sábado, 5 de septiembre de 2020

Proyecto arqueológico industrial CAECILIA

  Como escribíamos en días anteriores en el blog, Perea y Ozáez, comenzaron el proyecto CAECILIA de recuperación del legado arqueológico industrial de Bailén a través de la fotografía, documentado aquellas industrias e instalaciones que cerraron en el pasado -en algunos casos un pasado muy reciente-. Espacios que han sido importantes en las vidas de muchos de nuestros conciudadanos, conocidos o amigos, pues supusieron su lugar de trabajo, el sustento para sus familias... miles de anécdotas... compañerismo.

No queremos que se pierdan con el recuerdo, por lo que en un buen día decidimos el presidente de Caecilia y quien anota estas palabras, recogerlas en fotografía... con un simple dispositivo móvil oculto en la mochila. Y con tres perros como leales compañeros nos lanzamos a esta divertida aventura que es el caminar, el observar y el encontrar vestigios de nuestro pasado más reciente... o más oculto, mezclado con otras curiosidades o paisajes que te invitan a fotografiarlos para que no se pierda el momento único.

Os sugerimos solamente algunas de las fotografías que hemos ido recopilando de nuestro proyecto arqueológico industrial, como explicamos ayer viernes en la entrevista en la Radio Municipal de Bailén. Irán apareciendo estos documentos gráficos en nuestro blog, posteriormente en el medio impreso BAILÉN INFORMATIVO y, por último, en una exposición en lugar por determinar. A ser posible en el Museo de la Batalla de Bailén, que permite exponer los cientos de documentos que hemos ido recopilando en estos últimos meses, y que han supuesto toda una aventura.

En ningún momento se entienda como crítica a los poderes públicos, municipales, autonómicos o nacionales, tampoco al emprendedor de nuestra localidad. Pero sí nos mueve un sano interés de que pueda servir como reflexión, a los emprendedores de Bailén, a los representantes del municipio y a los políticos autonómicos y nacionales, de lo que en un tiempo pretérito ocurrió y que no queremos que vuelva a ocurrir, sirviéndonos de lección. Muchas cosas se han hecho mal, muchas. Esperemos que estas fotografías, que nos retratan, nos sirvan para que analicemos en profundidad los errores y proyectemos el futuro de una ciudad que se va muriendo poco a poco en su tejido industrial... y en el humano.



 
                              Perea andando los caminos y observando los detalles




Algunas de las construcciones son relativamente recientes, aunque por su aspecto actual de deterioro y expolio, parecería que han pasado cientos de años



Se acumulan a su alrededor los deshechos, la basura, los despojos industriales, formando ya parte del paisaje que antaño fuera productivo


      Típico ejemplo de cierre empresarial y abandono


                                                                                  
Quizás este sea un claro ejemplo, que define la desolación, el olvido y el abandono: expolio de todo material férrico, instalaciones eléctricas y otros materiales. En su entorno, el silencio, donde hace un tiempo la actividad era febril y ruidosa


No obstante el tiempo nos sorprende con una bella imagen, por su colorido, por su cielo, por la disposición de las construcciones y de la naturaleza, y entonces capturamos el instante, como ocurrió con la foto de la parte inferior.




O en este otro documento, ya publicado anteriormente en este blog, en el que Perea captó la cualidad del silencio y el reposo en el momento en que el sol intenta desaparecer tras los límites marcados por la cuadrícula minera desmochada. Foto superior


En otros casos denunciaremos, con su publicación en el blog, el hecho luctuoso de que en muchas de estas construcciones, que no están cerradas, existen pozos y agujeros abiertos, con cierta profundidad, donde podrían caerse personas con cierta facilidad. Es inevitable acordarnos de episodios recientes en España de caídas en pozos. Procuraremos que quede constancia de estas malas prácticas.



También denunciaremos con los documentos gráficos, en lo que se han convertido algunos charcones, en auténticos estercoleros donde acuden los más abyectos y miserables ciudadanos a vaciar sus deshechos, sus elementos sobrantes e inservibles, convirtiendo lo que podría ser un espacio de esparcimiento para la naturaleza y el mundo animal, en un foco de contaminación. Foto superior.

Al contrario que en la foto superior, obsérvese la diferencia con respecto a la foto inferior. Un charcón no contaminado ni alterado por la mano ominosa del hombre... salvo su propia creación por motivos industriales justificados.



Momentos mágicos entre tanta desolación y ruina. Como si dibujáramos un cuadro
O la fotografía inferior, donde la naturaleza se va imponiendo poco a poco a la construcción del hombre, recuperándole el espacio perdido. Probablemente en el futuro invadirá su entorno y lo que en su momento fue una floreciente industria, quedara en el olvido como arqueología que nos explicará cómo fue nuestro pasado



De vez en cuando el camino nos sorprende con imágenes como la de este olivo centenario


O curiosidades como este poste eléctrico, olvidado entre olivos, decorado con varias macetas.


Es imposible sustraerse a fotografiar el paisaje de olivos



Y aparecer junto a los hitos que surcan nuestro recorrido, como el punto geodésico que indica la mayor altura de nuestro término municipal, y que en la actualidad está prácticamente destruida

Y la placa que así lo indica, y que datará probablemente de principios del siglo XX.

 Como descanso del proyecto, nos lanzamos a otras aventuras, como visitar el poblado agárico de Peñalosa, en las colas del Río Rumblar, en la localidad de Baños de la Encina, y que os invitamos a visitar porque merece la pena. Apenas son 6 kilómetros de recorrido desde el aparcamiento para los vehículos, y en un paraje especial.


Asociación CAECILIA

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