del pueblo sobre el que reinaban y que pasaba hambre y escasez. Ese mequetrefe de Napoleón se había burlado de las gentes de este país, los había minusvalorado, y ese fue su gran error y a la postre su tumba política, pues se le olvidó, o algún consejero se lo ocultó adrede, que el español del norte, del sur, del este, del centro, de las islas y del oeste, era un ser orgulloso, apegado a su tierra y a sus costumbres, amante de una sola bandera bajo la que todos nos parapetábamos, y que sin complejos nos acogía, algo que hoy se nos ha olvidado, y de lo que tal vez un día nos arrepintamos, pues nuestra historia colectiva, regada de sudor y de sangre, se escribió a nuestro pesar, y a pesar de los políticos de pacotilla. El pasado fin de semana en Bailén rememoramos lo que ocurrió tal día como hoy hace doscientos años, en 1811, un pueblo ocupado por las tropas francesas. Hoy son los financieros los que nos tienen ocupados, y, encañonados. Lo que no saben es que los españoles somos un pueblo orgulloso, y aunque perdonamos, no olvidamos quién es el enemigo.

Publicado en Octubre de 2011


¿ME LO DICES O ME LO CUENTAS?

¿Me lo dices o me lo cuentas? Hace apenas dos días, el impresentable de turno que en todos los lugares los hay, vociferaba acerca de las bondades de la antigua dictadura franquista, en un intento de ensalzarla sobre el actual sistema democrático en el que vivimos. Cierto es que aún sufre de mil y una imperfección, que sus aristas son cortantes, máximo cuando alguna sentencia del Supremo o del Constitucional, no nos place, o tal vez podríamos decir, no se ajusta a nuestro criterio. Pero eso, maldita sea, no puede presentarse como un triunfo de la depravación y la inmoralidad, no puede achacarse a errores de funcionamiento, pues así quedan establecidas las reglas del juego democrático, nos gusten o no nos gusten, perdamos o ganemos, triunfe nuestro partido o nuestros postulados, o por el contrario, se alce con la gloria nuestro enemigo más enconado, trátese de grupo político, ciudad, región o equipo de fútbol. Por ello, cuando el impresentable de turno, voceaba en el desierto del desprecio, clamando por la vuelta de un régimen que, a años luz, nadie reclama como suyo, y nadie defiende como válido o provechoso, personajes repugnantes de cuentos depravados, no hacen más que afianzar nuestras creencias en el poder de la palabra, en la equidad de la justicia, aunque no nos gusten sus fallos, que es igual que veredictos. Voltaire pronunció aquella famosa frase de nuestro imaginario, que yo ahora suscribo: “No comparto tus ideas, pero daría mi vida para defender tu derecho a expresarlas”. ¿Harías tú lo mismo por mí?


Publicado el 14.5.2011


RECUERDO DÍAS FELICES

Recuerdo días felices en los que los puentes festivos la familia se iba de vacaciones a la playa o a disfrutar de la cultura del interior de España. Aquellas comidas en restaurantes de moda, relegadas al olvido; las visitas educativas a los centros comerciales, entre frondosos escaparates que ponían a nuestros pies los mejores placeres de este mundo: ¡daba gusto gastar dinero! Cierto que ese consumismo también se traducía en que las familias hacían más vida en conjunto, haciéndonos dueños de la calle, sin soportar las agobiantes tensiones de la falta de medios económicos para hacer frente al día a día, no digo ya a la hipoteca, a los préstamos contraídos, a la tarjeta de crédito del Corte Inglés. Ahora nos damos cuenta que la felicidad no solo es posible si poseemos los medios adecuados para subsistir, pues ello es conformarse con muy poco: tenemos que aspirar además a gozar del resto de los entretenimientos y deleites que por mor de esta crisis, nos están vedados, como es la cultura, los viajes, la gastronomía, cierto consumismo moderado, y por supuesto de los amigos; forzando el inexorable cambio de dirección de las cosas, pues, ¿os dais cuenta que realmente nos dejamos llevar por el rumbo de los acontecimientos? sin que, en ocasiones, hagamos más de lo recomendable. Sal y toma la calle, ríete de tu propia suerte, consume como tú ahora sabes, habla con los amigos, que es gritas, viaja conforme a tu presupuesto, no renuncies a ello, y las soluciones vendrán por añadidura.


Publicado el 8.3.2012


DESEQUILIBRIOS Y DEPRESIONES


Es a base de desequilibrios y depresiones de lo que está hecha la historia del ser humano. No es nuevo que la serenidad, el sosiego, la placidez, el conservadurismo personal, ralentiza el avance del  mundo. De  situaciones de crisis sociales y económicas, como la actual, surgirán nuevas propuestas, una visión distinta de los equilibrios financieros lógicos que deben presidir las relaciones entre el Estado y los ciudadanos. De los problemas personales, de las rupturas matrimoniales, de los lances y dificultades que ineludiblemente nos encontraremos en el devenir de nuestra experiencia vital, resurgiremos fortalecidos, aunque doloridos, con las cicatrices alineadas sobre nuestra piel. Así es la vida. De las homicidas y absurdas guerras, que siempre consideramos inevitables, renacen estados, estructuras supranacionales, sociedades de naciones, o la necesidad de forjar Declaraciones de Derechos Universales. De las revoluciones restablecer el equilibrio social, de las guerras la paz, de las tempestades las calmas. Del desamor el amor o más bien la cordura. El mundo, nos guste o no nos guste, se mueve a impulsos de crisis, contratiempos, rupturas, guerras y vicisitudes, pues está en la propia naturaleza del ser humano, en su carácter, en su razón. Por desgracia, necesitamos los conflictos para nuestras  irremediables  mutaciones.


Publicado el 11.3.2012


AL SOCAIRE
Hablemos de fútbol. Hablemos del paro.

Hablemos de fútbol. O mejor no, hablemos del paro, aún a riesgo de entristecerme el fin de semana. ¡No!, preferiblemente discutiremos, comentaremos los últimos acontecimientos internacionales, la muerte, o mejor decir, el asesinato de Estado de Ben Laden en Pakistán, a manos de fuerzas especiales de EE.UU. Se me ocurre que podríamos debatir sobre las próximas elecciones municipales y autonómicas, aunque bien pensado, ¿qué podemos aportar nosotros que no se haya dicho ya al respecto? Os sugiero que reflexionemos sobre la crisis y el síndrome del túnel que se aleja a medida que nos acercamos a la salida, pero seguramente la mayoría os aburriríais con los exponendos, a otros parece molestarle la escasa luz que llega. Y, ciertamente, no se me ocurren muchos más temas que desarrollar en este comentario: tal vez sobre cultura, quizás literatura; acaso educación o leyes, justas e injustas, a criterio de la víctima o al socaire del lucrado. Otros me han propuesto hablar del bello arte de la tauromaquia, quizá de la escenografía y el teatro, puesta en boga por los jugadores de fútbol. O comentarios acerca de los estrenos en las carteleras de nuestros cines –quien los tenga, pues en Bailén, mi pueblo, no hay cines-; o hablar por hablar de los problemas de las familias, o salirme de peteneras discerniendo  sobre filosofía, el sentido de las religiones, el placer de la música, u ocio, acontecimientos varios, fiestas y romerías.  Todo es comentable, sugerente o sugerido, aunque bien pensado, ¿porqué no nos dejamos de tonterías y hablamos de aquello que enciende la luz roja y las pasiones de hombres y mujeres, que mueve el mundo, derriba gobiernos y está detrás de cada gran acontecimiento, al socaire de los latidos del pecho?


Publicado el 6.5.2011


A PECHO DESCUBIERTO

En ocasiones convertimos en desastre personal la eliminación de Rafa Nadal en un Master 1000, o la escasez de medallas de la selección española de atletismo en un Europeo al aire libre. A menudo, al contrario de lo que dices, pero de acuerdo con lo que piensas, la derrota de tu Madrid o de tu Barça monopoliza durante una semana tus conversaciones, tu estado de ánimo, recorriendo el veneno de la estupidez tus vasos capilares en dirección a la mala leche que pretendías sin éxito esconder al resto de los mortales. Pienso que no es una catástrofe que la selección de baloncesto pierda un partido amistoso con Grecia en el infierno deportivo de Atenas, o que se pierda por un pírrico 1-0 con Inglaterra, a fútbol, en el mítico Wembley a pesar de haber dominado durante 90 minutos. Pero es que tampoco es un infortunio personal que tu Partido, el PP, perdiera las elecciones del 20-N. De todas formas, si tu partido es el PSOE, date por perdido, aunque tampoco tendrás  que tomártelo como un fracaso propio, o tal vez varapalo, pues los errores cometidos o silenciados no surgieron de tu bolsillo, acaso.
Tal vez se nos subió el éxito y el oropel a la cabeza, nos creíamos dioses y dueños de las incontrolables fuerzas de la naturaleza, y devenimos en seres hechos de mantequilla que, derretida, mostró el auténtico semblante de la bestia, la endeble estructura de nuestros valores. ¡No! No es ninguna tragedia quedar segundo en el Gran Premio de Abu Dabi, acabar quinto en el Campeonato del Mundo de Ciclismo de Fondo en Carretera, que nuestro venerado club de fútbol quede segundo en la Liga de las Estrellas, como tampoco es un drama, un accidente que nuestro hijo haya perdido un partido en el patio del Colegio en la hora del recreo. ¿A qué sufrir o angustiarse con tales vicisitudes, cuando tenemos en juego conceptos que, aún desapercibidos, articulan las verdaderas razones de nuestras existencias? Aunque ello tendrás que descubrirlo por ti mismo, sin ayudas, sin artificios, sin mentiras, a pecho descubierto, como hubiera dicho mi padre en uno de sus lúcidos momentos.


Publicado el 19.11.2011


LA ESPALDA AL MUNDO

Volvemos de las vacaciones de verano. Es curioso, volvemos estresados. Eso le comento a más de un amigo cuando nos encontramos, ¡si es que nos vemos!, pues andamos todos un poco despistados. Cierto que este verano ha sido especialmente caluroso, y eso se nota.  Cierto es que habíamos volcado demasiadas expectativas en que acabado el estío se acababa la crisis y no ha sido así, o al menos eso me parece, y eso también se nota. Cierto es que los niños son más mayores y nosotros un poco más viejos, que también se nota, aunque no lo creas. Que nos ha dado por correr dos kilómetros al día, y no los cinco que decimos a los demás que corremos, y estamos media hora después para el arrastre. Que nos refugiamos en las piscinas particulares y le damos la espalda al mundo. Y, al contrario de lo que se espera, por tratarse de una estación en la que nos acompaña el buen tiempo, no salimos a la calle lo necesario, dejamos de frecuentar los lugares habituales, encerrándonos junto al aire acondicionado que tan fresquito sopla.
No nos engañemos. Trazamos un paréntesis de quince días, un mes o tres meses, según profesiones, medios y posibilidades, pero la realidad con la que nos volvemos a enfrentar es la misma cara cansina de los mismos políticos empeñados en enfrentarse por cuestiones a veces banales, olvidándose de lo principal, que somos las personas, sus vecinos de al lado. Volvemos y nos bombardean con noticias que ya sabemos, como son el estado de la economía nacional y mundial, el estancamiento de la  venta de vehículos, la normalización a la baja de la producción, las enormes tasas de desempleados, la huelga de septiembre, la juerga en algunos programas de televisión, que parecen que la cosa no va con ellos. En definitiva, más de lo mismo y más de los mismos. Yo, que quieren que les diga, pues que para esto me voy otra vez de vacaciones. Hasta luego Antonio.



EL COLOR DEL CRISTAL CON QUE SE MIRE

Por aquello de la maldita crisis que nos tiene embelesados de hastío y embobados de pasivo, resulta que este pasado puente del Día de Andalucía, me quedé arrestado en la casa, sin playa, sin montaña, sin turismo cultural y sin platicar idiomas. Arrebujaito en el sofá, he tenido que convivir con mis hijas pequeñas contándole anécdotas, ayudándoles a hacer ejercicios de clase, compartiendo películas de dibujos animados y de acción, los tres apretaditos, rozándonos acaso las caras que un tanto tenía olvidadas. Para no aburrirnos, he avanzado en más de 15 páginas el contenido de mi última novela que tenía algo abandonada. He terminado de leer “El Sueño del Celta”, del Nóbel Vargas Llosa, que por cierto os aconsejo. Y me ha sobrado tiempo para ordenar papeles, colgar algunos cuadros y efectuar unos arreglillos caseros para obreros no demasiado cualificados. Además, por ir contracorriente de apatías y sopores me convertí en personaje de 1808 y el restaurante ídem compartí chanzas y batallas con otros amigos con los que solía antaño conquistar territorios vírgenes e inhóspitos.  Amén de colgar varios comentarios y fotos en el blog, varios artículos para Bailén Informativo, y este mismo que escuchas, sin olvidarme de mi partido de fútbol y de pádel con los otros amigos, y largos paseos con mis hijos y con los perros, por las escabrosas calles de Bailén. Por ello, cuando contaba mi aburrimiento del puente con un amigo que sí huyó a Barcelona, no pudo más que contestarme con el axioma: “Bendita crisis bendita”, y yo responderle aquello del color del cristal con que se mire.

Publicado el 7.3.2011  (mi cumpleaños)


CURTIDOS  EN  MIL  BATALLAS: LA VIDA CONTINÚA

Nuestros gritos, lamentos y oraciones por la pertinaz sequía los dirigíamos a un cielo demasiado claro, excesivamente intenso que no amenazaba lluvias, que presagiaba un nuevo ciclo de escasez de agua que sumar a la maltrecha economía de nuestro pueblo, enfrentados a la realidad más que probable de ser los últimos en engancharnos a una recuperación ansiada que no divisamos todavía en la lejanía. Nuestras súplicas y oraciones se tornaron en excesivas, tal vez nunca debiéramos haber pedido al unísono con tanta vehemencia y ahínco, y ahora resulta que el agua nos ahoga, que los embalses desembalsan convulsivos, que los campos anegados sufren los estragos de la abundancia superlativa, y nunca más a cuento aquello de “nunca llueve a gusto de todos”, pues aún si haber iniciado apenas la recolección de la aceituna, ya se calculan los resultados desastrosos de la cosecha, la aceituna en el suelo perdida o enterrada, los suelos como charcas embaldosados, y un nuevo lamento que añadir al desatino.
No obstante, curtidos en mil batallas los bailenenses, sostenidas desde principios de los setenta  -al menos que yo recuerde en mi diario imaginario- hasta este presente de pesadilla, nos hemos sobrepuesto a situaciones análogas en ocasiones, mejores y peores, según rece el rosario de cada cual en su propia vestimenta, e incluso a veces ilesos resultar fortalecidos cuando no admitíamos esperanza alguna. Por ello no nos asusta el incierto presente y menos aún la llamada del banquero exigiéndonos el pago del último recibo  vencido de la hipoteca, o la letra del coche que si no pagamos nos ejecutarán en menos que canta un afónico gallo de opereta. Ya no nos asusta nada de lo que nos cuentan,  pues peores batallas sostuvimos, reses más bravas eludimos y hete que aquí seguimos, enseñando la encarnada muleta ante los hocicos de una tétrica situación financiera, económica y política que, en ocasiones, nos enseña los cuernos de la escasez pero que no doblega nuestras costumbres ni nuestros ímpetus.
Tal vez no compartas esta opinión en su conjunto, no asumas el contenido, las formas o vaya usted a saber qué. O tan solo no suscribas el título en el todo o en la parte. Tal vez. Pero es mi obligación darte esperanzas, pues entiendes, o al menos eso espero, que eso es lo último que se pierde, dicen, aunque yo creo que lo último que extraviamos es la vergüenza, que algunos perdieron o perdimos en el largo recorrido de este desierto que es la propia vida y todas sus consecuencias, máxime cuando inexorablemente esta sigue latiendo.

Publicado el 2.2.2010


DEBAJO DE ESTE PUENTE


Buenos días. Un silencio. ¿Y ahora qué? Crees que tengo ánimos de empezar con buenos días cuando en marzo ha incrementado el país la cifra de parados en 34.400 personas, que por cierto no solo son estadísticas, sino seres humanos, que en ocasiones se les olvida a los políticos, y también al resto de mortales. ¿Buenos días? ¿De qué? ¿Te ha subido la empresa el sueldo? ¿Te ha tocado la lotería? ¿Te han bajado los impuestos? ¿Cobraste el importe de aquella subvención aprobada y no percibida? ¿Pudiste cobrarle a aquel moroso que a tus espaldas se reía de ti? ¿Te ha perdonado el banco el préstamo? ¿Te ha condonado la hipoteca? ¿Acaso te han bajado la gasolina, el gas, la electricidad, el agua, la contribución y perdonado las multas por aparcamiento?  Buenos días, ¿de qué, moreno?  ¿O es que estás de cachondeo? Eso me decía un amigo cuando me veía por la calle después de oír mis comentarios por las ondas; frases como: demasiado optimista, macho. Y es que no es para tanto. ¿En qué país vives tú? ¿Sabes lo que ocurre a tu alrededor? Ciertamente me hizo reflexionar, y por fin, me atreví a confesaros:   ¿Cómo deciros buenos días viviendo en la nostalgia desde debajo de este puente?


Publicado el 8.4.2011


¡DEPRISA, DEPRISA!


Lo siento pero hoy voy deprisa, me acucia el estrés, me agobia la economía, me oprime el tiempo y la velocidad se me antoja aliada. Lo siento, pero donde antes eran dos minutos, ha de ser apenas uno, o un tercio. Acabo de cumplir los cincuenta, es decir, la mitad de la vida, y pienso que aún me quedan demasiadas aventuras que vivir, sobradas experiencias que sentir, y tan solo tengo una vida de la que preocuparme, por lo que he decidido, a propia voluntad, acelerar el ritmo de mi discurso, incrementar el impulso de mi biografía, y procurar vivir tres vidas o tres historias al mismo tiempo. ¡Sí! Es posible. Pruébalo, quizás te unas al club de los apresurados. Me propongo en una de ellas ser el asesor educado, moderado, profesional, el personaje trajeado en quien confías tus ahorros y tus secretos laborales y fiscales. En otra, al oriente del deseo, estaría el rebelde, el poeta, el pensador, el inconformista, el crítico, el extremado. Y, manteniendo el equilibrio entre ambas, el dubitativo, el que sí pero no. El correcto y a la vez descortés, que resucita con el alba pero a quien la noche le estimula el arrebato y el lance, que aunque con corbata y chaqueta, amenaza vaqueros y deportivas. Aquel que teme por su vida mientras su motocicleta rueda a más de doscientos por el resbaladizo asfalto. Esos tres personajes se asoman, porque todos ellos quieren vivir sus propias vidas, y a veces les cuesta convivir en el mismo cuerpo, el cual, no deja de ser, al final del cuento, un simple envoltorio de experiencias concebidas para dejar un minúsculo recuerdo.


DIRE Y DIRETE


A vueltas estaba con el asunto de la tragedia en Haití, pensando que siempre les toca a los menos agraciados  ser los más desgraciados, cuando resuena en mis oídos la fanfarria del último dire y direte entre gobierno y oposición: el pacto por la educación.  Como muchos de los oyentes, yo soy padre, sí lo confieso,  y me preocupa todo aquello que se legisle y que afecte al universo de la formación de mis hijos. Lo que me cabrea, y creo que a más de uno en este país de venerables muevelotodos, es que se juegue con el futuro de los que hoy son menores, y con el presente de los que hoy somos mayores.  Por eso, vamos a estar expectantes, ojo avizor, a las maniobras  y gestos que unos y otros ejecuten en el escenario sagrado de la educación.  Estamos hartos, cansados, de que los distintos gobiernos se carguen lo que los anteriores aprobaron y aquellos lo que otros votaron, y los otros lo anterior, y así sucesivamente. Sí, se debe de hacer un pacto de estado, o de personas, o de partidos, o como ustedes quieran llamarlo, pero déjense de tonterías y aborden el asunto con diligencia, con espíritu abierto y pensando que, para exigir en determinados aspectos de lo negociado, habrá que ceder en otros. Pues no se les olvide a sus señorías y a los que con cautela me escucháis, que hablamos de la educación, a la que algunos aún llamamos: la madre de todas las ciencias. ¿O de qué estamos hablando?

Publicado el 22.01.2010


EL ROSTRO TRISTE DEL NAZARENO

Buenos días Jaén, buenos días penitentes. Aún frescos los actos del traslado de Nuestro Padre Jesús Nazareno al Camarín de Jesús, me quiero sumar humildemente, si me permiten, a esa legión de variadas opiniones, citas y consideraciones hacia nuestra Imagen sacra más ensalzada, pues me quedé esperando tu llamada. Estos días he vuelto a recordar con emotiva nostalgia, las madrugadas del Viernes Santo en la calle Merced Alta, donde nací, el olor a incienso y claveles que acompañaban al Abuelo, la solemnidad del momento en el que un niño de apenas cuatro o cinco años, asomaba su diminuta cabeza por la ventana del terrado hasta alcanzar con la mirada el triste rostro del Nazareno. El trabajo y la familia me llevaron a Bailén, donde resido, pero cada año, desde hace treinta, transito ávido por la carretera en esa mágica noche de Semana Santa, en dirección a la Catedral y los emblemáticos lugares de mi añorado Jaén, para encontrarme frente a frente con el rostro de mi venerado Abuelo. Hoy son cientos, miles, los bailenenses y paisanos de la provincia, que se ven arrastrados cada Madrugada de la Pasión, por la marea de los sentidos hasta la capital, con el ánimo de la caricia fría del invierno en la mejilla, por la que apenas unos segundos antes corría sinuosa una lágrima de emoción contenida. Aún frescos los actos del traslado del Abuelo, sigo esperando una llamada redentora.



EL EJÉRCITO

Buenos días. Al menos luce el sol en este luminoso día de primavera.  Y es que está el patio demasiado revuelto, demasiado para mi gusto. Menos mal que los más de 30 años de democracia en este país nos permiten opinar, debatir, enfrentarnos cara a cara arrojándonos las ideas, porque con este escenario teatral, hace 27 o 28 años estaríamos tal vez cagados del susto, huyendo en desbandada o acaso sacando pecho, según las poses que cada cual adoptara  y el bando al que nos sumáramos.  Hoy, gracias a Dios, como decía mi coronel hace apenas dos semanas, en Colmenar Viejo, la Institución que más valoran los españoles, según todas las encuestas realizadas por los gurús de la sociología y la estadística, es El Ejército, paradigma de adaptación al nuevo marco constitucional y social de este país en el contexto europeo e internacional. No podríamos decir lo mismo de la clase política, de toda la clase política, sin excepciones honrosas, que las habrá, no me cabe la menor duda, pero que serán las menos. Ni tampoco de la judicatura, que cada día nos sorprende con una nueva puñalada al bajo vientre mientras con la mano escondida nos secciona la yugular, incluso abalanzándose como lobos esteparios entre ellos mismos, ¡qué espectáculo más bochornoso! No le van a la zaga la clase empresarial, representada por un quebrado en horas bajas, o los sindicatos que, siendo necesarios en este tablero democrático, no han sabido adaptarse a la nueva situación que vive el país, marchando por sendas fabricadas en tiempos de bonanza y que hoy ya no son válidas. Por ello, reivindico el papel de nuestro ejército en este marco social, al que admiramos los españoles, y lo hago extensivo, por definición y convicción, a otro cuerpo  de carácter militar, como es la Guardia Civil, recientemente  reconocida por la Asociación Caecilia como Entidad de Carácter Social, labor que pocas personas les reconoce y quizás el ámbito en el que más actúan a diario. ¿Y cuál es, te preguntas, la moraleja de este cuento? Pues que políticos, jueces, empresarios y sindicatos aprendan a mirar de reojo a nuestro ejército y copien y peguen sus valores, pues a buen seguro que mejor les iría, y de paso también a este país necesitado de nuevos moralistas.

Publicado en junio de 2010.


TIRANOS

A menudo los tiranos de nuestros hijos nos recuerdan que estamos pasados de moda, que no les entendemos en su filosofía existencial y en sus permanentes huelgas de brazos caídos. Y nosotros nos reímos. Con frecuencia, esos jovencitos que invariablemente los fines de semana dirigen sus pasos, como zombis, hacia el botellódromo, a ponerse ciegos de alcohol y algún que otro porrillo, nos sueltan la consabida perorata de que necesitan libertad, independencia y espacio para realizarse, cuando lo que quieren es que les compremos un coche, les paguemos la gasolina y, a ser posible, un piso a compartir con dos o tres amigos más en el centro de Granada, Sevilla, Málaga, París o Londres, ¡qué les da igual!, ¡cuánto más lejos de sus padres, tanto mejor!. Pero no nos olvidemos de cederle gratis nuestra tarjeta de crédito. Y además nos reímos. Es cierto que esta maldita crisis se ceba fundamentalmente con los jóvenes, muchos de ellos nuevos licenciados; una juventud brillante… aunque todavía no he terminado de comprobar en qué…salvo en el deporte; si bien  es cierto que el esfuerzo al que se comprometen ellos, en ocasiones, es insignificante, mínimo, pues saben que nosotros, los padres, nunca permitiremos que nuestros hijos sufran lo que sufrimos en otro tiempo nosotros, padezcan lo que padecimos nosotros, o carezcan de lo que nosotros carecimos, les es muy fácil exigirnos libertad, independencia y espacio  para respirar, o lo que es igual, dinero, dinero y tiempo para disfrutarlo, a cambio en ocasiones de nada, pues al parecer nuestra obligación es proporcionárselos y la de ellos no rendirnos cuentas ni ilusionarnos. De todas formas, y dado que hablo de forma genérica y no personalizada, a aquellos cuyos hijos se esfuerzan y sacrifican, sin pedir a priori nada a cambio, enhorabuena, pues de ellos será el reino de la prosperidad y la recompensa.


Publicado el 15.12.2011


VALLADOLID


Por razones de trabajo y formación, me encuentro desplazado a Valladolid hasta el 25 de junio. Comparto espacio y tiempo con 21 compañeros venidos de toda España. Desde Gijón hasta Málaga, pasando por Madrid, Zaragoza, Granada y Jerez de la Frontera, el amigo Juan Carlos Pozo, responsable, como dice él, de una fotocopiadora, en un cuartel militar. Otros han llegado desde Barcelona, caso de Nemesio Quiles y José Miguel Varas, de Sevilla, de Palencia, Córdoba, Bilbao, Ponferrada, y el mismo Valladolid. Incluso tengo un compañero de Linares, y concejal en Canena, que responde al nombre de Santiago Molina García. Desde la distancia, es inevitable acordarse de la tierra de olivos y secano que uno dejó atrás hace apenas una semana, y a la que recuerda por todas aquellas raíces que dejamos sembradas en su geografía: mujer, hijos, hermanos, amigos. Aunque también nos surgen las preguntas, los dilemas filosóficos y morales de la convivencia con compañeros y compañeras llegados de todas las regiones de España, incluida Melilla; las rivalidades regionales que nos llevan, sin solución de continuidad, a conocernos, a comprendernos, a respetarnos, cobijados bajo una única bandera que ha resistido los avatares del tiempo, los vaivenes políticos y los intentos de rediseñarla para cuestionarla. Hoy, desde Valladolid, me siento un poco más español que lo era ayer, aunque probablemente menos que mañana.


Publicado el 21.6.2011


A ESTE LADO DE LA ORILLA


Sostengo entre mis manos una fotografía algo añeja. Cuatro amigos en un concierto de rock cruzan sus brazos a la par que brindan con cerveza por tan mágica noche. Creo recordar que se captó en Linares, del grupo no me acuerdo, pero sería sobre el año 82 u 83. Me llama poderosamente la atención el aspecto de cada uno de ellos. Como solíamos decir, eran asquerosamente jóvenes, insultantemente felices, sin problemas aparentes, sin perjuicios. Delgados, sin aristas ni arrugas en la piel. Vestidos a la moda de los 80, con cazadoras. Incipientes tupés, pero nunca exagerados, y sin renunciar a las  patillas largas y esbeltas. Las sonrisas de los cuatro delatan una insultante felicidad de tintes etílica. La música y el sexo se dibujan invisibles en el aire. Tras más de veinticinco o veintiséis años, yo mismo no me reconozco en esa vieja fotografía a todo color y a toda pastilla. Antonio no parece el mismo, El Huesos ya no lo es tanto, y Juanma está en otros menesteres. Gracias a Dios aún viven todos. Es posible que alguno de entre los personajes anónimos de la multitud sea fantasma de la noche y deambule por aquellos otros mundos, pero los cuatro amigos, que apenas se ven, que esporádica y casualmente coinciden en algún acto social, no son los mismos, o al menos yo, cuando los veo reflejados en el papel cuché de esta foto, no reconozco a los amigos de antaño, tan lejos de mis pensamientos.  Y es que… amigos, os habéis preguntado alguna vez, cuán corta son nuestras vidas, que ligeros y volátiles los días. Entonces, ¿para qué tanto equipaje?, ¿por qué tanta lucha, tanta mentira, tanto olvido? Si apenas en un tris-tras hemos consumido tres cuartas partes de la vida y aún así nos cuestionamos las metas del futuro. ¿Para cuando tienes pensado comenzar a vivir en este lado de la orilla? Si puede saberse.



EL EFECTO DEL ABANDONO DE LAS ARMAS


Hoy siento que respiro mejor, que mi corazón late más pausado y rítmico que de costumbre, que el canto de los periquitos es más alegre y polifónico, que la vecina del cuarto me ha sonreído de distinta forma al cruzarnos en la acera, que el policía municipal es más correcto que de costumbre, y que las noticias de los telediarios son menos escabrosas que hace apenas una semana, ¿será consecuencia del efecto abandono de las armas por parte de ETA? Seguramente en estos últimos días, cuarenta millones de españoles nos estrecharemos las manos felicitándonos por el logro de haber vencido a la banda terrorista que tanto daño ha hecho a este país, que tanto perjudicó la convivencia y la imagen de la propia Euskadi, que hizo peligrar por momentos la democracia y la concordia de los ciudadanos de bien. Seguramente otros miles de españoles estarán tristes y cabizbajos porque sus seres queridos, asesinados o mutilados por esa cruel banda de forajidos, no encontrarán motivos, pues nunca los hubo, para entender tanta barbarie, tal salvajismo sin sentido: ellos no estrecharán sus manos, nuestras manos, lo entendemos, ni se felicitarán por el logro de haberles vencido con las armas de la justicia y de la razón. Lo entendemos, pues no hay perdón, como tampoco hay olvido. No se deben olvidar a los miles de víctimas de ETA, asesinados y mutilados. En cambio sí debemos de pasar página, avanzar, recorrer junto a las víctimas el sendero que nos lleve a superar los estigmas de un pasado que nunca debió haberse escrito.


Publicado el 8.11.2011


BALTASAR GARZÓN Y OTRAS CANTINELAS QUE NOS CUENTAN

Buenos días paisanos.  Me hubiera gustado comenzar este día con otra cantinela, más agradable, más festiva, más carnavalesca, propia de estas fechas, pero no puedo abstraerme de un hecho que me resulta desesperadamente lamentable: el escarnio que se quiere hacer con nuestro paisano el magistrado Baltasar Garzón. Lejos queda para algunos sus inmaculadas instrucciones, privando del sol de cada mañana a cientos, a miles de etarras; o las innumerables y sonadas detenciones de traficantes y capos de la droga; o su persecución del GAL. O más recientemente el sumario del caso Gurtel, y otros casos de corrupción de cualquier clase política. O tal vez no queda tan lejos nuestra memoria, y es precisamente esta la que propicia la implacable persecución a que está siendo sometido el juez Garzón. Me pregunto, ¿cómo se puede dar crédito jurídico a determinados grupos ultras que todos sabemos qué persiguen en sus elementales principios? Alguien que tuvo la osadía de perseguir los crímenes, de todos conocidos, contra la humanidad, del dictador Augusto Pinochet, y de otros sufridos tiranos, a pesar de que la corriente del río aconsejaba dejarlo pasar para otro momento indefinido, no puede ser, en este país de pantomima, objeto, o al menos intento, de humillación, sino de reconocimientos miles.  ¡SÍ!. A mí me cae bien, a pesar de su imagen mediática y televisiva, a pesar de su arrogancia y maneras. O es que no corre por sus venas esa sangre semejante al verde oro, de la que están hechas nuestras heridas. Yo también, yo también me sumo a todas esas voces que piden respeto y justicia para nuestro paisano, y una goma de borrar para que limpiemos el buen nombre de la teñida judicatura.



GASTO PÚBICO  (“GASTO PÚBLICO”)

Cada día son más las voces que se alzan advirtiendo contra las medidas económicas dictadas desde el corazón de una Europa dividida que no encuentra soluciones al gran problema de la crisis financiera y al endeudamiento de los Estados. Cada día oímos a más economistas y filósofos, porfiar contra los acuerdos pactados en espaciosos despachos de inmensos y fríos edificios, y contra ajustes que consideran disparatados e irracionales, defendiendo precisamente todo lo contrario: frente a la menor inversión en infraestructuras, los rebeldes del sistema proponen una mayor apuesta por el gasto público; frente a la reducción de fondos en educación, sanidad e investigación, proponen un decidido desafío por potenciar y renovar los que son considerados pilares del estado de bienestar. Frente a las restricciones en el consumo de bienes accesorios o secundarios, propugnan adquisiciones selectivas; más ocio aún sin derroche; menos ahorro y más visión de futuro. Equilibrar las cuentas sí, pero sin grandes penurias; no alterar en demasía los sanos hábitos cotidianos, que en definitiva es modificar nuestra singular forma de vida. Cada día son más las voces que nos advierten del gran error de seguir las pautas que nos marca la señora Merkel, además de primer ministro, directora general de un conglomerado de empresas e intereses nacionales que nos llevan a la ruina, a la hecatombe,  y al abandono sistemático de nuestros principios más fundamentales, como fueron otrora la camaradería, la solidaridad, la  diversión, la risa y el entusiasmo, apagados como estamos todos, y sobre todo los políticos, en este mar de llanto que es la crisis y sus consecuencias. Cada día son más los que nos dicen que el camino que estamos tomando es el equivocado, y que en un momento determinado deberemos de desandar lo andado, pues abocados vamos hacia estructuras y modelos de principios del siglo XX, y no hacia un previsible siglo XXI.

Publicado el 16.3.2012

GUERRAS MUNDIALES

Reconozco que hoy ando un tanto mosqueado con un asunto que me ronda y me tortura en mis pensamientos más profundos. Acabé de leer hace apenas un mes la novela de Ken Follet, “La caída de los gigantes”, que como sabrán trata de los inicios y desarrollo de la 1ª Guerra Mundial, dibujada con gran maestría por el autor galés. Tras un paréntesis en el género literario, disfruté de varios ensayos de carácter histórico y algunas que otras novelas cortas de autores japoneses y escandinavos para, a continuación sumergirme de lleno en la odisea de la 2ª Guerra Mundial, de la mano de Julia Navarro y su obra “Dime quién soy”, con un breve paso por su antesala, la Guerra Civil Española y sus prolegómenos históricos encarnados en la familia de Amelia Garayoa, una especie de joven Mata Hari española que recorrió más de medio mundo, y que no fue ajena a la pasión y al amor, como tampoco a la miseria de las consecuencias y efectos de una atroz guerra. Estoy mosca, digo, y la razón es que me persigue, sin yo quererlo, y sin que sea mi primordial deseo, las terribles imágenes y descripciones de episodios de los que deberíamos abominar cualquier ser humano. Los miércoles desde hace bastantes semanas, en la 2 de Televisión Española, sigo con devoción cronológica, pues me persigue, los documentales denominados “APOCALIPSIS. La 2ª Guerra Mundial”, de imágenes coloreadas, que reconozco me cautivan a la vez que me escandalizan por las atrocidades que nos presentan. Ahora resulta que mi hija me pide que le ayude en un trabajo para el Instituto, que versa, ¡asómbrense!, de historias y personajes de la 2ª Guerra Mundial. Comprenderán que no puedo evitar un deje de sospecha por los acontecimientos. ¿Presagio?, ¿necesidad de un análisis personal profundo?, ¿aviso, precaución, señal divina?, ¿o simplemente que poseo una mente retorcida? No obstante, como buen jugador, me he permitido la extravagancia de admitir apuestas acerca del resultado de unos sueños que soñé despierto.


Publicado el 2.12.2011


¡INDIGNAOS!

Este artículo, de llevar colgado el sambenito de un título, lo llamaría, sin lugar a dudas, “MOMENTO INDIGNAOS”.  Es probable que alguno de los oyentes de la mañana de COPE JAEN hayan oído hablar de Stéphane Hessel, y de su librito de apenas 60 páginas, titulado “¡INDIGNAOS!”, enunciado entre admiraciones. Y digo momento indignaos, porque desde hace algunos días el dichoso librito me persigue. El martes pasado, invitado a la inauguración del lagarto de Belin y de José Fernández Ríos, me encontré a mi amigo Jesús “El Choto”, con el tomo entre las manos, aconsejándome que lo leyera. Pero, como tantas cosas me aconsejan, que no suelo seguir, pues no le presté excesiva atención a sus palabras y sí a la fresca cerveza que mojaba mi seca garganta. A los pocos días escuché en otra emisora de radio, una entrevista al joven autor, de 93 años, de origen alemán pero afincado desde pequeño en Francia, donde participó activamente junto a la resistencia, por la liberación de este país, después ha estado involucrado en mil causas humanitarias, incluso bajo su traje de embajador francés ante la ONU. El lunes pasado me topé de bruces con el condenado ejemplar, en unos grandes almacenes de Jaén, en la estantería más próxima a mis ojos, y ayer estaba en boca de un contertuliano del programa 59 segundos: ¡INDIGNAOS! es apenas un proyecto de libro, una reflexión en voz alta que nos pide a gritos una insurrección pacífica a todos los ciudadanos del mundo, a levantarnos contra un sistema caduco que no resuelve los problemas acuciantes de sus ciudadanos. Ya ha dejado de perseguirme el susodicho libro, pues lo he leído y decidido, todo a una, que yo también me subo al carro de la indignación. ¿Te subes?


Publicado el 1.4.2011


INDOLENTES

Quiero comenzar esta reflexión con una frase de las podíamos llamar lacónicas:   “LA CULTURA NO SE PUEDE PARAR”.  Ese es el escenario al que hoy nos enfrentamos aquellas personas o Asociaciones Culturales que, sin ánimo de lucro, por amor, o yo diría que pasión, a la cultura, a la literatura, al arte, organizamos actividades para el uso y disfrute de la comunidad de sujetos pasivos. Las Administraciones, todas, Ayuntamientos, Consejerías Andaluzas, Programas de Desarrollo Local, Cámaras de Comercio, Diputaciones, se han propuesto, al parecer, acabar con la cultura, o cuanto menos dejarla postergada para un momento mejor.  Son torpes los que piensan así, pues la cultura es motor de desarrollo de los individuos singulares, de los pueblos y de las economías. En torno a la cultura, al arte, a la literatura, se extienden infinidad de profesionales, empresarios, actividades de ocio y tiempo libre, y su asesinato premeditado llevaría a estos a la desaparición, por consiguiente menos actividad económica y más desempleo. Me parece muy bien que se reduzcan gastos superfluos, que se eliminen asesores, vehículos oficiales, escoltas,  dietas   y  alguna que otra juerga, y si me apuras que se congelen salarios  de  la  privilegiada  clase  social  denominada   funcionariado  - entiéndase esto en clave de crisis - pero eliminar los apoyos y las colaboraciones a entidades y a grupos, en materia de cultura, educación y deportes, sería condenarnos a todos a la apatía, a la ignorancia, a la indolencia, a la indiferencia y tal vez al destierro. La pregunta, podría ser, ¿eso es lo que pretenden las Administraciones, todas, olvidarse y que nos olvidemos del saber?, ¿que renunciemos a la formación y al conocimiento? Pues va a ser que no.



INVICTUS

El otro día me escapé al cine con mi hijo al estreno de la película INVICTUS. Excelente papel del inconmensurable actor Morgan Freeman y del polifacético director Clint Eastwood.  Para quienes nos gusta el cine como expresión artística, y a la vez disfrutamos con los encuentros deportivos, que a pesar de lo que crean algunos no están reñidos entre ellos, la cinta se convierte en un goce para los sentidos: el peculiar olor de África, la visión de múltiples imágenes reveladoras, el sonido de los cánticos y las voces de los desposeídos enfrentadas al tacto y pulso de la vida. Luego está el sabor agridulce del pasado que se nos insinúa. Y el sexto sentido del sentimiento que nos produce la condición humana. E inevitable surge la pregunta, ¿cómo se pudo consentir tal barbarie, y me refiero al apartheid,  durante tanto tiempo? ¿Hacia dónde miraban nuestros ojos?  La película, como saben, narra un acontecimiento deportivo real, como fue la final de la Copa del Mundo del Rugby, celebrada en Sudáfrica en 1.995, y que  ganó la anfitriona a la favorita Nueva Zelanda en un partido agónico. Este acontecimiento  deportivo sirvió a John Carlin para recrear, en su libro “El Factor Humano”,  la figura del estadista Nelson Mandela, quien había vencido en las elecciones democráticas de 1.994, apenas un año antes, y a la vez resaltar el compromiso de éste con la reconciliación y la paz en su país, a pesar de los 27 años que vivió en cautiverio por sus ideas políticas. En ocasiones, de la mano de la historia, es inevitable que un sentimiento de esperanza recorra nuestra espina dorsal, lo que nos permite comprobar que aún seguimos vivos y que no nos damos por vencidos tan fácilmente.


LA MADRUGÁ DEL ABUELO


Me despierto con el sobresalto de la proximidad de la emoción. Apenas horas para que “El Abuelo”, Nuestro Padre Jesús Nazareno, asome su gallarda cabellera en la madrugada de Jaén. Apenas horas para que se derramen caudalosos ríos de lágrimas por las empinadas calles de Jaén, minutos que son contados con el corazón desbocado, acelerada la pasión. ¡Cuántos recuerdos! Los olores de las madalenas del barrio de Santiago, el amargo sabor de las verdes allozas sisadas en el barrio del Tomillo. El incienso. El perfume de claveles por la calle Merced Alta, el trono a diez centímetros de mis manos. ¡Cuántos recuerdos! Los llantos del gentío, la saeta en el Cantón de Jesús, a la amanecida. Los ojos de una chica que nos miraba encandilada, la atmósfera cautivadora. Pies descalzos arrastrando una devoción silenciosa, contenida. El ras ras de las cadenas sobre el asfalto de unas calles empobrecidas que hoy nos resultan lejanas en el tiempo, tal vez no tanto en la memoria. La ternura en los brazos vigorosos de mi padre. Los churros en la Cafetería Colón  -gracias a Dios hay cosas que nunca cambian- que aún conservamos en las papilas. San Juan, callado, la Verónica, sumisa, la Virgen, silenciosa y triste, humilde, como todas las madres del mundo. Jesús, ajeno al bullicio, absorto ante el jaleo que se congrega en su entorno. Está pero no está en este mundo. Tal vez mire en nuestro interior y, quién sabe, quizás descubra que a pesar de dos mil años de pasión es mucha la distancia que le queda por recorrer, que apenas ha comenzado su calvario en esta tierra.




LA LEGIÓN

Resulta que hoy viernes, mi buen amigo Alfonso Rojas, que ostenta el título de Hijo Adoptivo de Bailén, nos va a obsequiar a los jiennenses con la presencia del Tercio de la Legión Española, en varios actos castrenses y musicales que a buen seguro harán las delicias de pequeños y mayores, de antagónicos y de inclinados: “Indignaos, absteneros, pues que la música militar nunca te supo levantar”.
Inevitablemente me viene a la memoria las palabras de Rafa, un buen amigo desde hace al menos tres décadas, de ideología netamente comunista, pero que, curiosamente, o al menos a más de un amigo eso nos parecía, se sentía incondicionalmente adepto a la parafernalia legionaria, acudiendo, siempre que su escaso tiempo de ocio se lo permitía, a visitarlos en la Semana Santa de Málaga o en la de Ronda, disfrutando con el porte militar de los legionarios, con su severa disciplina; alabando su profundo amor a la patria, destacando los valores que representan a ojos vista. Tengo que explicar, para que vuesas mercedes me entiendan con meridiana claridad, que Rafael es padre, como muchos de nosotros, con un hijo mayor que acaba de iniciar los estudios universitarios en Linares, y del que tengo que confesar que es un chaval educado, inteligente y moderadamente trabajador, pero adolece, según me dice, y según compruebo yo en mi propio hijo, de idéntica edad, de una notable base de fundamentos y principios, que les permita, en un futuro afrontar el devenir de la propia vida y sus circunstancias.
Apegados como están al festival del botellón como principal fuente de ocio y diversión; enganchados a las redes sociales que nos vende internet y su fábrica del conocimiento limitado, Rafa, como otros miles de padres, estima, valora y justiprecia la entereza de los caballeros legionarios, la vigencia de su audacia, el coraje y el arrojo de su atrevimiento, la utilidad de unos principios que, aún tratándose, como él dice, del ámbito militar, nunca perdieron vigencia, a pesar de que, por mor de absurdas referencias, hubo un tiempo en que pudieron estar mal vistos. Hoy en Jaén, como ayer en Bailén, mi pueblo, fraternizaremos con los soldados legionarios que desfilarán por nuestras calles y plazas imperturbables, pero nunca insensibles.

Publicado el 7.10.2011

LA MAREA  ROJA

Buenos días tengan ustedes en esta soleada mañana del estrenado mes de julio. Como cualquier español en estas jornadas, no puedo sustraerme, a pesar de haberlo intentado, a hablar de la Selección Española de Fútbol, ese colectivo que nos hace sufrir y a la vez vibrar, ese grupo heterogéneo de chavales de prácticamente todas las regiones, países, naciones o comunidades   - llámenlas como quieran, que para el caso es lo mismo – que forman ese gran país que es España, y que por logros como el de “La Roja”, o de los Gasol, del poderoso balonmano, de los Nadales y Verdascos, Pedrosa y Lorenzos, de los Alguersuari y Alonsos, nos sentimos todos sus habitantes orgullosos, como si de un éxito personal y particular se tratara. Y en verdad podemos entenderlo así, pues el impulso que desde aquí enviamos a nuestros deportistas allende las fronteras, sin olvidarnos de artistas, literatos y hombres de ciencia, de algo tiene que servir, pues el grito unánime a buen seguro que les llega, por muy cerradas que estén las ventanas de sus habitaciones.  Mis hijas, tras el triunfo de la selección española de fútbol frente a Portugal, y a pesar de ver triste a Ronaldo, al que adoran, me miraban con ojos de sorpresa, tal vez preguntándose si era para tanto. Y quizás no sea para tanto, pero, pensaba que ante los problemas que atravesamos los españolitos de crisis económica, corrupciones políticas varias, accidentes ferroviarios mortales y altos índices de desempleo, qué mejor que gritar al viento y lanzarse, como hicimos algunos, a la piscina, a combatir la calor que dan los números rojos en las cuentas bancarias, y reducir el agobio de tanta tensión parlamentaria en nuestros corazones, porque  ¡podemos!



LA PATRIA A LA QUE NOS DEBEMOS

Siento que hayamos estado desconectados al menos dos semanas, pero mis obligaciones para con la Patria así me lo exigió, y mientras vuesas mercedes laboraban en sus respectivas empresas, o engrosaban las largas colas del desempleo rutinario; mientras recogíais las notas del Curso de Bachillerato de vuestros hijos, o los boletines de Educación Primaria, sufriendo los preparativos de las próximas vacaciones estivales, me veía subido a un acorazado de nuestro Ejército, recorriendo los alambrados páramos de Valladolid, descubriendo a nuestra moderna caballería de acero blindado, que tan gloriosas gestas protagonizó en el pasado, y que en el presente, a miles de kilómetros de nuestra geografía, en el sinuoso e inhóspito Afganistán, o en el traicionero Líbano,  siguen dejando sus vidas para, unos dicen proteger las nuestras, y otros se preguntan ¿qué carajo hacemos allí? En cualquier caso, nuestro ejército, por cierto, la Institución pública  y privada más valorada por todos los españoles,  se limita a cumplir con el cometido que se le ordena, y ¡a otra cosa, mariposa! –que los políticos discutan y se peleen. Nosotros a lo nuestro-.  Ciertamente que muchos nos preguntamos ¿qué se nos ha perdido en aquellas tierras salvajes donde dicen que se localizó el paraíso terrenal que nos narra la Biblia? Qué lejos los afganos, qué lejos los iraquíes, más aún los iraníes, de lo que las personas civilizadas y con cerebro entendemos por edén. Cuán lejos la mayoría de los países árabes, antaño ricos en cultura y saber, de la idea de libertad y progreso que los ciudadanos percibimos y exigimos.


Publicado el 2.7.11


LAS  DOS ESPAÑAS

Hoy me he levantado algo taciturno, yo diría que incluso huraño, esquivo. Vengo observando, seguro que vosotros también, que, como ocurrió en la última mitad del siglo XIX, y principios del XX, en nuestro país, atónitos contemplamos la forja de dos ideas de España muy antagónicas.  Basta hablar con esta o con aquella persona para que al instante, sin lugar a dudas, en el momento, comprendas en qué posición ideológica del espectro se sitúa. Da igual que hables de fútbol, de religión, de literatura, de viajes o de sexo, que a los pocos minutos, como por arte de birlibirloque, sin más preámbulos o avisos,  surge una de las dos Españas, la que a buen seguro nos helará el corazón. Y, sinceramente, a mí en particular me aburre, me disipa, me aleja de la persona, sea del Barça o del Madrid, ateo, católico o protestante, de Arturo Pérez Reverte, lorquiano  o del José Manuel de Prada; gay o heterosexual: ¡es que me da lo mismo! Me aburren los discursos hechos por otros, preconcebidos, o lo que es igual, las personas sin ideas y sin criterio. Hoy me había propuesto hablar de los funcionarios  -me reservo el derecho para otra ocasión, pues hay leña que cortar-, o tal vez de economía, o, como Graduado Social que soy y que me tengo, de la más que probable reforma laboral, pero lo siento, no me he resistido a contemplar que es cierto lo que decía Machado y luego machaconamente nos avisaron otros intelectuales: Hay dos Españas que no están dispuestas a darse la mano, a fumarse plácidas un habano, a irse juntas de copas; que no están dispuestas a arrimar el hombre como antaño hicieron los alemanes y que muy probablemente repitan pronto. Solamente necesito que abras la boca un segundo y digas dos palabras, después ya te colocaremos en el correspondiente estante.



“LAS ESTRELLAS TE ILUMINAN”

Dicen Los Héroes que “Las estrellas te iluminan,  te sirven de guía”, pero no dicen que los hay ciegos a más no ver y no querer ver lo que ocurre a su alrededor, lo que se pasea por sus narices. Cumplen años y siguen igual de insulsos, cabreados con el mundo y con ellos mismos, sin darse cuenta que la vida es efímera, demasiado corta para llenarla de dramas perseguidos y desventuras codiciadas. Hablo de quien tú ya sabes, del vecino del primero que anda enfrentado con sirios y troyanos; del inquilino del ático, que odia a los populares por lo que representan, a los militares por lo que le recuerdan, a los socialistas porque es la moda, al rico por pura envidia, al pobre por desprecio, al artista por su teatral glamour. Y se le olvida que “las estrellas le iluminan, le sirven de guía”, pero no, él no olvida que hace algún tiempo, tuvo dóciles sueños que no se le cumplieron, y la rabia le consume, el asco le domina, los olores le oprimen, y el ruido le provoca la misma sensación amarga que el silencio. Por el apuesto fulano siente celos, por la diva rencor, y repulsa por el universo en su conjunto. Por los negros y los gitanos aversión, y si además estos son rumanos, doble motivo de repulsión. Enemigo de culés, de colchoneros, de merengues y de leones;  hostil hasta el frenesí con judíos, y palestinos; con musulmanes, brahmanes y cristianos; odia, odia, odia sin parar, pues en todo el mundo contempla sus propios defectos y sus aspiraciones truncadas. Su mala leche le envenena, y se olvida que “las estrellas nos iluminan, nos sirven de guía”, se imagina que nadie le puede tocar.


LLUVIA RADIACTIVA


Buenos días amigos. Aunque dicho así suene a eufemismo. Habrá quien piense que incluso a chanza y pitorreo, con lo que está cayendo de lluvia radiactiva, de explosiones nucleares en los reactores de Fukushima, un balance de más de 4.300 muertos, 8.000 desaparecidos, y sin esperanzas de hallarlos, y pérdidas económicas en torno a los 100.000 millones de euros, cifra que en mi calculadora profesional no tiene cabida. Buenos días, aunque os suene a mofa y bufonada, porque tenemos que seguir viviendo con esta crisis económica, financiera, de empleo, inmobiliaria, bursátil, de valores sociales y ahora agravada con el riesgo nuclear. En un principio sopesábamos la situación ligera, al rato complicada, más tarde imposible, ahora, algunos la nominan insalvable, apocalíptica, dantesca, pero yo, cada viernes por la mañana te voy a regalar los oídos con un BUENOS DÍAS AMIGOS, pues lo único que no me pueden quitar, lo único que me queda es la palabra, y esa no la tengo hipotecada, no responde de ningún préstamo, salvo el que va unido a nuestra libertad, es decir, a la vida. Es por eso que, a pesar de que la lluvia radiactiva empape mi cabello y oxide mi cerebro, os seguiré despertando cada viernes, en calzoncillos, con un BUENOS DÍAS AMIGOS.

Publicado el 18.11.2011


DE BUENOS Y MALOS

El miércoles pasado se jugó la final de la Copa del Rey de Fútbol entre el Barcelona y el Real Madrid, que acabó con la victoria del Madrid. Antes del partido, a eso de las 7 de la tarde, nos cruzamos por la calle y te prometí un artículo, que como es obvio no podía escribir hasta después de la contienda, pues el resultado de esta determinaría el contenido del texto, mi estado de ánimo, la euforia personal y colectiva, el calendario de mis minivacaciones de Semana Santa y, si me apuras, el tema de conversación con mis amigos y familiares, pues unos son del Barça y otros son merengues. Reconozco que no fue un simple partido de fútbol, en la mente de todos estaba que se jugaba más que una final deportiva. Unos, se jugaban el cetro imperial, labrado en los campos de césped de medio mundo en los dos últimos años, con Pep Guardiola como general en jefe, refrendando una peculiar y efectiva estrategia y puesta en escena. El otro, el Real Madrid, dirigido por el mariscal Mourinho, se enfrentaba al peso histórico del club, el más laureado del orbe, apelando a la heroica en una noche que se presumía épica, pero en la que todos dábamos por favorito al Barcelona. Pero había algo más, o eso es al menos lo que se respiraba en el aire, se difundía por los medios informativos y encallaba en nuestras mentes. Hay quien porfía que se ponía sobre el tablero de ajedrez el concepto de España, los fantasmas psicológicos, pasados y presentes de un club al que el Barça le tiene tomada la medida. Otros hablan de que la victoria del Barcelona supondría un golpe de efecto a favor del catalanismo. Luego están las palabras de Piqué, en conflicto con su situación como internacional de la Roja en una temporada inolvidable para el país. En fin, una historia de buenos y de malos, según la ventana indiscreta desde la que se mire. Como mi hijo y yo, más de uno se comía las uñas convencidos de que no era un simple partido, sino que dos concepciones sociológicas se enfrentaban sobre el terreno, para dirimir la supremacía. Solo decir que para mí, que soy madridista confeso, triunfó el bien, la luz, sobre el lado oscuro, aunque sé que otros amigos culés, waka waka, no pensarán lo mismo. Dejadme al menos que lo disfrute una semana.
Publicado el 25.4.2011


UNA MANITA DE PINTURA

A veces uno se pregunta si en la vida que le ha tocado vivir en suerte, está dando lo mejor de sí. Dudamos con frecuencia acerca de nuestra capacidad para opinar, para juzgar, para enseñar. Recelamos al preguntarnos si el compromiso de ser padres lo estamos afrontando con garantías, o si por el contrario nuestro trabajo es una chapuza. En esos momentos, si realmente nos paramos a pensarlo, si nos comemos el coco de veras, sin mentirijillas, analizando en profundidad todos los instantes, todas las decisiones importantes, que hemos tomado u omitido en nuestra azarosa vida, corremos el riesgo de desilusionarnos, de descubrir que esperábamos de nosotros mismos mucho más, todos lo esperaban, y nos persigue la extraña sensación de que nos hemos quedado a mitad del camino. Y nos vuelven las mismas dudas, la misma pregunta sin respuesta de siempre: ¿estamos dando lo mejor de nosotros mismos? ¿Esto es lo mejor que podemos dar, de veras?  Creo que no echamos toda la carne en el asador. No arriesgamos. No nos rebelamos. Pasamos apenas de puntillas por las calles, por los espacios cerrados de nuestros hogares, por los problemas cotidianos. Y, en la mayoría de los casos nos preguntamos si las decisiones que hemos tomado no son las que hubiera tomado la parte cobarde que todos llevamos dentro. No es mi intención devanaros el seso, o su destello, el entendimiento. Tal vez sea que  nos hacemos mayores TODOS y procede un chequeo a fondo, una revisión de los interiores, por si el uso o desuso nos hubiera dañado la estructura, algo que no tapara una simple mano de pintura.


Publicado el 29.4.2011
ME PELLIZCO

Buenos días. Reconozco que hoy me he levantado con el pie bueno, no he tropezado ni me he cortado al afeitarme. Me he mirado al espejo y ¡curioso!, me he visto más joven, más estilizado. Mi mujer, al cruzarnos en el pasillo, me ha dado los buenos días y un leve beso en la mejilla: algo no encajaba. He salido a la calle y el malafollá del vecino me ha saludado con un efusivo ¡buenos días, vecino! ¿Lo has oído? Más tarde me he encontrado con la agradable sorpresa que el moroso de la alfarería ha venido a pagarme íntegramente esa deuda que mantenía conmigo, y yo, gracias a Dios, pude liquidar los recibos diarios a mi entidad bancaria, “… de cuyo nombre no quiero acordarme…”, para no aguarme el día. He desayunado donde siempre, mi café y mi media tostada de aceite con jamón, y un amigo, a hurtadillas ha pagado mi cuenta. No encuentro desagradables sucesos en el diario provincial, cosa extraña. Más aún, compruebo en la penúltima página que me corresponde un buen pellizco en el sorteo de la ONCE, y eran apenas las once de la mañana. ¡Cuán poco me ha costado llamar a mi madre y desearle un feliz día!, a pesar de que hoy no es su cumpleaños, ni santo, ni ninguna fecha señalada. En la acera, cruzo una mirada con la morena del vaquero apretado, que me regala una sonrisa. Me llama el comandante Medina, por cierto, una excelente persona, y mejor amigo, para anunciarme que sobre su mesa descansa mi ascenso. Sinceramente, empiezo a mosquearme, pues no es normal un viernes tanta buena suerte y ni un atisbo de cabreo, engaño, estafa, bronca o metedura de pata. Por aquello de la incredulidad me pellizco y noto cierto dolor en la zona maltratada. De repente oigo un grito y a escasos tres centímetros descubro el rostro de mi hijo pidiéndome por favor que me levante, pues llega tarde al instituto. Todo era un sueño. Ahora sí que estoy molesto,  y me pregunto, ¿quién porfió porque despertara de esta quimera?


Publicado el 3.2.2012
¡NO CORRAS. NO BEBAS! … ¡QUE TE LA PIQUE UN POLLO!

Buenos días y que la pique un pollo. Hoy, para desayunar, os voy a proponer un boicot, que podríamos llamar: a las ansias recaudatorias de la  DGT, que es lo mismo que proponeros  una obstrucción a la labor económica del gobierno.  Propongo: 1º: Adaptarnos a los estrictos límites de velocidad, a los dichosos 110 kilómetros en autovía, para esquivar a los traicioneros radares. Se reducirá el consumo de carburante apenas un ápice, sí; se reducirán los accidentes, sí, pero lo importante será que no recaudarán ni un duro.   2º: Siempre y en todo momento conducir con el cinturón de seguridad abrochado, regalándoles a los agentes una de nuestras mejores sonrisas cuando nos miran de soslayo, pues acaban de perder a un contribuyente. Otros dirán que se ha evitado que un menor salga despedido por la luna delantera del auto. Cada loco con su tema. 3º: No arrojar ni una sola colilla a través de la ventana del automóvil, pues tendrán derecho a sancionarnos entre 91 a 300 euros del ala, y de lo que se trata es de bloquear ese afán recaudatorio. Otros nos contarán el cuento chino de los incendios provocados en las cunetas de las carreteras, pero que no te engañen, se trata de estrujarnos el bolsillo. Boicot, boicot. La 4ª propuesta será no beber ni una gota de alcohol al volante del automóvil, tonto, pues nos puede caer una sanción de órdago. Pero ni una gota, que nos vigilan. Ni en fines de semana ni a diario, pues a buen seguro estarán agazapados en cualquier esquina. ¿Qué más da las cifras de muertes por imprudencias como consecuencia del consumo de alcohol? ¿A quién le importan las estadísticas, sino tienen rostro? Lo primordial es que no recauden a nuestra costa. Ni un duro, conductor. Por eso, como boicot a la DGT y al gobierno te propongo: no corras, no bebas, no tires la colilla por la ventanilla y siempre con el cinturón puesto, aunque solo sea para que no recauden a nuestra costa ni un euro.


Publicado el 11.3.2011
NORUEGOS

Hace algunos días me comentaba un amigo español que reside en Noruega, que cada día entiende menos nuestro carácter, usos y costumbres. Que a través de las noticias de los telediarios, acababa de enterarse de la enorme cantidad de casos de corrupción que asolaban nuestro país de norte a sur y de este a oeste. Y me decía que en Noruega, su país de acogida desde hace diez años, y en cualquiera de los países nórdicos, la forma de actuar de los ciudadanos ante los flagrantes casos de soborno y de cohecho era aislar y repudiar a los infractores, nunca ensalzarlos y justificarlos por razón de coincidencias ideológicas o afinidades varias. Otro punto y aparte, me comentaba, era la opinión que le merecía a los ciudadanos del frío norte europeo, la conducta de frikis  televisivos y personajes del esperpento y la farándula, que pululan por los platós televisivos de, ¡ay! , esta España que me duele tanto. A esos seres insustanciales y anodinos, sencillamente se les desprecia, pues, según me dicen, están convencidos de que no aportan nada a la sociedad, absolutamente nada. Es más, le perjudican. Recuerdo que hace apenas un año, almorzando con el embajador danés, el señor Lars Thuesen, en el Hotel Zodiaco de Bailén, nos refirió un hecho para nosotros insólito que ocurrió en su país, Dinamarca, cuando la ciudadanía se manifestó por las calles ante el anuncio de un nuevo gobierno, de reducir los impuestos, pues razonaban que ello produciría un deterioro en el estado de bienestar al que con tanto esfuerzo habían contribuido todos los habitantes de dicha nación. Para nuestra lógica, para nuestra cultura, se trataba de un hecho que considerábamos imposible que pudiera ocurrir en España, de ahí nuestra extrañeza. Al despedirme de mi amigo, ya más noruego que español, no pude evitar una disculpa, en nombre de mis compatriotas, y a media voz le susurré: ¡y pensar que creíamos que los bárbaros eran los vikingos!


PAÍS  DE  LOCOS

Ando preocupado últimamente. Un asunto me da vueltas en la cabeza y aunque procuré mirar para otra parte, no pude evitar expulsar la rabia que sentía en mi interior, y una mirada de reojo. Al final, como siempre  -es posible que en un futuro me arrepienta por ello-  me lancé sin paracaídas al vacío de las ondas y del papel manchado con tinta para defender lo que, desde mi posición  -por otra parte cómoda, he de reconocerlo-  me parecía un abuso y, si me apuran, una vergüenza.  Pongamos que hablo del juez Baltasar Garzón.
Estoy de acuerdo en que ha pecado en ocasiones de exhibicionismo televisivo y mediático, que ha imantado a la opinión pública con su verborrea y con su imagen pulcra de juez progre y defensor de los derechos fundamentales de la humanidad con mayúsculas. También es cierto que sus pinitos políticos no le han sentado bien en su hasta entonces intachable currículum profesional. Todo ello es cierto, y a pesar de todo esto, o quizás por eso mismo, es un personaje que me cae bien. No solo eso, yo me atrevo a decir que lo admiro. Y no es para menos. Alguien que tuvo la osadía, contra viento y marea, y a pesar de los consejos de prudencia y corrección política, de cursar una orden internacional de captura contra Augusto Pinochet, uno de los mayores asesinos en masas de la historia –ojo que no lo digo yo, sino que así se ha reconocido por la historia-, y luego juzgado como chorizo, algo que todos sabíamos, y al que persiguió con ahínco, que incluso en ocasiones excedía el ámbito, según opiniones, del pronunciamiento jurídico, no merece a mi humilde entender, el escarnio público que se quiere hacer de su figura. 
Es posible que no pudiera, o no debiera haber cobrado los honorarios por sus conferencias en Estados Unidos, que innegablemente las hizo. Es posible, yendo un paso más allá, que debiera haber obtenido el correspondiente permiso para ello de sus superiores  -nunca sabremos si con premeditación o por olvido-, pero lo que está en juego, la imagen y la inmaculada carrera profesional de un juez paisano nuestro, es, entiendo, excesivo para el hecho en sí que se le imputa. Más parece una broma que otra cosa.
Probablemente se equivocara, aunque he de reconocer que yo no estoy de acuerdo con esa versión sesgada y partidista, por tratar de enjuiciar los crímenes del franquismo, a pesar de las advertencias de instancias superiores que así lo desaconsejaban, pero es que a mi juicio, los crímenes contra la humanidad, han de ser perseguidos allá donde ocurran y sin límites de temporalidad, pues precisamente esa cuestión condiciona el que los dictadores, los criminales o los asesinos, no estén nunca tranquilos y no se rían, por prescripción, de la justicia. Y cuando digo criminales, ojo, incluyo a todos y a cada uno de ellos, sean del bando y opción política que sean, pues nunca comulgué con aquella premisa de que “en una guerra se cometen atrocidades por uno y otro bando, pero como se trata de una guerra…”. Hasta en una guerra se deben de aceptar unas normas de conducta que impidan que surja del interior del hombre la bestia que todos llevamos dentro.
Otra cuestión distinta sería hablar del oportunismo político, de que mejor sería que fuera la historia quien juzgara a los dictadores colocándolos en el lugar que merecen, con lo que también reconozco que estoy de acuerdo, pero con lo que nunca estaré conforme  -país de locos- es que se le dé más cancha política y observancia, a un grupo de extrema derecha  -o de extrema izquierda, qué más da- que a un magistrado, máximo cuando, al margen de su imagen mediática, ha encerrado entre rejas a más criminales de ETA. que ningún juez, que ha condenado a más infinidad de políticos, de derechas y de izquierdas, que ningún otro juzgador.  De ahí que no entienda que tengamos que juzgar sus actuaciones con ese visor lupa manchado de barro, a sabiendas de que todas ellas son y han sido acordes a derecho, por el simple y banal hecho de no compartir sus idearios políticos; pues en buena lid, los jueces perderían totalmente la independencia que todos propugnamos en público, pero que luego, en baja voz, desmentimos, convirtiéndonos todos, y yo también me meto en ese cajón, en una suerte de individuos barriobajeros, que unidos formamos un país de locos y de revanchistas. Y además, para más inri, es de los nuestros, de aquestas tierras de olivares, curtido entre terrones y de quien sabemos corre por sus venas una sangre color verde oro, como nos chorrea a nosotros cada vez que alguien próximo y cercano nos hiere en lo profundo.
Publicado el 1.3.2010


MENTIRIJILLAS PIADOSAS

Por fin nos llegan las buenas noticias: el desempleo se reduce al 5 %. Ya era hora. La productividad de las empresas españolas alcanza cotas equivalentes al año 2.007. Hoy, toda la prensa nacional se hace eco de la impresionante bajada hasta los 50 puntos de la prima de riesgo española. En páginas interiores se destaca el dato de la reducción de la deuda del Estado al 0 %. Para más inri, en Andalucía, las lluvias del último mes han situado el nivel medio de los embalses de la región a un 97 %, garantizándose con ello el riego agrícola durante al menos cinco años. En Bailén, mi pueblo, desde hace un tiempo, se ha consolidado el pleno empleo, lo que hace que tengamos que recurrir a mano de la obra de las poblaciones limítrofes y, sobre todo, de los inmigrantes. No es solo eso, además, las entidades bancarias están apostando fuerte por el crecimiento y la inversión industrial, comercial y del sector servicios, concediendo créditos a largo plazo a un tipo fijo del 0,5 %, sin comisiones, sin otros intereses y sin tener que contratar “obligatoriamente” ningún seguro añadido, y, de regalo, por ser buenos clientes, nos han regalado una vajilla completa de acero inoxidable. Mis hijos, todos, han sacado unas excelentes notas en los exámenes de fin de curso, lo que les permitirá acceder a cualquier estudio, oposición pública, de las cientos que nos encontramos en este denso panorama laboral, e incluso una beca Erasmus con destino Dinamarca, Francia o Inglaterra. Recuperada la sonrisa tras la terrible crisis que vivimos la sociedad española desde el 2008 hasta el 2012, este verano nos encontraremos saturadas las playas, los hoteles y los chiringuitos de playa, pero, como decía mi amigo Santi: “Pan con queso sabe a beso”. ¡No os imagináis qué ganas tengo de escribiros un día en esta sección, todo lo que antes os he dicho!

Publicado el 23.6.2012

¡PITURDA!


El viernes pasado estuve en la fiesta que hizo mi buen amigo, el escultor de Orcera, José Fernández Ríos, y  Carmen, su pareja, en la carretera de Los Villares. Allí coincidí con otros amigos de las armas y de las letras  -recuerden que la poesía es un arma cargada de futuro-, como  el poeta Juan Manuel Molina Damiani, o Lola Ginés, o el economista Pedro Millán, Moscoso, Alfonso Ibáñez, presidente de la OCU, además de rockero camuflado, y un centenar más que omito adrede para no importunarles y por respetar su anonimato. En cierto momento de la noche, y con algunos miligramos de bourbon en las arterias, surgió el nombre de Piturda en la conversación. Un amigo de Bailén que nos acompañaba, Miguel Ángel Perea, se quedó extrañado, pues había oído hablar de Piturda, incluso ojeó hacía un tiempo una revista con dicho nombre, sin entender su significado. Los que allí estábamos no podíamos creernos que nadie por estas latitudes no conociera al personaje que se parapetaba tras ese nombre, y que yo me voy a permitir el lujo de renombrar: Octavio Ortega Jurado. Más tarde le explicamos aquello de “¡PITURDA, BORREGA, CABRITO, TUS MUELAS!”, frases que nos recordaban un pasado cercano y acaso otra forma de afrontar la vida. De Piturda saltamos a la expresión “bomborombillos”, o la denominación “tallos” donde otros dicen churros. Todo, por cierto, muy de Jaén…ni pollas.


Publicado el 19.7.2011


PRINGAOS

En este primer viernes de 2012 en el que, tengo que confesar, estoy algo confundido, mis dos rostros personales, el de asesor laboral y fiscal, y el de escritor, entran en conflicto filosófico: Déjenme que les explique: Todos sabemos que la ciencia económica es algo difusa y compleja. Se formulan leyes, se plantean estrategias, se diserta sobre aspectos que, a la postre, resultan totalmente antagónicos, contrarios,  diametralmente opuestos, a lo que en un principio se preveía. Medidas que creemos mejorarían la inflación, se convierten en deflacionistas; políticas a priori a favor del empleo, en ocasiones afectan negativamente a este contrayéndolo; fórmulas de reconocidos expertos chocan de plano con propuestas de otros prestigiosos gurús de la economía mundial. Tal vez lo más sencillo sería reconocer que la economía y los mundos adyacentes, no tienen absolutamente nada de ciencia y sí mucho, yo diría que demasiado, de hechicería, nigromancia y brujería, pues en raras ocasiones las predicciones de los apreciados ecónomos se pueden explicar de forma precisa o empírica, no digamos ya la de los rufianes y truhanes financieros del presente, a los que siento tan responsables de la actual coyuntura internacional. Es por ello que algunas medidas del actual gobierno, como la subida de impuestos en el IRPF, la paralización de nuevos perceptores para la aplicación de la Ley de Dependencia, el recorte de más de 600 millones en investigación avanzada, la reducción del gasto público en casi 9.000 millones y la congelación de la tasa de reposición de plantillas de funcionarios, por citar algunas de estas medidas, no entiendo en qué pueden contribuir a reducir las listas de desempleados y a mejorar el nivel de contratación de nuevos trabajadores. Mi mitad profesional me dice que es necesaria la reducción de gastos, así como elevados sacrificios, para cuadrar las cuentas públicas, pero, mi otra mitad más retórica, idealista, menos pragmática, me susurra al oído que no es el camino, que hacerle caso a los mercados financieros, a los rumores del parqué, a los arrugados políticos de salón de la zona euro que cobrarán sus prominentes sueldos a fin de mes, ocurra lo que ocurra, acierten o no en sus predicciones, nos aboca a más de lo mismo, es decir, a seguir confiando en aquellos iluminados que nos metieron en este embrollo y no son capaces de sacarnos porque no tienen recetas y además, para colmo, no les aprieta el zapato como nos aprieta al resto de pringaos.


Publicado el 6.1.2012


PUÑALADAS TRAPERAS


Puñaladas traperas las hay de todos los tipos: políticas, familiares; amistosas, hoscas; de color rojo, azul, rosa o grisáceo. Las hay que entran de frente pero que no las ves venir, y otras que te las dan por las espaldas, y esas ni ni fá. Luego están las que te dejas porque quieres y aquellas que no te queda más remedio. De unas pasas, de otras callas, de aquellas te lamentas, de estas ¿para qué hablar?, pero todas son puñaladas traperas, hijas de la misma raíz fulana y canalla; aunque no todas duelen lo mismo; todas son puñeteras y criticables, vengan de quien vengan, pero algunas de ellas queman por dentro, invisibles por fuera, apenas perceptibles por el ojo humano, pero laceran el corazón encogiéndolo en un puño: son las del hermano, las del amigo, las de tu mano derecha, y piensas que antes debiste de cortarla y evitarte el suplicio de ahora. Alguien me dijo que durante toda la vida nos las seguirán dando, señal inequívoca de que estamos vivos. No digo que no es cierto el principio lógico y metafísico, ¿de qué nos vale negar las evidencias? Lo único que suplico, señor asesino a sueldo de mi sosiego, es que no todas me las den en el mismo costado, pues tengo otro inexplorado preparado para tal efecto.

Publicado el 20.5.2011
QUE LLUEVA, QUE LLUEVA, LA VIRGEN DE LA CUEVA

Buenos días paisanos.  ¡No! No lo digo de cachondeo o con segundas intenciones. Os deseo buenos días. Otra cuestión bien distinta es reflexionar sobre lo que significa en la actualidad un buen día: ¿Lluvioso?, ¿soleado?, ¿caluroso?, ¿templado? He re de reconocer que mis esquemas al respecto al cambiado bruscamente. Para los paisanos de Jaén, un buen día era un día con lluvias, no demasiado frío, pero continuo y pertinaz, que descargara sin violencia paro empapando. Que nieva, que nieve. Que corre liviana el agua por nuestras calles, acequias o arroyos, loadas fueran las correntías con mesura, hartos esperadas, pero lo del último mes y medio, yo diría que ya es mala leche, hartazón, empacho. ¡Que no! Que no queremos más agua, por favor. Que salga ya de nuestro salón. Por eso mismo un ruego, que en realidad son dos: dejad de rezar por la preciada lluvia y comenzad la plegaria a la inversa, arre que es tarde, y vigilad a esos niños que cantan en la calle aquello de “que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva”, ¡encerradlos!, por lo que más queráis.

Publicado el 19.01.2010



QUE TE LO CUENTE OTRO


Buenos días. ¿Qué hay de nuevo, amigos? Al despertarme hoy tenía claras demasiadas cosas en mi cabeza. Ahora, en estos momentos, no las tengo tan nítidas. O quizás más fiel decir que mis pensamientos se han convertido en un mar de dudas. Me levantaba teniendo claro que os iba a hablar de la visita del Papa Benedicto XVI a España, pero pensé, ¿qué voy a aportar yo que no haya sido dicho ya? ¿Existe en la información algo nuevo bajo este sol? Porque hablaros de la crisis no era una opción. De las falsas polémicas periodísticas acerca de los derbis Madrid-Barça no me apetecía. El cómo te han ido las vacaciones, dónde has estado, qué tal te lo has montado, era un asunto demasiado recurrente. Y todo ello a los cinco minutos de haberme levantado, apenas retiradas las legañas de los ojos. Un martirio, pues en esa franja horaria, a menos de cinco minutos del primer bostezo, no carburamos, un limbo de imágenes nos rodea, se suceden flashes y retazos de escenas vividas en los cercanos sueños de la última noche, que o bien no han sucedido o bien nunca van a suceder. No tenemos todavía amueblada la cabeza. De ahí que esa euforia espiritual por tener tan claras las ideas, se torne decepción por el caos en que hemos sumido a nuestra inteligencia. Así que del tranvía, de la crisis socialista en Jaén, del paro, de las farmacias de La Mancha, de Libia, del motociclismo, de la Vuelta a España y de la Roja va a hablar quien yo me sé, porque el menda lerenda no va a caer en la misma trampa de siempre. Que te lo cuente otro.


Publicado el 16.9.2011


SAN FERNANDO 2010

Sé que algunos de vosotros escucháis este sencillo comentario que lanzo al viento, como me comentaba el otro día Miguel Ángel Padilla o Barichela. Hoy me trae un asunto delicado: Este fin de semana, con un grupo de compañeros del mundo de la recreación histórica, nos desplazamos a la localidad gaditana de San Fernando para recrear el Bicentenario de las Cortes, fundadas en 1810 en la Isla de León, en pleno exilio ante la ocupación francesa de la península. No digo que no fuera un hito importante que tengamos que recordar, ¡no!, nada más lejos de mi ánimo, máximo cuando yo, convencido demócrata, reconozco la trascendencia que tuvo el mantenimiento del poder político en terreno tan reducido y sufriendo terribles penalidades.  Puestos al caso os recomiendo que leáis la novela “El Asedio”, de Arturo Pérez Reverte. Pero la cuestión que os traigo es otra. Actualmente resido en Bailén, como el amigo Antonio Agudo, por ello sabrá de qué os hablo. Este viernes, según nos confirma la organización, en la Recreación del Bicentenario de las Cortes de Cádiz se persona el rey Juan Carlos I para presidir un desfile protocolario que las fuerzas armadas realizarán con tal motivo. El sábado acude el Príncipe Felipe a presidir la batalla que unos y otros, franceses y españoles, vamos a reproducir lo más fiel posible sobre el Puente Suazo, el mismo que fue testigo de piedra de los acontecimientos que allí ocurrieron. Además nos acompañará Arturo Pérez Reverte, gran amante del recreacionismo. La duda que me asalta, como bailenense, es, ¿para la casa real no tuvo similar repercusión en nuestro pasado, la victoria de los ejércitos españoles al frente del General Reding, sobre las tropas del general Dupont? Todos sabemos que fue la primera derrota que sufrió el ejército de Napoleón en campo abierto. Pero nosotros, en Bailén nos quedamos con un palmo de narices esperando la visita real, que no se produjo. Sabemos también la opinión de Pérez Reverte sobre tales ausencias, aunque he de decir que el autor de Alatriste también faltó a la cita en Bailén, a pesar de que yo personalmente lo invité en Madrid el 2 de mayo del 2008. Y es que ocurren cosas que raramente se entienden.

Publicado en Septiembre 2010


UN MUNDO MAL REPARTIDO

Probablemente sea uno de los pocos andaluces que no haya disfrutado de vacaciones en este puente del Día de Andalucía a tenor de lo visto por estas latitudes. Mi amigo Miguel Ángel se largó a Cartagena, dejándome huérfano de nuestras habituales sesiones literarias, mis hermanos y madres se repartieron por Almería y Málaga, los empleados en hoteles de costa y viviendas rurales de interior. Mis suegros, no te lo pierdas, en Londres. Resulta que todo mi entorno se largó huyendo, al parecer de los efectos de la crisis, lo cual me resulta irónico, pues se trata de una huída hacia adelante y no un retroceso. Y es que se nos llena la boca de palabras y conceptos nuevos cuando hablamos de necesidades económicas, de situaciones límite, de la falta de trabajo, de hogares rotos. Pero hay otro mundo detrás de esas visibles cortinas, cuales son los funcionarios, al parecer no afectados por los problemas del mundo mundial, los pensionistas y jubilados, los ahorrativos y previsores, los trabajadores fijos, los políticos, los ejecutivos, algunos empresarios que subsisten contra corriente, y aquellos que viven al margen de la humanidad en sus caparazones de acero. Solo es un ejemplo, pero podríamos mostraros cientos.
            Ahora, más que nunca, estoy convencido de que el mundo está mal repartido, que los bienes, antes abundantes, y al parecer hoy escasos, siguen distribuidos de forma aleatoria y barriobajera. Si no, como es posible las situaciones que  vivimos de extrema necesidad por un lado, enfrentadas a aquellas otras de opulencia. Se hacen necesarias políticas sociales desde los mismos Ayuntamientos hasta el Estado, pero también actos y actitudes de las personas, comprometiéndose con el vecino y el amigo, ayudando si pedir nada a cambio, compartiendo. Si así fuera, os aseguro que el problema lo veríamos con otra perspectiva, sin el dramatismo con que hoy se nos presenta. Caso contrario pongámonos la mano en el corazón y comprobemos si aún late o si permanece en silencio.




18


Buenos días. Y  van dieciocho. Las veces que me asomé a esta ventana para hablarte de cosas sencillas pero importantes, para intentar que concilies el sueño de vivir cada mañana y no desfallezcas en el empeño. Me empeño, como una ONG del salvamento en apaciguar los ánimos de aquellos que, desbocados, suplican por encender la hoguera de la ira en los corazones más apacibles. Y van dieciocho, que las he contado, las apariciones en ropas menores para deciros que la felicidad a veces se esconde tras una taza de café de Costa Rica, si al otro lado de la mesa te escuchan con una sonrisa de oreja a oreja. No te amilanes, porque alguien, escondido como estaba, lanzaba una piedra hacia tu tejado de uralita, tú y yo sabemos que en los sueños moran las pesadillas, pero también el sosiego. Es por eso que hoy me he propuesto llenarte de pájaros la cabeza, crearte la falsa ilusión de la esperanza, anclar en tu mirada la belleza de lo accesible y procurar que tu humanidad rebose por los cuatro puntos cardinales de tu esqueleto, en forma de regodeo, júbilo, que no jubilado, y una pizca cándida de esperpento, pues de la crisis, de la política, de los siniestros, del paro, de la economía y del enfrentamiento, ya vendrán otros que te hablarán hasta el aburrimiento.







YA ES LA HORA


No deja de ser curioso que incluso en estas trágicas circunstancias en que vivimos los ciudadanos medios, los sufridos anónimos, se sigan enzarzando los partidos políticos en una confrontación estéril por convencernos de las bondades de sus ideas. Y es que yo ya no me lo creo. No sé tú, pero a mí como que me  trae sin cuidado los discursos huecos, las modélicas intenciones que no vienen cargadas de contenidos, la palabrería fácil, la tibieza de algunos actos.  No deja de ser curioso, pero al mismo tiempo resulta bochornoso que no estemos todo un país arrimando el hombro. Ya no valen los proyectos, ya no sirven las propuestas. Es la hora de acometer las políticas, erróneas o exitosas, pero hora es de bogar hacia un mismo viento, de olvidarse de rencillas y enfilar la nave hacia el horizonte. Y hablo de los bancos, del gobierno, de la oposición, de los ayuntamientos, de los sindicatos, de los empresarios, de los trabajadores, de los funcionarios, de los hombres de ciencia y de los indómitos de las letras; mujeres y hombres. Todos. Todos. Nadie quede fuera. La misma prensa, esta misma radio, las escuelas, y, por supuesto los miles de parlamentos y cientos de senados que hasta ayer eran graneros de oradores y hoy tendrán que reciclarse en gestores de una recuperación en ciernes.  Ya no nos vale sentir las piedras volando sobre nuestras cabezas buscando la herida limpia, hora es de estrechar las manos, de enfrentarnos cara a cara y enterrar las rencillas ideológicas que durante un tiempo estuvieron bien, pues en algo había que justificar el sueldo, pero que ahora no convence. Los millones de parados, los cientos de miles de hogares con problemas claman a gritos soluciones. Sus voces y sus lamentos no pueden caer en el olvido.




MOCOSOS


Creía el iluso de mi hijo que nos habíamos caído maduros de una encina, que siempre fuimos adultos, que nacimos con canas e incluso con claros síntomas de calvicie, que siempre fuimos así. Y peor aún, toda su generación, aquellos que ahora son adolescentes, creen, están convencidos de ellos, que siempre fuimos serios, que anduvimos desde tiempos inmemoriales preocupados y acontecidos con las notas escolares, con la estabilidad laboral, liados con hipotecas y mil letras consumistas, ¡los muy ilusos!. No imaginan que no hace mucho andábamos, como ellos, detrás de la vecina del primero, fumando en las esquinas, bebiendo en grupo, compartiendo lo prohibido; que nuestras preocupaciones se limitaban a administrar la paga para todo el fin de semana y organizar la feria más próxima, la mayor gamberrada. Amigos como Jacho se preocupaban de mantener la llama encendida, caliente la manada. Se creen estos mocosos del tres al cuarto que nacimos ayer, sin apenas vida, sin experiencias a las espaldas, como si fuéramos cuatro paletos que nunca rompimos un plato o quemáramos la baraja. No saben que vivimos muchos mayos en las barricadas, que recorrimos miles de kilómetros a lomos de vehículos y motocicletas que hoy reposan en desguaces, silenciados, pero que en su día llenaron de humo las carreteras por las que huíamos hacia lo desconocido. ¿Pero quienes se creen estos mocosos que fuimos?

Publicado el 15.4.2011


TROPELÍAS Y DESPILFARROS

Buenas tardes, y ante todo disculpas a todos aquellos amigos trabajadores de la banca, que son muchos, pero es que si callo, reviento.
Hace un par de días recibí uno de esos correos que, en un par de meses, da varias vueltas al mundo y que, en la mayoría de los casos no le prestamos excesiva atención. Ocurre que, en esta ocasión, tal vez sensible al problema que vivimos, y que no es chico, me afané en leerlo desde el principio al final, reconociéndole al autor, las más de las veces anónimo, -en estos casos me pregunto quién será el tal anónimo, que ostenta una producción literaria tan intensa-. Planteaba algo de una simpleza extrema, cómo es: los funcionarios de este país están soportando estoicamente la reducción continua de sus salarios mediante la congelación de estos y la eliminación de las pagas extraordinarias, medidas que desde los círculos más conservadores del país se alaban. Casi cinco millones y medio de desempleados a los que se les recorta el porcentaje a percibir de la prestación. Al resto de trabajadores que aún conservan su milagroso puesto de trabajo, también se les redondea a la baja sus emolumentos por la vía de la congelación de salarios y de la eliminación de los pluses de productividad, beneficios, dietas y otros complementos, cuando no la reducción de la jornada laboral. De los pequeños y medianos empresarios ni te cuento, pues probablemente sea el sector más afectado por la crisis, pues no solo ha visto menguados sus ingresos en porcentajes imposibles, sino que incluso ha tenido que recurrir a todos su recursos disponibles: fondos propios, planes de ahorro y jubilación, entidades de crédito, familiares, amigos, etc. Decía este correo misterioso que algo que hace tiempo comenzó a rodar por más de una cabeza debidamente amueblada de este país: “Si tan mal está la banca española, que acude al rescate, debido a su mala gestión, y no culpa de terceros, pues en su momento se lanzó como loba hambrienta al sector inmobiliario, buscando el máximo de beneficios con el mínimo de esfuerzos, y así se ve ahora, pues bien, si están tan descapitalizadas las entidades de crédito españolas, ¿para cuándo van a reducir sus salarios, complementos, pagas y beneficios de los miles y miles de empleados que tienen a su cargo, con emolumentos desorbitados para como está el patio laboral del país, comenzando, por supuesto por rebajar un 1000 % los contratos blindados de los consejeros, asesores, directores generales y chupatintas que nos han llevado a esta insostenible situación. Vaya por delante mis disculpas, pues son cientos los amigos de ese sector que puedo contar, no sé si mañana me quedará alguno, y recalcar que no tienen culpa los empleados de la banca del despilfarro de sus jefes, y de sus tropelías.

Publicado el 28.7.12.


NOS VAMOS DE VACACIONES

Se acerca el final del curso escolar y con él las ansiadas vacaciones. O al menos esa era la costumbre hace algunos años. Ahora, el final del curso escolar conlleva el dilema de qué hacer en el verano. Si nos planteamos coger unos días de vacaciones en la playa, en la sierra, hacer turismo, viajar, y demás actividades ligadas al ocio veraniego, tendremos que liberar un dinero del que, en muchos casos, no disponemos, lo que implica recortar de otras necesidades como clases particulares, ropa, comida, arreglos en la casa, y otras fruslerías que la vida nos depara.  Si decidimos seguir la senda e instrucciones del gobierno de la nación, hincaremos una mueca más en el cinturón del pantalón y cambiaremos mar por piscinas, playa por hamaca de la terraza, chiringuito por barbacoa en el campo del amigo, correr por el paseo marítimo por trotar desde Zocueca a Burguillos.
¿Y los niños? ¿cómo engañarles y hacerles ver que la arboleda de la Alameda es un parque natural codiciado?, que El Puente de la Sierra es la Sierra de Cazorla o que el Guadalbullón es el Nilo, y Jabalcuz, La Peña de Jaén o Los Tajos de la mella, se nos antojan las Pirámides de Keops, Kefrén y Micerino. Algunos dirán que El Lagarto de Jaén es el más grande cocodrilo del Nilo. Nos mirarán los niños y con una mueca nos darán su respuesta. Cuesta creerse que hace cuatro años pintábamos la vida de color de rosa y en esta encrucijada de miedos, desesperanzas y asfixias, haya degenerado en tonos oscuros, demasiado oscuros. Me voy a atrever a llamar a José Fernández Ríos para que nos pinte el paisaje de la provincia en colores vivos, intensos, alegres, divertidos, y comprobar de paso si el arte cumple, en este triste tiempo, con su cometido.

Publicado el 16.6.12.


CORAZONES  DESGARRADOS

Mira que da vueltas la vida. Ayer éramos felices en nuestro consumismo, gastábamos y gastábamos sin ton ni son, imaginando que el dinero, que no dejaba de ser un simple papel impreso, jamás se acabaría, que los bienes de producción eran infinitos y que nuestra suerte  -económica, pues no me refiero a otras suertes- era permanente. Hoy, tras casi cinco años de recesión económica, dificultades monetarias, asfixias y apatías contables, nos damos cuenta que nada es infinito, que nuestro sueño de felicidad material era una quimera, que las relaciones con los socios, clientes, proveedores, bancos, familiares y amigos, se mantenían apenas sobre un fino hilo de seda que a fuerza de tanto ceder, se ha partido. Me encuentro rostros entristecidos, corazones desgarrados, espíritus que deambulan por un mar de resignación ante unos hechos que ellos no provocaron pero que sufren en primera persona. Y la mayoría de esos apagados rostros y cansados espíritus se preguntan una y otra vez, ¿en qué fallaron?, ¿qué equivocaron?, ¿qué hicieron mal en otro tiempo de abundancia? No es fácil la respuesta, ni tampoco única, pues cada uno tuvo sus razones y actuó de forma diferente, aunque en el fondo de manera parecida, sin prever, sin contemplar, sin aprovisionar, sin establecer, sin calcular, sin dotar a sus corazones del bálsamo protector ante un posible e incierto futuro que no imaginamos que se nos vinera encima con esta crueldad y sorpresa. ¿Sabes que es peor aún? Que no se da con la respuesta, que no se vislumbra la salida, y que nuestros corazones y nuestros espíritus, al cabo de un tiempo estén rotos y sin posibilidad de cura.

Publicado el  2.6.12


DIAGNÓSTICOS Y REMEDIOS

Buenas tardes amigos. Hoy he desayunado en mi cafetería habitual con el señor Mariano Rajoy, trasladándole mi preocupación, y la de todos mis colegas, por la marcha de la economía española. A su lado, Ángela Merkel, que por casualidad se encontraba por Bailén, de camino hacia Sevilla, no paraba de repetirnos la dichosa palabreja de “¡austeridad!, ¡austeridad!, ¡más austeridad!”. Aunque en ocasiones se desmelenaba con la sevillana del contención del gasto y el bailen de los recortes salariales. No había degustado apenas dos bocados de mi tostada de aceite virgen de oliva cuando el ministro de Economía, Luis de Guindos, se apresuró a informarnos que habían vuelto a aumentarnos la prima de riesgo, o lo que es igual, a rebajarnos la confianza a través de la calificación. El ministro Cristóbal Montoso esbozaba una sonrisa que no supe entender, pues no estaba el horno para bollos. Tras de nosotros apareció una insigne calvicie a la que continuaba una barba descuidada, era el señor Rubalcaba que, con su característica sorna decía “no, no, no”, como si se tratara de una canción. Dos bocados más de la tostada y mi garganta se manifestaba oponiéndose a que siguiera tragando, como si la película no fuera conmigo. Apreté el paso, sorbí el café, bien caliente, como me gusta, y a escasos cuatro mordiscos del final de la media tostada, no pude más, renunciando a completar el almuerzo, pues algo me oprimía el estómago lo suficiente como para no poder continuar. En ese preciso instante advertí que la situación requería diagnósticos, remedios, medicinas, algo que tras cuatro años de dolencia, nadie había resuelto. Peor aún: observé que los galenos, todos ellos eminencias en el asunto, no conseguían ponerse de acuerdo en mi sueño, en el dictamen, menos aún en el antídoto.

Publicado el 5.5.12


HAY DÍAS GRISES, PERO TAMBIÉN HORIZONTES AZULES

Hay días en que uno se levanta eufórico, alegre, contento, con la sensación de júbilo y buena estrella que en paralelo te acompaña, apenas sin advertirlo. En ocasiones es todo lo contrario, la vida te golpea con saña y revanchismo, deleitándose en la herida que supura el desaliento. El rostro lo dice todo: un estado de felicidad o, por el contrario, un semblante de mortecina contemplación, cercana a la nostalgia y al abatimiento. Muchas de las veces conoces las causas, tanto para la alegría como para la tristeza que te abate. Últimamente existen demasiados corazones rotos y estómagos retorcidos por la sensación de ahogo que produce esta lacerante crisis económica a la que los ciudadanos, las familias, no ven salida, y a las que los dirigentes y los políticos no encuentran remedio, solo tapujos. Más allá del portal que se advierte por los motivos económicos y monetarios, existe un universo de problemas paralelos que subsisten y que vienen a profundizar más si cabe en la herida abierta, como es la enfermedad de algún ser querido, las separaciones, divorcios o rupturas traumáticas, o la pérdida de personas de nuestro entorno, que estimulan nuestra cercanía hacia lo ignoto, lo sobrenatural o, más en concreto hacia lo espiritual. Existen los días grises pero también los horizontes azules, radiantes. Las necesidades materiales agobian, pero sabemos por experiencia que al final del túnel, largo y tortuoso que vivimos, una luz nos brinda una esperanza de futuro, a sabiendas de que el futuro, como el pasado, no existe, solo es cierto el presente. Las otras cuestiones que en este tiempo de engaño al parecer no preocupan, realmente son más importantes que la pasajera crisis, pues vienen a demostrarnos la precariedad de la vida, la volatilidad del ser humano, con sus luces y con sus sombras. Hay días que uno se levanta eufórico, contento, pero hay otros en los que la realidad se nos presenta con su auténtico atuendo, y no nos queda otra que aferrarnos a aquellas cosas que realmente importan.

Publicado el 29.2.12


SUBIMOS EL ANGLIRÚ

Buenos días a todos. A los buenos y a los malos, a los vencedores y a los vencidos. A los tres tristes tigres y a los cuatro alegres danzarines. A los que beben coca-cola y a los de la pepsi-cola; a maduros y a jóvenes; a hombres y a mujeres; a los de derechas y a los de izquierdas, también a los rosa diez, convergentes y benegados. A mis amigos los gallegos, a los de Móstoles, a los de la Albuera, y a los granainos  -a todos menos al que tiró el paraguas al árbitro de línea-. Hoy es un día de reflexión: unos, los derrotados, tendrán que rehacer las filas, dejar de mirarse el ombligo, plantearse la disyuntiva del ser o no ser de la socialdemocracia europeísta o de la izquierda moderada, o quizás hablen de progresismo liberal o de liberal progresismo. Es decir, redactar unos nuevos estatutos, como decía el ministro de la presidencia, ahora en funciones o provisional, Ramón Jáuregui, adaptándolos a los nuevos tiempos, pues el tren que va hacia el futuro viene arrollando; otros, tendrán que comenzar no mañana, sino ayer, a tomar medidas, resolver conflictos, barajar capítulos económicos y cuadrar las cuentas del “estado de buena esperanza”.
No puedo decir otra cosa, pues soy un liberal empedernido, un demócrata convencido, que nos toca a todos arrimar el hombro, apretarnos el último agujero del pantalón roído y dejar de mirar hacia atrás, sin manoseos ni sarcasmos, sin batallas que serán en el fondo perdidas. Hoy preocupan los ciudadanos, las familias, las personas, y no las siglas o las ideologías. Os pido a los dos, socialistas y populares, y por ende al resto de formaciones, que os apretéis las manos en señal de asentimiento. Jurad, por Corto Maltés, nobleza y fidelidad, pues nadie sobra en estos difíciles momentos, y, a aquellos que piensan que ya está todo hecho, que se equivocan, que ahora comienza la ascensión al anglirú y en esta cuesta todos los brazos son pocos y … puntos suspensivos.

Publicado tras las elecciones generales en las que el Partido Popular obtuvo la mayoría absoluta. 23.11.11.



3 DE JUNIO DE 2011

Estaba con mi amigo Troyano hablando de aquesto de la maldita crisis, cuando alguien nos soltó aquel refrán que dice: “Ganar no ganamos, pero hay que ver lo que trapicheamos”. Fue inevitable que me acordara de mi padre, experto en el refranero popular, aunque sui generis, y, atento al quiete, se me ocurrió contestarle, no sé si con buen acierto, aquello de: “El camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”, recibiendo al tiempo un rosario de frases y refranillos anticrisis, del tipo: “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “la soga quiebra por lo más delgado”, o el más rebuscado de “Guarda pan para mayo y leña para abril, que no sabes el tiempo que ha de venir”. Cabizbajo, reconocí que mi erudición sobre aforismos no era demasiado extensa, pues no rebasaba aquellos de: “Pobreza no es vileza”, o “Barriga llena, corazón contento”, o aquel de “Pájaro que vuela, a la cazuela”, muy del gusto popular. Al llegar a la casa, obstinado, me lancé al abismo del portátil, y descubrí que nuestro refranero popular, que en algunos casos tendrá varios siglos de existencia,  nos da las claves para combatir esta y cien crisis más que han pasado y que pasarán en el tiempo, pongamos por ejemplo: “Polvo de ladrillo malo para el bolsillo” ¿Ingenioso? O: “Paga lo que debes y sabrás lo que tienes”. También “Guárdame de mis amigos, que de mis enemigos ya me guardo yo”.  A mi padre siempre le gustó aquel de: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”. A mí, me place la sentencia: “Bien me quieres, bien te quiero; no me toques el dinero”.



¿TE LO CREES?

Quiero agradeceros de antemano vuestra fidelidad, encomiable y complicada en tiempos revueltos, pues pienso que a ella se debe la subida de sueldo que me han propuesto en la COPE, cercana a las primas que se barajan en el fútbol español y en el inglés de un tiempo a esta parte de la crisis. Me imagino que estos altos emolumentos se deberán a las altas cotas de mercado auditivo y radiofónico, pues no tengo líos de faldas con directora, productora o presentadora alguna, lo cual prometo solemnemente y con vosotros de testigos. Yo lo achaco a mi verborrea dislocada, que no es lo mismo que decir diarrea desbocada, a pesar de que suene parecido. A ese don de la naturaleza que Dios me ha dado y que me permite citar en 90 segundos, no más, tanto los artículos del Código Civil como los del Código Penal en versión reducida, o recordar a algunos de mis numerosos amigos, o repasar la actualidad política, la realidad económica y los aspectos sociales, y de paso comentaros pasajes de cuestiones que pudieran resultar triviales, como nuestras vacaciones, los viajes, el deporte, los conciertos de rock, o el paseo a pie por una milenaria Córdoba. Será por ello por lo que me han subido el sueldo: ahora tendré que subir por un pringoso mástil para alcanzar tan elevados emolumentos. Por ello gracias, gracias y mil gracias, a pesar de que hay quien piense que ando desubicado, a la deriva, sin descubrir, ¡maldita sea!, que la voz rota y áspera que escucha a través de las ondas es la mía, la auténtica, sin cortapisas pero comedida, sin ataduras, libre. Será por ello que me han subido el salario hasta el quinto pino. Iluso, ¿cómo es que aún te crees, hermano, todo lo que te dicen porque lo has oído en la radio o visto en la tele?

Publicado el 4.2.11.


CON EL ECO YA LEJANO…

Con el eco ya lejano de los tambores y cornetas de la Semana Santa, que ha dejado en nuestra tierra unos cuantos litros de agua bendita y miles de lágrimas recorriendo el asfalto de nuestras calles por la suspensión de algunas procesiones, entre ellas la de nuestro Abuelo, hora es de enfrentarnos a la realidad cotidiana de aquellos otros asuntos que ocupan los minutos y horas de cada día: el pago de la hipoteca, las notas de nuestros hijos, la subida de la factura de la energía eléctrica, el compromiso con nuestra pareja, el gesto abrupto de nuestro jefe, las goteras de la terraza, el arreglo de la cisterna del agua, la ITV del coche, la boda de un amigo, el duelo por la pérdida de un ser querido, la ruta senderista por el corazón de Despeñaperros, o, en algunos casos, afrontar el dilema de si dejar de fumar ante la nueva subida del vicio del tabaco. Ya no se trata de la crisis, de la situación económica del país, de la prima de riesgo, de la falta de crédito bancario para las empresas o para los particulares, de la paralización de la actividad económica, de los recortes en inversión e investigación, de la reforma laboral o la revisión del sistema sanitario o educativo, sino, simplemente el día a día, pues hemos asumido la crisis y sus efectos colaterales como algo habitual, como algo que forma parte de nuestras vidas y de lo que hay que huir hacia delante, pues quejarse por sistema no conduce hacia ningún destino. A diario me preguntan qué tal me va la empresa, cómo veo la situación, y cosas por el estilo, y, ciertamente, he comenzado por contestarles que ya pagué mi recibo mensual de la hipoteca, que las notas de mis hijos aún siendo buenas podrían haber sido mejores, que a mi perro lo he llevado al veterinario para su revisión anual, que este fin de semana planeo asistir al concierto de Guerrero García en la Sala Kharma, y otras cuestiones de este tipo, o lo que es igual, me niego a seguir permitiendo que otros dirijan mi vida hacia espacios donde no quiero estar ni lugares hacia los que no quiero ir, simple y llanamente.

Publicado el 15.4.12.



LAS COSAS IMPORTANTES


Hoy tengo un compromiso personal de cambiar los tercios, por eso, no os esperéis incursiones en materia de reforma laboral, huelgas generales, corruptelas políticas, yo dije esto tú dijiste aquello. A lo que digas, yo ofrezco más que tú, y todas esas zarandajas. Hoy, tal vez por los efluvios de la primavera, o la proximidad de las vacaciones de la Semana Santa, o, quien sabe por qué ignotos motivos, he decidido mudar de suerte. Todas estas últimas situaciones de crisis, ahogos y quebrantos sobrevenidas, nos hace pensar más a menudo que lo hacíamos antes del diluvio financiero. Y algunos, entre los que me encuentro, hemos llegado a la conclusión que lo realmente importante, y que al parecer se nos había olvidado, son otras cosas, otros gestos, otros universos, los de las caricias, los de las sonrisas, el llanto, el amor, los hijos, la familia, el dolor, el desamor, la risa. Para ti tus comentarios sobre la crisis y las medidas del gobierno, a mí me basta con que me rodees con tus brazos mientras me susurras palabras que me suenan como el cristal de bohemia. Para vosotros los análisis del seguimiento de la huelga general contra la reforma laboral, a mí me dejáis que vague por esos parajes donde la razón no tiene lógica y donde los sentimientos han hecho su morada. Para mí la peseta y para ti el duro, ¡qué más da!, si al fin he descubierto que el misterio de la felicidad es tan simple como amoldarse a lo que eres, disfrutar con lo que tienes y dejar el resto para el codicioso vecino que nunca se conformó con sus posesiones, menos aún con sus modos de vida. Tendremos que preguntarnos algún día si somos vecinos o acaso sus colindantes en este argumento.


Publicado el 30.3.12.


ESPECIAL ELECCIONES AUTONÓMICAS


En estos días, todos los periodistas, columnistas, políticos y ciudadanos, se han apuntado al carro de hablar sobre las próximas elecciones autonómicas del domingo en Andalucía. Y yo, ¿qué quieren que les diga? No albergo falsas esperanzas de que ningún partido político, ni el PP, ni el PSOE, ni IU, ni los andalucistas, nos solucionen los acuciantes problemas como son el empleo, la educación, la falta de crédito bancario, la reducción en Sanidad, algunas que otras corruptelas y otros más que por extensos, no voy a relacionar. Sí es cierto que tendremos que decidir hacia quien dirigimos nuestro voto cautivo, si hacia corrientes neoliberales que traen el recorte bajo la manga, o si mantener una línea de continuismo que no nos ofrece excesivas soluciones, o un cambio radical en el modelo social que no deja de ser una incertidumbre. Echo de menos en los programas electorales la falta de propuestas concretas para acabar con esta irritante crisis que aún no sabemos ni por donde nos ha venido, abundando en la superchería y la palabrería para decirnos: “yo soy mejor que el otro”, cuando a todos los partidos, es decir, a todos, les ha reventado en la cara los casos de corrupción y/o la mala gestión de las cuentas y del dinero público. Pues sí, estoy descontento, desanimado, hastiado, y, para colmo, tampoco es que el carisma de los candidatos sea para tirar cohetes, pues es más de lo mismo.
Lo único real es que ese día votaré, pero no me pidan que me defina, pues ya hace tiempo que venimos los españolitos reivindicando las listas abiertas, en las que cada uno marca la casilla de aquella persona que cree está más cualificada para dirigir esta nave a la deriva, aún a riesgo de equivocarnos, pero ese es nuestro derecho: el derecho a errar, y es ahí donde radica la auténtica base de la democracia, y no el humo embotellado que nos venden y del cual ya no nos creemos nada de nada.

Publicado el 24.3.12.



¡GABACHOS, GABACHOS!

Hace algunas semanas, en esta misma sección, curiosidades de la vida, ensalzaba los logros de los deportistas españoles, tanto a nivel individual como a nivel colectivo, y no solo me refiero a la pléyade de selecciones que visten la camiseta roja con orgullo, sino incluso de los clubes o equipos que disputan las ligas españolas en cualquiera de sus disciplinas, llámese fútbol, balonmano, baloncesto, fútbol-sala, voleibol, por poner solo un ejemplo, las cuales están plagadas, obviamente, de jugadores foráneos, señal inequívoca de la buena salud de nuestras competiciones y de las excelentes estructuras organizativas de las federaciones patrias.
Ahora resulta que los galos, envidiosos como ellos solos, comienzan sutilmente a cuestionar los logros y méritos de nuestros héroes  -a mí me gusta llamarlos así, pues en la mayoría de los casos son espejo de valores para nuestros jóvenes y orgullo para sus conciudadanos, que hacen suyos los triunfos, no tanto los fracasos-. No voy a ponerme de parte de aquellos que buscan en el dopaje mejorar las marcas, tampoco son de mi devoción los que amañan resultados o recurren a la trampa y al engaño, ¡no!, ahí no me veréis, pero no voy a quedarme callado ante el atropello que supone poner en entredicho su calidad, su trabajo, la perfecta planificación integral, que arrancó unos años antes del 1992 con el plan ADO, y que continúa hasta nuestros días. No son unos pocos, no son cientos, son miles, cientos de miles los que practicamos deportes en este país de ensueño; esforzándonos, exigiéndonos, sudando, para que una panda de desalmados sin escrúpulos, intenten minar la estirpe y la moral de los atletas y deportistas, sin apenas rebuscar en sus intrahistorias, en sus biografías, en sus glorias y en sus miserias, afanándose exclusivamente en el oropel de las victorias y los triunfos que otros no obtienen.
Algunos amigos me sugieren que les recuerde que un 19 de julio de 1808, al ejército más poderoso del mundo, el francés, le doblamos la oreja en Bailén, así que ¡ojo al parche!

Publicado el 18.2.12





¿FELIZ AÑO 2012?



El viernes pasado prometíamos, cuando menos, que en este comentario, último del año, procuraríamos un resumen del ejercicio que se marcha, hacer un balance colectivo que no atendiera a cánones establecidos al uso, pues no manejamos sobre el papel estadísticas algunas. Por ardua, y menos aún para exprimirla en apenas dos minutos, la tarea la desechamos de inicio. En un somero esfuerzo recordamos que sometimos a los políticos a dos plebiscitos, que unos superaron mejor que otros, a pesar de las bajas notas que les concedíamos, en cuanto al fútbol, más de lo mismo con el abrumador poderío del Barça y de nuestras selecciones. En el resto de deportes, en este país, apenas ha existido crisis, pues seguimos cosechando importantes victorias, Copa Davies incluida. Independientemente de cómo nos haya ido en lo privado y en lo familiar, pues cada familia es un microcosmos complicado de diagnosticar, a lo que no pudimos sustraernos es a esquivar la idea de que el 2011, en aspectos económicos, políticos y estructurales, ha sido todavía peor que el anterior, y, lo negativo, es que para el 2012 no solo se esperan recortes económicos, aumentos de impuestos, petición de esfuerzos extraordinarios a los ciudadanos, probablemente tijeretazos sociales, merma de los universales servicios sociales, reducción de sueldos y caída de parte de nuestro asentado estado de bienestar, y todo esto aderezado de comprensión y buenas maneras, nada de indignaciones soberanas que pudieran crear alarmas y desconfianzas. Es decir, bájate los pantalones, súbete el jersey y además ponme buena cara. Es por eso que lo primero que pensé cuando comencé a escribir esta reflexión era: ¿será conveniente y adecuado que les felicite o no la entrada del nuevo año? Definitivamente lo dejaré para otro momento.




Publicado el 30.12.11


DICHOSO PEPINO

Desde luego, con el asunto del pepino, las autoridades alemanas se lo han puesto a huevo a los humoristas españoles, hastiados como estaban de los mismos temas recurrentes de siempre: la Belén Esteban, el Paquirrín, los miembros del gobierno y algún que otro de la oposición; o la voz gangosa de nuestro Rey para aquellos más radicales que se suelen mofar de los defectos físicos de los ajenos, nunca de los propios. Mi amigo del IDEAL de Granada, Andrés Cárdenas, ya nos regaló una columna sobre las propiedades curativas, diuréticas y eróticas del pepino; y cien humoristas, ¿dónde irán? narran las aventuras y desventuras de la hortaliza española en su periplo desde la costa mediterránea hasta el país teutón, cruzando media Europa, como hicieran tantos miles de españoles en los años del hambre. Unos con sorna e ironía, otros en serio, todo el mundo, como solemos, hablando de las bondades del pepino, de su textura, de su sabor, de su tamaño. Ora en broma, ora en serio, maldita la hora que una responsable sanitaria de nuestros colegas alemanes nos pusiera en el disparadero de la cuarentena, pues probablemente la alimentación era el único sector que hasta ahora se había salvado de esta terrible crisis económica, y van y lo meten en el saco de las desdichas. Seguramente un lepero nos enmendara la plana advirtiéndonos que no todos pierden en esta crisis del pepino y del E.COLI, pues los humoristas y contertulios de periódicos, televisiones y radios se frotan las manos: he aquí un ejemplo.

Publicado el 10.6.11




VARAPALO SOCIALISTA

Buenos días y enhorabuena a los vencedores en las Elecciones del 22 de Mayo, al parecer todos, según cada lectura, y una palmada en las espaldas de los vencidos, nadie, a juzgar por las declaraciones de nuestros despistados políticos de salón. De todas formas, he de decir que me ha sorprendido, en general, los resultados electorales, y yo, al contrario que los miles y miles de cronistas, ideólogos, entrevistados y entrevistadores, analistas y voceros de nuestra patria, que se aventuran a explicarnos el cómo y el porqué de los resultados electorales y que se atreven a escudriñar los entresijos e interiores de cada una de las historias individuales, he de confesaros abiertamente que no tengo opinión alguna formada, que no me atrevo a diagnosticaros la casa o los efectos, menos aún sus posibles remedios. Me ha sorprendido sobremanera la debacle socialista en casi toda España, también, lo reconozco, la bajada del PSOE en la capital de Jaén y el aumento de la del P.P. –al parecer el tranvía no es objeto de deseo-. En ínfimas ínsulas de poder sostenido, el varapalo que los barones progresistas han recibido por doquier les hará plantearse estrategias más a largo plazo, pongamos por caso listas abiertas en las municipales, o tope de dos legislaturas para cualquier cargo público. En el caso de mi pueblo, pongamos que hablo de Bailén, el PSOE se ha alzado con la victoria, felicidades, si bien no aumenta en votos ni tampoco en concejales. El PP ha aumentado considerablemente en votos y sube de 4 a 6 concejales, también enhorabuena. Izquierda Unida, que no pillaba cacho desde hacía al menos 3 lustros, ha conseguido una acta de concejal, por lo que también habrá que felicitarlos. Caso contrario el acontecido al hasta ahora partido del alcalde, AIB, el cual aún anda buscando su identidad ideológica, si de izquierdas di de derechas, y que ha sufrido un serio revés al pasar de 5 a 2 concejales, perdiendo la mayoría absoluta que le mantenía en el poder junto con los populares. Lo cierto y verdad es que, jugando al juego en el que no pierde nadie, no sé si debo o no debo felicitarle el resultado.

Publicado el 27.5.2011


CARA DE GILIPOLLAS

¿Han entrado últimamente en una entidad bancaria? Seguro que sí, pues nos hemos hecho el cuerpo a no vivir sin su asfixiante presencia. ¿Han salido de sus dependencias, apenas a los cinco o diez minutos, con cara de gilipollas  -iba a decir con cara de póker, pero me ha salido el taco desde el alma- porque íbamos a quejarnos de una comisión abusiva, de un cargo indebido, de un gasto excesivo, y al rato, como si nada, nos echan de buenas formas -¡allá lo llevas!- sin devolvernos ni un duro, convencidos de que nos han estafado, con cara de imbécil  -por decirlo más suave- y además, por hablar, nos han cargado una nueva comisión que se les había olvidado sustraernos. Con esa cara de circunstancias, los labios engullidos, la mirada perdida, la piel erizada, y una diarrea mental como si nos dijéramos a nosotros mismos, “nos habrán tomado estos por tontos”. Pues que otra cosa puede ser, que nos han tomado a treinta millones de españoles por tontos. Compruébelo. Hágase la prueba del alcohol. No te dan ni un préstamo, al contrario de otra etapa en la que te metían los créditos hasta por los ojos, aunque no los necesitaras. Pero es que, a pesar de que se supone sigues siendo cliente de ellos, no te atienden ni un miserable recibo de la compañía del agua por estar falto de saldo, aún a sabiendas de que en el breve período de dos días recibirás tus periódicos ingresos, salvo que el mundo se hunda y nos pille debajo. Por si eso fuera poco, que no lo es, resulta que presentan sus balances y cuentas de resultados, y hete aquí que han superado con creces los beneficios de años anteriores; ¿cómo se te queda el cuerpo? Te dejo una breve pausa para que lo pienses                                           (PAUSA BREVE).
Pues así se me quedó a mí la cara, con gesto inequívoco de póker, por no decir de gilipollas.

Publicado el 18.2.11


EMPANADA MENTAL

De un tiempo a esta parte me muevo en ambientes extraños, en círculos que incluso a mí me parecen un tanto curiosos. Espacios por donde pululan personajes de todo tipo, que conforman un conglomerado variopinto. Algunos, se mueven por ese universo con el objetivo primordial de llegar a fin de mes de la forma más digna posible, reinventado su microeconomía a diario, sin fijarse horizontes excesivos o lejanos. Otros, por el contrario, se les nota asentados en un equilibrio financiero estable, digamos, aunque con cierto miedo dibujado en su rostro, por los acontecimientos que perciben, digamos. Se marcan objetivos diversos, distintos a aquellos dóciles y modestos, jugando a una suerte de ruleta de la fortuna que podría afectarles i el mundo no estuviera diseñado para los ricos y poderosos. Pero no estoy contando nada que vosotros no sepáis, pues desde que conocemos la mecánica motriz del mundo conocido, siempre ha sido así: ante la crisis los pobres son más pobres y los ricos son más ricos. ¿Curioso? ¡No, real! No descubro nada nuevo bajo este sol de febrero invernal. Lo esperpéntico del caso es que tanto unos, los sencillos, los pobres, los modestos; como los otros, los ricos, opulentos y poderosos, todos, se quejan al unísono de nuestros políticos de vodevil, de tanto burócrata afectado de servilismo. Se quejan de nuestras clases dirigentes, a las que ven inútiles, obsoletas, ancladas en los consabidos discursos de confrontación que no aportan soluciones. Desde uno y desde otro bando, se tiran los trastos a la cabeza, hablan y hablan, dicen y no dicen nada, y el resto de los mortales a nuestro rollo, procurando unos llegar a fin de mes sin sobresaltos, a la vez que otros procuran aumentar sus elevados beneficios. Los unos y los otros pasando, soberanamente, de aquellos que hablan por no callar, que gritan y no son oídos, que mueven los labios pero a los que nadie entendemos, hartos ya de empanadas mentales gratinadas sin sabor y sin sustancia.

Publicado el 11.2.11



“NUNCA SUPIERON DE QUÉ GUERRA SE TRATABA”

Esta tarde presento mi novela “NUNCA SUPIERON DE QUÉ GUERRA SE TRATABA” en la vecina ciudad de Córdoba, en la sede de la Casa de Jaén en Córdoba. No es la primera vez, ni espero que la última, que colaboramos entre particulares y entre asociaciones de las provincias de Jaén y de Córdoba, a veces tan cercanas y a veces tan distantes. En la última ocasión en que coincidimos en un acto, recreando la toma de Córdoba por las tropas napoleónicas en aquel aciago año de 1808, almorzamos un gran número de amigos en la sede del Rectorado de Córdoba, al abrigo de los vestigios de una cultura milenaria que inundó toda Europa y que emanaba de aquella antigua metrópoli convertida en la capital de un imperio, ocupada por numerosas civilizaciones, al abrigo del gran río Guadalquivir, que vertebra toda Andalucía y que en Córdoba se hace testigo silencioso de la historia. Nos contábamos nuestras cosas, el cómo nos iba la vida, cómo habían crecido nuestros hijos desde la última vez que nos vimos, y otras cuestiones por el estilo. En el fondo, y es lo que intento deciros, subyacía la nostalgia del Jaén que aquellas familias conocieron de niños y que abandonaron en busca de un porvenir que se hizo patente en Córdoba, tan cercana y a la vez distante. Muchos de aquellos paisanos no habían vuelto nunca a su Jaén  -nos lo confesaban entre suspiros-, y ciertamente que echaban de menos estas calles sinuosas, aquellos rostros antaño jóvenes. Yo les decía, Jaén para vosotros, al igual que Córdoba para nosotros, tan cerca y a la vez tan lejana. Tan fácil como girar la llave de arranque del automóvil y recorrer 100 kilómetros de recuerdos. Por cierto, que en la Librería Metrópoli de Jaén, todavía quedan algunos ejemplares de la novela “Nunca supierond e qué guerra se trataba”.

Publicado el  31.1.11


JUBILACIÓN Y REVOLUCIÓN

Ayer me felicitó el amigo Antonio Rivera, desde su despacho de la Junta de Andalucía. Es un buen hombre al que conozco desde hace un tiempo y con quien en cierta ocasión, tomándonos unos vinos, nos sinceramos, hablando de lo humano y de lo divino. Antonio Rivera cumplirá en este año 2011 los 65 años, y ciertamente, lleva un par de años componiendo y planificando su jubilación, o lo que es lo mismo, su día después. Sabe que no volverá a jugar al fútbol, y que determinados lujos tendrá que abandonarlos por aquello de que uno ya no llega a determinadas alturas, pero sin embargo, conociéndole, a buen seguro que rebrotarán sus otras aficiones, como la literatura, el escribir, el viajar, el charlar con los amigos de siempre, que tan bien se le da. No obstante, anda un tanto preocupado de unos meses a esta parte con el anuncio de Zapatero de que se va a elevar la jubilación a los 67 años. Yo le tranquilizo diciéndole que a él no le afectan las próximas medidas de ampliación de la edad de jubilación, o de cálculo de su pensión. Que además, llevando como lleva más de 45 años trabajando, y además cotizando, que no todo el mundo puede presumir de ello, obtendrá el máximo de pensión posible en función de su categoría y alta cualificación. Como quiera que a los hijos ya los tiene casi ubicados laboralmente, podrá disfrutar con su esposa de un esperado y merecido descanso. ¿Cómo le vendes a alguien como Antonio, el anuncio de que tiene que seguir trabajando dos años más? No me creo que nuestro gobierno se atreva a aumentar en el corto o medio plazo la edad de jubilación, por lo que me atrevo a deciros a los que estáis próximos que tranquilos, pues todos sabemos que ahora más que nunca, huele a revolución e inconformismo, otra cosa es que esté preparada la sociedad para asumirla.

Publicado el 21.1.11


SI NO, REVIENTAS

Hoy es de esos días en que te enfrentas al papel, un tanto hastiado de la vida, que por cierto casi siempre fue generosa contigo, y te cuesta horrores encontrar el hilo conductor que, curiosamente, perdiste en la calzada de una carretera de segunda con luminosas luces de neón. Hoy es de esos días en los que, de cara frente al papel aún inmaculado, te preguntas no tanto si tus opiniones son oídas, que sí, pues el amigo Paco Martínez Balbuena, se encarga de recordártelo todos los viernes; lo que realmente te preocupa es si encuentran los oyentes el sentido de las palabras cuando las lanzas al viento de las ondas hertzianas. Es probable que hoy te hayas levantado de mal humor, que las cuentas ayer no te cuadraran y quieras pagarlo contra el mundo, contra la gente, contra la sociedad que te incita a la queja. Hoy, definitivamente es de esos días que, harto de meterte con los poderes públicos, con las entidades financieras que tanto nos han defraudado últimamente, con la gente sumisa, silenciosa y apañada de nuestros pueblos; o tal vez aburrido de oír las mismas historias de siempre, decides que no te apetece meterte con nada ni con nadie en concreto, y arremetes contra ti mismo por decisiones y detalles que, a ojos vista, pasan desapercibidos, y que conforman tu universo de sensaciones; aquellas sensaciones que te llevan a pensar que hoy es de esos días que no tienes nada que contar, pero inevitablemente tienes que hablar, pues si no, revientas.

Publicado el 14.1.11


PROHIBIDO PROHIBIR

Tengo la vaga impresión de que este año va a ser el año de las prohibiciones. Es decir, que se nos va a prohibir hablar fuera de tono, o tal vez mear fuera del tiesto, quizás mirar de forma descarada las nalgas prietas de esa piba sinuosa. Puestos a prohibir también se podría legislar prohibiendo engrosar las listas del desempleo, o prohibir que las entidades financieras denieguen un préstamo o una hipoteca. Se me ocurre que se prohíba dormir en la calle, o más bien no tener un techo para resguardarse, es decir, SE PROHIBE se pobre. Con un poco de imaginación, establecer un Real Decreto que impida estar sin trabajo más de una semana, o prohibir a todas las personas quedarse sin vacaciones en los meses de verano. Llevar al Parlamento Andaluz que nuestros hijos tengan prohibido suspender en los exámenes educativos. Incluso una vuelta de tuerca más, que no puedan bajar sus notas de un nueve sobre diez: no digo que sea un deseo, sino una prohibición. Además queda terminantemente prohibido quejarse de la situación económica, siendo obligatorio salir todas las tardes, a partir de eso de las 7, de compras por la ciudad: permitido el regateo, prohibida la morosidad. Es por ello que tengo vagas, que no falsas esperanzas, de que este pueda ser el año de las prohibiciones, benditas prohibiciones, que nos permitan afrontar el futuro con optimismo y permitirnos cambiar el principal tema de conversación entre café y café, que no es otro que la maldita crisis y sus terribles consecuencias.

Publicado el 7.1.11.



A LA ALTURA DE LAS CIRCUNSTANCIAS, ¡O NO!

Tras la lectura de mi última colaboración en las mañanas de la COPE, de los viernes, Antonio Agudo y yo nos enzarzamos en un debate/discusión/opinión/pensamiento en voz alta/reflexión/queja, sobre el vergonzoso papel que nuestra clase política desempeña en esta España tan querida por los ciudadanos, y que en estos últimos días brota de nuestros corazones por obra y gracia de los éxitos de la Selección Española de Fútbol en la Copa del Mundo de Sudáfrica, y que ya se vislumbraba abiertamente tras los triunfos de nuestros pilotos de motociclismo sobre el cajón oyendo el himno sin letra de España, ondeando nuestra bandera roja y amarillo al viento de Hungría, Inglaterra, Alemania, China, Australia, EE.UU., Francia, Dubai, y frente a cualquier sol del meridiano.
Luego emerge de entre sus cenizas nuestro  -y digo bien, nuestro- Rafa Nadal, venciendo en Roland Garrós, Wimblendon, en la Copa Davis, a la que se suman el resto de la Armada Increíble, con Verdasco, Ferrer, Ferrero, Almagro, y puntos suspensivos, pues muchos son los que durante todas las fases clasificatorias visten el rojo atuendo que se ha puesto de moda por todo el orbe.
¿Y aquí en España qué? Que por un lado vamos los ciudadanos, alegres, confiados, extasiados, henchidos de orgullo patrio  -ojo, no de aquel orgullo patrio caduco que prescribió hace cuarenta años, sino del nuevo, del que se basa en los triunfos, porque detrás existe un considerable esfuerzo que atisba la victoria-. Y resulta que por otro lado van los políticos de la mano  -del PSOE, del PP, de IU, no te digo ya los nacionalistas, que no saben en qué rincón ubicarse-, enfrentándose de continuo, evitando estrecharse las manos para no ser delatados. De vez en vez surge en las noticias un nuevo caso de corrupción, y desaparecen decenas, cientos de millones de euros, que tanto bien harían en este país para paliar el desempleo, la crisis o incluso la inversión en obras públicas. Dinero manchado que ha sido sustraído sin esfuerzo y sin sudor, con la mentira, no como el que ganan nuestros deportistas, por más que a algunos les parezca o nos parezca excesivo, ¡sí!, podríamos discutirlo, pero nadie duda que ganado en buena lid, honradamente, y notoriamente público, no ilícito.
Ahora empiezo a sospechar el porqué de que los ciudadanos de a pie tengan en tan mal concepto a la clase política, y la señalen con frases del tipo “no se pierden ni uno aparecer en la foto junto a los vencedores”, “no están a la altura de las circunstancias”, “son todos lo mismo”, “no son capaces de pactar entre ellos para sacar a España de la situación”, “no piensan en el país ni en los demás, sino en ellos mismos”,”se meten en política para ver lo que se pueden llevar”.
Yo, que precisamente he sido uno de los que siempre he defendido la honradez de la mayoría de la clase política, empiezo a sospechar que pudiera estar equivocado. Me explico: no dudo que existen cientos, miles de honrados políticos que a diario dedican incontables horas de su vida a la causa pública. No lo dudo. Es más, lo afirmo. No dudo que, como es evidente, los casos de corrupción, sin estar todos cogidos, son ínfimos, casi insignificancias con respecto al dinero que se puede mover en esas altas instancias. No lo duden ustedes. La cuestión que sustento es el desprestigio que la clase política tiene entre los ciudadanos, por acciones u omisiones que todos estamos pendientes de observar, esperando, cuales son: un gran pacto contra la crisis, un gran pacto por la reforma laboral, un gran pacto por la educación, un gran pacto por la reforma de las instituciones públicas y por el modelo (y pongo por ejemplo un sistema de listas abiertas que los electores demandamos, un tope de dos legislaturas para cualquier cargo político en cualquier institución pública, viéndose obligado a emigrar a otras funciones, incluso de la cosa pública, pero alejadas de la anterior). Y digo, no sentir más vergüenza por las decisiones “políticas” de los jueces. Apartar a los políticos de las judicaturas, retirar a los políticos de los consejos de administración de las cajas financieras, etc…etc…
Y no lo digo yo, está en la calle. Si ponemos el oído se escucha con claridad meridiana.
Verdadera ilusión cuando Pau Gasol  -que es catalán, sí, por lo tanto español-, consigue su segundo anillo de la NBA con los Angeles Lakers, cuando la Roja de baloncesto se alza con el campeonato del mundo o con la Eurocopa, o cuando lo hace un club “español” en fútbol, baloncesto, balonmano o fútbol-sala, a pesar de que esté plagado de extranjeros que ven a España como un sueño en sus aspiraciones deportivas y económicas, lo cual también ha de ser, entiendo, motivo de orgullo. Luego está nuestra gente, tan admirada fuera de nuestras fronteras, nuestro sol, nuestros fabulosos pueblos y ciudades, nuestros únicos parques naturales, la reconocida gastronomía española, número 1 entre los entendidos. Nuestros escritores, artistas, actores y actrices, ensalzados en el mundo y muchas veces vilipendiados en su propio país por el hecho de ser de los nuestros y por tener sus propias ideas.
Con toda mi alma espero que la corriente que se está produciendo en todos los rincones del país, perdiendo el miedo a lo oscuro, y olvidando la sensación de ciudadanos de segunda, que ya no merecemos por nuestros éxitos individuales y colectivos, siga su cauce natural y converja en el mar de la osadía. Que los pequeños hombres y mujeres de la política nacional y municipal, comprendan de una vez el alcance de un imparable movimiento reivindicativo de culturas, formas y métodos, y limpien sus establos de indeseables, propiciando el entendimiento entre las personas, el intercambio de ideas, y la propuesta de soluciones razonables, que los españoles estaremos dispuestos a apoyarlas sin complejos y por encima de nuestros intereses particulares.
Ese es mi deseo, y probablemente, me atrevo a porfiar, el de millones de españoles, descontados los aludidos de los párrafos anteriores.

Publicado el 3.1.11



FIN DE AÑO

Adiós al año 2010, del que algunos dirán “¡que te vaya bien, que te parta un rayo, que te pille un tren!”. Precisamente no pasará a la historia por sus excelentes datos económicos, ni tampoco por las fabulosas listas de empleo, menos aún por la cordialidad exhibida entre los grupos políticos del arco parlamentario o por la infinidad de acuerdos alcanzados en la cumbre, -es broma-. Pasará, con total seguridad, a los libros de historia de nuestro país, por el esfuerzo de algunos jóvenes en alcanzar metas hasta ahora inalcanzables o difíciles de conseguir, como el traer, por primera vez, la Copa del Mundo de Fútbol a España, en una suerte de éxtasis colectivo que inundó nuestras calles, desde los barrios más pobres a los guetos más opulentos; que anegó de alegría nuestras ciudades, desde el norte pirenaico al sur fronterizo con África, desde Galicia hasta el Levante, pasando por Baleares y Canarias, que siempre es una hora menos, por lo cual se enteraron literalmente antes que los peninsulares; haciendo que nos olvidáramos durante una quincena de los cotidianos problemas de supervivencia y asfixia. Otra legión de deportistas del mundo del motor sobre las dos ruedas, hicieron triplete en el Mundial, gesta que tardaremos algunos años en igualas, ¿o quizás no? Un año en el que lo poco que nos hizo disfrutar vino de la mano del deporte español, no de la economía, no de la política, no de la banca, no de las empresas. Al menos, nuestros atletas y deportistas nos hicieron olvidar durante breves momentos la terrible realidad de un país sumido en la desesperanza, que quiere y no puede salir de ese pozo de miseria porque alguien  -pónganle ustedes nombre- desde abajo nos retiene, impidiendo que saquemos la cabeza.

Publicado el 31.12.10.


UNA PATADA Y A LA CALLE

Buenos días y Felices Navidades, aunque no lo sean para todos. O al menos eso pensarán algunos que recibieron la papeleta de despido, con efectos del 31 de diciembre. Motivo: la dirección de esta empresa ha perdido la confianza en usted. Después de 28 años te parece surrealista que el motivo sea este.  ¡Pues no será!, si lo que quiere usted es justificar tal decisión. Yo me imagino otra: acabas de cumplir 55 años, y para ciertos grupos profesionales, por ejemplo el sector del seguro, con 55 años se es viejo, ¡reconócelo! Precisamente tú defendías hace 10 años esos postulados, cargándote a diestro y a siniestro a agentes y a delegados porque no cumplían los objetivos de la compañía, o bien porque, sencillamente, comenzaban a resultarte insoportables; por estética, ètica o seguidismo, que a fin de cuentas daba lo mismo, para eso eras el jefe. Pero nunca pensaste que ese dedo inquisitivo que señalaba hacia el exterior, hacia la puta puerta, marcaría tu futuro inmediato, el que comienza el 1 de enero mientras digieres la copiosa cena de Fin de Año, ¡pues vaya año!, pensarás ¿Y ahora qué hago? Acostumbrado a mandar grupos numerosos de productores, pues la denominación de personas la colgaste en el diván del olvido hace más de una década; habituado a viajar surcando mares, cielos y carreteras; aclimatado al buen mantel en los mejores hoteles y restaurantes, midiendo por el terror de tus subordinados las diferencias de status, no aciertas a entender el porqué de esta patada y a la calle. Y te das cuenta tarde, si bien con apenas 55 años, de que estás solo, de que has abonado el desprecio y el odio a tu alrededor, de que la humillación a que sometiste a tus colaboradores, ahora se venga en tu persona, arrojándote a la cara tres décadas de nefastas experiencias personales y de deshumanizadas mentiras, y es cuando te preguntas si realmente mereció la pena.


Publicado el 24.12.10.



EL COLOR MÁS OSCURO O MÁS CLARO DE NUESTRA PIEL

Buenos días, como cada mañana de viernes. Creo que ya van 65 artículos, con un margen de error de un 10 por ciento hacia arriba o hacia abajo. Al igual que los políticos y sociólogos de nuestro país, que suelen errar con un 30 o un 40 por ciento de margen de discrepancias, hacia arriba o hacia abajo. Erraron con el tiempo de duración de esta masacre económica que llamamos crisis. Yerran cuando previenen una recuperación trimestral de equis tanto por ciento, o cuando predicen la reducción de desempleo que se va a dar en la última mensualidad estadística. Pero es que los fallos y errores, curiosamente, se inclinan hacia el interés del lado político de quien los augura o de quien los maldice, por lo que desde el mismo instante en que analizan los datos, dejan de ser ciertos u objetivos, estén en el lado o espectro político en que estén. No vamos a aprender nunca, en este amado país, que los grandes proyectos, los luminosos triunfos, los avances más extraordinarios, se dieron  -y no lo digo yo, lo dicen las hemerotecas de nuestra historia- cuando de verdad nos unimos, cuando los españoles dejamos de preguntarnos por la filiación política, cuando obviamos consultarle al vecino acerca de su credo filosófico o religioso, cuando dejó de importarnos el color más claro o más oscuro de nuestra curtida piel de hombres y mujeres libres; cuando nos reunimos a puerta cerrada, dejamos fuera los oropeles y ropajes, y nos miramos a la cara para encontrar que a pesar de todas nuestras insalvables diferencias, somos, curiosamente, en apariencia iguales. Es entonces que comenzaremos a caminar.

Publicado el 18.12.10



¡MENUDA CRISIS!

A vuela pluma os diré que cada día me encuentro más desorientado. Os explico: me cuenta mi hermano Antonio que este puente la costa de Málaga estaba petada de gente. Me remarca mi otro hermano, Miguel, que, salvo en verano, nunca había soportado más turismo en la costa de Almería que este largo fin de semana. Yo, que me quedé en tierra, preparando la inauguración de la sede de la Asociación General Reding, pude escaparme un solo día a Cazorla y, con algo de suerte, encontré mesa en Casa Chema, al calor del hogar. Cada día entiendo menos las cifras, los números, los organigramas, las frías estadísticas, cuando de personas se trata. Cada día entiendo menos las palabras de nuestros gobernantes cuando nos hablan de la crisis económica y financiera, y cada día entiendo menos a una oposición que se limita a susurrarnos acerca de la crisis y acerca de la ruptura social, de forma sistemática y sin propuestas. A vuela pluma mis infiltrados agentes especiales, se han dado una vuelta por Fuengirola, Vera, Sigüenza, Chinchón, Cazorla y otros muchos lugares de nuestra geografía patria, y han tenido que hacer largas colas en las cafeterías y restaurantes, en los cines y en los comercios; en las gasolineras y en los parking públicos, por lo que, convencido, pienso que alguien no me dice la verdad de lo que pasa en España, ¿o es que tal vez solo hay crisis en mi provincia, en mi ciudad, en mi entorno, en mi contorno, en mi cintura?, y la sensación de asfixia que percibo es personal, particular, determinada, y para nada colectiva, general e indeterminada. Me cuestiono tantos fundamentos, que hasta podríamos dejar de llamarles así, para denominarlos incertidumbres, o tal vez sospechas. Os pongo un ejemplo: siendo como es cierta la crisis, ¿quién la está sufriendo?, ¿dónde está secuestrado el dinero?, ¿en qué zulo metieron nuestro estado de bienestar?, ¿porqué tantos impagos de facturas y de sueldos mientras a la vez mostramos signos externos de opulencia a destiempo? Te juro por yahoo que hay cosas que no entiendo.


Publicado el 10.12.2010



A PESAR DE LO QUE ESTÁ CAYENDO

Buenos días, a pesar de todo lo que está cayendo. Hace un tiempo, un amigo me comentaba, acerca de esta crisis económica que, como en otras ocasiones, vendría la recesión y al poco la recuperación. Transcurridos algunos meses el mismo amigo me recordaba que esta era de las peores situaciones coyunturales que había conocido,  y ya eran unas cuantas las que había vivido en sus carnes. Hace no mucho tiempo, volvimos a encontrarnos y me refirió que atravesaba un momento crucial en su vida profesional, que incluso había afectado a su vida laboral y modificado sus hábitos y costumbres. Había dejado de salir con su mujer a tomarse las habituales cañas por las tascas del centro de la ciudad; que el pasado verano apenas disfrutó de vacaciones, salvo un exiguo puente en el apartamento prestado de un hermano, por lo que preveía que el próximo estío se quedaría en su casa a la sombra de un álamo adulto, y próximo al botijo. Que incluso había advertido a sus hijos que  este año los Reyes Magos, como consecuencia de un accidente sufrido con los camellos, probablemente no llegarán a tiempo para dejarles sus regalos, que en otra ocasión sería. Pero lo cierto y verdad es que, a pesar de abrocharse el cinturón hasta la última botonadura, seguían sin salirle las cuentas, y cada mes gastaba más de lo que ingresaba, por lo que preveía que en cuestión de uno o dos meses se iba a encontrar sin ahorros, sin recursos, sin financiación bancaria y sin esperanzas de que su negocio mejorara a corto plazo, tal vez ni a medio plazo, y un período más largo no suponía una solución a sus problemas inmediatos. Fue cuando me confesó que había tirado por la ventana su hipócrita vergüenza y había recurrido a su familia: hermanos y padres. Y aunque estos no podían presumir de un estado financiero halagüeño, al menos podía contar con ellos para situaciones de emergencia. Yo me preguntaba, ¿cómo se las ingenia la tropa para subsistir día a día y no lanzarse, escopeta en mano, a asaltar los últimos reductos de la opulencia?


Publicado el 4.12.10.



SÁHARA

Me acosté anoche escandalizado, y me levanto hoy abochornado por la respuesta que nuestro gobierno ha dado, o mejor dicho, aún no ha dado, al último conflicto entre Marruecos y el Frente Polisario, o tal vez sería más correcto decir entre marroquíes y saharauis. La posición, o inmovilismo del gobierno es una cuestión que nadie entiende: es normal que no la entiendan los simpatizantes del Partido Popular, también es lógico que no la compartan los votantes de Izquierda Unida, como los de Ezquerra Republicana, CIU, PNV, BNG; los de la órbita de UGT y CCOO, pero más preocupante es que sus propios simpatizantes y votantes socialistas, la critiquen abiertamente, sin tapujos ni ambages. Sé de lo que os hablo, pues en el 2001 visité los campos de refugiados saharauis de Tinduf, durante una semana, y eso marca de por vida. Observar como un niño conduce una bicicleta por el desierto de la Hamada, sin gomas, y diez siguen su estela a pié. O cómo juegan diez contra diez al fútbol con un balón improvisado de bolsas de plástico apretadas, marca de por vida, a pesar de que son gente a la que la sonrisa no les abandona: olvidados de todos, sin futuro, sin horizontes. Bueno, sin horizontes no, pues en las frías noches del desierto, los horizontes son infinitos, y el cielo probablemente uno de los más bellos que podamos encontrar en cualquier paraje. Todos entendemos que la posición del gobierno español es complicada, por cuanto nuestras relaciones comerciales y de buena vecindad se podrían ver afectadas por el conflicto, pero no es menos cierto que en este asunto, en el cual España tiene mucho que opinar, no podemos, ni debemos ser timoratos: hemos de estar con la justicia y la razón, y esta le pertenece, sin artificios y sin reparos, al pueblo saharaui sojuzgado y ocupado por Marruecos. No anden más por las ramas.

Publicado el 19.11.10




MI ABUELA, CARMEN HERNÁNDEZ

Si mi abuela, Carmen Hernández, viviera, hoy habría cumplido cien años. Una fecha redonda. Por desgracia, no está entre nosotros, perdiéndonos la oportunidad de conocer de sus propios labios, los entresijos de la historia, renunciando al asesoramiento de las personas mayores, que a buen seguro han vivido situaciones similares a las que hoy tanto nos preocupan: la crisis, la salud, la familia, la educación, los valores. Imaginad cien años de experiencia, un siglo de sabiduría, cien años de recuerdos, un siglo de emociones, veinte lustros cosechando amigos y conocidos, que dan para muchos. En vuestro entorno, cerca de vosotros, existe un anciano, un abuelo, un padre, una madre, que suspira porque les llaméis para preguntarle por la salud y para entablar una conversación de padres a hijos, que está deseoso o deseosa de ayudaros en resolver ese problema que tanto os acucia y para el que no encontráis respuesta. Expectante tras el teléfono, atento a vuestra llamada que no llega, pero de la que no desiste. Pensad: son cien años de experiencia, un siglo de conocimientos, un mar de emociones contenidas en su menudo cuerpo. Hoy, que mi abuela Carmen hubiera cumplido cien años, puede ser un buen día, como cualquier otro, para llamar a mi madre y hablarle de aquel programa cutre que tanto le gusta, o del arreglo de su dentadura, que la trae frita de un tiempo a esta parte, pues su mundo se reduce a la magia de las cosas sencillas, y quizás con demasiado tiempo libre. Pero no olvides: cien años  de recuerdos, de sabiduría, aunque me pregunto, ¿qué son cien años, si pasaron como si nada?


Publicado el 12.11.10.



EXCELENTÍSIMA ALCALDESA DE JAÉN:


Paseaba estresado la pasada semana por su ciudad, entre vehículos amontonados, obras por doquier, asfalto levantado y polvo en suspensión, consecuencia de las obras de instalación del tranvía, cuando reparé en la escultura de la Plaza de las Batallas, obra, como usted bien sabe, de nuestro querido escultor Jacinto Higueras.
Reparé en la escultura, que simboliza las victorias de nuestros paisanos en las batallas de las Navas de Tolosa de 1.212 y la de Bailén de 1.808, contra los soldados del emperador Napoleón, que nunca, hasta ese instante, habían perdido batalla alguna en campo abierto.
Entonces me acordé de un artículo que leí tiempo ha en una edición  facsímil de la revista Don Lope de Sosa, en el que se indicaba que dicha escultura de Jacinto Higueras se proyectó para instalarla en la localidad de Bailén, si bien el entonces diputado a Cortes, creo, don José del Prado y Palacio, que también fue, como usted ahora, alcalde de Jaén, y vicepresidente del Congreso y del Senado, a última hora exigió que, dada la belleza y grandiosidad de la obra, debía ser expuesta en la capital, y no en una villa provinciana.
Pues bien, aunque nací en la capital y allí viví 20 felices años, he superado esa barrera de tiempo en Bailén, por lo que me digno rogarle, o mejor, exigirle, tenga a bien reconsiderar la presente y en su virtud nos devuelva a los bailenenses lo que en justicia nos pertenece, pues tiempo han tenido de disfrutarla durante un siglo. No obstante, y en un acto de generosidad sin igual, le ofrezco que nos la ceda al menos otros cien años a los bailenenses, con la promesa de que al vencimiento volveríamos a cedérsela por igual período de tiempo.
Entendiendo que nuestra oferta es justa, ruego contestación a la presente, significándole que de no estimarse en tales términos, acabaremos resolviendo nuestras cuitas en otras superiores instancias.
Atentamente, su seguro servidor.

Publicado el 5.10.2009



SOLICITO DE V.I.


Buenos días tengan ustedes. Por cierto, señora alcaldesa de Jaén, Hace más de seis meses que le solicité mediante esta sección, la devolución a la ciudad de Bailén, de la escultura sita en la plaza de las Batallas, que simboliza las Batallas de Bailén y de Navas de Tolosa, sin que hasta la fecha haya obtenido respuesta alguna. Es por ello que me veo obligado, en la proporción que me corresponde como bailenense, y dado que nuestro Ayuntamiento no hace nada al respecto, a solicitarle de nuevo, y de forma amistosa, previa a la vía jurisdiccional que competa, la devolución de este preciado símbolo de nuestra victoria, que no la suya, sobre las tropas francesas. Piense detenidamente lo que le demando, pues bien pensado le estoy haciendo un favor impagable, dado que su tranvía podría circular más libremente por el Paseo de la Estación, sin obstáculos algunos y sin giros ni eses no deseadas por el futuro pasaje, pudiendo tomar la vía recta desde la plaza de la Constitución hasta el final de boulevard. Piénselo con la serenidad que procede y en su virtud autorice la retirada de la obra de Jacinto Higueras. Por cierto, nosotros nos hacemos cargo de los portes debidos del traslado, correspondiéndole a usted la mano de obra del desmontaje, permisos e impuestos. Quedo a su entera disposición, etc... etc... etc.



Publicado el 9.11.10.




LA ARMONÍA Y EL CAOS


Lo cierto y verdad es que hoy he disfrutado del tranvía como nunca hasta ahora. A ratos, mientras ojeaba el periódico JAÉN, me asomaba por las nítidas ventanas de mi vagón y observaba a los niños en la calle jugando a la pelota, y a los adolescentes patinando por las aceras del Paseo de la Estación. En ocasiones, las amplias arboledas se me imaginaban bosques ingleses prontos a desaparecer, y escasos vehículos circulando ordenadamente por el centro de la ciudad de Jaén a hora punta. Las aves migratorias habían vuelto a sus acostumbrados ambientes, y en la atmósfera jiennense se respiraba el aroma de los jazmines y el romero que asomaba en cada esquina. El aire era limpio y sonoro, y una brisa fresca que bajaba del cerro de Santa Catalina anunciaba que todo era perfecto  (pausa). Cuando desperté de mi sueño, encontré una ciudad sumida en el caos, el insufrible claxon del impaciente gritando y gritando, las calles levantadas enseñándonos sus bajos e interiores, y una nube de polvo entrando hasta las cocinas de nuestras casas. Pensé que mejor hubiera sido no despertar del sueño hasta al menos el día en que se inaugure la línea del tranvía, pues hasta entonces la armonía urbana estará en franca quiebra.

Publicado el 29.10.2010


LA VOZ ROTA Y CANSADA DE LOS HUMILDES


Buenos días, a pesar de esta voz rota y cansada. Nunca supimos en qué guerra nos habíamos metido hasta que comprobamos que se nos congelaban las pensiones, o quizás se nos congeló la confianza; hasta que supieron los funcionarios que sus nóminas iban a ser reducidas no creyeron el giro de los acontecimientos. O cuando el empresario discreto fue a solicitar un crédito blando en su oficina de toda la vida y una desconocida muchacha, con leve sonrisa en el rostro, le dijo que era imposible, no sé qué de un escoring y una nota de excesivo endeudamiento. Entonces pensó que algo no funcionaba, que un halo de mentira envolvía las palabras de financieros y políticos, pues él mejor que nadie sabía que nunca, en toda su trayectoria profesional, había tenido su economía más saneada. Comenzó a fijarse en los labios de las personas que hablaban y gesticulaban en los medios de comunicación: banqueros, sindicalistas, representantes de los empresarios, gobierno, oposición, meapilas y botarates y, a través de su método particular de observación, tornó las frases en otras más reales y sinceras, descubriendo la gran bola de falsedad y mentira que la crisis había creado para mayor honor y gloria de la humanidad, mientras los de siempre: los humildes, los sencillos, los pobres, seguían padeciendo sus miserias y soportando sobre sus espaldas los engaños y las patrañas de los que nos habían llevado a esta situación, individuos con rostro, individuos con nombres y apellidos que campeaban a sus anchas por los noticiarios como si la cosa no fuera con ellos.


Publicado el 22.10.10.





DINAMARCA. HANS CHRISTIAN ANDERSEN. ESPAÑA


GODMORGEN VENNER. O algo parecido, significa BUENOS DÍAS AMIGOS, en danés. Hoy visita Bailén el Embajador de Dinamarca en España, el señor Lars Thuesen, invitado por la Asociación CAECILIA, editora de la revista BAILÉN INFORMATIVO, para rendir homenaje a Hans Christian Andersen, con motivo de la fugaz visita que hizo a Bailén en 1862, en su periplo por España, país al que amaba desde que tenía 3 años, cuando un soldado español del Regimiento del marqués de la Romana, lo tomó entre sus brazos y le dio a besar una medalla de la Virgen.
Detrás de cada proyecto suicida que organizamos las Asociaciones Culturales, hay mucho de trabajo y esfuerzo raramente reconocido, pocas veces sufragado y cuasi nunca subvencionado. Luego, parece que la actividad la realizamos para nosotros mismos, como si nosotros, simples mortales, viviéramos de ello, cual si dependiéramos económicamente de ello, ¡ilusos!  Lo cierto es que nos gusta –y hablo de las asociaciones en sentido plural, aunque utilice el ejemplo del proyecto de Caecilia- complicarnos la vida, dar un paso al frente, montar actividades más para el deleite del público que para nosotros mismos, pues siempre los organizadores de los actos seremos los sufridores y no pasivos consumidores, pero alguien tendrá que hacer de tonto, y en estos casos, el papel de tontos nos toca siempre a las Asociaciones. No obstante, no se preocupen, pues seguiremos realizando actos, montando espectáculos, ideando eventos, a pesar de la cara que se nos queda cuando los políticos y financieros se cuelgan las medallas que llevaban inscritos nuestros nombres y posteriormente fueron borrados para poner los suyos. HASTA SIEMPRE AMIGOS, o lo que es igual: altid vaere venner.

Publicado el 11.10.10



ODA A LA MUERTE DE JOSÉ SARAMAGO

Leo el artículo de Paco Linares, acerca del poema PROHIBIDO PROHIBIR, que atribuían a Pablo Neruda, y por un sutil mecanismo de asociación de ideas, me viene a la mente José Saramago. Cierto es que Pablo Neruda era chileno y Saramago portugués, por lo cual su idioma es común. Son de distinta generación, si bien a los dos los recordamos mayores, casi ancianos –con frecuencia se nos olvidan que las personas mayores alguna vez fueron jóvenes, cargados de vitalidad, plenos de proyectos e ilusiones-. Tal vez es eso, su imagen de personas mayores, pues inevitablemente me vienen al pensamiento sus últimas imágenes, de ahí que suelo evitar un último vistazo a los finados, que me perdonen los familiares. Además, los dos fueron escritores de éxito, Premios Nóbel. Pero hay un dato que los asocia inevitablemente, pues creo que en ambos casos se trataba de una etiqueta que les marcaba en sus pensamientos, filosofías, planteamiento, o como queráis denominarlo, y era su condición de comunistas convencidos, que de alguna u otra forma impregnaba sus escritos. Para mí, simplemente eran idealistas, que creían a pies juntillas en una utopía que el género humano no estaba, ni está dispuesto a ejecutar, pues intereses económicos, que decía el genial Saramago, e individuales, que dice la historia, impiden la puesta en práctica de esa sociedad ideal.
No hace mucho tiempo, en un artículo para la COPE, me inspiré en una declaración de José Saramago, que lanzaba a los cuatro vientos la posibilidad, estúdienla, por favor, insistía, de que Portugal y España se fundieran en una sola nación, que sugería  -no imponía- podría llamarse Iberia. Me sorprendió su libertad de pensamiento, su valentía en proponerlo, cuando nacionalismos y rupturismos ansían por doquier. ¡Qué elevada utopía! Proponer en este mar de autonomías, nacionalismos, patrias o no patrias, estados o no, que se unan dos pueblos, que se fundan en uno solo: que eliminemos las fronteras imaginarias, que permitamos que los ríos que nos unen seas más navegables culturalmente. En definitiva, que podamos llamarnos hermanos de la misma tierra.
Ahora que nos ha dejado José Saramago, que ya era uno más de nosotros, pues desde hace 20 años vivía en Lanzarote, y compartía vida con una española, podría ser el momento de que los portugueses y españoles pidiéramos a nuestros gobernantes altas miras, que se dejen de políticas partidistas, y piensen la posibilidad de plantear un referéndum acerca de la fusión de ambos Estados en uno solo. Es un reto que, sinceramente, a más de uno sorprendería, pero a todos nos llenaría de nuevas esperanzas, distintas perspectivas. Luego se aprobará o no, pero el riesgo debemos de correrlo, pues no perdemos nada. Si sale el no, nos quedamos como estamos, si es que sí, daríamos un gran paso, para ambos pueblos, y, probablemente, un gran paso para la humanidad, mostrando un ejemplo que podría seguirse en otros lugares, en otras regiones rotas por la división y fragmentadas por tantos nacionalismos beligerantes y atomizados. Yo me apunto al carro de la fusión y no al del nacionalismo.
Aunque sea por reivindicar la figura de José Saramago y del personaje que lo representaba, y de paso, la genial figura del chileno Pablo Neruda.

Publicado el 19.6.10



AGUA DE BORRAJAS


Desayuno hace algunos días con los datos del paro referidos al primer trimestre del 2010, que arrojan un incremento en las listas de 286.000 personas -¡qué drama para esas familias!, pienso-. La lista va ya por un total de 4.612.000 desempleados, es decir, un 18,8 % de la población activa, que, sin entrar en disquisiciones de si son todos reales o no, que si existe entre un 18 a un 22 % estimado de economía sumergida, aproximadamente, lo que reduciría el impacto social de dichas cifras, lo cierto y verdad es que a veces, insensibles por que no están nuestros nombres incluidos en dichas listas, no vemos más allá del conflicto político partidista, como arma arrojadiza para uno u otro bando ideológico. Por ello, cuando, desayunando de nuevo me encuentro con el dato del mes de abril, que indica que ha bajado el número de desempleados en 24.188 personas, mi corazón se acelera, porque pienso que en 24.188 hogares la situación es distinta a la que se vivía anteriormente. Aunque fuera uno solo el que encuentra trabajo, aunque ese trabajo fuera estacional, el drama, que lo sigue siendo, y lo será mientras aparezca un solo desempleado en los listados, no lo es tanto para cada uno de esas personas que tienen rostro, que probablemente mantienen a una familia, que deben la vida y una enorme hipoteca al banco de la esquina –que por cierto presentó unos excelentes balances de resultados al cierre del año 2009-. No es el terrorismo hoy la principal preocupación de los españoles, quizás tampoco los índices de delincuencia, sino la economía. Pero es que tampoco es la economía que nos presenta en grandes números el Estado, o el gobierno, o la oposición, sino la economía doméstica, el poder llegar a fin de mes entre chapuzas, jornales de aceituna, extras en el restaurante, la ayuda de la familia, los volátiles ahorros de muchos años, que se esfumaron en los primeros meses de la crisis. Esa es la principal preocupación, el día a día. Ya vendrá un mañana en que nos preocupemos por el terrorismo, el efecto invernadero o la matanza de ballenas. El resto, incluida la discusión política y las encuestas sobre intención de voto de uno u otro medio de comunicación, es agua de borrajas e interesadas falacias.

Publicado el 22.5.10.






¡NO HAY DE QUÉ!

La cara de tontos que se nos queda cuando nos miran a los ojos y nos recuerdan que para que mejore la Educación  -yo siempre la pongo con mayúsculas por deformación intelectual- es necesario aumentar el ratio de alumnos en cada aula; reducir, hasta casi eliminarlas, las becas, pues solo consiguen, dicen, crear alumnos vagos y poco motivados; disminuir hasta la asfixia las dotaciones a los Programas Erasmus, unos años después de concederle el Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional en el 2.004.
La mueca en el rostro que se avecina cuando nos dicen que para mejorar la Sanidad Española  -por deformación social la escribo con mayúscula- se hace imprescindible reducir la plantilla de los hospitales y, al tiempo, privatizarlos para obtener mayor rentabilidad.
No pienses que esta cara es la mía habitualmente, es la que se me ha quedado cuando en la pantalla de la tv he oído al político de turno decir que es necesario un recorte profundo en Investigación  -sí, con mayúscula-, y que los salarios en España están excesivamente altos con respecto a la media europea –por favor, que revisen lo que las empresas pagan a la Seguridad Social, de las más altas en Europa-, o que la Reforma Laboral está dando sus frutos en un país con casi  6.000.000 de personas  -no se nos olvide que se trata de personas, no solo números o estadísticas- engrosando las listas del desempleo, y que en ocasiones se les culpa de la situación en la que viven, bien porque no buscan el anhelado empleo o bien porque no emigran fuera de un país que aparentemente no los quiere desocupados, para mayor deshonra. La última moda es demonizarlos como gente egoísta que no desea un futuro para ellos mismos o para sus hijos, personas con escasa vocación solidaria con el resto de los españoles: ¡fuera, aquí no os queremos! es el grito que muy pronto se dejará oír en algunos foros reaccionarios.
La cara de pardillos que se nos pone cuando una y otra vez nos mienten los políticos de un lado y otro de la orilla, y a nuestro alrededor no escuchamos las voces del descontento, solo gente complaciente y castrada que en ocasiones justifica las aberraciones, corrupciones y exabruptos de sus acólitos, porque así se les ha ordenado, porque eso es lo correcto, porque se comulga con las ideas, y con las mentiras. ¿O tal vez es que estamos tan ciegos que no vemos lo que ocurre a nuestro alrededor? ¡Cómo se desmonta el estado de bienestar que a fuerza de lucha, pactos y a veces sangre, hemos conseguido en 30 años! ¿Es que no es evidente?
Mírate al espejo y observarás la cara de ingenuo, tarado, demente, memo, mentecato, tontaina, necio, bobo y estúpido que a algunos se les queda en esta parte del cristal. Solo nos queda, como respuesta a sus medidas, y a sus mentiras, pronunciar aquello de ¡gracias!, por los ajustes  -no se nos ocurre denominarlos recortes- y que nos respondan los políticos tramposos, aquello otro de ¡no hay de qué!

Aparecido en el Bailén Informativo nº 116 (diciembre 2013) en la sección “EL SILLÓN DEL MORO”



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