La Peza invita a una ración de historia
La Peza celebra el 24 de agosto una nueva recreación de la batalla de sus vecinos, comandados por el Alcalde Carbonero, contra las tropas de Napoleón
En 1810 el alcalde de La Peza Manuel Atienza llamó a su pueblo a luchar contra los invasores franceses usando un gran cañón de madera de encina. Doscientos nueve años después, el sábado 24 de agosto la villa de La Peza vuelve a reencontrarse con su pasado en un nuevo llamamiento de su Carbonero Alcalde. Desde hace semanas cada casa y cada familia prepara con esmero este «viaje en el tiempo tan especial», tal y como lo califica su alcaldesa, Celia Santiago.
Y es que la representación de este episodio no es sólo la recreación de una batalla, es la unión del pueblo con su pasado. Durante unas horas cada vecino y vecina entra en contacto con sus propios orígenes. Rafa, La Pontonera, usa durante esta representación la romana que empleaba su padre para pesar la fruta que vendía por las calles de La Peza hace sólo unas décadas. En otros casos los figurantes hacen que los viejos aperos de labranza, horcas, hoces, azadones,... cobren vida transformados en armas. Con la actuación de los vecinos y vecinas renace una historia que duerme en baúles y almacenes y que en lo esencial, al margen de la batalla, no es muy diferente a la que vivieron nuestros abuelos.
La recreación comienza a las diez de la mañana con la preparación de la batalla, con las mujeres del pueblo aprovisionando el lugar como hospital de campaña, la llegada del Alcalde Carbonero, Manuel Atienza, y la serie de escenas costumbristas. El punto álgido del evento tiene lugar a las siete y media de la tarde, cuando repican las campanas y suenan los tambores para anunciar la llegada del enemigo, las tropas de Napoleón, que estarán representadas en esta ocasión por recreantes procedentes de lugares tan diversos como Bailén (Jaén), Cádiz y la misma Granada.
Entonces, Alfredo Fernández, el vecino que asume cada año el papel de Alcalde Carbonero, arenga desde el balcón de la Plaza de España a todo el pueblo y lo moviliza para hacer frente a los franceses y luego todos, encabezados por el Alcalde, se dirigen al campo de batalla. El tercer y último acto, consiste en la batalla propiamente dicha: escaramuzas de ataque y retroceso, preparación del cañón de madera de encina, fuego, fusilamiento y raptos.
La Peza cumple con lo que promete: «Un pueblo completamente diferente, un pueblo echado a la calle, todo un pueblo caracterizado para hacernos vivir unos momentos absolutamente inolvidables», comenta Santiago e invita a todo el mundo a ir hasta La Peza y vivir con la villa la representación.
Este año, además, la gesta de Manuel Atienza será más universal con una retransmisión en streaming para acercar La Peza a quienes no puedan asistir. Aunque lo recomendable es acercarse a la villa, pasear por sus calles, dejarse atrapar por la historia y responder al llamamiento de Manuel Atienza para defender La Peza.
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