DISTINCIONES DE LA ORDEN DE CABALLEROS BALLESTEROS DE LA SANTA VERACRUZ DEL REY FERNANDO III, de SANTA ELENA

Los actos en recuerdo de la decisiva Batalla de las Navas de Tolosa comenzaron con una recepción en la Casa de las Órdenes, en Santa Elena, y a continuación dos conferencias sobre Historia de la época en que se dio dicha batalla, y acto seguido sobre heráldica de la época de 1.212 hasta nuestros días de los caballeros que participaron en dicha contienda.

Antonio Troyano durante la conferencia

Nicolás Callejas, Maestre de la Orden de las Navas de Tolosa, en la Casa de la Cultura de Sta. Elena

Previo a las conferencias, se guardó un minuto de silencio por la víctimas de la ciudad francesa de Niza

Don Ricardo, durante su intervención sobre Historia de la época de la Batalla de las Navas de Tolosa

Imágenes del viernes 15 de julio de la ciudad de Santa Elena al anochecer, tras las conferencia. Plaza del Ayuntamiento y Casa de las Órdenes

Miembros de la Asociación General Reding, con don Juan José Hernández Torres y un ejemplar de B.I. en las manos

Miembros de la A.H.C. General Reding, con miembros de la Hermandad de la Legión Española, de Tomelloso

Textos escritos y leídos por Nicolás Manuel Ozáez Gutiérrez, en el acto del Aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa, celebrado el 16 de julio de 2016 en la localidad de Santa Elena (Jaén)

El coronel Cándido Alonso Díez, junto al panteón de los héroes de la Batalla de las Navas

Del coronel, mi coronel Cándido Alonso Diez, hace un tiempo escribí un poema acróstico. En una de sus estrofas decía:

Cavilaba para mis adentros, cómo conformar un poema

A un hombre que ha entregado, ufano y jubiloso,

No solo su vida, también su pasión, con voluntad de acero,

Destellos de nobleza patria, conatos de decencia.

Imbuido de los valores que se presumen, orgulloso

Donde quiera que sirvió, vio y venció, como el César

Olvidado entre las llameantes páginas de nuestros libros.

Antes en Bailén, hoy, la suerte y su amistad nos traen de nuevo a la vecina ciudad de Santa Elena. Dos tierras de batallas, regadas con la sangre de miles de soldados que, como este hombre de Santoña, en Cantabria, y ciudadano del mundo, ha sembrado una ingente multitud de amigos. Con él las distancias cortas se hacen líneas continuas, su ingenio permite el encuentro y su humanidad opaca el resto de las cualidades intrínsecas del soldado fiel y el ciudadano recto. A sus órdenes, mi coronel, siempre confiado a sus órdenes.

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Antonio Troyano portando las cadenas que se rompieron en la Batalla de las Navas de Tolosa

Al igual que del coronel don Cándido Alonso, también tuve el honor de dedicar unos versos acrósticos a don Antonio Troyano Merino, jefe de brigada del Regimiento Real de Artillería número 3 de Bailén-Sevilla, que en 1.808 jugó un papel decisivo en la victoria del ejército español sobre las tropas usurpadoras del General Dupont, mariscal de Napoleón. Antonio abanderó un grupo que desde el año 2006 ha recorrido toda la geografía española y portuguesa, al impactante sonido de los cañones patrios, desde La Coruña hasta Ceuta, desde Valencia a Oporto, La Peza, Córdoba, Vigo, Astorga, San Fernando, Granada, Badajoz, Móstoles, y así hasta más de 150 participaciones enseñando, como un juego, la historia, la rica historia de este gran país, rindiendo plazas, viviendo mil aventuras y anécdotas, cosechando una legión de amigos que sirven al mismo ideal: contarnos con imágenes, lo que fuimos, para comprender lo que somos y, quizás también, lo que seremos.

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doña Mª. Ángeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo

Cuando me llamó el Maestre, don Nicolás Callejas, le hice saber el aprieto, emulando a Quevedo, de glosar a una entidad como es la Asociación de Víctimas del Terrorismo. ¿Quién somos nosotros,quién soy yo, tan insignificante, para apenas pronunciar su nombre? Imposible entender su sufrimiento, menos aún ese lado invisible de su intrahistoria. Sus nombres, sus sueños rotos, las emociones escapadas a través de sus lágrimas, también en nuestras lágrimas. Ojos que miran al horizonte, aparentemente, porque a buen seguro sus miradas están en otro lugar, en otro paisaje, en otro horizonte aún por descubrir. Imagino, puestos a imaginar, el dolor oprimiendo sus pechos, también nuestros pechos, el lamento por sus seres queridos, también nuestros seres queridos. Lamento que durante décadas ha llenado de dolor a un país, pero son a ellos a los que colocaron la corona de espinas, a los que crucificaron en el Hipercor, a los que mutilaron sus sueños, a los que robaron su juventud. La piel de un país quedó llena de heridas, cicatrices que perduran, que no se olvidan, que no os olvidamos y por eso estáis aquí, junto a aquellos que admiran vuestra entereza. No podemos cambiar las cosas, sí, el destino es cruel, y lo único que podemos ofreceros es este sincero homenaje porque olvidar no olvidamos y perdonar no nos corresponde, se queda en la esfera de cada individuo. ¡Ay! ¡qué aprieto don Nicolás!

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El Maestre junto a representantes del SEPRONA

El Servicio de Protección de la Naturaleza, (SEPRONA), nace en 1986, aunque, como ellos dicen, hunden sus raíces en 1876, al asumir la Guardia Civil el desempeño del servicio de seguridad y policía rural y forestal. Hoy, protegen nuestro entorno y nuestro medio vital, como el agua, la atmósfera, la riqueza cinegética y forestal,el medio ambiente, nuestros recursos hidráulicos, ríos, campo, montañas, la vida animal, es decir, aquello que es fundamental para el desarrollo humano, en un medio, en ocasiones hostil, transformado en ello por la mano indolente del hombre. Ciertamente, nunca le estaremos suficientemente agradecidos a estos hombres y mujeres que velan cada día por nuestro entorno, estemos donde estemos y nos olvidemos, como solemos, de aquellos espacios abiertos donde nuestra mente se ensancha y donde la respiración se torna más pasión que ejercicio. Enamorados como somos del medio rural, son escasas las palabras y loas que podemos pronunciar para agradeceros la labor, en ocasiones silenciosa que el SEPRONA aporta a la sociedad, por ello este homenaje sirva para recordaros que no estáis solos y que los Caballeros de las Navas de Tolosa caminan a diario junto a vosotros.

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El periodista y novelista, José Javier Esparza Torres, a la derecha, sin capa

La Batalla de las Navas de Tolosa, o la más cercana de la Batalla de Baylen, gestas españolas evocadas en los libros de estrategias militares, como estrellas polares de un pensamiento, no se entenderían sin personas de la relevancia de José Javier Esparza Torres, periodista, analista político, y, para los Caballeros de las Navas, novelista histórico de una España épica a la que él dota de Otro enfoque. “La gran aventura del Reino de Asturias. Así empezó la Reconquista”, “Moros y cristianos: la gran aventura de la España medieval”, hasta nuestra Batalla, la del suelo santo que pisamos, o “Santiago y cierra España”, novelas o ensayos imprescindibles para conocernos a través de los héroes que nos precedieron y de los que apenas hoy quedan vestigios, porque el español, y en eso coincidirá Esparza con nosotros, reniega de sus semidioses y de sus paladines. Otros demonios, surgidos del Mar bravío de la incompetencia, esparcidos por el Reino del Norte, en un ejercicio de vértigo, amenazan nuestra civilización, ya no son ocho los pecados capitales, pues el noveno es la inoperancia, la dejadez, la sumisión. Como él, otros muchos personajes Forjaron España, en una crónica silenciada de Héroes españoles de la A a la Z.

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Juan José Hernández Torres

No es casualidad las similitudes que encontramos entre los miembros de la Orden de Caballeros Ballesteros de la Santa Veracruz del Rey Fernando III, y la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, pues el creador de esta se alistó en las tropas de infantería al servicio del Emperador Carlos I, como aquellos otros que acogen en el solar de Las Navas al capellán don Juan José Hernández Torres, se alistan en las tropas al servicio de los Reyes de España. La entrega del santo portugués a la causa de los enfermos y desfavorecidos, encuentra su espejo en la Orden de Santa Elena, quienes desde su modesta posición abrazan causas perdidas, entregando su tiempo y su esfuerzo a consolidar una sociedad más libre, más solidaria y a la vez más justa, de hecho recibe este año el Premio Caecilia a las Entidades de Carácter Social. Los miembros de ambas Órdenes han jurado fidelidad a unas ideas, a un propósito, más allá de lo meramente protocolario y formalista, pues andan convencidos de la equidad y honestidad de sus juramentos. Aunque en ningún caso la santidad, humildemente ronda nuestros anhelos, y a vos le roza el hábito, no es menos cierto que la perfección es camino de santidad, y eso sí lo procuramos, cuestión distinta es el conseguirlo. Como verá, Reverendo Padre, “Donde se encuentre un hombre en necesidad, allí tiene sentido la obra de San Juan de Dios”, y la obra de la Orden de Las Navas.

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Página interior del DIARIO JAÉN, dedicando sendos artículos a la entrega de distinciones del sábado

El siguiente homenajeado poca presentación requiere, pues compendia el espíritu vencedor de los hombres y las mujeres de la provincia de Jaén. La lectura de sus páginas recrea nuestra historia de los últimos 75 años, nuestros actos y sus alegrías, la crónica política, poética y social, la imagen de nuestros pueblos, nuestras virtudes y también nuestras miserias. EL DIARIO JAÉN es el referente de todo lo bueno y lo menos bueno que esta tierra de batallas por la independencia y por la libertad, produce. Con el olor a tinta de sus páginas crecieron nuestros abuelos, nuestros padres, nosotros mismos, y nos continuarán nuestros hijos y los que los sucedan. Entre las columnas de sus páginas amarillentas, el tiempo parece detenido. Una ojeada nos confirma la presencia de nuestros ídolos, pero también aquellas noticias que hablan de guerras fraticidas, de conductas pervertidas. Esa es la labor del periodista, mostrarnos la fotografía, sin perspectivas ni enfoques, de nuestras virtudes y de nuestros pecados, luego, cada cual, sacará las conclusiones que su conciencia y su educación le marque.

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Luis Miguel López Barrero, alcalde de Sabiote, con el Maestre Nicolás Callejas

De LUIS MIGUEL LÓPEZ BARRERO, alcalde de Sabiote, destacaremos en este acto, una sola de sus muchas cualidades: su amor por la historia y su permanente compromiso por la recuperación del legado histórico de su pueblo. El asentamiento de Sabiote fue conquistado por el rey que da nombre a nuestra Orden, Fernando III, entre 1227 y 1229, durante las operaciones militares desarrolladas en el entorno de La Loma de Úbeda, otorgándole al municipio el Fuero de Cuenca. Posteriormente, otros reyes de España, confirmaron y modificaron estos Fueros, como Alfonso X, que entregó la villa a la orden militar de Calatrava, constituyéndose la Encomienda de Sabiote, siendo mejorado este Fuero por Fernando IV, Alfonso XI, Enrique II y Juan II. En el año 1537 el Emperador Carlos I confisca las propiedades de las Órdenes Militares y vende la villa a su Secretario Francisco de los Cobos, y otros señoríos que fueron abolidos por las Cortes de Cádiz de 1811.

Las piedras de su fabuloso castillo, la Iglesia de San Pedro, la Iglesia y Convento de Santa María, la Iglesia de San Pedro Apóstol, la Casa de los Teruel o de los Mendoza, contemplan las Fiestas del Medievo en honor a Santa María de la Estrella, que él recupera como adalid de su pueblo. Hoy, los caballeros surgidos de otras épocas, cabalgan en mayo por las calles de Sabiote, contemplándoles los vecinos y de esta forma amena conociendo su propia historia. Junto a aquellos reyes nobles del pasado, Luis Miguel I de Sabiote, merece un lugar destacado en todos nuestros corazones.

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Perdón por el atrevimiento de juntar a dos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado en este acto, por razones que más adelante confesaremos. Don LUIS ORTEGA CARMONA, teniente coronel de la Guardia Civil, desde abril del 2015 es el nuevo Jefe de la Comandancia de Jaén. Aunque nacido en Bilbao, desciende de la histórica población de Arjonilla, antigua localidad que alcanzaba el solar de las Navas de Tolosa. Felicidades don Luis por volver a esta su tierra.

Don ALFONSO RUIZ PIOTE, es el actual Inspector Jefe de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta), y, al igual que don Luis Ortega, es natural del solar de la Batalla, en concreto de la villa de Las Navas de Tolosa, próxima a La Carolina y a Santa Elena.

Ambos, ex aequo, son homenajeados como ejemplo del valor de los hombres, y también de las mujeres, de esta tierra donde la reconquista escribió con sangre los libros de historia, al igual que también nuestros anhelos de independencia.

Portada de la Casa de las Órdenes, con la placa-homenaje a Carlos I, realizada por Antonio Troyano, de Bailén

Notas de prensa del DIARIO JAÉN, del 17 de julio

Miembros de la Orden, delante dela Iglesia de Santa Elena

Miembros de la Asociación de Reservistas de Jaén, Fernando III El Santo

Fotografías cedidas por la Orden de Caballeros Ballesteros de la Santa Veracruz del Rey Fernando III, en Santa Elena.

Asociación CAECILIA y Asociación GENERAL REDING, de Bailén