Es un deporte nuevo que se va imponiendo en nuestra localidad. Las peñas de amigos y de conocidos se reúnen en torno a una mesa de futbolín, con un botellín de cerveza o un cubata, según pinte la ocasión, y alterna en una antigua fórmula de relación social. La excusa es el futbolín, el objetivo, el relacionarse e interelacionarse con los compañeros.
Luego aparece el componente deportivo: las ganas de triunfar, la mejor jugada, la espectacularidad del gol, el abrazo, la emoción, "el pasar por debajo de la mesa si te hacen un rosco". Las reglas son variadas y variables, adaptándolas a cada grupo o situación.
Algo que es muy antiguo, el juego del futbolín, vuelve con más fuerza si cabe, entre la gente joven y entre la gente no tan joven, que ya lo jugaban, incluido el género femenino, para imponerse y crear una cultura social nueva, alejada del botellón y de otras fórmulas pasadas de moda.
Manolo Ozáez para BAILÉN INFORMATIVO
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