POEMA 2.
Tu rostro en la
distancia.
Vi tu
silueta doblar la esquina, perderse,
acelerar el
paso, emprender la huida.
Un universo
se desplomó, como se desploman los edificios:
de golpe, en
seco, con atronadoras voces de lamento.
Perderse tu
figura en la distancia,
ocultar tu
rostro a una longitud de mil pasos.
Un mundo
sustituyó a otro mundo,
y la
realidad se tornó enmascarada.
Desviaron su
rumbo las estrellas,
y los
cometas apenas nos enseñaron su estela.
A cada paso
que avanzabas, la tristeza se imponía.
El sol dejó
de emitir su luz,
Quizás por
cortesía iluminó un instante
la dirección
que nos tenía reservado el destino.
Manolo Ozáez, 2012
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