LA NOVELA

Nunca supieron de qué guerra se trataba es una novela compleja. Comienza relatándonos una historia acaecida en los años 80, que pudiera resultar a simple vista banal, intrascendente. Poco a poco se va complicando. Los dos protagonistas, dos jóvenes que solo piensan en el “sexo, las drogas y el rock and roll”, propio de la época que les tocó vivir, van descubriendo en una vieja y abandonada biblioteca de una casa señorial deshabitada, entre las amarillentas hojas de los libros que se almacenan en ésta, un mundo que les era apenas conocido. Nuevas sensaciones y extrañas situaciones. Un inesperado hallazgo alterará sus tranquilas vidas dirigiéndolas por sendas que les eran ocultas. Se reencontrarán 25 años después tras un lapsus que están dispuestos a analizar desde la serenidad y objetividad de la edad vivida. Desde un principio se suceden los saltos temporales en la narración, llevándoles de la mano por la década de los años 80, por el momento actual y a través de un período, finales del siglo XVIII, en el que se ven envueltos a su pesar, pero del cual no están dispuestos a renunciar, tal vez por devoción hacia unos personajes ajenos a ellos pero que, cada vez con más fuerza, se van convirtiendo en sus compañeros de aventuras.