miércoles, 12 de septiembre de 2012

LAGARTO ROCK de Jaén

¡Que no reviente el Lagarto de la Magdalena! (manifiesto en contra de la desaparición del Lagarto Rock) 

 

Atónito me he quedado cuando en "EL PAÍS", y en facebook, leo que en el Patronato de Cultura del Ayuntamiento de Jaén, han decidido, amparándose en la consabida apostilla de la crisis económica y la situación de las arcas del Ayuntamiento de Jaén, eliminar de un plumazo el veterano Festival "El Lagarto Rock". Y ya no he podido callarme más. Recuerdo que aquel año 1987 en el que se inauguró el Festival, yo estaba por allí, junto a Pedro Melguizo, Antonio Jaén, y otros jóvenes rockeros del panorama jiennense -quiero recordar también que fue el mismo año que se inauguró el Circuito de Motociclismo de Jerez, con la victoria de un Champi Herrero y un Martínez Aspar eufóricos: también andaba yo por allí-. Fueron años en que la cultura y el deporte estaban en auge, se vendía bien, políticamente, socialmente, intelectualmente. Ahora, amparados en la recurrente excusa de la crisis, con alevosía y animosidad, eliminamos de la cartelera uno de los estandartes culturales de Jaén, para los jóvenes, sí para aquellos que se quejan amargamente de que el botellón es la única salida que les dejamos los mayores, y a los que terminaremos dándoles la razón con actitudes como esta.




También viví la edición de 1988 -perdonad si me equivoco, pues hablo de memoria, sin bucear en las hemerotecas ni en internet, a capela- con la visita de los Héroes del Silencio en el antiguo espacio del cine de La Alameda, abarrotado hasta el paroxismo, como las barras del bar en las que nos acodábamos los más gañanes. Luego, con el tiempo también se prohibieron en algunos recintos y festivales, porque al parecer la gente bebía en ellas. Seguramente algún iluminatis así lo descubrió: ¡que se bebía en las barras de los bares de los conciertos!




Me siento en la obligación intelectual y personal de luchar por el Lagarto Rock, también de luchar ante cualquier atisbo de hacer desaparecer la cultura, a la que nos van a someter los políticos -o mejor decir politiquillos- de turno, de cualquier signo, sin distinción de razas, credos o ideas, aunque reconozco que en eso las derechas le llevan delantera a las izquierdas, y hablo de cargarse los conceptos culturales que no estén apegados al poder, a su poder.




Además me duele doblemente porque resulta que el concejal de Hacienda de Jaén, es de mi pueblo, Bailén, y coincidí con él en aquestos foros de debate político, y me esperaba de él más imaginación, y no la simple tijera. Él sabe, como sabemos todos, que a veces esa misma imaginación puede mover montañas, hacer crecer el brote verde donde solo había aridez. No se necesitan medios económicos para todo, sino voluntad de querer hacerlo, ganas, trabajo, esfuerzo, llamar a mil puertas. Todo antes que borrar 24 años de historia del rock español. A veces se nos olvida, la memoria es demasiado corta, la cantidad de artistas que han desfilado por su escenario, y que con el tiempo se han consagrado, y que sin ese plus de ayuda, y unas cuantas zancadillas más, se habrían quedado en el camino y hoy no podríamos disfrutarlos en las ondas de las radios más oidas.




Miles, cientos de miles de devotos que disfrutamos de las noches del Lagarto Rock en los distintos espacios públicos habilitados para ello. Probablemente también cientos de historias de amor que se iniciaron al calor de su música, o profundas amistades forjadas en la camaradería, aunque si esta palabra no le gusta a los representantes del PP en el Ayuntamiento de Jaén, la puedo cambiar sin compromiso alguno.




Hoy está de moda ampararse en la situación económica de los Ayuntamientos para acelerar el desmontaje de la sociedad del bienestar, de la cultura, o como ocurre, por ejemplo en la Comunidad de Madrid con la Educación, alegando "que no existe liquidez para afrontar determinados proyectos", aunque sí vemos que existen medios para afrontar otros más afines con las distintas ideologías al uso. Lo curioso es que donde ha entrado el PP a gobernar, se alega lo dicho de la mala gestión del partido saliente, pero cuando son ellos los que dejan el gobierno, y el Ayuntamiento pelado, sin un duro, como en el caso de mi pueblo, Bailén, resulta que no puedes criticarles, pues salen todos en tromba a morderte la yugular: ¡lo que hay que ver después de más de treinta años de democracia!




Eso, precisamente eso es lo que está en juego cuando los politiquillos se cargan los Festivales de Música, las programaciones de cine, los eventos históricos, los acontecimientos deportivos, las organizaciones de ocio y diversión. Pues es la propia idea de la democracia lo que está en juego. ¿O no fue precisamente la llegada de la democracia y las libertades lo que trajo el despertar de nuestra sociedad en cultura, en educación, en deportes, en ocio? Ahora resulta que pretenden que demos un paso atrás no ya en el aspecto cultural, sino en el vacío democrático al que nos están pidiendo que saltemos...y sin paracaidas.






Manolo Ozáez para BAILÉN INFORMATIVO.

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