Don Francisco Pablo Gutiérrez Jean, “don Francisco”, pediatra del Centro de Salud de Bailén desde hace casi treinta años, se traslada al Centro de Salud de Andújar. Este hecho, aparentemente habitual entre los profesionales de la medicina… con los tiempos que corren… ha producido cierta consternación en la localidad. Persona afable, cariñosa, vocacional, con trato exquisito no solo hacia los menores, sino también y, sobre todo, con los padres que acuden acompañándolos a la consulta. Son numerosas las muestras de pesar que nos han trasladado los usuarios del Centro de Salud por el traslado de don Francisco. Los que lo hemos tratado en lo profesional damos fe de sus certeros diagnósticos: una mirada, dos palabras, y ya apreciaba los síntomas del paciente y su tratamiento. A su formación, en la Universidad de Granada, habría que añadirle la experiencia del día a día, la observancia, el interés, la dedicación a su amada profesión de médico pediatra. En lo personal es sobresaliente, en las distancias cortas aumenta su prestigio. A pesar de su aparente sosiego y tranquilidad en el ánimo, que no es lo mismo que indiferencia, su espíritu inquieto de lector empedernido nos muestra a la persona culta que se esconde detrás de la cortina de humildad con la que se nos presenta. Bailén va a perder a un gran médico en unos momentos complejos por la pandemia del COVID 19 que vivimos, pero también a un ser humano excelente que ha dejado huella en nuestra localidad. Otros aprovecharán sus mágicas artes y sus cualidades de las que durante tres décadas hizo gala en estas tierras de barro y leyendas. A nosotros solo nos queda abrirles las puertas de nuestros domicilios, como en su momento le abrimos las puertas de nuestros corazones.
Un ciudadano agradecido
No hay comentarios:
Publicar un comentario