Buenas tardes amigos. El 22 de
abril, domingo, se rinde homenaje en Bailén al General Teodoro Reding. Para
quien no lo sepa, le diré que dicho militar de origen suizo, alistado en el
ejército español, fue el auténtico artífice de la victoria contra los imperiales
franceses de Napoleón, en la
Batalla de Bailén aquel glorioso día 19 de Julio de 1808. No
el general Castaños, a quien la historiografía oficial, durante más de ciento setenta años, consideró el vencedor
de tan fundamental triunfo, el primero en campo abierto contra el ejército del
pequeño pero gran corso. Por supuesto, estáis todos invitados a la celebración,
pues Bailén es una ciudad abierta y acogedora. Son muchas más las razones para
visitar esta histórica ciudad, cruce tradicional de caminos, como son sus
excelentes tapas en los conocidos bares de la localidad, sus restaurantes, en
algunos casos ambientados como a principios del siglo XIX, como el conocido 1808
de Alfonso Rodríguez, y que rinden pleitesía a la mejor gastronomía de la
comarca; las permanentes exposiciones de
cerámica artística, la pólvora de los mosquetes y de las piezas de artillería
de los recreadores históricos de Bailén, sus Marías Bellido de hermosos ojos
pululando por aquí y por allá, al movimiento rítmico del cántaro roto sobre sus
caderas. Pero es que, y no me da vergüenza, como bailenense decirlo, es que os
necesitamos, todas las ayudas son pocas, pues Bailén, mi pueblo en la
actualidad, está herido de muerte, económicamente depresivo, sin alegría en los
rostros por la severa situación que viven la mayoría de las familias, por la
desesperación de no poder pagar la hipoteca o tan siquiera llegar a final de
mes. Demasiadas preocupaciones que no dejan disfrutar de las inmensas
posibilidades que nos da la vida, y que ahora, ante este problema coyuntural,
las gentes no ven. Por ello es buena la fiesta, el ocio, la diversión, recordar
nuestra historia, la
Recreación , el olor a pólvora, los desfiles conmemorativos,
tapear y charlar con los amigos, salir a la calle, pasear. Y recordar que no
fue Castaños quien ganó la
Batalla de Bailén, tampoco Reding, pues fueron los soldados
de a pie, los artilleros y los piqueros a caballo los que derramando su sangre
vencieron al francés, como ocurrirá en esta batalla que tenemos emprendida contra
un fantasma llamado globalización y que hizo que una mariposa en Lehman
Brothers Manhattan moviera las alas y produjera un terremoto aquí en
España del que aún no nos hemos recuperado.
Manolo Ozáez para COPE JAÉN
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