BICENTENARIO DE LA BATALLA DE TALAVERA. Viaje iniciático
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El sábado 27 de junio nos reuníamos en la puerta del Cuartel de Artillería de Bailén, próximo al Polideportivo 19 de Julio y frente a la piscina de los Hermanos Criado, Miguel Ángel Perea, Fati Soriano, Kini, Nico Ozáez y yo. El primer escuadrón había partido al mediodía del viernes en dirección a Talavera de la Reina, Toledo, con la misión de solventar la logística del grupo. Antes de partir tuvimos que esperar la incorporación del soldado del Regimiento Suizo de Reding, Quini, que como siempre, tuvo una feroz escaramuza con las sábanas de su cama.
Con los carros preparados de vituallas y de vestimentas, nos dirigimos en dirección al Instituto María Bellido, atendiendo la súplica del artillero Miguel Ángel Perea, para desearle suerte a sus alumnos del Centro de Adultos de Baños de la Encina, en sus exámenes de graduación de la E.S.O. O al menos e.s.o nos dijo a nosotros.
Enganchamos el remolque con los dos cañones de calibres 8 y 7,5 milímetros respectivamente, y enfilamos la A-4 en dirección a Madridejos, haciendo una breve parada para surtir de carburante al medio de transporte, e inyectar aire en las cubiertas.
Salimos de Bailén sobre las 9,15 de la mañana, cruzando Guarromán, Carboneros, La Carolina, Navas de Tolosa y Santa Elena, para adentrarnos en el corazón de Despeñaperros. Parada en el Restaurante Casa Pepe para reponer energías con tostadas de aceite y café. A nuestro alrededor el ambiente caduco de una época pasada y gracias a Dios olvidada. A pesar de lo que algunos se creen, este santuario al franquismo no deja de ser una suerte de marketing que funciona por lo que significa de museo de nuestra historia reciente, amén de que una legión de extraordinarios productos gastronómicos y caldos, se dan cita en sus repletas estanterías. En esta abrupta serranía, en el municipio de Venta de Cárdenas, a mitad de camino del Restaurante Casa Pepe y el Restaurante La Teja, el Regimiento del General Reding inauguramos en el año 2008 un monolito en honor a los héroes caidos, por uno y otro bando, en los desfiladeros de Despeñaperros, defendiendo cada uno su idea de libertad y de ilustración. A todos, sin excepción, los honramos en aquella efemérides.
Continuamos por la senda de la A-4, antaño llamada Nacional 4ª, superando las poblaciones manchegas de Almuradiel, Santa Cruz de Mudela y Consolación, todas ellas en los márgenes de la gran vía de asfalto. Más tarde Manzanares, los Llanos del ..., Villarta de San Juan y Puerto Lápice. La calor de este mes de junio comenzaba a dejarse notar en las tierras manchegas. Poco antes de culminar la población de Madridejos giramos hacia la izquierda, tomando la autovía CM420 con dirección a Toledo. A nuestra izquierda la villa de Consuegra, exhibiendo sus lomas sobre las que se asienta un vistoso castillo medieval asentado sobre anteriores construcciones romas y árabes, y múltiples molinos en el Cerro Calderico, como los que describiera Cervantes en el Ingenioso Hidalgo Don Quijote. Salpicada la región por infinidad de molinos -recuerdo en esos momentos el episodio de Francisquete en Camuñas, y a nuestro amigo el armero Julio, que tan gentilmente nos ha atendido siempre-.
La ruta nos va descubriendo pequeñas y en ocasiones extensas poblaciones, como Casas del Mayorazgo, Garoces y Manzaneque, Mora o Mascaraque, sorprendiéndonos sobremanera la impresionante belleza del Castillo de Almonacid de Toledo, sobre una loma que esconde el pueblo a los viajeros. Se presume el castillo de origen árabe, aunque con vestigios romanos. La leyenda cuenta que lo tomó el Cid, denominándolo Almonas del Cid, que con el tiempo se convirtió fonéticamente en Almonacid.
( Continuará ...
El sábado 27 de junio nos reuníamos en la puerta del Cuartel de Artillería de Bailén, próximo al Polideportivo 19 de Julio y frente a la piscina de los Hermanos Criado, Miguel Ángel Perea, Fati Soriano, Kini, Nico Ozáez y yo. El primer escuadrón había partido al mediodía del viernes en dirección a Talavera de la Reina, Toledo, con la misión de solventar la logística del grupo. Antes de partir tuvimos que esperar la incorporación del soldado del Regimiento Suizo de Reding, Quini, que como siempre, tuvo una feroz escaramuza con las sábanas de su cama.
Con los carros preparados de vituallas y de vestimentas, nos dirigimos en dirección al Instituto María Bellido, atendiendo la súplica del artillero Miguel Ángel Perea, para desearle suerte a sus alumnos del Centro de Adultos de Baños de la Encina, en sus exámenes de graduación de la E.S.O. O al menos e.s.o nos dijo a nosotros.
Enganchamos el remolque con los dos cañones de calibres 8 y 7,5 milímetros respectivamente, y enfilamos la A-4 en dirección a Madridejos, haciendo una breve parada para surtir de carburante al medio de transporte, e inyectar aire en las cubiertas.
Salimos de Bailén sobre las 9,15 de la mañana, cruzando Guarromán, Carboneros, La Carolina, Navas de Tolosa y Santa Elena, para adentrarnos en el corazón de Despeñaperros. Parada en el Restaurante Casa Pepe para reponer energías con tostadas de aceite y café. A nuestro alrededor el ambiente caduco de una época pasada y gracias a Dios olvidada. A pesar de lo que algunos se creen, este santuario al franquismo no deja de ser una suerte de marketing que funciona por lo que significa de museo de nuestra historia reciente, amén de que una legión de extraordinarios productos gastronómicos y caldos, se dan cita en sus repletas estanterías. En esta abrupta serranía, en el municipio de Venta de Cárdenas, a mitad de camino del Restaurante Casa Pepe y el Restaurante La Teja, el Regimiento del General Reding inauguramos en el año 2008 un monolito en honor a los héroes caidos, por uno y otro bando, en los desfiladeros de Despeñaperros, defendiendo cada uno su idea de libertad y de ilustración. A todos, sin excepción, los honramos en aquella efemérides.
Continuamos por la senda de la A-4, antaño llamada Nacional 4ª, superando las poblaciones manchegas de Almuradiel, Santa Cruz de Mudela y Consolación, todas ellas en los márgenes de la gran vía de asfalto. Más tarde Manzanares, los Llanos del ..., Villarta de San Juan y Puerto Lápice. La calor de este mes de junio comenzaba a dejarse notar en las tierras manchegas. Poco antes de culminar la población de Madridejos giramos hacia la izquierda, tomando la autovía CM420 con dirección a Toledo. A nuestra izquierda la villa de Consuegra, exhibiendo sus lomas sobre las que se asienta un vistoso castillo medieval asentado sobre anteriores construcciones romas y árabes, y múltiples molinos en el Cerro Calderico, como los que describiera Cervantes en el Ingenioso Hidalgo Don Quijote. Salpicada la región por infinidad de molinos -recuerdo en esos momentos el episodio de Francisquete en Camuñas, y a nuestro amigo el armero Julio, que tan gentilmente nos ha atendido siempre-.
La ruta nos va descubriendo pequeñas y en ocasiones extensas poblaciones, como Casas del Mayorazgo, Garoces y Manzaneque, Mora o Mascaraque, sorprendiéndonos sobremanera la impresionante belleza del Castillo de Almonacid de Toledo, sobre una loma que esconde el pueblo a los viajeros. Se presume el castillo de origen árabe, aunque con vestigios romanos. La leyenda cuenta que lo tomó el Cid, denominándolo Almonas del Cid, que con el tiempo se convirtió fonéticamente en Almonacid.
Continuamos nuestro itinerario junto a Nambroca, Las Nieves y al fin Toledo, con sus impresionantes vistas de la ciudad antigua, donde destaca el emblemático Alcázar de Toledo, con su mezcla de estilos romano, churrigueresco, renacentista y plateresco, el castillo fortaleza de San Servando y su Catedral, joya de la arquitectura gótica. Iniciada en el siglo XIII y concluida en el XVI.
( Continuará ...
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