Fotografía: José María García Verdejo
Modelo: MACARENA RULL CHECA
Apenas conservábamos tu rostro esculpido sobre el eje de la fuente romana de Baeza, desgastada la piedra tras más de dos mil años saludando a los visitantes de la ciudad a las puertas de La Loma, hoy patrimonio de la humanidad. Acaso unas frases cinceladas por el poeta romano Silio Itálico que el propio historiador Tito Livio certificó en sus anales. Hoy, volvemos a redescubrir las sinuosas curvas de un cuerpo que cimentó la alianza entre íberos y cartaginenses, en la figura de la princesa Himilce, esposa de Aníbal y madre de su hijo Aspar.
Arribar a Baecula-Bailén desde la vecina Cástulo a lomos de la nueva caballería de acero de un presente incierto, y habitar entre nosotros, a mitad de camino de la estepa de nuestros paisajes y la selva mediática y locuaz de sus gentes, que no se aprestan a reconocer a una princesa íbera cuando la tienen cercana y de frente.
El artista la plasma en su forma original: salvaje, popular, espontánea. Y en otras poses convenidas de princesa, noble y enamorada. HIMILCE vive un sueño del que no estamos dispuestos a despertarla… todavía.
Manolo Ozáez para B.I.
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