Apenas un día en
Guadalcázar, apenas horas
Hasta hace un par de meses, los miembros de Caecilia y
Reding, y yo mismo, desconocíamos la existencia de la localidad cordobesa de
Guadalcázar -que me perdonen mis amigos los
guadalcaceños-. Sí teníamos referencia de la ciudad vecina de Almodóvar del Río, por
su castillo, por su historia, por las continuas referencias que recibíamos de
ella.
Lo que ocurre es que el destino es caprichoso y, cierto día,
recibí una llamada de Juan Diego López, escritor y socio de la productora
“Desubicadosfilms”, para pedirnos colaborar con nuestra uniformidad de época en
un corto cinematográfico bajo las órdenes de Fanelo Aguayo, director de cine
con residencia en Nueva York, pero que conserva en su retina las raíces
geográficas de Guadalcázar, a la que acude al menos una vez al año para
compartir con su antigua banda de rock su pasión por la música y la juerga.
El corto, titulado
“Los Hermanos Malpartija”, se rodó en la propia localidad cordobesa durante
este mes de mayo, incorporándonos los miembros de la Asociación Histórico
Cultural General Reding, en calidad de actores, el domingo 27 de mayo.
Con anterioridad habíamos coincidido con prácticamente la
totalidad de los componentes de “desubicadosfilms” en Bailén, pero fue nuestra
llegada a Guadalcázar la que ha marcado un antes y un después en nuestra
experiencia vital. Guardamos en nuestra memoria recuerdos como la inmensa
tostada con la que nos obsequiaron en nuestra llegada, más tarde el ambiente de
fiesta que se respiraba en el pueblo, la impresión que produjo la visión de la
pieza de artillería de época sobre el remolque de la monovolumen, nuestros
coloristas trajes del ejército imperial francés, los disparos de los mosquetes,
el olor de la pólvora, los escenarios elegidos: un lavadero de época y un
cortijo de olivos totalmente ambientado a principios del siglo XIX, los rostros
iluminados de las mujeres del pueblo, la sonrisa de María Bua, la generosa
comida que compartimos en el cortijo, el rodaje bajo la magistral dirección de
Fanelo Aguayo y su equipo de cámaras y ayudantes, y las tertulias regadas con
una copa de vino o un cubalibre -al
gusto-.
Aunque necesaria, la vuelta hacia Bailén se nos antojó
triste, melancólica, pues no podíamos olvidar el afable trato recibido por
nuestros nuevos amigos, a los que seguramente volveremos a encontrarnos pronto
por Bailén, pues ese es nuestro deseo.
Manolo Ozáez
Desde Desubicados Films agradecemos tus amables palabras y nos sumamos a la acertada descripción de aquel inolvidable 27 de mayo.
ResponderEliminarNunca dejaremos de dar las gracias a los miembros de la Asociación Histórico Cultural General Reding de Bailén y a su desinteresada, e importantísima, colaboración en el rodaje de "Los hermanos Malpartija".
Un abrazo desde Guadalcázar y resto del mundo.